Logo arqueológico de Ama Ata: pieza circular roja con inscripción ambigua que sugiere '15', 'IS' o 'SI', evocando el misterio de Iruña-Veleia y la arqueología antigua.
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SAMVELEIDA I: ¿Ocaso de la declinación in fraganti en Iruña-Veleia?

Tanto el personaje de Samuel, pat(h)er pontifice nacido en Veleia (?) como la información de índole lingüística de los grafitos en los que éste aparece directa o indirectamente merecerían una invocación a la Musa para que ésta inoculara verdad en las especulaciones que es preciso realizar en torno a todo ello. La damos por invocada en hexámetros y entramos en materia sin más dilación. 
 (sector 6):  IIISHV / YAVHII / “FILI”
Datos estratigráficos: Coordinadas: -/-/283; Fecha de inscripción: 04/05/2005; Posición: SECTOR 6/8/6076


“Un ejemplo de esto se refiere a cuya cadena de incongruencias gráficas, fonéticas y morfológicas anula definitivamente la posibilidad de autenticidad de la pieza por anacronismos evidentes- lo constituye otro grafito que pertenece a un conjunto de piezas que plantea problemas específicos por su temática y por los anacronismos inherentes a ella. Me refiero a los nombres bíblicos, pretendidamente transcritos en latín desde el nombre hebreo, a los que me referiré más adelante, en el apartado de lengua. Pero en este apartado cito en concreto un ladrillo del sector 6, nº 13383. Presenta un dibujo esquemático de una especie de edificio y tres figuras a [sic] arrodilladas o en posición de respeto, difícilmente explicables que podrían evocar la adoración de los Reyes Magos, imposible de todo punto en esta época (aunque no puedo aseverar que pueda tener otra interpretación). Debajo se lee:

IIISHV / YAVHII / “FILI”

Además de los errores gráficos insostenibles en la transcripción de Iesus, donde cabría haber esperado, en todo caso, y en razón de ser un nomen sacrum, el mantenimiento de la H con valor de “eta” griega y haberse escrito IHSV<S>, como aparece en ocasiones en textos tardíos y vulgares, incluso de forma redundante IHESVS, no se puede entender la E de dos barras (II) -en esta grafía anacrónica completamente-, y menos la H entre SHV, con valor de h gráfica, por muy vulgarizante que fuese la grafía. YAVHII muestra también incongruencias enormes, ni siquiera como grafía fonética. Es de todo punto imposible que en esta época la Y se utilice como grafía de la palatalización de yod inicial, aunque dicha palatalización se hubiera producido.” (Isabel Velázquez, pág. 14)

Isabel Velázquez ve un edificio donde habría más bien una mesa con el grial encima, e indica la posibilidad de que los tres orantes arrodillados ante ella sean los Reyes Magos -aunque ella misma dice que no está segura-, apuntando la imposibilidad de tal representación. Lurmen, por su parte, se limita a describir la escena de tres orantes arrodillados.

*Con respecto a que IIISHV / YAVHII debería haber sido IHESVS y IAHVII (?) entendemos que el tratarse de palabras hebreas de diferente fonética natural que debían adaptarse al alfabeto romano -no sin ayuda del griego si se requería- en un lugar como Iruña-Veleia, en donde al parecer existía un importante substrato cultural añadido -aludimos a los grafitos escritos en euskera-, conllevó humanísimas faltas de ortografía por doquier, cuyas meras y auténticas evidencias descubrimos en los hallazgos excepcionales de Lurmen. Así, lo que Velázquez contempla con tanta claridad (cabría haber esperado, en todo caso, y en razón de ser un nomen sacrum, el mantenimiento de la H con valor de “eta” griega y haberse escrito IHSV<S>, como aparece en ocasiones en textos tardíos y vulgares, incluso de forma redundante IHESVS) no debía estar tan claro para un habitante de Iruña-Veleia en el siglo III, el cual aun conociendo ambos alfabetos griego y romano dudaría al escribir la eta griega que Velázquez querría, al ser idéntica gráficamente a la hache romana, cuya función es obviamente otra muy diferente a la de representar una ē larga. El representar la ē larga era otro peligro de falta de ortografía para los veleyenses, como hemos visto en varias ocasiones ya (sobre todo porque en el siglo III no la distinguirían de una breve): ¿qué grafía usar? II o E? o aquella otra que se parece a la ibérica? Todos estos hechos tenidos en cuenta invitarían a pensar que se trata sencillamente de faltas de ortografía cometidas en la escritura de palabras extranjeras difíciles de escribir. Errare humanum est.


* Y en lo que atañe a eso de casos de Y palatalizada en YAVHII, y a aquello de Es de todo punto imposible que en esta época la Y se utilice como grafía de la palatalización de yod inicial, aunque dicha palatalización se hubiera producido, propondremos la posibilidad de que la grafía Y no represente necesariamente -o exclusivamente- la palatalización, como quiere la catedrática, sino un intento de captar la yod hebrea mediante una letra que se le asemejara, y ésta podría haber sido la i latina, o la iota griega -como era acostumbrado- como también la ypsilon griega si pensamos que los romanos la confundían (Sylla / Sulla / Sila) con la iota y con la u.

Joaquín Gorrochategui (Dictamen, pág. 21) dice:

“La forma de Iruña es el resultado de una adaptación erudita  que ha trascrito las cuatro letras hebreas (yod-heh-waw-heh) según normas modernas de transliteración y el vocalismo, según los testimonios griegos: Yahweh”. “Esto se aprecia sin ningún género de duda en que los cinco testimonios de Iruña
 anotan la semivocal inicial (que en latín debería ser escrito mediante I) por medio de Y; es decir por una letra griega que solamente podía expresar / ü /”.

 ¿Es cierto que en latín la Y solamente podía expresar /ü/? 


Héctor Iglesias llama la atención sobre estas palabras de Gorrochategui, quien presumiblemente no habría leído la obra del autor Alfonso Traina, cuya cita aporta en otro momento de su informe al explicar la forma CAYO con Y. La cita es: ”La lettre Y a en effet connu durant l’Antiquité plusieurs prononciations: 1. «pronunzia arcaica» [ u ], 2. «pronunzia classica» [ ü ] et enfin 3. «pronunzia volgare» del tardo impero [ i ]”. 

“C’est pourquoi les affirmations de Gorrochategui selon lesquelles la lettre Y «nunca jamás se utilizó en latín para designar una / i / » semblent inexactes.” (Héctor Iglesias, Les inscriptions de Veleia-Iruña, págs. 66, 68.)


Sobre la grafía de CAYO con Y, debe decirse que existe otro caso idéntico documentado, localizado por Idoia Filloy, que demuestra que la Y era utilizada para la notación de la i consonántica y además en este mismo nombre. El dato procede de la base de datos Epigraphick-Datenbank Claus/Slaby EDCS:

Publicación: IRCPacen 00072b         EDCS-ID: EDCS-11901267
Provincia: Lusitania         Lugar: Tavira / Balsa (Faro, Portugal)
S DIP[3] / CAYO
(!)

Por otro lado, junto a los casos de YAVHII existen dos piezas en el conjunto de grafitos excepcionales de Iruña-Veleia en las que se lee el nombre de Jahvé con I, al menos aparentemente: 

 (sector 6): IAVHII / IVPITIIR / MITRAII 


Esta pieza nº 13347 fue encontrada en el sector 6, al igual que las que presentan una Y. Ello haría pensar en principio en una simple falta de ortografía.

Junto a los tres teónimos se observa en este ladrillo una figura ovalada (¿el sol?) con pequeños trazos que salen de ella a modo de rayos solares y semejantes en función -¿o inspiradores de?- a las mal llamadas “comillas” de los grafitos de Veleia. Bajo ella, hay incisa otra figura vertical rematada en una especie de cola de pez (¿el símbolo del cristianismo? en tal caso nos hallaríamos ante una clara asociación entre el cristianismo y el culto al sol). Pero no sólo es interesante el que el nombre del dios judeocristiano aparezca con I, sino también que lo haga acompañado de los dioses paganos Júpiter y Mithra y que aparezca grafiado un sol.

Mithra es el dios del sol de origen persa que adoptó el imperio romano como divinidad de culto importante desde el año 62 a.C. y que compitió con el cristianismo a medida que su número de adeptos se fue extendiendo, ya que ambas sectas prometían la misma salvación post mortem, de modo que alcanzó su máximo apogeo en el siglo III d.C. , antes de ser relegado por los seguidores cada vez más numerosos del cristianismo. Su culto se practicaba en el contexto de una religión o secta mistérica y se organizaba en sociedades secretas, exclusivamente masculinas, de carácter esotérico e iniciático. Las excavaciones iniciadas en 1857 bajo la iglesia de San Clemente de Letrán en Roma mostraron que estaba construida sobre una iglesia paleocristiana del siglo IV, y ésta a su vez sobre un templo dedicado al dios Mithra, lo cual es índice de la asociación que en cierto momento se produjo entre Mithra y Jesucristo. Los mitreos se cuentan por centenares a lo largo y ancho del Imperio romano.

Como se trata en más profundidad en el post llamado SAMVELEIDA II (http://www.amaata.com/2013/04/samveleida-ii-un-sacerdote-del-sol.html), la presencia de Mithra puede ser altamente significativa en el contexto religioso de Iruña-Veleia. Ahora interesa atender al detalle de la grafía de Mithra en esta pieza: MITRAII, en donde la T aparece sin aspiración y paralelamente el final II (-e) no tendría sentido en su contexto desde un punto de vista lingüístico, por lo que podríamos pensar que la intención del grabador fue la de escribir la H del extranjero nombre de Mithra y que al ser muda para él no supo dónde colocar, decidiendo hacerlo al final de la palabra, suposición que apoyaría a su vez la hipótesis de la falta de ortografía relativa a la colocación de la H en los nombres hebreos en los que su posición ha sorprendido a los expertos. 


El porqué de decidir escribir la H al final de la palabra y no en cualquier otra posición podría necesitar una explicación y a la vez ninguna, si se acepta que tal vez el grabador simplemente era consciente de que el nombre de Mithra tiene una h sin saberse muy bien dónde exactamente y que eligió la posición final por puro capricho o bien porque se dio cuenta de que no la había escrito en su lugar correspondiente justo al haber terminado de escribir la palabra. También podemos tratar de buscar alguna justificación y entrar en lodazales interpretativos que no tendrían por qué ser tomados demasiado en serio, y podría ocurrírsenos -elucubrando hasta el límite de la imaginación- que hubiera habido un proceso analógico con la –h final de Suryah, el dios hindú del Sol. ¿Qué motivos habría para que un veleyense conociera el nombre de Suryah? Suponemos que pocos, aunque la asociación entre Suryah y Mithra es una realidad: de hecho, la forma Mithra por Suryah se desarrolló sobre todo en Guyarat, al oeste de la India, en donde el clan de reyes Suryawanshi era conocido como Mithrawanshi kshatriyas. En los Vedas, Suryah es frecuentemente apelado como “el ojo de Mithra, Varuna, y Agni” 

(RV 1.115.1, RV 6.51.1, RV 7.63.1., WYV 4.35, WYV 7.42, WYV 13.46, AV 13.2.35), mientras que en los escritos zoroástricos el Sol es descrito como “el ojo de Ahura Mazda” (recordemos que el zoroastrismo, el maniqueísmo, el mitraísmo y el catarismo están relacionados entre sí, y que las enseñanzas de Zoroastro dejaron su importante huella en la escatología, la soteriología, la angelología y la demonología del judaísmo). ¿Supondría esta hipótesis demasiado nivel de erudición para el grabador del grafito? Tal vez, pero la falta de ortografía lo humanizaría a su vez, o recordaría que en el siglo III las cosas se sabían más de oídas que por verlas escritas o escribirlas.


