Logo de Amaata: inspirado en grafitos de Iruña-Veleia e Irulegi.
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Reconstrucción paleoclimática de los últimos mil años

La discusión sobre la hipótesis del calentamiento global es beneficioso para las ciencias históricas.
Para una buena introducción sobre el problema fundamental con los datos recomiendo a los lectores que leyen en inglés ‘The long, slow thaw?
En las últimas décadas se ha aportado (gastado?) mucho dinero en intentar aclarar como la temperatura ha evolucionado, pero si miramos en detalle el resultado es bastante pobre para  los últimos 1000 años.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas en su último y Cuarto Informe de Evaluación (se prevé el siguiente para 2014), en el libro CLIMATE CHANGE: THE PHYSICAL SCIENCE BASE aportan los siguientes gráficos:

Para mediciones instrumentales de la temperatura:

Fi.g 1. Línea naranja indica la media de la desviación de 4 temperaturas para Inglaterra central (sic), De Bilt (Paises Bajos), Berlin (Alemaña) y Upsala (Suecia). Se observa un claro subidón rápido de la temperatura en la segunda parte del siglo XX. (Fuente: Climate Change 2007: The Physical Science Basis)

 Si miramos los datos aproximativos (proxy-data) observamos un panorama poco claro para los diferentes estudios:

Fig. 2. Datos de la de la desviación de las  temperaturas para el hemisferio norte en 13 estudios.
(Fuente: Climate Change 2007: The Physical Science Basis)

Deduzco del gráfico que no tiene sentido mezclar arbitrariamente data de diferentes posiciones geográficos de un hemisferio y diferentes parámetros como datos aproximativos.

El parámetro geográfico es evidentemente de primera importancia, y vemos que según la posición geográfica el comportamiente es diferente, hasta en la segunda mitad del siglo XX. Donde en una zona sube la temperatura, esta baja en otra zona, y esto es algo bien conocido que no debe sorprender:

Fig. 3. El factor geográfico en la evolución de la temperatura.
(Fuente: Climate Change 2007: The Physical Science Basis)


En realidad a nivel historiográfico o arqueológico la información más importante es como afectó el clima a la actividad económica, p. ej. la agricultura.
En un un estudio clásico el historiador Emmanuel Le Roy Ladurie (el escritor del fascinante estudio sobre el mundo cátaro Montaillou, aldea occitana) ha investigado las fechas de la vendimia en la zona de de vitocultura de la Burgoña en Francia para la raza de uva ‘Pinot noir’. A través de una formula empirica de conversión calcula las desviaciones de la temperatura.
Sus resultados son publicados en varios artículos y también en la revista Nature y observamos unos cambios mucho menos espectaculares, aunque aparecen también allí una tendencia a vendimias más tempranas en los últimos sesenta años:

Fig. 4. Fechas de vendimias en la Borgoña (línea negra es la media flotante sobre 11 años). El cero corresponde al 11 de septiembre. (Fuente: « Le climat de Bourgogne et d’ailleurs XIVe-XXe siècle »)

Le Roy Ladurie relaciona numerosos acontecimientos con sus datos en el artículo Climat et longue durée : la variable vendémiologique. Otros autores han realizado estudios basados en la fenomenologia, es decir las fechas que determinadas plantes florecen, hechan sus hojas etc, como en Une rétrospective météorologique de l’Europe, Un système de reconstitution de l’évolution du temps et du climat en Europedepuis le Moyen Âge central de Christian Pfister y Alain Guerreau.

PS
Curiosamente el famoso ‘palo de hockey’ (con un repentino augmento espectacular de la temperatura) como en la siguiente figura no se parece reproducir en el registro de la vendimia de la Borgoña:

Fig. 5. Gráfico de palo de hockey del reporte 2001 del IPCC. Datos de Mann et al. 1999. La línea roja: Tº reconstruidas (en base a lecturas de Tº y a anchura de anillos de árboles, azul: CO2.
(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Controversia_del_palo_de_hockey)

Probablemente el aumento del grosos de los anillos de madera en los arboles que se utilizó en el estudio de Mann et al 1999, y que muestra una situación muy alarmante es debido un efecto matemático.

 Appendix A: el registro de vendimias año trás año (Fuente: « Le climat de Bourgogne et d’ailleurs XIVe-XXe siècle »)


 Muchas de las fechas destacadas son veranos muy secos o muy frios con sus consecuentes impacto sociales (hambrunas, revoluciones y rebeliones). Se registra p. ej la explosión del vulcán Tambora en 1815, una de las explosiones volcánicas de mejor tamaño jamas registrado, con el consecuente enfriamiento del verano de 1816, con una vendimia tardísimo.

 Appendix B: el misterioso gráfico IPCC 1990 Figura 7c

El autor de este gráfico es desconocido, pero el autor deWhere did IPCC 1990 Figure 7c Come From?’,

Steve McIntyre demuestra que el autor intelectual es Lamb, 1965. Este gráfico muestra que el periodo calido medieval era igual de caliente que nuestro clima, y desapareció de los informe del IPCC aunque por diferentes razones es muy realista.

Appendix C: Viñas en Ingleterra en la época 1000-1300 comparada con las zonas actuales de producción de vino

Mapa del sur de Inglaterra que indica las zonas de viticultura en la edad media (1000-1300) (Lamb, 1965)
Mapa de la distribución de viticultura hoy en día. La zona más al norte es el Rin, aunque existen pequeños intentos algo más al norte, más o menos a la misma altura que las zonas medievaes en Inglaterra (Lamb, 1965)
(Flecha roja, el txakoli de la costa vasca)

Para saber más

    1. IPCC Fourth Assessment Report (AR4)
      Climate Change 2007: The Physical Science Basis 
    2. Chuine, I et al.
      Grape ripening as a past climate indicator
      NATURE VOL 432 (2004)
    3. Le Roy Ladurie Emmanuelet al.
      « Le climat de Bourgogne et d’ailleurs XIVe-XXe siècle »,
      Histoire, économie & société, 2006/3 25e année, p. 421-436.
    4. Broecker, W
      PALEOCLIMATE
      Was the Medieval Warm Period Global?
      ScienceVol. 291 no. 5508 pp. 1497-1499  
    5. Osborn, T et al.
      The Spatial Extent of 20th-Century Warmth in the Context of the Past 1200 Years
      ScienceVol. 311 no. 5762 pp. 841-844
      Tony Brown 
    6. The long, slow thaw?
      Climate Etc. blog of Judith Curry 
    7.  H. Lamb
      THE EARLY MEDIEVAL WARM EPOCH AND ITS SEQUEL Palaeogeography,Palaeoclimatology,Palaeoecology:1(1965) 13-37.
    8. Climate Audit
      Blog by Steve McIntyre

    Blog: For what they were… we are

    BLOG: For what they were… we are
    Webmaster: Maju
     
    Muy probablemente el blog en inglés sobre arqueología (según el subtitulo, sobre prehistoria, antropología y genética) más completo de nuestro entorno, con una clara afinidad por temas vascas. El blog siempre me ha parecido casi profesional con más o menos un post cada día. No suele traer muchos posts históricos como ya se indica en el subtitulo.

