Si podemos extender el concepto de Ama Ata hacia tiempos más remotos que la venida de los homínidos a la tierra, os anunciamos una excursión muy interesante al flysch entre Deba y Zumaia. En este trayecto se obtiene una buena idea del concepto tiempo: si aceptamos que en esta época la sedimentación en el mar profundo de las cuales las rocas allí son los testigos era más o menos con la velocidad del polvo en el desván (1 mm por siglo), podemos pasear por los estratos como un libro que nos cuenta su historia, pero también nos da una idea del paso del tiempo, y lo que representa un millón de años.
En la sección que abarca este paseo millonario también se encuentra la capita de arcilla con polvo de un meteorito de 10 km que cayó en la península de Yucatan (NE de México) hacia 65.000.000 de años y terminó con todos los animales terrestres de más de 15 kg (con excepción de los cocodrilos), y evidentemente con el reinado de los dinosaurios, de los cuales únicamente su variante volador, los pájaros han sobrevivido.
11 de mayo 2013 9:00 delante de la Officina de Turismo Deba paisvasco@icog.es 944 431 182
Organizado por el Colegio de Geólogos para promover la geología.
Euskeraren Jatorria Elkarteko Ikerketa Taldeak Lakarraren aitzineuskeraren teoria zalantzan jartzeko argudio pilo bat jaso dituen txostena prestatu du eta argitaratzen hasi da bere webgunean. Honekin, badira, dagoeneko, hiru txosten, Josebarren teoriaren hutsune nabarmenak agerian jarri dituztenak:
Euskeraren Jatorriaren Txosten berri hau apurka-apurka argitaratzen joango gara, edukia ondo azaltzeko. 19 atalburu ditu eta, arlo asko aztertu ditu.
Gogoratu beharra dago Euskaltzaindiak Lakarrari Hiztegi Etimologiko eta Historikoa egiteko agindua eman ziola 2009an, Iruña-Veleian zientziaren aurkako jarrera hartu eta gero (Eliseo Gilek eskatutako dataziorik eta kata kontrolaturik ez onartzea, auditoria bat egitearekin batera, ostrakak egizkoak ziren ala ez jakiteko geratzen zen bide bakarra).
Beraz, Euskaltzaindiak Lakarraren teorian oinarritutako hiztegi etimologikoa egiten badu, euskeraren jatorrian urratsak eman beharrean, atzerapausuak emateko arriskua dago, txostena irakurri ondoren ikusiko den moduan.
Sobre el Diccionario Histórico y Etimológico Vasco
0. Introducción
Entre los diversos proyectos en los que trabaja Euskaltzaindia desde hace tiempo, uno de los más importantes, aún en preparación, es el que tiene por objetivo elaborar un diccionario etimológico de la lengua vasca. Hablamos de una obra largamente demandada por todo el mundo euskaltzale, ya que los estudios etimológicos son esenciales en las investigaciones acerca del origen del idioma, y por el momento no disponemos de una obra construida en base a los criterios de máxima calidad y rigor científico que se exigen en la actualidad.
Ceacia es hilandera. Contogatos es un artista celta. Caecilia puso el nombre de su hermana Paula a su segunda hija, y a su vez Paula espera una hija -su primogénita- a la que llamará Dalia. Víctor, el marido de Caecilia, es un emblema en la ciudad. A su hijo Víctor le encantan los barcos y Lidia acaba de cumplir once años. Todos ellos viven en Iruña-Veleia. Corre el siglo III.
“Otro uso completamente anómalo es el de la flecha para indicar que el texto continúa en otro lugar, como llamada de atención. Así aparece en una fusaiola, nº 10953 (sector 5) donde se lee CONTOGA en la corona con una marca de flecha dirigida al borde, donde se ha escrito “TOS” como final de la palabra, por tanto, de esta palabra contogatos. Por lo demás, el texto resulta apenas comprensible: CONTOGA[TOS (en el borde marcado por la flecha)] AT (espacio vacío) CIIACIA MIIA (Ceacia mea?, ¿tal vez por Caeci<li>a mea, como se lee en otras piezas?)” (Isabel Velázquez, págs. 17-18)
Que el uso de una flecha para indicar dirección de lectura sea poco frecuente o raro en la epigrafía antigua no significa necesariamente que sea anómalo. La flecha es una herramienta de prácticamente tanta antigüedad como el ser humano que aparece profusamente dibujada en las pinturas rupestres del arte prehistórico, y siempre se mueve en la dirección que apunta su vértice. Por tanto, no debería parecer extraño o anómalo un uso tal de este signo. Además, no parece tratarse tanto de una flecha como de un guión que une CONTOGA y su continuación -TOS escrita en el borde de la pieza, por lo que no puede apreciarse en la fotografía. ¿Sorprendería tanto como una flecha el uso de un guión para indicar dónde continúa una palabra que está dividida? (La cuestión de la flecha se trata en el post http://www.amaata.com/2013/03/el-grafito-del-signo-matematico-de.html)
El texto inciso sobre esta fusaiola de arcilla cocida no nos parece que sea apenascomprensible: AT. CIIACIA . MIIA . parece querer entenderse como “para mi Ceacia”, y Ceacia a su vez podría corresponder al nombre femenino Caecilia que aparece como Ceacilia en otros grafitos de Iruña-Veleia:
Sabido es que el diptongo ae ya desde probablemente el siglo I a.C. se pronunciaba /e/,
por lo que debemos considerar este error ortográfico una hipercorrección en donde se ha pretendido escribir la grafía conservadora del ya monoptongado e y se ha hecho invirtiendo el orden de las vocales. Es comprensible que el nombre que sonaba Cecilia fuera escrito con el comienzo Ce-, y al mismo tiempo el desconocimiento del origen ae de esa e sería un dato interesante para nosotros, en el sentido de que podemos intuir muy lejana ya en el tiempo la grafía del diptongo completo en la epigrafía doméstica y entre personas de no demasiado nivel cultural o no precisamente eruditas al menos.