Curiosamente, existe una pieza en la que el nombre de Jahvé aparece escrito YAVIIII, con cuatro barras que evidentemente no corresponden a dos e arcaicas en lugar de una H y una sola II, sino que más bien hacen pensar en un olvido de la barra horizontal entre las dos primeras barras por parte del grabador. De modo que en el caso de MITRAII también podría pensarse en un descuido en donde II habría de entenderse H -mal colocada, además, al final de la palabra, como se ha comentado-. Esa pieza en donde se lee YAVIIII es la clasificada con el número 13371:


 (sector 6): `YAVIIII´´´/ ZVTAN / IZANA 

Tras este breve excursus dedicado a Mithra retomamos el hilo que nos guiaba a través del problema de la Y alternada con I en el nombre de Jahvé. La otra posible pieza en la que YAVHII aparece escrito con I es la nº 13258, que no procede del sector 6 sino del sector 5, que comprende una gran domus urbana, no pudiéndose afirmar empero que pertenezca al recinto 59 del sector 5 asociado al supuesto paedagogium, pues fue encontrada en el nivel de remoción agrícola-. En ella, como decimos,  se lee el impronunciable nombre con I y no con Y, aunque la lectura no es en absoluto segura, pudiendo tratarse de cifras romanas incisas en variadas direcciones sobre el soporte o de cualquier otra lectura: 


nº 13258 

 (sector 5, UE 5001, nivel de remoción agrícola): ¿IAVVH?


Ello, como decíamos, ha de hacernos pensar en una falta de ortografía en los casos de Y del sector 6 o bien en el ensayo de una nueva aplicación de este grafema para la i consonántica, que, dado que se ensayaba también con la J (como se ha visto en el caso de Jupiter y Julio), se aplicaría no sin incertidumbre. Si las dos versiones IAVVII / YAVHII demostrarían tal incertidumbre, una tercera versión no haría sino apoyar la tesis de la inseguridad acerca de la correcta escritura del dios judeocristiano: pues bien, esa tercera versión existe entre los grafitos de Iruña-Veleia: en esta pieza  perteneciente al sector 6 de la cual adjuntamos la fotografía puede leerse algo como JAVHII -con la última I incompleta y bajo una figura humana alada-:



 (sector 6): JAVHI 
Parece evidente que nos encontramos ante una gran incertidumbre acerca de la correcta grafía del nombre de Jahvé, probablemente motivada no sólo porque el nombre es extranjero, sino también por el cambio fonético al parecer ya en marcha que palatalizaba la i que en Veleia se ensayaba mediante las tres grafías I, Y, J aún sin una norma consensuada. 

En esta pieza nº 13384, además, IAVVII presenta doble V y carece de la H muda, lo cual no hace sino reforzar nuestras sospechas de que la grafía para el innombrable dios judeocristiano era dificultosa para un veleyense. Podría entenderse que la grafía IAVVII es más puramente romana que la de YAVHII, que estaría influenciada por la lengua griega, hecho que se constata de modo especial en los textos de los grafitos del sondeo 32.



De todos modos, que los veleyenses consideraban la Y una letra del alfabeto romano -sirviera ésta sólo para préstamos griegos, como se suele afirmar, o para otras funciones nuevas también- lo prueba el que aparezca precisamente en el alfabeto que nos muestran dos óstraca veleyenses, los números 15542 y 17635 -si bien no existe fotografía disponible de este último por la cara en la que aparece esa Y, por lo que presentamos sólo la fotografía de la primera de ellas-:

 (sondeo 88) 

En este punto es importante llamar la atención sobre el hecho de que la pieza nº 13383 tiene el aspecto de presentar un grabado previo a la cocción sobre un ladrillo claramente de época romana, aparecido en un estrato arqueológico, la UE 6076, de fines del siglo III o principios del IV d.C., en un contexto que en su día fue interpretado como una posible domus ecclesia. Y lo mismo puede decirse sobre otros grafitos sobre ladrillo del mismo contexto -sector 6-, también con YAVHII grabado en ellos, que estarían grabados de forma previa a la cocción. Si se confirmara este hecho con una simple inspección visual, e independientemente de otras pruebas analíticas que se pudieran hacer, obtendríamos una certificación de la cronología romana de un grafito que contiene YAVHII y IIISHV. Y para la notación de la i consonántica estaría documentada en una inscripción romana de finales del siglo III o principios del IV d.C. Ésos serían datos verificables, objetivos y definitivos sobre la cronología de las incisiones y, por tanto, de los textos que esas incisiones componen.


Volviendo a la yod hebrea del originario teónimo para el innombrable, en Wikipedia leemos:


י

La yod o yud (י) es la décima letra del alfabeto hebreo. equivale a la letra yod (𐤉‏) del alfabeto fenicio. Su fonética equivale a la i castellana.

Tanto en fenicio como en hebreo, esta letra representa una consonante (AFI [j]) pero en la iota (Ι, ι) del alfabeto griego (que procede del fenicio), representa siempre la vocal /i/. Cabe destacar que la letra derivada latina, la letra I, sirvió a los romanos tanto para /i/ como para /j/. En los alfabetos latinos actuales, sin embargo, la /j/ se denota J.
Su tamaño la convierte en la letra más pequeña e indivisible del alfabeto hebreo, a diferencia de las demás letras, que están compuestas de varias partes.




*******Esta vez con varios asteriscos, si se nos permite la iconografía anómala, si no incluso impensable o inadmisible, (por utilizar léxico del gusto de la comisión científica), teniendo en cuenta que podríamos estar tratando con misioneros cristianos procedentes quizás de Egipto -a juzgar por los jeroglíficos documentados- o al menos judíos (de nombre Samuel Iesus, por ejemplo), y teniendo en cuenta que plausiblemente esos misioneros fueron los artífices de una buena parte de los grafitos -al menos de los de  temática e iconografía cristiana-; teniendo en cuenta estas cosas, decimos, y si miramos el cuadro anterior en el que vemos la forma de la yod en hebreo y en fenicio, podríamos hacer una abstracción y recordar los paréntesis -como una yod hebrea- y las “comillas” de Veleia -semejantes a la yod fenicia-. Puede tratarse de una simple coincidencia, pero no hay por qué descartar interpretaciones de una iconografía esquematizada procedente de letras de un alfabeto que el grabador conoce como una posibilidad más. Sobre todo si tenemos en cuenta también que las “comillas” de los grafitos parecen servir para adjudicar sacralidad, divinidad a la palabra que acompañan, como ya ha quedado argumentado en otro lugar 



 y una función similar encontraremos en los “paréntesis”, como se propone en el segundo post sobre Samuel de Veleia (http://www.amaata.com/2013/04/samveleida-ii-un-sacerdote-del-sol.html)

Haber sido inspirados estos signos esquematizados por la letra inicial del nombre de Dios parecería coherente y significativo con su función. Pero subrayamos que se trata de otra mera propuesta interpretativa-imaginativa.


Con respecto a aquello otro de no se puede entender la E de dos barras (II) -en esta grafía anacrónica completamente, nos preguntamos si entonces también le parece a Isabel Velázquez  que son falsas las piezas excavadas por Nieto entre 1949 y 1954 y por Elorza en 1975, depositadas en su mayor parte en los fondos del museo de Arqueología de Álava, es decir, halladas anteriormente a 1994 -año desde el que el yacimiento pasó a la responsabilidad de Lurmen- y en las que está documentada esa e de dos barras (II). 

Asimismo nos asombramos al encontrar completamente contradictorio el que ella misma afirme en otro momento anterior de su informe (pág.7) que la II

 “es una forma arcaica presente en las inscripciones desde el siglo III a.C. y que poco a poco va cayendo en desuso, sobre todo desde mediados del siglo I y II d.C. Es cierto que su uso permanece en algunos grafitos de tipología similar a los de Veleia, es decir, en instrumenta domestica casi hasta el s.IV. Puede verse conviviendo con la E normal en los grafitos de la Graufesenque, mayoritariamente de época julio-claudia y flavia (por tanto, s. I d.C.) y puede alcanzar cronologías posteriores como se ha indicado”.

Por motivos obvios, nos parece pertinente no perder más tiempo con un problema que no existe.

Continúa Isabel Velázquez alarmando sobre «`FILI´´´, que en este caso es obviamente un nominativo en aposición a IHESVS carente de la terminación (-us o su evolucionado –o: ambos coexisten en los grafitos de Veleia, explicable ello probablemente por la conciencia de los grabadores de que –o era la forma vulgar de –us): “Por supuesto, es inadmisible «`FILI´´´entrecomillado, además por filius. Primero por el error morfosintáctico y segundo por las comillas, desconocidas completamente hasta la época moderna”.

Remitimos al ya citado apartado sobre las mal llamadas comillas de Veleia en contestación a este párrafo.

Con respecto al nominativo FILI por filius, nos detendremos solamente para recordar que el nominativo incompleto FILI -comodín para filius, filia, filii, filiae– está perfectamente atestiguado en epigrafía latina.

“Otro tanto cabe decir de la pieza nº 13362 (sector 6, mortero), escrita por ambas caras. En la primera de ellas aparece una mezcla de latín y euskera, donde se lee: IN NOMINII PATE[R] /ATARII IZAN. Sin entrar a valorar las palabras en euskera, el error sintáctico de in nomine pater por in nomine patris es inadmisible. En la segunda cara de esta pieza o cara B, se lee: SAMVIILL, “YAVHII” FILI. Además de lo dicho antes sobre la grafía YAVHII, en este caso así escrito y entrecomillado, y FILI, hay que añadir la grafía aberrante de SAMVELL, ya que no se conserva en latín históricamente ninguna geminada lateral como –ll final ni fonética ni gráficamente.”

Más adelante (pág. 30) repite este argumento en contra de esta pieza:“En otro orden de cosas, hay en estos textos otras diversas grafías aberrantes, antietimológicas e injustificables como reflejo de un proceso de evolución de la lengua, como la ya mencionada de SAMVELL, con la ll geminada en posición final”

                                                        Pieza nº 13362 http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:13362

                                                                           (sector 6) (Cara A): SAMVIIL, “YAVHII” FILI

El error sintáctico de in nomine pater por in nomine patris es inadmisible”. 


Isabel Velázquez es una profesora muy rígida. Los alumnos de latín de hoy, cuando intentan hablar y crear latín, cometen la mayor parte de las veces el mismo error: la utilización del caso nominativo por defecto para cualquier función sintáctica. Obsérvese el fenómeno en estas fotografías de ejercicios de latín de alumnos de 4º ESO:



Se observa que casi siempre los errores se deben a un uso de nominativo por acusativo, si bien en algún caso sucede al revés.
En otro momento de su informe (pág.30), Isabel Velázquez vuelve a la carga contra este grafito por los mismos motivos: 

“En cuanto a los errores sintácticos, quizá el más llamativo por inaceptable es la falta de flexión de genitivos en la expresión de filiación, como Iupiter Venus pater, por Veneris, ya citado, o en la fórmula in nomine patris, que se lee como IN NOMINE PATER. En un texto tardío (ss.VI-VII) en Hispania podría haberse admitido aquí una confusión de genitivo y dativo y haberse leído patri (sobre todo por contaminación o influjo de domini, Dei, o filii, de la flexión temática), pero es inadmisible la presencia aquí de nominativo, no confundible en su forma con genitivo, al igual que ocurre con el mencionado Venus por Veneris”.