    El bonito nombre es una frase de Pio Baroja, y tiene un blog hermano con el nombre ‘For what we are… they will be‘ que comenta la actualidad desde un punto de vista izquierdista-anarquista con mucha desconfianza con grandes organizaciones y gobiernos, y como credo la solidaridad. Es un buen antídoto contra los medios de comunicación que parecen olvidarse de ser el cuarto poder.

    En realidad estos dos blogs son la continuación de un blog anterior: Leherensuge 

    El blogero es Maju, y lo digo con todo el cariño, es muy vasco, es decir puro y duro. Él suele tener opiniones muy  coherentes y bien pensados, aunque personales. Su nivel científico es alto. Aunque muchos artículos tratan estudios genéticos que para un no especialista, aunque con conocimiento de la genética humana, son muy a menudo difícil de evaluar, y allí desafortunadamente los comentarios de Maju son a menudo escasos.

    Para alguien que no está vinculado con un instituto de investigación es una buena opción para enterarse sobre lo que aparece como estudios en los campos señalados.
    Es un blog con carácter y personalidad bien pronunciada. Los comentarios aunque escasos son a menudo de especialistas. Cada blog tiene el público que merece. Yo diría para los aficionados de los temas incluidos que entienden inglés un must!

    Fraude científica

    Como aficionados de la arqueología o historia, muchas veces sentimos un tremendo respeto por los investigadores, y seguro que en muchos casos bien merecido. Pero en realidad creo que la calidad de muchas publicaciones no es tan alto que nos imaginamos y que científicos utilizan su fama a base de artículos anteriores para hacer colar nuevos artículos de no tan alta calidad. En ciencias históricas será bastante difícil de detectar fraudes, y la verdad es que se oye muy poco de fraudes en este campo, lo que no significa que no existe.

    En un reciente estudio en Bélgica sobre publicaciones en medicina (más fácil de comprobar debido al registro de pacientes y datos) se llega a la alucinante conclusión que uno de cada 12 investigadores reconoce maquillar sus datos (26% reconocen no tomar en cuenta determinados datos, 3,2% reconoce esconder datos que contradicen sus conclusiones, y 4,1% admite adaptar sus datos para complacer al organismo que le subvenciona). Como razón más importe indican la presión de publicar para obtener financiación. Más de 50 considera que la presión para publicar amenaza seriamente la validez de los resultados de investigación publicados.

    El número de artículos retirados después de su publicación en revistas internacionales ha aumentado de unas decenas al año en los años 80, hasta más de 600 el año pasado. En realidad estos artículos pasaron todos los filtros de ‘peer review’.

    Existe una página web dedicado al fraude científica/retirada de artículos:   Retraction Watch

    Leyendo algunos casos uno no puede escapar de la idea que entre científicos existen tantos estafadores como en resto de la sociedad, y que un científico no necesariamente es honesto.

    Me parece un reto aplicar este control también a las ciencias históricas.

    Para saber más:

    1. Wetenschapsfraude: de harde cijfers (Fraude científico: las cifras duras).
      EOS Maandblad over wetenschap. Nr. 4 / april 2013: 24-33.
    2. The Office of  Research Integrity
      Con ejemplos muy detallados de fraude científicos, y un caso dramatizado.
    3. Retraction Watch
      Blog con una reputación seria sobre articulos retirados y prácticas fraudulentas en ciencia, con varios artículos al día.

    Blog: Afroiberia

    Blog: http://afroiberia.blogspot.com.es/

    (Gracias Rodrigo)

    El blog trata sobre todo aspectos de la evolución humana, y se centra en el sur de Iberia, pero siempre encaja sus comentarios en una visión global. En realidad el subtitulo resume bien el contenido:
    Una revisión crítica de la Prehistoria y Antigüedad en el Sur de la Península Ibérica

    El autor parece muy al corriente de lo que pasa en el mundo de la antropología humana, y es muy crítico con el circo mediático de Ata Puerca («encontrar tres nuevos especies en un mismo yacimiento es demasiado»).
    Para alguien mediamente interesado en la evolución humana, que quiere enfocar sobre la riqueza de Iberia es este blog un tesoro.

    El autor tiene también una visión particular, defiende a capa y espada la llegada a Iberia del hombre por el Estrecho de Gibraltar, y es un fiel defensor del hombre de Orce.

    Aunque me parece que el autor escribe con autoridad, me molesta un poco la ausencia de referencias bibliográficas.

    Ibero y uralico

    Eduard Selleslagh-Suykens

    Iberian and Uralic

    Suspected Finno-Ugric-like elements in the Iberian language (and maybe even Altaic ones)

    Descargable aquí

    Quería aportar un artículo que a mi me parece interesante sobre una visión a gran escala, sobrepasando el territorio europeo, de las raíces del ibero (y también el euskera). Como interesado, me da muchas veces la sensación de que, por ejemplo, el euskera viene de Marte («language isolate»). Pocos científicos se atreven a reflexionar sobre cuál es su evolución en tiempos prehistóricos. En este sentido, la hipótesis de que el pre-proto-euskera es el idioma del refugio glacial durante el Pleistoceno, y que tiene bastante en común con los idiomas de otros refugios glaciales de los Alpes, de los Balcanes, del Cáucaso, me parece como geólogo atractiva.

    El autor defiende en este artículo una reflexión que va en la misma dirección, y si le hemos entendido bien, quiere humildemente fomentar esta línea de investigación sin considerarse un gran experto en los temas tratados.