Un caso de hipercorrección idéntico de cambio de orden de las vocales (ea por ae) en el antropónimo Caecilius nos lo muestran también dos inscripciones registradas en Epigraphik Datenbank:
Publicación: CIL 06, 03581 = AIIRoma-10, 00149d – Provincia: Roma – Lugar: Roma
D(is) M(anibus) / M(arcus) Ceacilius M(arci) fil(ius) Roga/tianus mil(es) et Claudiae / Severae co(n)iugi et fili(i)s / et filiabusque et nepoti/busque eorum et posteris/que eorum et libertis libertabusque
Idoia Filloy (pág.71), respondiendo a Ciprés y Santos Yanguas, quienes también sospecharon la falsedad de esta pieza incluyéndo el nombre Ceacia en la lista de nombres no documentados o poco frecuentes de su informe, plantea la hipótesis -y bien hace- de que Ceacia pueda tratarse de un unicum de raíz latina, y también apunta la posibilidad de que no esté incorrectamente escrito por Caecilia aún siéndolo, sino que debido a la falta de espacio epigráfico no se llegaría a escribir entero, lo cual es habitual en la epigrafía doméstica romana:
“No hay que descartar que dado el poco espacio disponible para el desarrollo de la frase, el nombre Ceacia esté abreviado y corresponda quizás al de Ceacilia”.
En cuanto a la apenas comprensible sintaxis, probablemente Isabel Velázquez no ha considerado la posibilidad de que AT corresponda a la preposición de acusativo ad, por un lado porque presenta la final T y por otro porque ella esperaría que el complemento indirecto “para mi Ceacia” estuviera declinado en dativo, al más puro estilo del latín clásico, pues es siempre desde este latín concreto -al igual que otros miembros de la comisión científica- desde el que evalúa siempre la corrección y la gramaticalidad de los textos de los óstraca de Iruña-Veleia.
El latín, empero, no es la momia literaria embalsamada en el siglo I a.C. que se enseña a los alumnos de letras y que en los exámenes de selectividad se reduce -una pena- a las batallitas de Julio César: la latina es una lengua intrépida y creativa de muchos siglos, y si consideramos que sigue viva y recibiendo léxico actual como computatrix para decir “ordenador”, entonces es una lengua de casi treinta siglos ab urbe condita.
En el latín vulgar del siglo III “para mi Ceacia” no sería un dativo Ceaciae meae, sino una forma evolucionada de acusativo con ad: ad Ceaciam, en donde la –m final ya no se pronunciaría (desde probablemente el siglo I d.C.), de modo que no es sorprendente encontrar la forma Ceacia:
“El dativo de atribución y el genitivo de posesión han corrido una suerte especial que desembocaría en su eliminación (menos en rumano). El dativo alternaba, desde Plauto, en función de complemento indirecto, con el giro ad + acusativo, al principio con diferentes valores: en vez de la construcción normal dare alicui, se lee, por ejemplo, en Plauto Capt. 1019 hunc ad carneficem dabo “entregaré a este hombre al verdugo”, Epid. 38 ad hostis exuvias dabit “abandonará los despojos al enemigo” (donde no hay, ciertamente, idea de movimiento); con los verbos “decir”, “anunciar”, etc.: Cic. Verr. 3, 101 cum haec ad eum adferrentur, Hor. Sat. 2, 6, 90 tandem urbanus ad hunc…inquit. Por fin, la diferencia entre las dos construcciones se esfuma por entero en latín tardío: Greg. Tur. Franc. 10, 9 miserat ad eum obviam…clericos; ibid. 2, 3 ad episcopum aiebat”.