A la profesora Velázquez le encanta, por lo que se ve, el adjetivo inadmisible
 

Está disertando desde el conocimiento del latín clásico y desde la datación aceptada -a falta de datos documentados que la adelanten- para el paso al romance sin declinación a partir de la lengua latina con declinación (en torno al año 800).


En la página web del Ministerio de Educación del Gobierno de España, en el apartado de recursos para el latín y el griego, se lee: “Podemos afirmar que algunos hechos propios del latín vulgar están presentes en las inscripciones halladas en Pompeya en la segunda mitad del siglo I d.C., pero existe el consenso de que la extensión del conjunto de fenómenos que conocemos como latín vulgar se generalizó a partir del siglo III d.c. La fecha en que el latín pasó a ser romance es igualmente difícil de determinar. Es un hecho claro que la desaparición del Imperio de Occidente en 476 propició la fragmentación del latín en dialectos que quedaron aislados entre sí. Estos dialectos fueron alejándose progresivamente ya desde el Bajo Imperio y este proceso se profundizó durante la Alta Edad Media. Podemos afirmar que en torno al año 800 lo que se empleaba era ya una forma de romance.” (http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/cclasica/esc333ca3.php)


De hecho la catedrática está afirmando que en el siglo VI o en el VII el dativo y el genitivo aún existían, cuando ya en el siglo III al parecer el genitivo dejó de ser popular -en palabras de  Charles Hall Grandgent-. Pero ha de señalarse que esta cronología admitida para el romance está sujeta con alfileres en la lingüística histórica latina ya que, como decimos, carecemos de textos que nos permitan proponer una fecha concreta con seguridad. Admitir este detalle conlleva no poder tomar las palabras de la catedrática demasiado en serio, pues aunque han sido formuladas de modo categórico, en realidad carecen de fundamento sólido. 

Lo que para ella es un error sintáctico inadmisible podría, en cambio, constituir un relevante dato documental sobre las dificultades que los neohablantes de latín encontraban a la hora de utilizar una declinación que ya languidecía en el siglo III, como es aceptado comúnmente. 


Claro que no sabemos quién escribió el grafito: podría tratarse no de un neohablante de latín que por tanto lo conocía medianamente bien o directamente mal, sino de un perfecto conocedor de la lengua de los romanos que se encontraba en pleno cambio y a mucha distancia además de la capital vernácula, en la lejana Iruña-Veleia, que tuviera -no obstante su dominio del idioma como vía de comunicación diaria- problemas y dudas a la hora de discernir qué es correcto y qué es incorrecto desde la norma gramatical. Téngase en cuenta que no existía  -al menos que nosotros sepamos- en aquella época una Real Academia de la Lengua Latina que emitiera regularmente decretos relativos al correcto uso de la lengua escrita. Hoy en día la gran mayoría de los periodistas y de personas supuestamente adheridas a ámbitos intelectuales cometen el mismamente inadmisible error sintáctico  de emplear el modo infinitivo -inventando una especie de modo injuntivo inexistente en castellano- para añadir una idea, de modo que omiten el verbo principal de la oración -del que el infinitivo, desde la regla de la lengua castellana, sólo podría ser verbo subordinado en una oración subordinada completiva o sustantiva-: “añadir que…”, “señalar que…”, faltando “deseo añadir que…”, “es importante señalar que…”; y sin embargo prácticamente nadie se lleva las manos a la cabeza exclamando: “¡Oh! ¡Qué inadmisible error sintáctico!”, entre otras razones porque apenas nadie se da cuenta del error puesto que está totalmente -para dolor de los oídos de quien sí percibe el error- generalizado en nuestra terriblemente inculta sociedad. (¿La sociedad de Iruña-Veleia sería más inculta que la nuestra, o menos? ¿O parecido?)


Baste con ese sencillo ejemplo de error sintáctico inadmisible y sin embargo completamente generalizado en los hablantes -”cultos” incluidos- del castellano, sin detenernos en ilustrar con infinitos ejemplos que se nos ocurrirían -tan bruta es nuestra sociedad- el mismo fenómeno que pretendemos traer a mientes y que postulamos para la sociedad de Iruña-Veleia: una cosa es que el latín se hablara y fuera el medio de comunicación normal y principal de la ciudad, y otra cosa es que los habitantes supieran escribirlo correctamente o intachablemente.


Del mismo modo, y como por cualquiera es sabido, una cosa es la lengua hablada y otra muy diferente la lengua escrita. Ciertas cosas que se oyen y no hacen escandalizarse serían bien diferentemente recibidas si se vieran escritas. Pongamos otro ejemplo: nadie se escandaliza por oír en la barra de un bar “un vaso vino, por favor”. Pero leer algo así es bien diferente: falta la preposición de para que en castellano la secuencia sea correcta. En cambio, en otros idiomas que se declinaban como el latín, y que, como el latín, han perdido su declinación -o gran parte de ella, como en el caso del griego moderno- por el mero hecho de empezar a utilizar preposiciones, no es incorrecto no emplear en esa misma función ninguna preposición. Así, en griego moderno, “un vaso de vino, por favor” se dice ένα ποτήρι κρασί, παρακαλώ, sin preposición y sin que κρασί (vino) aparezca declinado en genitivo, como le correspondería por no llevar preposición (existiendo aún, además, en griego moderno el caso genitivo y siendo empleado al máximo rendimiento en todo tipo de registro o ámbito lingüístico).


Así, y con este mismo ejemplo en lo que a la función y a las características con las que en el grafito lo encontramos se refiere, en el óstracon nº 13362, cara B, donde dice IN NOMINE PATE(R) bien podría esconderse un *in nomine de pater que revelara por un lado el ya incipiente uso de la preposición de -originariamente de ablativo significadora a grandes rasgos de procedencia
unida a un genitivo deformado en la forma de nominativo para la función de complemento del nombre; por otro lado, el grafito evidenciaría asimismo que en el siglo III d.C. no sólo se empezaba a perseguir la moda coloquial y vulgar -al menos en el sentido de que ello es un rasgo del llamado latín vulgar, que no es otra cosa que latín coloquial o hablado- de anteponer al genitivo la preposición de ablativo de -cuando el genitivo en el latín escrito y literario siempre había sido un caso exento por completo de preposición-, sino que además la propia desinencia del genitivo estaría ya extinta o en pleno peligro de extinción, habiendo desaparecido por tanto el caso genitivo
 -o lo que hemos llamado, siguiendo a Väänänen, ruina de la declinación y de la que ya hemos hablado en este trabajo-
 y empleándose por ello el caso único -como se le ha llamado- que asumía las funciones de todos los demás, siendo éstas diferenciadas entre sí por la preposición que les precediera o bien por la ausencia de ella.

*El grabador del grafito sería consciente de que el empleo de la preposición de -como hoy día la ausencia de ella en “un vaso vino, por favor”- para la función de un complemento del nombre -aunque el complemento del nombre no se llamara complemento del nombre ni el grabador supiera cómo rayos se llama a eso- era un uso coloquial y vulgar del latín y que no era elegante -ni sonaba a solemne latín- escribirlo, por lo que al realizar la inscripción la omitió (además se trata de una inscripción de texto formulario y ritual, “en el nombre del padre”, en donde con menos motivo aún iba el escriba a introducir una preposición que quebrara lo que sería una frase hecha conocida por cualquiera).

No evitó la coloquialidad de su vulgar latín, sin embargo, al escribir el caso único pate(r) en lugar del esperado genitivo del latín clásico (patris). Ello podría indicar que el caso neutral nacido del sincretismo de funciones en un único caso fue un fenómeno anterior y / o menos considerado vulgar que el uso de la preposición de delante de lo que quedara del genitivo (es decir, delante de la palabra con la que se realizaba el complemento del nombre, que no estaría ya en genitivo sino en acusativo o nominativo, como en el grafito del que se trata ahora).

El proceso de evicción del genitivo es más complejo. Lo que le hacía la competencia era, sobre todo, el giro con la preposición de, con la que, por otra parte, competían las preposiciones ex y ab. Los usos que señalaban la noción partitiva y la de relación fueron los primeros en ceder a la perífrasis preposicional. Desde el latín antiguo, los genitivos partitivos como unus multorum, cuius generis, dimidia pars virium concurren con los giros preposicionales unus e (o de) multis, quo de genere, dimidium de praeda, donde todavía aflora la idea de proveniencia o de detracción, sentido primario de la preposición.” (…) “El giro con de gana terreno a expensas del genitivo durante la época postclásica y sobre todo tardía” (…) “sin embargo, sigue subsistiendo el antiguo genitivo, y la construcción preposicional  como única para expresar la posesión es rara aun en los textos más bárbaros. Es la necesidad de claridad o de relieve lo que hace que surja salteadamente”.

(Veiko Väänänen, Introducción al latín vulgar, págs.201-203. Ed. Gredos, 3ª edición,1988).


Podría objetarse a estas reflexiones que el caso sincrético para la palabra pater no la habría representado el nominativo, sino el acusativo patrem, pues sabido es que fue el acusativo el caso vencedor en el ocaso de la declinación y además en las lenguas romances es patrem la palabra madre para “padre” que encontramos.



Responderíamos a la objeción -no sin reconocer que fuera buena- planteando la siguiente hipótesis, sin que nuestro ánimo decayese en la afanosa búsqueda de la verdad:


*Pudiera ser que en esa fase del siglo III d.C. -al menos en Iruña-Veleia- de ese ocaso de la declinación aún -o ya sólo- estuvieran vivos dos casos, el nominativo y el acusativo, lo cual es creíble para el nominativo ya que siempre fue el caso por excelencia del nomen y todo el mundo tiene un nomen que está siempre -hasta que finalmente desaparece el nominativo dejando solo al acusativo- en nominativo. En la declinación temática el ser iguales nominativo y acusativo -ambos de resultado igual –o– hubo de influir en el mantenimiento de estos dos casos en la etapa final del ocaso de la declinación. En cuanto al acusativo, claro que lo que postulamos sería creíble, ya que, como hemos dicho, fue éste el último caso superviviente, de modo que cuando aún quedara el nominativo después de la muerte del ablativo, el dativo y el genitivo el acusativo ahí estaba y ahí permaneció hasta ser lo que existe en las palabras románicas de hoy.


*Así, el PATE(R) de este grafito en una posición de genitivo clásico indicaría que hasta que el nominativo se perdió, también asumió -sin entrar a detallar bajo qué criterios el uno o el otro
-las funciones o alguna de las funciones de las que después tendría que encargarse él solo el acusativo.

(Obsérvese que hemos colocado asteriscos de reconstrucción hipotética cuando hemos hablado -osado hablar- con ánimo de indagar en los misterios de la datación de fenómenos lingüísticos que de ningún modo nos estamos inventando, sino que es obvio y así se admite que ocurrieron en un momento del que por falta de testimonios escritos no podemos estar seguros a día de hoy).