    En los primeros textos en godo, en el Pater nostrum, aparece la palabra «atta» para «padre», igual que en turco, y evidentemente en euskera como «aita». Como ya indica el nombre de este blog, en Veleia aparece «ata». Si son genéticamente relacionados nos lo dirán los especialistas, pero parece imposible que sea casualidad.

    Prefacio

    Mucho se ha escrito – y se sigue escribiendo – sobre el antiguo idioma de los iberos, y mucho más sobre el euskera. Este último sigue siendo considerado mayoritariamente un «language isolate», por algunos incluso de manera bastante absoluta, mientras que el ibérico se estudia a menudo en un contexto de posible relación con el aquitano, que casi universalmente se acepta como precursor del euskera histórico.

    Se ha avanzado mucho en ambos campos en los últimos 50 años. Mientras que los estudios sobre el euskera han alcanzado cierta madurez – salvo en la cuestión de sus orígenes –, los estudios sobre el ibérico casi han llegado a un punto muerto (lo que no impide que se siga escribiendo mucho al respecto) debido a la falta de más inscripciones y, especialmente, a la ausencia de verdaderas inscripciones bilingües: a menudo parece que la disciplina está esperando una «piedra Rosetta», ya que no se puede extraer mucho más en términos de léxico o estructura, y menos aún de gramática, a partir de lo disponible.

    Por otro lado, los estudios sobre el euskera se ven obstaculizados por ideas preconcebidas no lingüísticas, principalmente nacionalistas, que dictan que la singularidad del euskera no puede ser cuestionada y que cualquier intento de relacionarlo con otros idiomas es poco menos que sacrilegio. Un prejuicio reforzado por los fallos del clásico «vasco-iberismo» y otros «vasco-xyz-ismos».

    En cierto sentido, este documento es un llamado a ampliar el horizonte en diferentes maneras: primero, deshacerse de los prejuicios y mirar en un contexto lingüístico más amplio; segundo, tener en cuenta datos históricos, demográficos, geográficos, climatológicos y otros útiles, no necesariamente probados, pero también hipotéticos y plausibles, que proporcionen un marco para el contexto lingüístico más amplio.

    Soy consciente de que este enfoque puede ser arriesgado para profesionales establecidos con una reputación académica que proteger. Por eso, como lingüista no profesional, quiero presentar estas ideas, aunque no estén probadas o sean improbables por el momento, para que los investigadores especializados consideren caminos de investigación más aventureros, sin caer en la trampa de los «traductores milagrosos» del ibérico como J. Alonso García, J.L. Román del Cerro y otros, quienes creen firmemente en el «vasco-iberismo» y lo estiran mucho más allá del núcleo de verdad que probablemente contiene, además de demostrar una falta de comprensión en lingüística histórica.

    Un caso especial es el de Paul Arnold, quien utilizó de manera imprudente el euskera moderno (incluyendo préstamos derivados del latín) para «traducir» textos en Lineal A cretense: menciono esto porque no se puede excluir totalmente que los textos en Lineal A puedan estar en un idioma similar al ibérico, dado que Creta se encuentra en la supuesta ruta de migración de los iberos. Si fuera así, este sería otro caso de «vasco-iberismo» mal entendido y sobreextendido, además de la falta de conocimiento de la historia conocida del euskera.

    El método que propongo se basa en la idea, sobre la cual no reclamo originalidad, de que la evolución del lenguaje debe considerarse como un fenómeno de red que no es solo lingüístico, sino también humano (migración, conquista, contacto, mezcla, etc.), y que el modelo puro de árbol genealógico necesita muchas mejoras bastante drásticas, como lo demuestra, por ejemplo, el germánico. La aplicación al contexto actual se expone en los apartados «Introducción» e «Hipótesis subyacente».

    En cuanto a «probar» las ideas o tesis resultantes planteadas en este artículo, basta con decir que, estrictamente hablando, las hipótesis de trabajo no tienen que ser probadas; es suficiente que no puedan ser refutadas – y eso ya sería un gran logro en este caso.

    El enfoque general de este artículo es pintar un amplio panorama con trazos gruesos, entrando en detalles solo aquí y allá, siempre que sea necesario para respaldar su plausibilidad. Al mismo tiempo, es una invitación para que todos llenen los vacíos, aporten más o mejores evidencias, o propongan alternativas.

    El grafito del signo matemático de implicación de Iruña-Veleia

    Isabel Velázquez (pág. 16): “Uno de los signos más sorprendentes es el signo matemático de “implicación”. => Procedente formalmente del signo =, no se documenta gráficamente hasta época moderna. Como es sabido el signo matemático de igualdad fue ideado por Robert Recorde en 1557 y sólo popularizado a partir del s. XVIII. La inmensa mayoría de los signos matemáticos son modernos, pero en el caso del de implicación no se usa de forma habitual hasta el mismo siglo XX (por Barbouki). Resulta ejemplificador el grafito nº 11422, cara A (sector 5, cerámica común), donde puede leerse II=E de dos barras):

    ANQVI / SIIS ET VE- (signo de separación de palabra a final de línea) / NVS =>
    ENE / AS ET CRE / VSA => IVLIO (impensable, además, esta forma por Iulius).” 


    Ecce signum:
    Nº 11422 : (sector 5) (Cara A): ANQVI / SIIS ET VE / NVS => ENII / AS ET CRII / VSA => / IVLI / O

    “Téngase en cuenta que en la Antigüedad existe en las inscripciones un signo similar al de igual =, pero es una abreviatura para indicar sextans que aparece profusamente en los grafitos de la Graufesenque (la mayoría de época julio-claudia y flavia), combinado en ocasiones con S, abreviatura para semis. Pero estos signos están dentro del sistema gráfico de cifras y cantidades y nunca se pueden confundir ni con el modelo alfabético ni con otro tipo de valores.”