(Veikko Väänänen, Introducción al latín vulgar, págs. 200-201)
Väänänen añade a continuación: “Además, el giro preposicional era un cómodo expediente cuando se trataba de nombres propios exóticos (indeclinables), como sucedía mucho con los nombres bíblicos, lo cual ha tenido que favorecer el uso de la expresión analítica: dixit ergo ad Ioseph, locutus est Deus ad Noe, etc.”
Teniendo en cuenta que entre los hallazgos excepcionales veleyenses han aparecido numerosos grafitos con nombres bíblicos, podemos deducir que el contexto cultural de Iruña-Veleia favorecía el uso de la expresión analítica y que AT CIIACIA MIIA podría claramente significar “para mi Ceacia” sin que la traducción sea, como Velázquez dijo, apenas comprensible. Como queda justificado tras la cita de autoridad de Veikko Väänänen, la traducción “para mi Ceacia” no sería en absoluto descabellada. Tan sólo presentaría una preposición ad con final T que tampoco debería escandalizar, dado que ambas consonantes pertenecen a la misma articulación en cuanto al lugar en que son pronunciadas -ambas son oclusivas dentales-, por lo que la confusión de una por otra entra en el repertorio de fenómenos fonéticos universales más extendidos y comunes.
“Los dobletes ad / at, apud / aput parecen haber coexistido desde época muy antigua, sin que podamos determinar una repartición estricta desde el punto de vista de la fonética sintáctica. Quintiliano, Inst. 1, 7, 5, se apresura a constatar, a propósito de ad / at, que “la distinción entre ad con d como preposición y at con t como conjunción es observada por muchos”. Lo mismo sucede con apud / aput, siendo la segunda forma frecuente en las inscripciones y en los manuscritos desde la Lex Iulia municipalis de las tablillas de Heraclea (del año 45 a.C.), donde se lee aput forum, aput exercitum. Por lo que toca a la consonante final de ad, et, aut y quid, hay que suponer, para el románico primitivo, una dental sonora (constrictiva con toda probabilidad) delante de vocal, mientras que delante de consonante ha habido o bien asimilación o bien reducción a muda: cf. it. a Pietro [app-] – ad Adamo; e tu ed io “y tú y yo” (este último uso no es, en verdad, observado con demasiado rigor); asimismo en a.fr. en la Vie de saint Alexis: ad un conte, e justice ed amur; quid > a.fr. que y qued (facultativo delante de vocal)”.
(Veikko Väänänen, Introducción al latín vulgar, págs. 132-133)
En las bases de datos epigráficas, por otro lado, existen muchos ejemplos de AT por ad (presentamos dos):
CIL 04, 02013 (p 214); EDCS-28800599; Latium et Campania / Regio I (Pompei): Ni{y}c{h}erate v/ana succula / qu(a)e amas / Felicione(m) / et at porta(m) / deduc<i=E>s / illu<d=C> / tantu(m) / in mente / (h)abeto
OBuNjem 00015; EDCS-34800180; Africa proconsularis (Abu Nujaym / Gholaia): VIII Id(us) Octob(res) n(umerus) LVIIII / in his |(sesquiplicarius) I [3] / proculcator [3] / optio [I] / a<d=T> porta(m) [3] / ad signas [3] / ad praeposit[um 3] / de spec(u)lis [3] / ad balne[um 3] / missi a[d 3] / (a)eg[ri
Quedaría por explicar el extraño nombre CONTOGA-TOS. Velázquez no parece haberse molestado demasiado en investigarlo, pues nada más dice al respecto del texto de esta fusaiola que sin embargo le resulta apenas comprensible. Tampoco Gorrochategui le dedica interés, pues no la menciona en su informe.
Héctor Iglesias, por el contrario, sí se ha informado, y dice (pág. 64)
que se trata de un antropónimo celta compuesto de dos elementos, conto– (“cien” – cf. latín centum-) presente en los nombres Contobouiouindillus, Contumeliosus, Contucianco, etc, recogidos por Delamarre en Nomina Celtica Antiqua Selecta Inscriptionum (pág.73), y el antropónimo Cattos “gato” existente en abundante antroponimia céltica (Cattus, Abucatos), de donde Contogatos significaría “cien gatos” y aparecería en este verticillus bajo una variante tardía con sonorización de la oclusiva sorda intervocálica. No pierde ocasión Héctor para remitir a las páginas 56 y 57 y 104, 105 y 106 de la Introducción al latín vulgar de Veikko Väänänen en busca del argumento de autoridad que dará su visto bueno a la hipótesis, ya que éste muestra cómo ya en Pompeya se encuentran casos de sonorización de las sordas intervocálicas (Pagatus por Pacatus).