Adjuntamos algunas otras citas relevantes:

«El acusativo ha terminado por sustituir hasta al nominativo, que no sobrevive más que en francés antiguo y en provenzal antiguo. Es el resultado de un largo proceso cuyas peripecias no son simples ni lineales” (…). “El nominativo y el acusativo, fuera de estos usos de esta clase, están, en general, estrictamente separados hasta en los documentos merovingios y en otros textos de la baja latinidad. No sucede lo mismo con los textos de Italia, donde la confusión de ambos casos aparece muy avanzada en la misma época”.


(J. Herman, Recherches sur lévolution grammaticale du latin vulgaire: les emplois “fautifs” du nominatif, en Acta Classica Univ. Scienc. Debrecen, II (1966), págs. 109-112: en las inscripciones de la época imperial, el nominativo tiende a convertirse en una especie de forma básica, sobre todo en los nombres propios, una vez que la cohesión de los grupos nominales no exigen ya el acuerdo de los componentes.”)

“Muchos de los valores pertenecientes originariamente a tal o cual caso, como el genitivo partitivo, el acusativo de dirección, el ablativo propiamente dicho o de punto de partida, parecían sobrevivientes y tendían a reforzarse con preposiciones. De rechazo, la palabra accesoria iba ganando autonomía en detrimento de las formas de flexión. Como consecuencia, la función de régimen quedará reducida sobre todo al acusativo, cuya oposición con el nominativo se irá acentuando.” 

(Veiko Väänänen, Introducción al latín vulgar, pág.181. Ed. Gredos, 3ª edición,1988).

Otros casos, como el genitivo y el acusativo, no tienen valor definido y preciso, y tienen usos incoherentes y a veces contradictorios… A lo largo de la evolución del latín se manifiesta también con nitidez cada vez mayor la tendencia a precisar el valor de los casos con ayuda de preposiciones; por eso los casos se van haciendo cada vez menos importantes y necesarios”. 

(Ernout, Morphologie, § 6, págs. 9-10).


En este sentido pensamos que, de ser auténtico, este óstracon del siglo III d.C. encontrado en la domus ecclesia de Iruña-Veleia sería de indudable valor cronológico por ser un muy antiguo documento de las primeras manifestaciones de esos cambios fonéticos y morfosintácticos determinantes en el  paso del latín vulgar al romance ocurrido en fecha imprecisa e ignota a ciencia cierta por los expertos y que suele darse por consumado bastante más andado el tiempo, allá por el año 800 d.C.


Por otra parte, y antes de dar por terminado el comentario acerca de tal error sintáctico inadmisible, apuntaremos que en realidad la lectura de la palabra PATE(R) no es en absoluto segura, pues al menos en la fotografía sólo se puede leer con claridad el segmento PAT- seguido de un trazo poco visible -al menos en la fotografía- que tanto podría corresponder a una E de dos barras incompleta como al primer trazo de una R, en cuyo caso faltaría el resto del texto (-IS) con la terminación de genitivo que Velázquez querría para salvar el error inadmisible. Dado que el espacio epigráfico no lo permite, bien pudiera haber sucedido que la palabra no se hubiera terminado de grabar, lo cual no sería un hecho aislado en los grafitos veleyenses, como hemos tenido ocasión de verificar en otras ocasiones. Así, aquí hemos seguido la interpretación de Isabel Velázquez a pies juntillas sin por ello querer dar a entender necesariamente que estemos de acuerdo con tal lectura.



En lo que respecta a SAMVELL, la arqueóloga de Lurmen Idoia Filloy explica esta anomalía como una simple errata de escritura: 


“Otra simple errata podría ser también la aparición de SAMVELL con doble letra al final, que Velázquez considera una “grafía aberrante” al juzgarla dentro de un proceso lingüístico evolutivo. Así señala que “no se conserva en latín ninguna geminada lateral como –ll final ni fonética ni gráficamente”.(…) Sin embargo, a nuestro juicio no es más que una errata. De hecho, en el resto de textos en que aparece este nombre en este mismo sector e incluso en algún sondeo, aparece siempre como SAMVEL, lo cual vendría a confirmar esta conclusión. Hemos de señalar que la escritura de consonante geminada por simple es bastante frecuente en Pompeya, como puela por puella y en las pizarras  visigóticas.

 El error contrario (geminada por simple), por hipercorrección, también ocurre, aunque con menos frecuencia. Así en Pompeya tenemos Fhillipus por Philippus u uxxori por uxori, quottidie o cottidie por quotidie. En las pizarras visigóticas: ammica, anullus, emmisis, gramattius, honorabilli, petittione.” (Idoia Filloy, Informe sobre los textos en latín, pág.350)



Estamos de acuerdo con Idoia Filloy en que debe considerarse una errata al existir en otros tres grafitos de Veleia el mismo nombre SAMVEL sin la geminada final. Ha de tenerse en cuenta que la lengua latina apenas tenía un puñado de palabras terminadas en l, lo cual haría que los nombres hebreos terminados en este fonema resultaran extraños y suscitaran dudas acerca de su correcta escritura. Pierre Monteil, la autoridad en fonética histórica latina, nos dice:


“Junto a la abundante serie de nombres en –r, el latín sólo presenta un número muy pequeño de nombres en –l. Se trata o bien de nombres raíces (sāl) o que se comportan como tales (sōl), o bien de deverbativos (consul, exul, probablemente derivados de consulō, exulō), o bien de algunos nombres poco claros (mugil, pugil, uigil, cuyo genitivo plural en –um indica que no remontan a –li-s). Por último, un tema como mel / mell-is remonta (cf. griego μέλιτ-ος) a un antiguo tema en dental, * mel-d– o * mel-n-; igualmente, fel procede de * feln”.


(Pierre Monteil, Elementos de fonética y morfología del latín, Univ. de Sevilla, 1992, pág.207)

Esos ocho grafitos en donde puede leerse el mismo nombre judío Samuel son los clasificados con los números 13362, 13369, 13374, 13379, 13380, 13454 (?), aparecidos en el sector 6 en la llamada domus ecclesia en donde se enseñarían las supuestas doctrinas criptocristianas; del sondeo 29 el nº 13956 y del sondeo 32 el 15927.

 En las piezas con los números 13374, 13379 y 15927 el antropónimo está incompleto, faltando la última sílaba: SAMV, por lo que no adjuntamos las fotografías al no servirnos para nuestros propósitos ahora. El número 13454 es dudoso, pues se ha atribuido al pater (¿o pather?) espiritual de Veleia Samuel, pero su texto sólo dice SMPT, siendo la T final en realidad una cruz. Añadimos, pues, las fotografías de los números 13369, 13380 y 13956, que son las piezas que presentan SAMVIIL -y SAMVEL- escrito con una sola L final -aparte del nº 13362 cuya fotografía ya se ha adjuntado-:


SAMVIIL, MARIO / VIILIIIAN JAVN


 SAMVIIL IIISVS NIITO  / VIILIIIAN / PATHIIR PONTIFICII


SAMVEL / SIMONE



¿Quién es este Samuel?

(to be continued…)





Reflexiones y comentarios sobre lo acontecido en torno a los grafitos excepcionales de Iruña-Veleia

En los distintos post que se están generando en este blog de Ama Ata, sobre cuestiones relativas al contenido de los grafitos excepcionales localizados en Iruña-Veleia,  los comentarios suelen derivar, sistemáticamente, hacia otros aspectos colaterales. Principalmente los relativos a los argumentos, proceder y papel de la Comisión que evaluó estos grabados y que proporcionó a la DFA las supuestas bases científicas para declarar falso este material arqueológico mediante una Orden Foral, pretendiendo incluso imposibilitar el necesario debate científico.  Son los propios informes redactados por los miembros de dicha Comisión (tiempo despues de la redacción de la OF) y las actuaciones e irregularidades del proceso, las que en general suscitan este tipo de debates que intentan tomar conciencia de la realidad de lo ocurrido en un asunto que, pese a pretenderse cerrado científicamente desde la Administración competente, no lo está en absoluto. Y ello porque, en realidad, hasta el momento no se ha aportado una sola prueba de falsedad de este material gráfico.
Así, en uno de los post recientemente creados por Alicia Satué (http://www.amaata.com/2013/03/el-grafito-del-signo-matematico-de.html) en el que se analizaba uno de los aspectos considerados como prueba de falsedad por la Comisión (demostrándose que no lo es), se ha originado uno de estos debates que estaban hurtando protagonismo al propio contenido del post. Por ello he decidido abrir este nuevo, aportando dichos comentarios y a partir de los cuales quien quiera podrá hacer otros nuevos.

  1. Muy bien expuesto Alicia. El tema de la «I»… yo también flipé cuando leí el informe de Velázquez que no contempló la posibilidad de una abreviatura y se fue por los Cerros de Úbeda… y no le presumo inocencia en esto. Ya en la primera lectura que hicimos sabíamos que era la I de I(ulius) Cesar.

    El tema de la doble genealogía de Eneas que era un debate historiográfico de la época es, efectivamente, algo más creíble que se plasmara por escrito (grabado en este caso) en un momento cercano cronológicamente que en la actualidad, ya que no es un tema de conocimiento general y solo investigadores infatigables como Pello Eizaguirre o especialistas que trabajen en ello lo controlan.

    Pero hay una cosa más en todo ésto. Creo que voy a decir algo obvio pero lo voy a decir de todas formas. Si os fijais, los tres informes que hablan sobre la flecha presente en este grafito de Iruña-Veleia, son coincidentes en su catalogación como signo matemático de implicación que, por supuesto, les permite concluir que, al ser éste una creación de época moderna, el grafito también ha de serlo. Y se quedaron tan anchos, cuando es obvio (incluso para ellos) que no tiene de ningún modo un funcionamiento matemático en el grafito sino claramente verbal… es una simple flecha, direccional, sin más ¡por favor! ¡Que en la Antigüedad se utilizaba la taquigrafía, como ellos bien sabían!

    Pero, a lo que iba, ¿no os parece como si hubieran acordado, por decirlo de forma suave, plantear el tema de similar manera?. ¿O pensais acaso que llegaron independientemente a la misma conclusión? Yo me decanto por lo primero y eso es grave porque implicaría que no hicieron una evaluación independiente que luego se puso en común, sino una evaluación conjunta que luego no tuvo necesidad de ponerse en común. Supongo que ya sabeis que nunca existió una conclusión conjunta de la Comisión ….. NUNCA

    Y, me imagino que en la suposición de que sus informes nunca iban a ser hechos públicos, personas de peso académico como Isabel Velázquez pienso que utiliza sus argumentos descaradamente «a medida» de la conclusión a la que le interesa llegar. Porque, veamos, si reconoce el uso de signos gráficamente iguales en la Antigüedad y en la actualidad cuyo significado es distinto … ¿por qué no utiliza este argumento con una simple flecha? ¿Cómo se puede ser tan descarado en un informe que iba a tener, junto con otros, consecuencias que iban a trascender largamente lo científico?

    Es importante que se conozcan este tipo de comportamientos que tuvieron lugar en el seno de la Comisión y que cualquiera puede ver y que, a mi juicio, «implican» una escasa ética profesional.