    ¿Seguro? ¿“Nunca se pueden confundir ni con el modelo alfabético ni con otro tipo de valores”? Que se sepa, el signo =, aparte de ser empleado como valor numérico para el sextante o la sexta parte [de un as], también era utilizado para sustituir al verbo esse (ser, estar), como puede comprobarse en las Notas Tironianas y como admite Joaquín Gorrochategui (pág. 11):


    “Este signo es totalmente desconocido para mí en la epigrafía latina. En el texto tiene el sentido de “engendra”, “genera”, y está por tanto en lugar de la forma verbal. Sabemos que, aparte de los pocos signos de puntuación (de los que hemos hablado brevemente), había también algunos signos prosódicos, que empleaban los editores de 

    textos, para marcar las pausas y las partes de los versos, pero ninguno de ellos se parece a nuestra flecha doble en su forma y mucho menos en su función. Ésta es la de suplantar al verbo, como si de una “nota tironiana” se tratara. Pero si pensamos que la noción de “genera” tiene evidentes relaciones con la de “implica”, concepto básico en la lógica de predicados, para el cual utilizan precisamente este signo => ( a la vez que ⊃), entonces queda bastante aclarado el origen del signo: en la lógica formal de finales del s. XIX y comienzos del XX”.


    Como también la misma Isabel Velázquez reconoce, en los grafitos de la Graufesenque (siglos I-III d.C.) aparecen paréntesis y aparentes signos matemáticos de igualdad: el signo (I ) indica el número 1000 -de donde procedería el signo D (500), que es la mitad derecha del (I )- ; el doble signo de igualdad (==) indica un triens (tercio o tercera parte), igual a dos sextans o cuatro onzas, y el signo S= indica un bes o semis -como informa Velázquez- más un sextans u ocho onzas, según el libro Les Graffites de la Graufesenque de Robert Marichal y como se puede observar en este grafito de la Graufesenque:




    La relación lógica y necesaria que Gorrochategui establece entre los significados de “engendrar” e “implicar” para llegar a la conclusión de que a partir del uso matemático empleado para la representación de la implicación se puede descartar cualquier otro existente para este signo es desconcertante, si es que es ése el único argumento o el argumento fundamental que sostiene para considerar falso -o al menos datable sólo a partir del siglo XIX- este grafito.


    Cuando el comisionado afirma que ninguno de los signos prosódicos existentes en la Antigüedad «se parece a nuestra flecha doble en su forma y mucho menos en su función» no está siendo exacto: como él mismo dice, esa función es la de suplantar al verbo, como si de una “nota tironiana” se tratara. Se refiere a la nota tironiana (sistema antiguo taquigráfico) consistente en el signo = que se utilizaba para sustituir al verbo esse (“ser, estar”). Luego resulta ambiguo en su valoración sobre este signo hallado en Iruña-Veleia, pues admite la existencia de esos signos tironianos, uno de los cuales, cuya forma es prácticamente igual a la del signo de este grafito, realizaba la misma función que la doble flecha de Veleia: sustituir un verbo; no obstante, llega a la conclusión de que el signo es indudablemente moderno ya que es igual al actual de la implicación matemática. Es decir, que a sus palabras “ninguno de ellos se parece a nuestra flecha doble en su forma y mucho menos en su función”  habría que darles un giro para convertirlas en “el signo tironiano = se parece a nuestra flecha doble => tanto en su forma como en su función”, si es que se quiere atender a la verdad y a los datos. 



    En el informe de Ciprés y Santos Yanguas (págs. 41-42) también se identifica este signo con el moderno matemático de implicación: 

    “En la UE 51144 del sector 5 se localiza el grafito nº 11422, en el que destaca, sorprendentemente, la presencia en su cara externa de dos flechas dobles de un solo sentido, que por el propio contenido del texto (ANQVI/SIIS ET VE/NVS => ENII/AS ET CRII/VSA => IVLL/O) debemos identificar con el signo de implicación, habitual hoy en día dentro de la lógica matemática para indicar “implica”, “si…entonces…”, “por lo tanto”. En la historia de la notación matemática, la doble flecha aparece muy tarde. Como tal símbolo está ausente de la obra A History of Mathematical Notations de F. Cajory, publicada entre 1928 y 1929, donde hace una revisión de la evolución de la notación matemática desde la Antigüedad. Parece que la primera vez que se documenta es en la obra Théorie des ensembles de N. Bourbaki, un seudónimo con el que se denomina a un grupo de matemáticos franceses vinculados con l’École Normale Supérieure (París), que se crea en los años treinta del siglo XX y cuyos planteamientos de 

    un mayor rigor en la matemática han tenido una gran repercusión en el desarrollo posterior de esta disciplina”.



    A priori, también los expertos epigrafistas consideran que la doble flecha sólo puede provenir de la simbología matemática según la cual significa “implicación”, en lo que encuentran un argumento para ellos sólido con el que descartar automáticamente y sin más búsqueda de paralelos que este grafito haya sido realizado antes del siglo XX.

    El hecho de que no esté presente en la primera obra que los expertos citan no parece tampoco un argumento de peso para considerar imposible su uso en el siglo III, pues a menudo los manuales recogen generalidades y no casos únicos o hápax de éste o aquel fenómeno, como bien podría ser el caso de la doble flecha en este óstracon. La ausencia de paralelos documentados no implica (no =>) falsedad o falsificación, pues de ser así no existiría el término griego hápax (unicum en latín) que alude precisamente al concepto existente de la exclusividad de una palabra documentada una sola vez.

    De todos modos, aunque no esté documentada otra doble flecha exactamente igual a la de Veleia o con esa traducción por “engendrar” que nada tiene que ver con la implicación matemática, sí existe documentación acerca de signos muy parecidos, como se ha dicho a propósito del signo =.

    Así lo reconoce la propia Isabel Velázquez en el párrafo siguiente:
    “Otro tanto ocurre con la presencia de flechas con el vértice hacia abajo: . Es una forma que suele aparecer en las inscripciones arcaicas para indicar el número 50:L, junto a otras formas similares como el de una T invertida (⥿), que son diferentes ejecuciones de la letra L con valor numérico.” 

    Así que ella admite que los romanos conocían la flecha y la empleaban. La posibilidad de atribuir a un signo conocido -sobre todo si es arcaico y por tanto se ha quedado obsoleto– otro valor nuevo diferente debido a unas exigencias de un determinado guión en un momento determinado está ahí y no debería ser descartada sin un previo estudio científico al respecto. Es lo que ha pasado, por ejemplo, con la arroba: @, que procede de la preposición ad, «hacia». Otros signos antiguos han seguido empleándose hasta hoy: el inglés sigue utilizando &, que es la abreviatura tironiana  de et  «y».