Otro significado posible del indoeuropeo *konto– sería “punta, dardo”,
elemento presente en antropónimos célticos como CONTVCIVS y CONTVCIANCO (CIL II, 3120) (Francisco Villar / Blanca Prósper, Vascos, celtas e indoeuropeos, pág.223)
El nombre puede hacer pensar asimismo en el adjetivo latino contogatus, que significa socius, sodalis, qui toga pariter utitur, o “compañero de toga”, pero la terminación en –os para el presumible nominativo escaparía al esperado –o del latín vulgar que encontramos en los grafitos veleyenses y al clásico –us, presentando un aspecto de aparente acusativo plural que sí seguía operativo en el latín tardío y que ha sobrevivido hasta nuestros días en el plural temático, o bien de una forma de masculino en –os, como Marcos.
Contogatos sería, pues, tal vez un hombre celta -no el único en Iruña-Veleia: recordemos a Deidre, a Riamo y a tantos otros de nombre asimismo céltico- que grabó la inscripción para su Ceacia y además la firmó en una fusaiola para el huso de hilar de ésta (por ejemplo). Sabemos gracias a este grafito, podemos decir, que existió una mujer o una niña llamada Ceacia -o Ceacilia o Caecilia- en Iruña-Veleia que hilaba y por la que sentía algo bonito nuestro Contogatos, a juzgar por el esmero de la inscripción. Contogatos pudo ser su padre, su marido, su amante, su amigo. Por lo que no estaría de más conjeturar -sólo como posibilidad- que tal vez Ceacia -y no Caecilia- podría ser un antropónimo céltico también, femenino, poco o no antes documentado pero no por ello inexistente ni mucho menos falso. Sería simplemente un tema investigable y estudiable.
En la pieza nº 12046 de la cual hemos visto la fotografía porque en ella aparece el nombre CIIACILIA, ésta aparece dibujada junto a un tal VICTOR. Pocos datos más tenemos para indagar en la relación entre Contogatos y Caecilia / Ceacia, que parece más unida a Víctor -o al menos en algún juego de niños tan sólo, tal vez: no sabemos si se trata realmente de un árbol genealógico- que al detallista Contogatos.
Quizás Ceacia no era sólo la Ceaciliade Contogatos: también pudo Víctor considerarla su Ceacilia. Apuntamos la posibilidad inspirándonosla la pieza nº 11075 en la que se lee sobre el cuello de una botella VICTOR / XI OPT / MEA:
“Víctor para mi la mejor de once años”. Evidentemente se trata de una mera propuesta imaginativa y empática para con el grabador de un texto de dudosa traducción, en donde el adjetivo superlativo optim(¿a?) está incompleto y el numeral XI resulta de difícil interpretación. Hemos entendido -o decidido entender con tal de avanzar- que Víctor es quien dedica la botella, quizás como regalo de cumpleaños, a alguien -el posesivo MIIA delata el género femenino-, a quien llama “la mejor”, en el día en que cumplía once años (XI). (Por ejemplo). El que optima (por un más clásico optimae meae en dativo clásico, cuya forma asimilada a la de acusativo ha perdido ya la –m final) esté abreviada no debe resultar en absoluto sorprendente en la epigrafía romana. Está bien documentado.
Víctor podría ser el padre, el hermano, el primo, el amigo, el vecino, el maestro, el enamorado de esa “la mejor” de once años. Que, por qué no, podría ser Ceacia (o Caecilia), pues en la pieza nº 12046 la vemos casi de la mano de Víctor: desde luego forman pareja.
De modo que ¿quién es el Víctor para quien Caecilia sería “su la mejor”? El padre, presumiblemente. Observemos de nuevo la pieza nº 12046 (la ocasión lo merece):
(sector 5): TITO-PAVLA – CIIACILIA-VICT / IA / IDIA PAV / VI
Parece obvio que CIIACILIA (Caecilia) y Víctor son pareja, pues aparecen juntos, al igual que Tito y Paula, mientras que debajo de ellos hay otros dos grupos, uno de dos personas de las cuales desconocemos los nombres y otro de tres personas o personitas (por su caracterización aparentan ser menores de edad que los demás) llamadas ¿L-IDIA?, ¿PAV-la también, como la que podría ser su tía? -nótese que una línea une a Paula y a Ceacilia– y ¿VÍ-ctor el hijo (VICTOR FILIO de la pieza nº 12043)?
Si el regalo de la botella inscrita lo realizó Víctor padre y era para Caecilia, como hemos planteado hace un instante, entonces XI no debe estar indicando la edad puesto que Caecilia y Víctor parecen ser padres de tres hijos, si hay que entender como un árbol genealógico este dibujo. Y nuestra fantasiosa propuesta de traducción de texto VICTOR XI OPT MIIA simplemente se esfuma de la imaginación.