    Recordemos que también la «flecha de doble implicación» fue muy utilizada mediáticamente. Todo valía

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  2. Idoia, yo creo que el hecho de la coincidencia en argumentos tal vez tenga que ver con los debates en Celtiberia, donde se recogió mucha información, de lo que se queja amarga e insistentemente alguna forista ya que nadie la menciona. 😉 No sólo en este tema es impactante la coincidencia entre los argumentos de la Comisión y los expuestos en aquel foro. A mí fue una de las cosas que me llamaron muchísimo la atención desde que se hizo público el dictamen. Y cómo no se barajaban en ningún caso las contestaciones que, desde aquel mismo foro, se hacían a tales argumentos. Por ejemplo, el caso de Anquises y creo que también el signo de implicación fueron rebatidos en aquel foro con argumentos de peso y sin embargo fueron empleados por los comisionados.
    Muchas veces me he planteado si no habrá, también, mucho de «pereza» en el comportamiento de la Comisión. (Se redactan los informes a requerimiento de la DFA, que se ve pillada en outside tras su precipitada resolución, y se rellenan los informes con lo que se pilla por ahí). Creo que ninguno pensó que serían publicados.

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  3. Ummmm, la verdad es que me pillas en arrenuncio con lo de Celtiberia, Anguloscuro. Nunca he seguido ni ese foro ni el de TA (el tuyo sí). Aunque alguna información siempre te llega o te la proporcionan sobre temas en concreto o sobre algún aspecto en general.

    Así, una de las cosas que tenía entendidas y que creo que es a lo que te refieres, es que en Celtiberia se desarrollaron argumentos en contra de la autenticidad de los grafitos que fueron recogidos en los informes de la Comisión ¿lo he entendido bien? y que los argumentos que rebatían aquellos fueron ignorados ¿no?

    Pues entonces el tema aún es mucho, muchísimo más grave en cuanto a cómo hicieron su trabajo algunos de los miembros de la Comisión y el nivel de seriedad y objetividad implícitas en él.

    Sí que puede que hubiera pereza y parece que está claro que se nutrieron de las investigaciones de otros que aparecían en un foro de internet altamente dañino y sesgado. Lo que para mí está claro es que no hubo una labor seria, ni objetiva, ni científica de investigación sobre el material (Patrimonio de todos) que estaban evaluando. Y creo que eso podría derivar de que la decisión sobre los grafitos estaba tomada desde el principio y simplemente se encargaron de montar unos informes que proporcionaban la trama argumental que justificara la decisión político-administrativa ya tomada. Trama argumental en la que se seleccionaba siempre el razonamiento más adecuado hacia la imposibilidad de que se tratara de grabados antiguos, presiciendo de cualquier posibilidad de explicación. Incluso llegando a la ilógica, como en el caso de la flecha de implicación. Todo todo se volvía para ellos sospechoso en los grafitos, hasta aspectos totalmente banales.

    Y ni siquiera se tuvo la decencia de esperar a que estos informes estuvieran entregados (yo también pienso que no contaban con que iban a hacerse públicos) ya que, de hecho, la Orden Foral se redactó sin tener más informes sobre la mesa que el de Gorrochategui.

    Pero, la verdad (qué jodida!), suele terminar despuntando para finalmente mostrarse por completo… gracias a los Cielos y a pesar de las personas sin ética. Sólo espero que sea en esta vida

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    Respuestas



    1. Me parece que nos desviamos del interesante tema del artículo. Sólo apuntar, para que conste ;-), que yo no creo que la decisión política sobre los grafitos estuviera tomada desde el principio. Creo que, aunque la diputada haya demostrado una gran torpeza, de haber sido así, hubiera hecho las cosas con un poco más de cordura.

    2. Ummm no sé Anguloscuro, yo creo que sí (y no lo creía, no me lo permitía creer al principio) pero, independientemente de lo que yo piense, lo que está documentado es que a principios de 2008 la diputada estaba diciendo en JJGG de Álava que iba a haber un nuevo proyecto institucional para el yacimiento… y así fue finalmente.

      Pero es cierto que extraña la torpeza aunqueee…. no te creas que tanto. Las cosas simplemente se precipitaron al final por los motivos que fueran. Y al precipitarse se cometieron muchas irregularidades.

      Dejémoslo como dices, pero cualquier puede comprender que el tema de los grafitos tiene tantas derivaciones colaterales que a veces es difícil sustraerse.

      Oído cocina por mi parte

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    3. Idoia, ya que estáis en eso, y muy desde fuera, puedo asegurarte que mi convencimiento de que algo huele a podrido en Veleia siguió estos pasos:

      – Tropezón casual con el blog de Ánguloscuro. Extrañeza. Estaba convencido de que eran falsos.
      – Lectura de alguno de los dictámenes de comisionados.

      No tengo ni idea de ninguno de los temas que se tratan. Pero sí sé distinguir cuando un «científico» está desbrozando un problema, y contemplando todas las hipótesis posibles, de cuando solo está simulando hacerlo, para producir un documento de defensa de causa. Y lo que leí canta, pero mucho. Ningún disimulo. Es un compendio de cómo no hacer las cosas. Se ve que parten de una hipótesis preconcebida, y llegan a la conclusión deseada. En un abogado está bien, y por eso nadie les cree. En un científico es el mayor pecado.

    4. Pero Idoia, un nuevo proyecto no implicaba necesariamente el desaguisado que se montó, o así lo veo yo, aunque te supongo bastante mejor informada que yo.

    5. Plazamoyúa, la verdad es que cosas como la que acabas de contar son de las que a mí, personalmente, me animan mucho.

      En primer lugar porque alguien desde fuera y desde una idea formada sobre el tema de los grafitos (me imagino que en base a las noticias de prensa que cumplieron perfectamente su cometido de dar por sentada la versión oficial), ha tenido el espíritu crítico de evaluar personalmente el tema, no a través de otros ojos. Y, por lo que te he entendido, sólo con los informes de la Comisión (que la verdad es que se desacreditan por sí solos) sin haber visto los aportados por nosotros.

      En segundo lugar por las conclusiones a las que has llegado.

      Además, aparte de la cuestión de los informes de la Comisión, nos encontramos en un proceso lleno, plagado, infestado de irregularidades, todo ello con un rastro documental cual moco de caracol. Pero ya iremos hablando de todo.

      Y menos mal que «tropezaste» con el blog de Anguloscuro donde siempre ha imperado la cordura.

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    6. Anguloscuro! jajaja, ¿no decías de no desviar la conversación??? Bah! ya sé que es inevitable por todas las ramificaciones del tema. Por ejemplo, si un post se centra en cualquiera de los aspectos de los grafitos señalados como problemáticos, al final, es recurrente señalar el papel de la comisión y de ahí se va derivando a todo lo demás, como es el caso.

      Por supuesto te contesto.

      La verdad es que sí, efectivamente, tengo más informaciones al respecto que me hacen llegar a la conclusión ya señalada (que es mi opinión personal) sobre que la conclusión sobre los grafitos ya estaba decidida desde el principio del funcionamiento de la Comisión. Y, por supuesto, también pienso que ya estaba tomada la decisión sobre el destino de nuestro proyecto de investigación en curso, para sustituirlo por otro institucional.

      Dices que la existencia de un nuevo proyecto para el yacimiento no implicaba necesariamente el desaguisado que se montó. Cierto, no necesariamente, si la autoridad competente hubiera tenido un poco más de cabeza y de humanidad. Pero eso es mucho suponer.

      Pienso que en el desaguisado tuvo mucho que ver la precipitación a la que se vieron finalmente abocados y por la cual emitieron una Orden Foral de contenido muy grave, que no contaba aún con el soporte documental necesario para su justificación.

      Por tanto es posible que creyeran que esto hacía necesaria una contundencia sin precedentes en la “imposición de sus conclusiones” que se hizo efectiva mediante la utilización de los medios de comunicación (a la que no pocos se prestaron), de algunos foros de internet y de la puesta en escena de una querella penal judicial. Así, aunque ésta no tuviera finalmente mucho recorrido, el juego mediático que les daba ya era suficiente. De hecho, hoy es el día en que nadie has sido acusado de ningún delito.

      Creo que el objetivo de todo ello era dejar muerto y bien muerto el asunto (y al anterior equipo con él), que todo el mundo lo diera por absolutamente zanjado, para que nadie osara siquiera contradecir la versión oficial. Ya he dicho que incluso tuvieron la desfachatez de emitir una Orden Foral zanjando el debate. ¿Para qué arriesgarse a medias tintas? Pero a veces, el efecto se exagera tanto, la difamación es tan brutal que es cuando el personal se mosquea y se huele al gato encerrado como, de hecho, pasó.

      Y supongo que entendieron que debía ser todo así de contundente porque, aunque es algo que se pretende ignorar cual «damnatio memoriae», el yacimiento venía siendo investigado, excavado, cuidado, consolidado, acondicionado para su visita, socializado, dignificado, difundido científicamente, etc. por un equipo de arqueólogos desde 1994. Arqueólogos que llevaban años en la investigación de la Romanización del territorio y que comenzaron trabajando altruistamente en el yacimiento. Y, lo que empezó como un proyecto de investigación al uso de aquellos tiempos, terminó siendo, gracias al patrocinio de Euskotren en un proyecto profesionalizado con personal contratado, esto es, con calidad y continuidad laboral. Y con calidad y continuidad para la investigación y puesta en valor del yacimiento.

      Este equipo, e invito a revisar las hemerotecas y ver las noticias de época, estaba bien considerado científica y profesionalmente, sin olvidar que su trabajo era validado por la propia Administración foral que luego quiso negar este papel que, desde luego, tuvo.

      Así que, Anguloscuro, yo creo que ellos sí que pensaron que era necesario el desaguisado que se montó, para justificar públicamente la erradicación de un proyecto de investigación en curso llevado a cabo por un buen elenco de profesionales, bien considerado científica y socialmente, y su sustitución por otro equipo que había participado en la evaluación del anterior y que, por tanto, había actuado como juez y resultado parte interesada y beneficiada en última instancia.

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    7. Juer, Idoia, es que me pinchas… 😉

      Dices: «Pienso que en el desaguisado tuvo mucho que ver la precipitación a la que se vieron finalmente abocados y por la cual emitieron una Orden Foral de contenido muy grave, que no contaba aún con el soporte documental necesario para su justificación.»

      Creo que aquí está el meollo del asunto ¿por qué se vieron/vio finalmente abocados/a a la precipitación?
      Tal y como yo he visto las cosas, si la decisión «política» estaba tomada desde el principio, las cosas se hubieran hecho cumpliendo todos los requisitos formales. Sin embargo, hay algo que precipita los acontecimientos del 19N, y es a partir de esta decisión cuando se recrudecen las acciones. Yo siempre he pensado que la diputada pensaba que os ibais a venir abajo o que iban a encontrar algo en vuestras oficinas que fuera decisivo (tampoco entiendo cómo no entra con una orden judicial o con la policía). Pero, al contrario de lo que espera, de repente, la diputada se da cuenta de que ha tomado unas graves medidas sin nada en lo que apoyarse. Ha tomado una decisión precipitada y no tiene nada real en lo que basarse. Es entonces cuando pide los informes, que antes consideraba innecesarios, y pretende que el fiscal inicie acciones legales. Y es entonces, cuando el fiscal se niega, cuando pide el primer informe grafológico e inicia las querellas de parte, si no estoy equivocado, etc…
      Yo más bien creo que alguien empujó a la diputada al abismo. En mi opinión, nadie, y menos un político, se lanza, a sabiendas, sin paracaídas de un avión.
      Opino que la diputada no hubiera necesitado, para justificarse ante la opinión pública, ni Comisión Asesora, ni nada parecido, para quitaros el yacimiento. Con no renovaros el permiso de excavación, aduciendo que el lío montado se debía a que las cosas se debían hacer de otra forma, bla, bla, bla…(recordemos que los hallazgos son herencia recibida del anterior mandato del PP) creo que nadie se hubiera opuesto demasiado y los hallazgos hubieran quedado en el Limbo ¿A quién le importaba?
      Los hallazgos, por lo que yo sé, ya estaban considerados falsos, sin interesarse demasiado por ellos, en gran parte del ámbito universitario. Fue impresionante y tristísimo el papel que los foros de Internet jugaron en este asunto. En este sentido, creo que los comisionados sabían perfectamente que oponerse a la falsedad era nadar contra corriente.
      También opino que si querían ser contundentes, tenían otras muchas formas de hacerlo, sin necesidad de comisiones. Con que no avalaran los hallazgos un buen puñado de profesores de la UPV/EHU hubiera bastado para que la diputada tomara medidas preventivas. No era necesaria una comisión. Es más, les complicaba las cosas: requería unos formalismos que luego se saltan a la torera.
      En definitiva, que lo que a mí no me queda nada claro es el por qué la diputada se lanza al vacío el 19N. Aunque reconozco que tal vez esto se deba a que me faltan piezas del puzzle.