    “Puede añadirse igualmente una representación similar al símbolo de infinito: ∞, que es una deformación de la letra M con valor numérico de mil y que, junto a otras formas diversas, como ((I)), se pueden ver en inscripciones arcaicas. Sin embargo, el uso del símbolo = con valor de “igual” o el de ∞, con valor de infinito, son creaciones modernas, no necesariamente inspiradas en lo formal y, sin duda, desvinculadas en lo funcional de estos signos antiguos”. 

    (¿Quién habló de un símbolo del infinito en Iruña-Veleia? ¿quién dijo que la doble flecha en este grafito significa «igual»?

    (…)


    La doble fecha aparece dos veces en este grafito con un evidente significado de “engendrar”, como bien dice Gorrochategui, o de “indicar la descendencia”, en 

    palabras de Ciprés y Santos Yanguas. Para la mayor parte de los falsistas ha sido desde el principio un motivo de gran peso para considerar falso el conjunto de hallazgos excepcionales de Iruña-Veleia.


    Hemos visto que en el sistema taquigráfico antiguo conocido como las Notas Tironianas el signo = (muy parecido y según Isabel Velázquez el origen de la doble flecha) tiene la función de sustituir al verbo esse. Por tanto, ¿por qué sería imposible que el signo => estuviera siendo utilizado como sustitución del verbo “engendrar” en este grafito?


    Idoia Filloy (págs. 61-64) adjunta en su informe imágenes de similares flechas decorativas que aparecen también en otras inscripciones fuera de Iruña-Veleia, demostrando que efectivamente el signo de la flecha simple ya era conocido y usado por los antiguos romanos, y recuerda también que la flecha está presente asimismo entre los caracteres etruscos e íberos, siendo un signo gráfico empleado profusamente -no sólo por los romanos- y conociéndosele además en la Antigüedad -a uno muy similar (=)- la función sustitutiva de una palabra -concretamente un verbo, esse-.


    “En la segunda cara o cara B de este mismo grafito 11422 se presenta también otra serie similar a la de la cara anterior: ENEAS / ET LAVSIV/A ARCANIO / I CESAR. Los errores en los nombres no se deben a confusión fonética o vulgarismo, sino a desconocimiento en el caso de LAVSIVA por Lauinia y, en todo caso, confusión gráfica de ARCANIO por Ascanius. En cualquier caso debería haber acabado en -VS” (Isabel Velázquez, pág. 17).


    Ecce nomina:

    Nº 11422 : (sector 5) (Cara B): ENEAS / ET LAVSIV/A ARCANIO / I CESAR


    «Estos errores unidos a formulaciones inexistentes en la Antigüedad evidencian un desconocimiento de la historia y de la mitología antiguas por parte del o los artífices de los graffiti. (…) Los errores en la transmisión de nombres relacionados con la mitología y con los orígenes de Roma, como queda claramente reflejado en la pieza nº 11.422, cuyos graves problemas de cronología hemos señalado. En ella el grabador recoge la doble tradición sobre la ascendencia de los Julios, con los matrimonios de Eneas con Creusa y Lavinia; sin embargo separa los nombres con los que la tradición denomina al hijo de Eneas, Iulo y Ascanio, convirtiéndolos en dos y asignando uno a cada matrimonio. Además denomina a Lavinia y Ascanio como Lausiva y Arcanio, antropónimos inexistentes en toda la latinidad. 


    Como bien dice Isabel Velázquez, los errores de los nombres Arcanio y Lausiva no parecen responder a una forma vulgar de los clásicos Ascanio y Lavinia. 

    Más bien apuntaría a un olvido de dichos nombres, en la línea de aquello de que tales errores «unidos a formulaciones inexistentes en la Antigüedad evidencian un desconocimiento de la historia y de la mitología antiguas por parte del o los artífices de los graffiti». De hecho, hay otro grafito veleyense (nº 11139, sector 5, UE 51144) en el que se menciona a Ascanio en la forma JVLIO A. («abreviatura de todo punto imposible» para Isabel Velázquez): el que se evitara escribir el nombre entero recurriendo a la abreviatura, ¿podría tener que ver con no recordar, tampoco en este caso, el nombre de Ascanio?…



    …de modo que tal vez estudiarían esos conceptos: el grafito menciona una cuestión incógnita al modo de la homérica. Iulo y Ascanio ¿eran dos personas diferentes, hijos de Eneas y de diferentes madres? ¿O Eneas tuvo un solo hijo cuyo nombre era Iulo Ascanio? 

    Esta cuestión, sin respuesta clara ni siquiera en la Wikipedia, estaba ya en el aire en la Antigüedad al parecer: 

      “[1,3] Su hijo, Ascanio, no tenía la edad suficiente para asumir el gobierno, pero su trono permaneció seguro durante su minoría. En ese intervalo – tal era la fuerza de carácter de Lavinia – aunque una mujer fuese la regente, el Estado Latino, y el reino de su padre y su abuelo, se preservaron intactos para su hijo. No voy a discutir la cuestión (pues ¿quién pudiera hablar con decisión sobre una cuestión de tan extrema antigüedad?) de si el hombre que quien la casa Julia proclama, bajo el nombre de Julo, ser su fundador, fue este Ascanio o uno más antiguo que él, nacido de Creusa, mientras Ilión aún estaba intacta, y después de la caída compartió la fortuna de su padre.” (Tito Livio, Ab urbe condita 1.3.)

    La pieza veleyense recoge ambas genealogías, una en cada cara: Eneas con Creúsa y Eneas con Lavinia. 


    «Lo que no resulta admisible es I por ET, se trata de la conjunción copulativa castellana, escrita, además, con una grafía inusual en I latina” (Isabel Velázquez, pág. 17).


    ?!

    Cuesta vislumbrar el motivo por el que la profesora no entiende, sin complicaciones innecesarias, I CESAR  como la abreviatura de Iulius [Cesar], primera lectura que a cualquiera se le ocurriría: sea quien sea quien fue Iulo, si fue también Ascanio o si éste fue un hermanastro habido con otra mujer distinta de su madre genética, Iulo fundó -según la leyenda- Alba Longa a pocos kilómetros de Roma, de donde procederían generaciones más tarde los gemelos Rómulo y Remo -más que hijos del dios Marte, unos criminales bandidos prófugos de la justicia junto con una caterva de secuaces, según las malas lenguas más que la leyenda- descendientes de Iulo y por tanto también de Eneas. Iulo daría su nombre a sus descendientes: los miembros de la gens patricia Julia, todos los Iulius. Por eso, también de Julio César, cuya presencia en este grafito sería coherente al final de la genealogía recogida.