Si el regalo de la botella inscrita era para la hija de Víctor, entonces “su la mejor” es Lidia o Paula. Si observamos en detalle la pieza, veremos que Lidia es mayor que Paula y que Víctor hijo es un niño muy pequeño. Tan pequeño como para no haber sido él quien realizó la inscripción en la botella para su hermana de once años, pues él tendría menos
de once y las letras grabadas sobre la botella denotan un autocontrol y un dominio del pulso y la fuerza bastante considerables.
Así que aquel hombre llamado Víctor regaló a su hija de once años en el día de su cumpleaños una botella en la que grabó “Víctor a su la mejor de once años”, en donde se sobreentiende que optima acompaña al omitido por obvio -para ellos dos- filia. Si era “su la mejor”, nuestra intuición nos dice que ella era la primogénita Lidia. (De modo que Paula tendría nueve o diez años -en el dibujo parecen bastante seguidas- y Víctor ocho o nueve o menos).
¿A dónde queremos llegar con todo esto? (!)
¿Quién era la Ceacia de Contogatos?
Si Ceacia y Ceacilia son la misma mujer, entonces nos tememos que los siglos y la arqueología han descubierto que Víctor no era el único hombre en el corazón de Ceacilia. Contogatos, el celta, el del extraño nombre (el del absurdo nombre “Ciengatos”, diría Víctor), la llama “mi Ceacia”, comiéndose la penúltima sílaba, por cierto, y calculando mal el espacio epigráfico disponible de modo que su última sílaba (-TOS) no le cupo y hubo de grabarla en el borde, chapuza ante la cual se le ocurrió grabar una flecha (o un simple e insignificante guión) para unir la primera parte de su nombre (CONTOGA-) con el final, que quedaba fuera de juego y de la vista del mensaje.
Si Ceacia y Caecilia no son la misma mujer, entonces sentimos haber pensado tales cosas sobre Caecilia sin apoyarnos en realidad en argumento sólido alguno (lo reconocemos, tan sólo queremos agotar todas las posibilidades, o casi todas, entiéndasenos cuando tratamos humildemente y simplemente de hacer ciencia-ficción); sentimos también las molestias que hayamos podido causar al respetable Víctor pater familias de tres hijos o a su memoria y lamentamos asimismo el sanbenito que le hemos atribuido infundadamente a Contogatos de segundo plato. “Contogatos el segundos platos”.
Además, Víctor padre quizás no sólo era un pater familias respetable, sino también venerable, puesto que a lo mejor era un sacerdote, si es que Idoia Filloy (págs. 363-364) está bien encaminada cuando propone la interesante hipótesis de que la palabra PATHER con H de los grafitos veleyenses indicaría ese rango y diferenciaría en la lengua escrita al pather espiritual o pontífice del pater o padre en su sentido biológico.
Y es que en la pieza 12043, en la que hemos leído VICTOR PATHER, patHer aparece con esa H. Víctor sería, entonces, un sacerdote o desempeñaría un papel importante como guía espiritual o algo parecido. Piénsese que estas piezas proceden del sector 5 y no del sector 6: esto es, fueron halladas en el paedagogium y no en la domus ecclesia, con cuyos grafitos presenta notables diferencias, sobre todo de contenido, ya que los últimos son eminentemente judeocristianos en cuanto a su temática y presentan nombres hebreos, mientras que el conjunto del paedagogium es prácticamente romano o -podríamos decir, por crear una antítesis- prácticamente (sólo prácticamente) pagano. Es decir, que no estamos afirmando específicamente que Víctor sea un visionario cristiano como Samuel.
Pudo serlo de Mithra, de Cibeles o (de) la Mater Dea, de Isis o de quién sabe qué secta mistericosotérica de las muchas que proliferaban en los siglos II y III y en adelante en todo el imperio romano. Y tenía un hijo pequeño que se llamaba también Víctor. A quien le gustaban los barcos, como atestigua el que en el grafito 12043 haya uno grabado al lado de él. (¿Sería marinero en Oiasso Víctor hijo?)
Y sentimos, en fin, haber confundido a Ceacia con la mujer de Víctor pather y madre del pequeño Víctor, Lidia de once años y Paula, Caecilia.
No;de ser alguien de este círculo, ésta debe ser la hermana de Caecilia, Paula, la pareja de Tito (vid. nº 12046). Imaginamos que es la hermana de Caecilia y no su madre -están unidas mediante una línea- porque sobre el vientre de Paula aparece escrito DALIA, de lo que se deduce que está embarazada, dato que nos disuade de considerar a Paula la madre de Caecilia.
…Bueno, en realidad lo que queríamos era ponerle cara a Ceacia, sin más. Al menos se la hemos puesto a Caecilia y a su hermana, Paula, si hay que entender el grafito como un árbol genealógico. Y en realidad ambos retratos se parecen ligeramente entre sí (¿?) 🙂
Existen otras cuatro piezas en las que aparece un rostro femenino, pero no proceden del sector 5, como las del círculo de Caecilia y de Víctor, sino de otros sondeos o sectores excavados, por lo que no procedería atribuirlos a quien habitaba el sector 5.