    8. «»…por qué la diputada se lanza al vacío el 19N…»»

      Para mí, se lanza al vacío porque es una novata en el cargo y porque no está bien asesorada –o está intencionadamente mal asesorada, al menos en el plano administrativo-jurídico. Los que hemos ocupado circunstancialmente algún «cargo» de tipo político, podemos hablar de cómo nos manipulan los que en realidad debían de asesorarnos.

      Lorena no tenía ninguna experiencia en cargo político ni jurídico (venía de ejercer una labor administrativa-burocrática) y sobre el asunto de I-V, Lorena no tenía ni p. idea. Pero estaba «aupada» por la prensa y por internet, además de por los que la elogiaban en privado, gente de mucho nombre. Repito: gente de mucho nombre.

      Cuando tú tienes poca autoestima, buscas el reconocimiento de otros, sobre todo si son de renombre. Lorena se dejó querer, se lo creyó, se vió como la justiciera, y en plan sherif, «sin que le temblara la mano», entró disparando en el saloon.

      Pienso yo que, ni aún siendo falsas de toda falsedad las piezas, ni aún así Lorena acertó en el procedimiento administrativo. Y creo que acertó menos aún concediéndole A DEDO la explotación del yacimiento, A DEDO –cuando un ayuntamiento por ejemplo no puede dar ni la concesión del bar de las piscinas para los meses de verano sin previa convocatoria pública y tal– y hace la concesión a otra entidad pública que ahora ejerce de empresa privada –¿se llama competencia desleal?, y otros etcéteras.

      Lorena Lopez de Lacalle, la exdiputada de cultura, creo qoe no tiene ni malicia para hacer lo que hizo como lo hizo a sabiendas.

      Es lo que pienso, pero es sólo suposición para una tarde lluviosa, desde la lejanía y desde la ignorancia.

Reconstrucción paleoclimática de los últimos mil años

La discusión sobre la hipótesis del calentamiento global es beneficioso para las ciencias históricas.
Para una buena introducción sobre el problema fundamental con los datos recomiendo a los lectores que leyen en inglés ‘The long, slow thaw?
En las últimas décadas se ha aportado (gastado?) mucho dinero en intentar aclarar como la temperatura ha evolucionado, pero si miramos en detalle el resultado es bastante pobre para  los últimos 1000 años.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas en su último y Cuarto Informe de Evaluación (se prevé el siguiente para 2014), en el libro CLIMATE CHANGE: THE PHYSICAL SCIENCE BASE aportan los siguientes gráficos:

Para mediciones instrumentales de la temperatura:

Fi.g 1. Línea naranja indica la media de la desviación de 4 temperaturas para Inglaterra central (sic), De Bilt (Paises Bajos), Berlin (Alemaña) y Upsala (Suecia). Se observa un claro subidón rápido de la temperatura en la segunda parte del siglo XX. (Fuente: Climate Change 2007: The Physical Science Basis)

 Si miramos los datos aproximativos (proxy-data) observamos un panorama poco claro para los diferentes estudios:

Fig. 2. Datos de la de la desviación de las  temperaturas para el hemisferio norte en 13 estudios.
(Fuente: Climate Change 2007: The Physical Science Basis)

Deduzco del gráfico que no tiene sentido mezclar arbitrariamente data de diferentes posiciones geográficos de un hemisferio y diferentes parámetros como datos aproximativos.

El parámetro geográfico es evidentemente de primera importancia, y vemos que según la posición geográfica el comportamiente es diferente, hasta en la segunda mitad del siglo XX. Donde en una zona sube la temperatura, esta baja en otra zona, y esto es algo bien conocido que no debe sorprender:

Fig. 3. El factor geográfico en la evolución de la temperatura.
(Fuente: Climate Change 2007: The Physical Science Basis)


En realidad a nivel historiográfico o arqueológico la información más importante es como afectó el clima a la actividad económica, p. ej. la agricultura.
En un un estudio clásico el historiador Emmanuel Le Roy Ladurie (el escritor del fascinante estudio sobre el mundo cátaro Montaillou, aldea occitana) ha investigado las fechas de la vendimia en la zona de de vitocultura de la Burgoña en Francia para la raza de uva ‘Pinot noir’. A través de una formula empirica de conversión calcula las desviaciones de la temperatura.
Sus resultados son publicados en varios artículos y también en la revista Nature y observamos unos cambios mucho menos espectaculares, aunque aparecen también allí una tendencia a vendimias más tempranas en los últimos sesenta años:

Fig. 4. Fechas de vendimias en la Borgoña (línea negra es la media flotante sobre 11 años). El cero corresponde al 11 de septiembre. (Fuente: « Le climat de Bourgogne et d’ailleurs XIVe-XXe siècle »)

Le Roy Ladurie relaciona numerosos acontecimientos con sus datos en el artículo Climat et longue durée : la variable vendémiologique. Otros autores han realizado estudios basados en la fenomenologia, es decir las fechas que determinadas plantes florecen, hechan sus hojas etc, como en Une rétrospective météorologique de l’Europe, Un système de reconstitution de l’évolution du temps et du climat en Europedepuis le Moyen Âge central de Christian Pfister y Alain Guerreau.

PS
Curiosamente el famoso ‘palo de hockey’ (con un repentino augmento espectacular de la temperatura) como en la siguiente figura no se parece reproducir en el registro de la vendimia de la Borgoña:

Fig. 5. Gráfico de palo de hockey del reporte 2001 del IPCC. Datos de Mann et al. 1999. La línea roja: Tº reconstruidas (en base a lecturas de Tº y a anchura de anillos de árboles, azul: CO2.
(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Controversia_del_palo_de_hockey)

Probablemente el aumento del grosos de los anillos de madera en los arboles que se utilizó en el estudio de Mann et al 1999, y que muestra una situación muy alarmante es debido un efecto matemático.

 Appendix A: el registro de vendimias año trás año (Fuente: « Le climat de Bourgogne et d’ailleurs XIVe-XXe siècle »)


 Muchas de las fechas destacadas son veranos muy secos o muy frios con sus consecuentes impacto sociales (hambrunas, revoluciones y rebeliones). Se registra p. ej la explosión del vulcán Tambora en 1815, una de las explosiones volcánicas de mejor tamaño jamas registrado, con el consecuente enfriamiento del verano de 1816, con una vendimia tardísimo.

 Appendix B: el misterioso gráfico IPCC 1990 Figura 7c

El autor de este gráfico es desconocido, pero el autor deWhere did IPCC 1990 Figure 7c Come From?’,

Steve McIntyre demuestra que el autor intelectual es Lamb, 1965. Este gráfico muestra que el periodo calido medieval era igual de caliente que nuestro clima, y desapareció de los informe del IPCC aunque por diferentes razones es muy realista.

Appendix C: Viñas en Ingleterra en la época 1000-1300 comparada con las zonas actuales de producción de vino

Mapa del sur de Inglaterra que indica las zonas de viticultura en la edad media (1000-1300) (Lamb, 1965)
Mapa de la distribución de viticultura hoy en día. La zona más al norte es el Rin, aunque existen pequeños intentos algo más al norte, más o menos a la misma altura que las zonas medievaes en Inglaterra (Lamb, 1965)
(Flecha roja, el txakoli de la costa vasca)

Para saber más

    1. IPCC Fourth Assessment Report (AR4)
      Climate Change 2007: The Physical Science Basis 
    2. Chuine, I et al.
      Grape ripening as a past climate indicator
      NATURE VOL 432 (2004)
    3. Le Roy Ladurie Emmanuelet al.
      « Le climat de Bourgogne et d’ailleurs XIVe-XXe siècle »,
      Histoire, économie & société, 2006/3 25e année, p. 421-436.
    4. Broecker, W
      PALEOCLIMATE
      Was the Medieval Warm Period Global?
      ScienceVol. 291 no. 5508 pp. 1497-1499  
    5. Osborn, T et al.
      The Spatial Extent of 20th-Century Warmth in the Context of the Past 1200 Years
      ScienceVol. 311 no. 5762 pp. 841-844
      Tony Brown 
    6. The long, slow thaw?
      Climate Etc. blog of Judith Curry 
    7.  H. Lamb
      THE EARLY MEDIEVAL WARM EPOCH AND ITS SEQUEL Palaeogeography,Palaeoclimatology,Palaeoecology:1(1965) 13-37.
    8. Climate Audit
      Blog by Steve McIntyre

    Blog: For what they were… we are

    BLOG: For what they were… we are
    Webmaster: Maju
     
    Muy probablemente el blog en inglés sobre arqueología (según el subtitulo, sobre prehistoria, antropología y genética) más completo de nuestro entorno, con una clara afinidad por temas vascas. El blog siempre me ha parecido casi profesional con más o menos un post cada día. No suele traer muchos posts históricos como ya se indica en el subtitulo.

    El bonito nombre es una frase de Pio Baroja, y tiene un blog hermano con el nombre ‘For what we are… they will be‘ que comenta la actualidad desde un punto de vista izquierdista-anarquista con mucha desconfianza con grandes organizaciones y gobiernos, y como credo la solidaridad. Es un buen antídoto contra los medios de comunicación que parecen olvidarse de ser el cuarto poder.

    En realidad estos dos blogs son la continuación de un blog anterior: Leherensuge 

    El blogero es Maju, y lo digo con todo el cariño, es muy vasco, es decir puro y duro. Él suele tener opiniones muy  coherentes y bien pensados, aunque personales. Su nivel científico es alto. Aunque muchos artículos tratan estudios genéticos que para un no especialista, aunque con conocimiento de la genética humana, son muy a menudo difícil de evaluar, y allí desafortunadamente los comentarios de Maju son a menudo escasos.

    Para alguien que no está vinculado con un instituto de investigación es una buena opción para enterarse sobre lo que aparece como estudios en los campos señalados.
    Es un blog con carácter y personalidad bien pronunciada. Los comentarios aunque escasos son a menudo de especialistas. Cada blog tiene el público que merece. Yo diría para los aficionados de los temas incluidos que entienden inglés un must!