    Si ésos son los argumentos, en fin, que la comisión esgrime para hacernos creer que el grafito nº 11422 es falso, 


    entonces seguiremos pensando que el grafito es auténtico hasta que se demuestre verdaderamente lo contrario: in dubio pro reo ; * que efectivamente el grabador que lo realizó no recordaba correctamente los nombres -para él palabros– de Ascanio y Lavinia y escribió por ello incorrectamente Arcanio y Lausiva, *que al menos en Iruña-Veleia empleaban el signo de la doble flecha para significar «engendrar» y * que en el siglo III los «nominativos» temáticos terminaban en o en la lengua hablada.






    La máscara teatral de Iruña-Veleia

     

    Idoia Filloy Nieva
    Entre los grafitos de Iruña-Veleia, hay uno que tiene incisa lo que parece una máscara que se puede interpretar como teatral por el resto de las cosas que están grabadas junto a ella, concretamente lo que parece la esquematización de la planta de un teatro y la propia palabra TIIATRO, así escrita en lo que vendría a ser un bonito testimonio de latín vulgar.
    La máscara es realmente muy sencilla, de forma triangular y con indicación de los ojos. En la parte superior presenta a cada lado un elemento triangular que podría tratarse, simplemente de una representación de la parte trasera de la máscara, como si fuera una especie de vista en perspectiva. En ese caso podría tratarse de una simple figuración de un rostro humano sin rasgos ni expresión. También podrían interpretarse estos elementos como cuernos, con lo que estaríamos ante una máscara animal, que es como fue interpretada por la Comisión.

    El grafito, el nº 11709 http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:11709, fue localizado en el sector 5, recinto 59, U.E. 51144, estrato datado en la 2ª mitad del III d.C. Está grabado sobre un fragmento de cerámica común y por sus dos caras. En lo que habría sido la antigua superficie exterior del recipiente, está el grafito del que vamos a tratar aquí, con la máscara, la posible planta de un teatro y el texto TIIATRO.
    En lo que habría sido la superficie interior presenta el grafito SIINIICA / SOCRATIIS / VIRGILIO / MISCART. Esta última palabra fue la que en su día fue transcrita como DIISCART por algunos de los miembros de la Comisión que evaluó el hallazgo arqueológico e interpretada como correspondiente a Descartes. Esto hizo famoso este grafito ya que fue presentado ante la opinión pública como prueba de falsedad,  causando el impacto mediático que se buscaba; si bien hoy día es una interpretación que ni siquiera sostienen los miembros de la Comisión que la defendieron públicamente

    Problema de la máscara

     El único miembro de la Comisión que señaló problemas para esta representación iconográfica fue Julio Núñez en su informe para la Comisión http://www.sos-irunaveleia.org/informe-sobre-los-motivos-iconograficos-presentes.
    El problema concreto que le veía era que, según él, no se trataba de una máscara humana. Así decía:
    máscaras teatrales sólo había de dos tipos trágicas o cómicas…aunque la cuestión más importante es que todas, absolutamente todas las conocidas, siempre nos muestran el rostro de un ser humano, nunca el de un animal como ocurre en este caso”. 

     Demostración de la inexistencia del problema

    A este respecto, lo primero que hay que señalar es que, probablemente, lo que llevó a Núñez a interpretar la máscara como correspondiente a un animal pudiera haber sido la suposición de que ésta estaba dotada de cuernos. Sin embargo, como ya he señalado arriba, ésto no tiene por qué ser así, si lo que parecen cuernos es en realidad la parte trasera de la máscara vista en perspectiva. Si esto fuera así el problema señalado por Núñez sería, simplemente, inexistente. Esta posibilidad no la contemplé yo en su día en mi informe http://www.sos-irunaveleia.org/iconografia
    Pero, suponiendo que Núñez tuviera razón y que se trata de una máscara animal, ésto tampoco supondría ningún problema, puesto que existen pruebas iconográficas que demuestran que en la Antigüedad sí había máscaras animales….. incluso en contextos teatrales. Así, en el informe que he mencionado arriba, lo que hice fue aportar algunas de estas pruebas documentales que mostrarían que la categórica afirmación de Núñez no es cierta.
    Veamos los ejemplos señalados en su día.
    .- El primero de ellos es un dibujo de un friso arquitectónico de terracota de la Regia de Roma, edificio sagrado del foro, datado en la 2ª mitad del siglo VI a.C., donde puede verse un temprano ejemplo de un individuo humano que lleva puesta la máscara de un animal, posiblemente un toro.
    .- Pero el ejemplo más elocuente en el que se evidencia que la afirmación de Núñez  no se sostiene es el que sigue, ya que tenemos aquí una máscara no humana utilizada por un actor en una escena inequívocamente teatral. Se trata del mosaico de la Casa del Poeta trágico de  Pompeya, conservado en el Museo Nacional de Nápoles. Muestra una escena con actores preparando una obra satírica. A la izquierda puede observarse a uno de ellos, que lleva sobre la cabeza (no la lleva puesta en la cara sino que la tiene retirada de ella) una máscara no humana en un contexto teatral.
    .- A continuación se presenta otro ejemplo de iconografía en el que, en su día, señalé la presencia de una máscara animal.  Se trata del mosaico que representa el mito del sacrificio de Ifigenia en Aúlide, procedente de Ampurias, datado en el siglo I a.C. o, según otros, en el último tercio de siglo I d.C. y conservado en el Museo de Arqueología de Cataluña. En él puede verse claramente en la parte baja, entre una serie de objetos apilados junto al altar, la cabeza de un animal, que es lo que interpreté como una máscara.

    La Wikipedia nos describe así el mosaico «En primer plano se encuentra un altar, rodeados de ramas, y apoyados en él, una antorcha, un bucráneo y un cuadrito con una herma ithyphálica. A la izquierda del altar se encuentra Agamenón; en el centro, Ulises e Ifigenia; más a la derecha Calcas, de blanco; con una cinta en la cabeza y la diestra en la empuñadura del cuchillo, y Menelao, portando un cetro.