Podemos decir algo a favor del celta Ciengatos -a secas, sin ser el segundos platos- cuya supuesta errata Ceacia no era, entonces, tal, sino que su querida se llamaría realmente Ceacia -tal vez celta también ella, tal vez indígena caristia- y por lo tanto el único error que habría cometido al grabar la inscripción -tarea ardua y costosa- habría sido el humanísimo de, efectivamente, no haber sabido calcular la distancia y el espacio entre las letras ni el tamaño idóneo de éstas de modo que le cupiese el texto que comenzó a grabar en una fusaiola de la hilandera Ceacia:
Contogatos tenía buen gusto y realizó las incisiones de su texto con delicadeza y belleza. No es la primera ocasión en que nos encontramos con un celta de buena caligrafía, si pensamos en Deidre y su curiosa innovadora firma con combinación de mayúsculas y minúsculas:
Es una pena no contar con más textos y vestigios en torno a los ya entrañables Ceacia, Caecilia, Víctor, Lidia de once años, el pequeño Víctor, las dos Paulas, incluso Tito y los otros dos personajes del grafito nº 12046 cuyos nombres desconocemos, y evidentemente es también una lástima no tener más información sobre el misterioso celta Contogatos, quien al fin y al cabo fue el artista del grafito por el que hemos llegado hasta este punto en el terreno de la fantasía (que no de la ciencia, lo reconocemos, pero por la imaginación empieza todo) para poder ahondar más en la pista de estos personajes veleyenses.
Pero antes de quedarnos con las manos semivacías -conformes nos quedaríamos con todo lo que conocemos de Caecilia y Víctor, mas no satisfechos-, podemos intentar avanzar mediante esas mismas vías interpretativas que nos han divertido y que conducen a través de los terrenos de la imaginación. También lo hacemos, reconocemos esto también, porque existen abundantes grafitos entre los hallazgos excepcionales de Iruña-Veleia en los que sólo hay dibujos sin texto que los acompañe (no mostrando por ello ningún problema lingüístico, aunque han sido también metidos en el saco de los grafitos falsificados) que merece la pena que se conozcan. Este hecho, a la hora de reconstruir la vida de Iruña-Veleia en el siglo III, nos referimos a descartar toda la iconografía que habla desde las piezas tanto como los mal escritos –dirán algunos– textos, nos parece lamentable para un espíritu que quiere ser científico, por lo que nosotros queríamos darles un escaparate a esas piezas carentes de texto pero a veces tan elocuentes con la imago per se. Ecce el porqué de traer a colación tantas fotografías de piezas que -sólo aparentemente: estaban en el mismo contexto estratigráfico- no vienen a cuento.
De hecho, hay entre los hallazgos un pondus de arcilla cocida procedente del sector 5 -es decir, otra pieza de telar de hilandera, como el verticillus de Contogatos- que podríamos suponer o querer suponer para avanzar perteneciente también a Ceacia, en cuyas cuatro caras se observan dibujos de figuras femeninas:
¿Realizó Contogatos esos dibujos para su Ceacia? ¿Es Ceacia la mujer representada en ellos? ¿Es Ceacia también la Venus de los turgentes senos de la pieza nº 12110?
Y, pensando en el nombre de Contogatos, nos preguntamos aún: ¿es esta pieza también un regalo de Contogatos para Ceacia, en donde habría dibujado de nuevo a su Ceacia tal y como la evocaba en su imaginacióny en dondesu firma o él mismo estaría debajo de la mesa representado con simpática complicidad por un gato? ¿Lo dibujado a la izquierda y que asemeja a un muro podría ser el telar de Ceacia?
Muchas interpretaciones se pueden extraer de piezas como éstas, en las que la ausencia de texto -que en aquellas que lo tienen suele ser el motivo para que hayan sido consideradas falsas por la comisión científica- abre irremediablemente las puertas a la imaginación y a la especulación más absolutas. En este óstracon en concreto, la jarra sobre la mesa, la mujer yacente y la presencia del gato bien podrían inspirar una escena de brujería, muy común en la época si nos atenemos al cuadro social que nos brinda Apuleyo en su obra El asno de Oro, pero lo cierto y lo que nos interesa recordar aquí es que entre los hallazgos excepcionales de Iruña-Veleia hay cientos de grafitos esperando una investigación que bien merecen y que se les ha arrebatado a nuestro parecer injustificadamente o no suficiente o admisiblemente justificadamente.