    Fraude científica

    Como aficionados de la arqueología o historia, muchas veces sentimos un tremendo respeto por los investigadores, y seguro que en muchos casos bien merecido. Pero en realidad creo que la calidad de muchas publicaciones no es tan alto que nos imaginamos y que científicos utilizan su fama a base de artículos anteriores para hacer colar nuevos artículos de no tan alta calidad. En ciencias históricas será bastante difícil de detectar fraudes, y la verdad es que se oye muy poco de fraudes en este campo, lo que no significa que no existe.

    En un reciente estudio en Bélgica sobre publicaciones en medicina (más fácil de comprobar debido al registro de pacientes y datos) se llega a la alucinante conclusión que uno de cada 12 investigadores reconoce maquillar sus datos (26% reconocen no tomar en cuenta determinados datos, 3,2% reconoce esconder datos que contradicen sus conclusiones, y 4,1% admite adaptar sus datos para complacer al organismo que le subvenciona). Como razón más importe indican la presión de publicar para obtener financiación. Más de 50 considera que la presión para publicar amenaza seriamente la validez de los resultados de investigación publicados.

    El número de artículos retirados después de su publicación en revistas internacionales ha aumentado de unas decenas al año en los años 80, hasta más de 600 el año pasado. En realidad estos artículos pasaron todos los filtros de ‘peer review’.

    Existe una página web dedicado al fraude científica/retirada de artículos:   Retraction Watch

    Leyendo algunos casos uno no puede escapar de la idea que entre científicos existen tantos estafadores como en resto de la sociedad, y que un científico no necesariamente es honesto.

    Me parece un reto aplicar este control también a las ciencias históricas.

    Para saber más:

    1. Wetenschapsfraude: de harde cijfers (Fraude científico: las cifras duras).
      EOS Maandblad over wetenschap. Nr. 4 / april 2013: 24-33.
    2. The Office of  Research Integrity
      Con ejemplos muy detallados de fraude científicos, y un caso dramatizado.
    3. Retraction Watch
      Blog con una reputación seria sobre articulos retirados y prácticas fraudulentas en ciencia, con varios artículos al día.

    Blog: Afroiberia

    Blog: http://afroiberia.blogspot.com.es/

    (Gracias Rodrigo)

    El blog trata sobre todo aspectos de la evolución humana, y se centra en el sur de Iberia, pero siempre encaja sus comentarios en una visión global. En realidad el subtitulo resume bien el contenido:
    Una revisión crítica de la Prehistoria y Antigüedad en el Sur de la Península Ibérica

    El autor parece muy al corriente de lo que pasa en el mundo de la antropología humana, y es muy crítico con el circo mediático de Ata Puerca («encontrar tres nuevos especies en un mismo yacimiento es demasiado»).
    Para alguien mediamente interesado en la evolución humana, que quiere enfocar sobre la riqueza de Iberia es este blog un tesoro.

    El autor tiene también una visión particular, defiende a capa y espada la llegada a Iberia del hombre por el Estrecho de Gibraltar, y es un fiel defensor del hombre de Orce.

    Aunque me parece que el autor escribe con autoridad, me molesta un poco la ausencia de referencias bibliográficas.

    Ibero y uralico

    ARTÍCULO

    Eduard Selleslagh-Suykens
    Iberian and Uralic
    Supected Finno-Ugric-like elements in the Iberian language
    (and maybe even Altaic ones)

    Descargable aquí

    Quería aportar un artículo que a mi me parece interesante sobre una visión a gran escala, sobrepasando el territorio europeo, de los raíces del ibero (y también el euskera). Como interesado me da muchas veces la sensación que por el ejemplo el euskera viene de Marte (‘language isolate’). Pocos científicos se atreven a reflexionar cual es su evolución en tiempos prehistóricos. En este sentido la hipotesis de que el pre-proto-euskera es el idioma del refugio glacial durante el Pleistoceno y que tiene bastante en común con los idiomas de otros refugios glaciales de los Alpes, de los Balcanes, del Caucaso, me parece como geólogo atractivo.

    El autor defiende en este articulo una reflexión que va en la mis dirección, y si le hemos entendido bien quiere humildemente fomentar esta línea de investigación sin considerarse un gran experto en los temas tratados.

    En los primeros textos en godo, en el Pater nostrum, aparece la palabra ‘atta’ para ‘padre’, igual que en turco, y evidentemente en euskera como ‘aita’. Como ya indica el nombre de este blog, en Veleia aparece ‘ata’. Si son genéticamente relacionado nos dirán los especialistas, pero parece imposible ser casualidad.
    Dejamos al autor introducir su trabajo:

    Preface

    Much has been – and is still being – written about the ancient language of the Iberians, and even much more about the Basque language. The latter is still largely being considered a language isolate, by some even in a pretty absolute sense, while Iberian is often studied in a context of a possible relatedness to Aquitanian – which is almost universally accepted to be a precursor of historic Basque.
    Great progress has been made in both fields over the last 50 years. While Basque studies have reached a certain maturity – except on the question of its origins, Iberian studies have almost come to a standstill (which doesn’t keep people from writing a lot about it) due to a lack of more inscriptions, and especially the lack of true bilingual ones: it often looks like the discipline is waiting for a ‘Rosetta stone’ while not much more by ways of lexicon or structure, let alone grammar, can be extracted from what is available.
    On the other hand, Basque studies are being hampered by non-linguistic, mainly nationalistic preconceived ideas that Basque’s uniqueness cannot be doubted and that any attempt to relate it to other languages is tantamount to sacrilege. A prejudice strengthened by the failings of classic ‘vasco-iberismo’ and other ‘vasco-xyz-ismos’.

    In a certain sense, this paper is a plea for widening the horizon in different ways: first, to get rid of prejudices and look at a wider linguistic context, second, to take into account historical, demographic, geographic, climatologic and other useful data, not necessarily the proven ones, but also the hypothetical and plausible, that provide a framework for the wider linguistic context.

    I am well aware of the fact that sticking one’s neck out this way may be risky for established professionals with an academic reputation at stake. This is why I, as a non-professional linguist, want to present these ideas, however unproven or unprovable for the time being they may be, in order to get specialist researchers to consider more adventurous avenues of investigation, without falling in the trap of the ‘miracle translators’ of Iberian like J. Alonso García, J.L. Román del Cerro and others who firmly believe in ‘vasco-iberismo’ and stretch it far beyond the core of truth it likely contains, besides demonstrating an absence of insight in historical linguistics. A special case is that of Paul Arnold, who recklessly used modern Basque (with Latin-derived loanwords included) to ‘translate’ Cretan Linear-A texts: I mention this because it cannot totally be excluded that Linear-A texts might be in an Iberian-like language, because Crete is on the presumed migration path of the Iberians. If so, this would be another case of far overstretched and misunderstood ‘vasco-iberismo’, in addition to lack of knowledge of the Basque language’s known history.

    The method I propose is based on the idea, on which I lay no claim of originality, that language evolution has to be seen as a network phenomenon that is not just linguistic but also human (migration, conquest, contact, mixing, …) and that the pure genealogical tree model needs lots of rather drastic improvements, as demonstrated e.g. by Germanic. The application to the context at hand is exposed in 1. Introduction and 2. Underlying hypothesis.

    As to ‘proving’ the resulting ideas/theses put forward in this paper, suffice it to say that, strictly speaking, working hypotheses don’t have to be proven, only that it is sufficient that they cannot be disproved. – and that wouldn’t be a small feat in this case.

    The general approach of this article is to paint a wide panarama with broad brush strokes, entering into details only here and there, whenever needed to underpin its plausibility. At the same time it is an invitation to all to fill in the gaps and/or provide more or better evidence, or come up with alternatives.

    El grafito del signo matemático de implicación de Iruña-Veleia

    Isabel Velázquez (pág. 16): “Uno de los signos más sorprendentes es el signo matemático de “implicación”. => Procedente formalmente del signo =, no se documenta gráficamente hasta época moderna. Como es sabido el signo matemático de igualdad fue ideado por Robert Recorde en 1557 y sólo popularizado a partir del s. XVIII. La inmensa mayoría de los signos matemáticos son modernos, pero en el caso del de implicación no se usa de forma habitual hasta el mismo siglo XX (por Barbouki). Resulta ejemplificador el grafito nº 11422, cara A (sector 5, cerámica común), donde puede leerse II=E de dos barras):

    ANQVI / SIIS ET VE- (signo de separación de palabra a final de línea) / NVS =>
    ENE / AS ET CRE / VSA => IVLIO (impensable, además, esta forma por Iulius).” 


    Ecce signum:
    Nº 11422 : (sector 5) (Cara A): ANQVI / SIIS ET VE / NVS => ENII / AS ET CRII / VSA => / IVLI / O

    “Téngase en cuenta que en la Antigüedad existe en las inscripciones un signo similar al de igual =, pero es una abreviatura para indicar sextans que aparece profusamente en los grafitos de la Graufesenque (la mayoría de época julio-claudia y flavia), combinado en ocasiones con S, abreviatura para semis. Pero estos signos están dentro del sistema gráfico de cifras y cantidades y nunca se pueden confundir ni con el modelo alfabético ni con otro tipo de valores.”

    ¿Seguro? ¿“Nunca se pueden confundir ni con el modelo alfabético ni con otro tipo de valores”? Que se sepa, el signo =, aparte de ser empleado como valor numérico para el sextante o la sexta parte [de un as], también era utilizado para sustituir al verbo esse (ser, estar), como puede comprobarse en las Notas Tironianas y como admite Joaquín Gorrochategui (pág. 11):


    “Este signo es totalmente desconocido para mí en la epigrafía latina. En el texto tiene el sentido de “engendra”, “genera”, y está por tanto en lugar de la forma verbal. Sabemos que, aparte de los pocos signos de puntuación (de los que hemos hablado brevemente), había también algunos signos prosódicos, que empleaban los editores de 

    textos, para marcar las pausas y las partes de los versos, pero ninguno de ellos se parece a nuestra flecha doble en su forma y mucho menos en su función. Ésta es la de suplantar al verbo, como si de una “nota tironiana” se tratara. Pero si pensamos que la noción de “genera” tiene evidentes relaciones con la de “implica”, concepto básico en la lógica de predicados, para el cual utilizan precisamente este signo => ( a la vez que ⊃), entonces queda bastante aclarado el origen del signo: en la lógica formal de finales del s. XIX y comienzos del XX”.


    Como también la misma Isabel Velázquez reconoce, en los grafitos de la Graufesenque (siglos I-III d.C.) aparecen paréntesis y aparentes signos matemáticos de igualdad: el signo (I ) indica el número 1000 -de donde procedería el signo D (500), que es la mitad derecha del (I )- ; el doble signo de igualdad (==) indica un triens (tercio o tercera parte), igual a dos sextans o cuatro onzas, y el signo S= indica un bes o semis -como informa Velázquez- más un sextans u ocho onzas, según el libro Les Graffites de la Graufesenque de Robert Marichal y como se puede observar en este grafito de la Graufesenque:




    La relación lógica y necesaria que Gorrochategui establece entre los significados de “engendrar” e “implicar” para llegar a la conclusión de que a partir del uso matemático empleado para la representación de la implicación se puede descartar cualquier otro existente para este signo es desconcertante, si es que es ése el único argumento o el argumento fundamental que sostiene para considerar falso -o al menos datable sólo a partir del siglo XIX- este grafito.