    En un segundo término, cuatro jóvenes sin armas, uno armado, y una cabeza femenina, que se asoma tras el hombro de Ulises. Sobre una columna una estatuilla de Apolo. Detrás Diana con un ciervo y unos cipreses. Al pie de la columna está apoyado un escudo. Los expertos piensan que copia una pintura helenística, ya que, la pintura  helenísticasentía interés por estos efectos de luz y de óptica. Pese a todo ello, la brusquedad con que los colores se yuxtaponen, sin transiciones graduales, y la renuncia a efectos de perspectiva aérea, parecen indicar que este mosaico fue ejecutado en el último tercio del s. I d.C» http://es.wikipedia.org/wiki/Sacrificio_de_Ifigenia_%28mosaico%29

    Por tanto, la imagen que se ve en primer término de los objetos apilados junto al altar, es interpretada aquí como un bucráneo. Ello derivaría, probablemente, del propio mito en torno al sacrificio, en relación al cual aparece, según las versiones, un toro «según cuenta la versión más conocida, cuando Ifigenia llegó y el sacrificio se iba a realizar, la diosa se apiadó de la joven, y puso en su lugar una cierva … Sin embargo, existen varaciones sobre el tema, según la versión de Sofocles, el sacrificio sí ocurre …. En otras, lo que varía es el lugar del sacrificio … También, cambian el animal por el que sustituyen a la joven como un oso, una ternera, un toro o incluso una mujer vieja …. Otra forma del mito, es que la misma Ifigenia se convierte a sí misma en toro, ternera, osa o mujer vieja -según sea el caso- y acto seguido habría desaparecido …. Otra versión más racionalista explica, por su parte, que en el momento del sacrificio había aparecido un toro, una ternera, una cierva o una vieja, y que el sacerdote había interpretado tal hecho como un presagio de que los dioses no aceptarían el sacrificio y que ya la ofenza a Artemisa estaba saldada«. http://www.guiascostarica.com/mitos/grecia22.htm
    Pero, si tenemos en cuenta el mito, el animal que sustituye o en el que se transforma Ifigenia raramente compartiría escenario con ella. Esto ocurriría únicamente en la versión según la cual el animal habría aparecido como presagio para no llevar a cabo el sacrificio.
    Entonces realmente… ¿podemos identificar la cabeza con cuernos que vemos apilada junto al altar con el toro que, según versiones, sustituiría a Ifigenia, o en el que ésta se transformaría o que aparecería como presagio para la no consumación del sacrificio? Porque entonces… ¿qué hacen en la misma escena la mujer y el animal? ¿por qué el animal está representado sólo por su cráneo? Porque, en el único caso en que mujer y animal podrían compartir escena, el toro debería estar vivo ¿no?.
    Por otro lado lo que tenemos representado en el mosaico parece más una cabeza que un cráneo. Y un bucráneo es precisamente éso, el cráneo de un toro o de un buey.

     

     La  Wikipedia nos señala cómo «en arquitectura se denomina bucráneo alornamento en forma de osamenta procedente de la cabeza de un buey«. «El bucráneo era una cabeza de buey descarnada o no de cuyos cuernos pendían guirnaldas de follaje que los antiguos empleaba como ornamentación en los frisos de los templos y sepulcros, en los altares, candelabros y otros objetos de culto»  http://es.wikipedia.org/wiki/Bucr%C3%A1neo
    Es decir que, en general, los bucráneos son la representación del cráneo (parte esquelética de la cabeza) de un buey o un toro, que suele formar parte de composiciones con guirnaldas como ornamento de elementos arquitectónicos como templos y sepulcros y otros objetos. Su significación religiosa de carácter funerario es bastante evidente.
    Por todo ello tenemos objecciones a la interpretación de que lo que aparece en el mosaico de Ifigenia sea un bucráneo. Por el desarrollo del propio mito, porque los bucráneos suelen formar parte de composiciones ornamentales más elaboradas, no como un elemento exento apilado junto a otros objetos. Y ello sin entrar en la cuestión de que la forma de los cuernos en el mosaico en cuestión es distinta a la de un vacuno… son demasiado verticales (aspecto éste ya señalado, creo que muy acertadamente, por Koenraad van der Driessche)
    Finalmente y aunque es escaso su nivel de detalle, la figura no parece representar un cráneo descarnado y, por eso, pienso que no se puede descartar la posibilidad de que lo que tengamos apilado contra el altar sea precisamente una máscara de toro o de otro animal.
    .- Finalmente, podríamos añadir a estos ejemplos, otros de un «arte menor», como sería el que decora elementos muebles como los que aquí traigo de muestra, concretamente, unos discos decorados de lucernas de volutas del taller de La Butte (Lyon, Francia) (Hanotte, A., 2003: «Les lampes à huile de l’atelier de La Butte à Lyon: nouvelles découvertes». En Actes du Congrès de Saint-Romain-en-Gal, S.F.E.C.A.G.. Ed. S.F.E.C.A.G., Marseille. Pág. 489, fig. 9). Cronología: 2ª mitad del I d.C. Al parecer, se trata de una representación de Júpiter-Amón.  Puede observarse claramente que se trata de máscaras con cornamentas sobre rostros humanos.
    Obviamente no son máscaras teatrales, pero son máscaras al fin y al cabo.

    Otros problemas iconográficos del grafito

    El grafito cuenta con otra pequeñísima figura interpretada por Núñez como una visión esquemática de un teatro, con lo cual estamos de acuerdo. Llega a distinguir en él inma, media y summa caveas, así como la orchestra

     Es posible que ésto sea así, aunque hay que tener en cuenta que se trata de una pequeñísima figura que mide exactamente 7 x 8 mm. 

     

    El problema es que esto le sirve para argumentar que es un “grabado que resulta imposible de atribuir a alguien que hubiese vivido en época romana”, afirmación con la que no estamos en absoluto de acuerdo.  
    Por su parte, Isabel Velázquez también expone un argumento que podemos calificar de iconográfico cuando, en referencia a la palabra «teatro» que aparece grabada en el grafito, señala que “representa una conceptualización moderna o, al menos, no anterior a la Edad Media” y ello porque “jamás en el mundo antiguo se usa para la representación escénica o la obra literaria, que es lo que simboliza la máscara, sino sólo para el edificiohttp://www.sos-irunaveleia.org/informe-sobre-los-grafitos-latinos-de-iruna-veleia. Esto es, de las dos imágenes presentes en el grafito, asocia la palabra «teatro» a la máscara en lugar de al edificio, porque ésto le viene mejor para una argumentación conceptual en contra de su autenticidad.