En todo caso, en fin, no nos parece que este grafito nº 10953 que realizó Contogatos -fuera él celta o caristio o cosmopolites– presente pruebas fehacientes de falsedad o falsificación si ellas son -para Isabel Velázquez- la flecha para indicar que el texto continúa en otro lugar y la lectura apenas comprensible del texto.
Reflexión sobre la conferencia de José Navarro y el caso Iruña-Veleia
Por Ama Ata
Cuando me enteré de la conferencia del Sr. Navarro, no tenía muchas ganas de verla. Desde 2014 hasta hace más de un año, los informes del IPCE no se alejaban de mi mente, rozando la obsesión, y quería curarme de ellos. Luego, cuando vi la conferencia, comprobé que el señor Navarro sigue intentando vender los mismos errores. Sigue utilizando los mismos trucos demagógicos, porque él mismo sabe ahora en qué se equivocó, aunque por supuesto nunca lo admitirá. Se supone que un investigador de una institución estatal es infalible, como el Papa de Roma. Si se equivoca, lo que afirma sigue siendo cierto. Por supuesto, yo también podría estar equivocado…
Este post no pretende ser un informe científico, y no puede serlo porque nunca he tenido la oportunidad de estudiar las piezas, el señor Navarro sí. Tampoco trato de ser completo. Lo que escribo aquí es una opinión sincera, con diversos grados de certeza que intento indicar.
La pieza 13373 y la controversia sobre las costras
Cuando el Sr. Navarro habla de la pieza 13373 [29:00] con las inscripciones por encima de las costras, y luego muestra una costra cortada por el lado opuesto, me queda la impresión de que nunca pensó en comprobar la ausencia de costras en los surcos del lado izquierdo. Su conferencia sería el momento de demostrar triunfalmente su gran razón, pero, lamentablemente, no muestra ningún detalle nuevo. De ello deduzco que, o bien no tiene imágenes para demostrarlo, o bien no quiere mostrarlas.
Contexto de la conferencia
El 2 de noviembre de 2022, el Sr. José Navarro, perito judicial del IPCE en el caso de Iruña-Veleia, dio una conferencia titulada «La verdad fingida: Falsificaciones e identidades espurias». Esta investigación y sus defectos han sido discutidos ampliamente en informes como los de Koenraad Van den Driessche (2014) y el peritaje judicial de la defensa de Mikel Albisu (2020).
Críticas a los métodos de análisis
En su conferencia, Navarro acusa a los críticos de amenazar a especialistas y sus familias, aunque no presenta pruebas fiables. Más preocupante es su predisposición contra la empresa LURMEN S.L., a la que atribuye motivaciones fraudulentas sin evidencias contundentes. Además, los métodos de análisis del IPCE han sido puestos en duda por no considerar adecuadamente los procesos de limpieza y manipulación previos de las piezas.
Conclusiones sobre las pruebas
El análisis de Navarro presenta inconsistencias significativas, como el número fluctuante de piezas supuestamente falsas y la falta de consideración de los efectos de limpieza agresiva sobre los grafitos. Las partículas metálicas modernas en los surcos, utilizadas como prueba de falsificación, pueden ser residuales del proceso de limpieza.
Imágenes relevantes
Mapa de la onomástica aquitana-vasconaLucerna con crismón cristiano, hallazgo excepcional en Iruña-Veleia
Conclusión
El caso de Iruña-Veleia sigue generando debates debido a las irregularidades en los análisis y la falta de consenso entre los expertos. Es imperativo abordar este tema con una metodología más rigurosa y transparente para garantizar conclusiones más objetivas y fiables.
« It seems that the massaliot Pytheas actually was in these regions. He says among what he has written in On the Ocean: « The barbarians pointed out for me on several occacions where the sun goes to bed. For it happens in these regions, that the night is very short, some places two others three hours. So after sunset, it takes only a short while until it rises again»
The text above was written by Geminos around two tousand years ago. This according to Christina Horst Roseman ( Pytheas of Massalia, On the Ocean. Text, translation and commentary, 1994).
This is one of the few remaining fragments from Pytheas book On the Ocean, the book he wrote about his extraordinary voyage from Massalia (Marseilles in France) to Northern Europe around 325 B.C. A book that got lost when the great library in Alexandria was destroyed in 270 A.D.
During the 600 years the book existed nearly 20 known scientist and historians read and used information from the book in their own works and maps. Among these are Erastosthenes (mapping), Hipparkhos (astronomy), Polybios (historian), Stabro (Geography) and Ptolemy (mapping).
Ptolemys world map, see Thule north-east of Britain.
These fragments are bits in the puzzle about where Pytheas went on his epic voyage. And the biggest bit in the puzzle is the whereabouts of Thule, the mytic island far north at the edge of sivilization.
Probably is it only the whereabouts of Atlantis that is more discussed?