    Cuando el comisionado afirma que ninguno de los signos prosódicos existentes en la Antigüedad «se parece a nuestra flecha doble en su forma y mucho menos en su función» no está siendo exacto: como él mismo dice, esa función es la de suplantar al verbo, como si de una “nota tironiana” se tratara. Se refiere a la nota tironiana (sistema antiguo taquigráfico) consistente en el signo = que se utilizaba para sustituir al verbo esse (“ser, estar”). Luego resulta ambiguo en su valoración sobre este signo hallado en Iruña-Veleia, pues admite la existencia de esos signos tironianos, uno de los cuales, cuya forma es prácticamente igual a la del signo de este grafito, realizaba la misma función que la doble flecha de Veleia: sustituir un verbo; no obstante, llega a la conclusión de que el signo es indudablemente moderno ya que es igual al actual de la implicación matemática. Es decir, que a sus palabras “ninguno de ellos se parece a nuestra flecha doble en su forma y mucho menos en su función”  habría que darles un giro para convertirlas en “el signo tironiano = se parece a nuestra flecha doble => tanto en su forma como en su función”, si es que se quiere atender a la verdad y a los datos. 



    En el informe de Ciprés y Santos Yanguas (págs. 41-42) también se identifica este signo con el moderno matemático de implicación: 

    “En la UE 51144 del sector 5 se localiza el grafito nº 11422, en el que destaca, sorprendentemente, la presencia en su cara externa de dos flechas dobles de un solo sentido, que por el propio contenido del texto (ANQVI/SIIS ET VE/NVS => ENII/AS ET CRII/VSA => IVLL/O) debemos identificar con el signo de implicación, habitual hoy en día dentro de la lógica matemática para indicar “implica”, “si…entonces…”, “por lo tanto”. En la historia de la notación matemática, la doble flecha aparece muy tarde. Como tal símbolo está ausente de la obra A History of Mathematical Notations de F. Cajory, publicada entre 1928 y 1929, donde hace una revisión de la evolución de la notación matemática desde la Antigüedad. Parece que la primera vez que se documenta es en la obra Théorie des ensembles de N. Bourbaki, un seudónimo con el que se denomina a un grupo de matemáticos franceses vinculados con l’École Normale Supérieure (París), que se crea en los años treinta del siglo XX y cuyos planteamientos de 

    un mayor rigor en la matemática han tenido una gran repercusión en el desarrollo posterior de esta disciplina”.



    A priori, también los expertos epigrafistas consideran que la doble flecha sólo puede provenir de la simbología matemática según la cual significa “implicación”, en lo que encuentran un argumento para ellos sólido con el que descartar automáticamente y sin más búsqueda de paralelos que este grafito haya sido realizado antes del siglo XX.

    El hecho de que no esté presente en la primera obra que los expertos citan no parece tampoco un argumento de peso para considerar imposible su uso en el siglo III, pues a menudo los manuales recogen generalidades y no casos únicos o hápax de éste o aquel fenómeno, como bien podría ser el caso de la doble flecha en este óstracon. La ausencia de paralelos documentados no implica (no =>) falsedad o falsificación, pues de ser así no existiría el término griego hápax (unicum en latín) que alude precisamente al concepto existente de la exclusividad de una palabra documentada una sola vez.

    De todos modos, aunque no esté documentada otra doble flecha exactamente igual a la de Veleia o con esa traducción por “engendrar” que nada tiene que ver con la implicación matemática, sí existe documentación acerca de signos muy parecidos, como se ha dicho a propósito del signo =.

    Así lo reconoce la propia Isabel Velázquez en el párrafo siguiente:
    “Otro tanto ocurre con la presencia de flechas con el vértice hacia abajo: . Es una forma que suele aparecer en las inscripciones arcaicas para indicar el número 50:L, junto a otras formas similares como el de una T invertida (⥿), que son diferentes ejecuciones de la letra L con valor numérico.” 

    Así que ella admite que los romanos conocían la flecha y la empleaban. La posibilidad de atribuir a un signo conocido -sobre todo si es arcaico y por tanto se ha quedado obsoleto– otro valor nuevo diferente debido a unas exigencias de un determinado guión en un momento determinado está ahí y no debería ser descartada sin un previo estudio científico al respecto. Es lo que ha pasado, por ejemplo, con la arroba: @, que procede de la preposición ad, «hacia». Otros signos antiguos han seguido empleándose hasta hoy: el inglés sigue utilizando &, que es la abreviatura tironiana  de et  «y».


    “Puede añadirse igualmente una representación similar al símbolo de infinito: ∞, que es una deformación de la letra M con valor numérico de mil y que, junto a otras formas diversas, como ((I)), se pueden ver en inscripciones arcaicas. Sin embargo, el uso del símbolo = con valor de “igual” o el de ∞, con valor de infinito, son creaciones modernas, no necesariamente inspiradas en lo formal y, sin duda, desvinculadas en lo funcional de estos signos antiguos”. 

    (¿Quién habló de un símbolo del infinito en Iruña-Veleia? ¿quién dijo que la doble flecha en este grafito significa «igual»?

    (…)


    La doble fecha aparece dos veces en este grafito con un evidente significado de “engendrar”, como bien dice Gorrochategui, o de “indicar la descendencia”, en 

    palabras de Ciprés y Santos Yanguas. Para la mayor parte de los falsistas ha sido desde el principio un motivo de gran peso para considerar falso el conjunto de hallazgos excepcionales de Iruña-Veleia.


    Hemos visto que en el sistema taquigráfico antiguo conocido como las Notas Tironianas el signo = (muy parecido y según Isabel Velázquez el origen de la doble flecha) tiene la función de sustituir al verbo esse. Por tanto, ¿por qué sería imposible que el signo => estuviera siendo utilizado como sustitución del verbo “engendrar” en este grafito?


    Idoia Filloy (págs. 61-64) adjunta en su informe imágenes de similares flechas decorativas que aparecen también en otras inscripciones fuera de Iruña-Veleia, demostrando que efectivamente el signo de la flecha simple ya era conocido y usado por los antiguos romanos, y recuerda también que la flecha está presente asimismo entre los caracteres etruscos e íberos, siendo un signo gráfico empleado profusamente -no sólo por los romanos- y conociéndosele además en la Antigüedad -a uno muy similar (=)- la función sustitutiva de una palabra -concretamente un verbo, esse-.


    “En la segunda cara o cara B de este mismo grafito 11422 se presenta también otra serie similar a la de la cara anterior: ENEAS / ET LAVSIV/A ARCANIO / I CESAR. Los errores en los nombres no se deben a confusión fonética o vulgarismo, sino a desconocimiento en el caso de LAVSIVA por Lauinia y, en todo caso, confusión gráfica de ARCANIO por Ascanius. En cualquier caso debería haber acabado en -VS” (Isabel Velázquez, pág. 17).


    Ecce nomina:

    Nº 11422 : (sector 5) (Cara B): ENEAS / ET LAVSIV/A ARCANIO / I CESAR


    «Estos errores unidos a formulaciones inexistentes en la Antigüedad evidencian un desconocimiento de la historia y de la mitología antiguas por parte del o los artífices de los graffiti. (…) Los errores en la transmisión de nombres relacionados con la mitología y con los orígenes de Roma, como queda claramente reflejado en la pieza nº 11.422, cuyos graves problemas de cronología hemos señalado. En ella el grabador recoge la doble tradición sobre la ascendencia de los Julios, con los matrimonios de Eneas con Creusa y Lavinia; sin embargo separa los nombres con los que la tradición denomina al hijo de Eneas, Iulo y Ascanio, convirtiéndolos en dos y asignando uno a cada matrimonio. Además denomina a Lavinia y Ascanio como Lausiva y Arcanio, antropónimos inexistentes en toda la latinidad. 


    Como bien dice Isabel Velázquez, los errores de los nombres Arcanio y Lausiva no parecen responder a una forma vulgar de los clásicos Ascanio y Lavinia. 

    Más bien apuntaría a un olvido de dichos nombres, en la línea de aquello de que tales errores «unidos a formulaciones inexistentes en la Antigüedad evidencian un desconocimiento de la historia y de la mitología antiguas por parte del o los artífices de los graffiti». De hecho, hay otro grafito veleyense (nº 11139, sector 5, UE 51144) en el que se menciona a Ascanio en la forma JVLIO A. («abreviatura de todo punto imposible» para Isabel Velázquez): el que se evitara escribir el nombre entero recurriendo a la abreviatura, ¿podría tener que ver con no recordar, tampoco en este caso, el nombre de Ascanio?…



    …de modo que tal vez estudiarían esos conceptos: el grafito menciona una cuestión incógnita al modo de la homérica. Iulo y Ascanio ¿eran dos personas diferentes, hijos de Eneas y de diferentes madres? ¿O Eneas tuvo un solo hijo cuyo nombre era Iulo Ascanio? 

    Esta cuestión, sin respuesta clara ni siquiera en la Wikipedia, estaba ya en el aire en la Antigüedad al parecer: 

      “[1,3] Su hijo, Ascanio, no tenía la edad suficiente para asumir el gobierno, pero su trono permaneció seguro durante su minoría. En ese intervalo – tal era la fuerza de carácter de Lavinia – aunque una mujer fuese la regente, el Estado Latino, y el reino de su padre y su abuelo, se preservaron intactos para su hijo. No voy a discutir la cuestión (pues ¿quién pudiera hablar con decisión sobre una cuestión de tan extrema antigüedad?) de si el hombre que quien la casa Julia proclama, bajo el nombre de Julo, ser su fundador, fue este Ascanio o uno más antiguo que él, nacido de Creusa, mientras Ilión aún estaba intacta, y después de la caída compartió la fortuna de su padre.” (Tito Livio, Ab urbe condita 1.3.)

    La pieza veleyense recoge ambas genealogías, una en cada cara: Eneas con Creúsa y Eneas con Lavinia. 


    «Lo que no resulta admisible es I por ET, se trata de la conjunción copulativa castellana, escrita, además, con una grafía inusual en I latina” (Isabel Velázquez, pág. 17).


    ?!

    Cuesta vislumbrar el motivo por el que la profesora no entiende, sin complicaciones innecesarias, I CESAR  como la abreviatura de Iulius [Cesar], primera lectura que a cualquiera se le ocurriría: sea quien sea quien fue Iulo, si fue también Ascanio o si éste fue un hermanastro habido con otra mujer distinta de su madre genética, Iulo fundó -según la leyenda- Alba Longa a pocos kilómetros de Roma, de donde procederían generaciones más tarde los gemelos Rómulo y Remo -más que hijos del dios Marte, unos criminales bandidos prófugos de la justicia junto con una caterva de secuaces, según las malas lenguas más que la leyenda- descendientes de Iulo y por tanto también de Eneas. Iulo daría su nombre a sus descendientes: los miembros de la gens patricia Julia, todos los Iulius. Por eso, también de Julio César, cuya presencia en este grafito sería coherente al final de la genealogía recogida.

    Si ésos son los argumentos, en fin, que la comisión esgrime para hacernos creer que el grafito nº 11422 es falso, 


    entonces seguiremos pensando que el grafito es auténtico hasta que se demuestre verdaderamente lo contrario: in dubio pro reo ; * que efectivamente el grabador que lo realizó no recordaba correctamente los nombres -para él palabros– de Ascanio y Lavinia y escribió por ello incorrectamente Arcanio y Lausiva, *que al menos en Iruña-Veleia empleaban el signo de la doble flecha para significar «engendrar» y * que en el siglo III los «nominativos» temáticos terminaban en o en la lengua hablada.