     Demostración de la inexistencia de estos problemas

    A mi juicio y con respecto a «ese grabado imposible» del que habla Núñez, pienso que un romano que viviera en una ciudad con teatro o que hubiera visitado uno en alguna otra ciudad, si tuviera que representarlo de forma esquemática lo haría, con toda probabilidad, en la forma en que podemos verlo en este grafito sobre todo si, como en el caso de Veleia, podía contemplarlo desde arriba. 
    De hecho, existen planos antiguos de ciudades de época romana en la que se pueden ver las plantas de los teatros en la forma que a Núñez le parece “imposible” en dicha cronología.
     
    Vemos a continuación un ejemplo, en el dibujo  de una parte del plano de Roma, que fue esculpido sobre mármol en el siglo III d.C. Se encuentra aquí la representación del teatro iniciado por Pompeyo y consagrado en el 55 a.C. (Cornell, T./Matthews, J. (2002): La creación del Imperio romano. Ed. Folio, Barcelona. Pág. 91)
     En él se puede observar tanto la detallada representación con la summa, media e ima cavea (representación imposible según Núñez) y con la inscripción THEATRVM junta a ella, referida, sin lugar a dudas, al edificio. Esto es, algo similar a lo que podemos ver en el grafito veleyense.

     

    Con respecto al problema señalado por Velázquez, tenemos que tener en cuenta que el grafito muestra una composición en la que la palabra “teatro” aparece con una máscara y la representación de la planta de un teatro. La interpretación lógica hubiera sido que, por un lado, tenemos una máscara que es la que simboliza la representación o la obra literaria (como ella misma dice) y por otro la palabra teatro asociada al edificio (que es lo que corresponde en época romana). Sin embargo y, a nuestro juicio, queriendo argumentar en contra de la autenticidad del grafito y forzando una interpretación inadecuada, asocia la palabra teatro a la máscara para poder así hablar de una “conceptualización moderna”. De hecho, en la imagen de arriba podemos ver cómo, efectivamente, se asocia la palabra teatro (en este caso en correcto latín clásico) con el edificio. Creemos que en el mismo sentido debería interpretarse el grafito de Veleia.

    Y es que, efectivamente, en el grafito pone TIIATRO, lo cual es evidencia, en nuestra opinión, del latín vulgar que muestran los grafitos veleyenses, no de castellano como señalan los miembros de la Comisión. Y sí, con una errata al escribir «teatro» sin «th».

    De hecho, podemos ver documentada la palabra TEATRO, escrita sin «TH» en el dibujo de esta inscripción que fue aportada por Alicia Satué. Se trata de la Ley del Pagus Herculaneus, cerca de Capua (CIL I, 2945 (p 930) = AE 1958, 266) (agradezco la información a Octavià Alexandre)

    Y tenemos esta otra inscripción, donde vemos también un caso similar en que la palabra anfiteatro aparece escrita sin la «th»

    …. cen[sue]rat edi[tis] in amp[h]iteatro(!) gladi/[atoribu]s bis spectaculorum die[r(um) 3] item in theatro / [civ(ibus) et incolis] acroam[a]tibus frequenter editis… (CILA 3.1, nº 84).

    Conclusión

    Por tanto, en mi opinión todos los elementos tanto iconográficos grabados en este grafito son posibles en época romana y los problemas señalados para ellos por los miembros de la Comisión y que apuntarían, según ellos, a su imposibilidad en dicha cronología, no se mantienen, tal y como nos demostría la propia documentación de la época.

    El hombre de Orce – Josep Gibert – Documental El Hombre de Orce (homenaje a J. Gibert)

    Documental 55 min.
    Manuel Navarro

    El documental me parece relevante por la presencia de numerosos especialistas de alto nivel como por ejemplo el francés Yves Coppens, bajo su dirección se descubió a Lucy, y creo que es una referencia en paleontología humana. También aparecen Emiliano Aguirre , el primer director de Ata Puerca, Eduald Carbonell de Ata Puerca, y varios protagonistas de la historia, como Domingo Campillo que como neurocirujano y paleopatólogo confirmó el origen humano del fragmento de cráneo de 1,5 millones de años, siendo de un niño de 5 año, también Lumley que en un principio daba credibilidad al fósil y posteriormente afirmo que era de un tipo de caballo (de allí las bromitas sobre el asno). Como ‘aguafiestas’ aparece el paleontólogo Bienvenido Martinez Navarro, curiosamente el segundo autor del artículo en prensa que hemos tratado aquí.
    Creo que es un gran trabajo este documental que muestra muchas facetas de la investigación. Muchos expertos de alto nivel parecen aceptar los hallazgos o les dan credibilidad donde en la práctica todo sigue igual, incluido la acusación de fraude. El documental da mucho que pensar sobre la ‘sociología’ de la ciencia, y si el objetivo es la propia razón o la verdad científica.

    Cuando alguien descubre algo importante en el lugar y momento equivocado….

    Copio la información que acompaña el documental en You Tube:

    El Hombre de Orce, dirigida por Manuel Navarro, narra el desarrollo de los descubrimientos paleontológicos y arqueológicos del yacimiento de Venta Micenas durante los últimos 25 años. El Hombre de Orce recoge los argumentos a favor y en contra de la humanidad del fósil.

    El documental, que comenzó a gestarse hace seis años, tuvo lugar su presentación oficial en el Festival del Cine Europeo el 14 de noviembre de 2010 y se ha podido ver en televisión a través de Canal de Historia.

    A la proyección en el Auditorio de Caja Rural de Granada asistieron el Alcalde de Orce, José Ramón Martínez, el editor Manuel Pimente, Gary Scott, geólogo de la Berkeley Geochronology Center, Enrique García Olivares, Catedrático de Inmunología de la Universidad de Granada, Luis Gibert Beotas, hijo de José Gibert e investigador de la Berkeley Geochronology Center, y Manuel Navarro, director del documental El Hombre de Orce.

    Información extraída del canal de CajaRuralGranada