Pytheas was a great observer/navigator using a “gnomon”for his observations. According to Dieter Lelgeman he observed the latitude of Marseilles with just 4 nautical miles wrong, – an amazing accivement.
There is knowledge that he probably was in Le Youdet in France, Lands End, Isle of Man and Lewis in Britain. But for over two thousand years people have wondered «Where is Thule?», his northern-most stop. Some say Iceland (Cunliffe 2001), some say Norway (Nansen 1911), the Shetlanders say it is Shetland, the Færingers say it is The Faroes and some even say it is Saremaa in The Baltic.
One key question in the search of Thule is “Was Thule inhabited?”
Christina Horst Roseman think so. She writes in her book: “If he had specifically stated that Thoule, as was not inhabitated, Stabro might have been expected to mention this, as it would have provided some support to his own notions about the chilly zone“.
She writes that most of them who refers to “On the Ocean”are critical to what Pytheas reported and called him a liar and sharlatanan. Had he seen the midnight-sun the critics would mentioned it as a big lie., according to RosemanCunliffe agrees in this last conclution.
But was Thule inhabitated at Pytheas time this rules out Iceland. According to National Museum in Reykjavik there are no archeological evidence of population on Iceland prior to Celtic munks and the Norse Vikings. Also The Faroes would be doubtful.
In 2007 The Technical University of Berlin (TU-Berlin) sent out a press-release, informing about new studies of old greek and roman maps. By using advanced data-technology a science-group had corrected such maps and located between 5 and 6000 old and new geographical places in northern Europe. The science-group was led by Dieter Lelgemann – Professor of geodesy. Lelgeman special area is Greek messures in the antic.
When the first map of Italy was made it was a puzzle of 40 smaller maps, this according to Lelgemann. Different messures in these maps made this map wrong. The study at TU-Berlin corrected these wrongs by using known places (Barcina=Barcelona, Londrium=London, Byssants=Istanbul….) Like this lost places accured.
Page from “Germania und der Insel Thule” shows how smaller maps of Germany are corrected according to reference map (G2).
As a part of this study they also used all knowledge about Thule and concluded that it probably is Smøla (N 63 25, E 008 00) on the West-Coast of Norway. This new discovery/theory was referred in magazines, newspapers and web-sites in many countries (Germany, France, Spain, Portugal, Chile……)
Page from chapter about Thule in “Germania und der Insel Thule”.
Professor in history, Einar Østmo at the University of Oslo (UIO) say that the conditions that Pytheas reported from Thule was simular to these in the west-coast of Norway in iron-age. Such as farming herbs, roots, using barns for drying harvest, climate, using honey and barley in making of the norse beer “Mjød” etc.
Østmo is referred in a Norwegian newspaper in 2008.
How well did these German scientists know the ancient history of Smøla? The fact is that there are only a few islands on the Norwegian coast with a simular rich history.
It seems to be a «Bulls-eye.
Ancient history of Smøla in brief
When the ice-cap withdrew after the last ice-age it was the west-coast of Norway that was first settled. Hunters, collectors and fishermen followed the ice-free coast looking for reindeer, sea-mammels, mussels and fish. The warm Gulf-stream «hits» the norwegian coast at Stadt (West-Cape) and even today this area has the warmest seawater and therefore is best for fish-farming.
The heavy ice had pressed the land down and slowly the land started to rise (icostacy). Geologs reckon that Smøla was around 70 meters «lower» by the end of the ice-age. This means that only one small part of Smøla was above water at that time, – the top of a hill today called Ramdalshaugen at Kuli.
By 6000 BC «Smøla» had raised about 40 meters and it was around this time the first human being placed his foot on Smøla.
In 1909 archeologist Anders Nummedal made his first find of what he later called «Fosnakulturen», the Fosna-culture. Fosna is the old name of the town of Kristiansund, the place where he made his first find. Nummedal also found stone-age places and finds at Smøla.
Finds at Smøla
The stone-axe is a beutiful piece of work. I reckon would have taken some time to make the perfect hole.
Stone-axe found at Smøla
There are a few certain bronze-age finds on Smøla, historians reckon that stone-tools still were in use since the sivilization was not advanced. Therefore it is difficult to know witch period such single-finds is from.
But there is one remarkable find done in 1922: Whist plowing a farmer found a bark-basket deep in the moor, 2 meters deep.
Bark-basket found at Smøla
The basket was intact when it was found, but was damaged when it was lifted out of the moor.
In 2006 a stipendiate at NTNU in Trondheim dated the basket to be from 1520-1440 BC by using c14-dating.
Nearly all finds done at Smøla are located at NTNU-museum in Trondheim.
At the north end of Kuli at Smøla there is a cult-stone, a ”Pikk-stein”– a “cock-stone”. (mind my language).
Photo of cult-stone at Kuli, Smøla due north
It is one out of 52 such in Norway and the historians consider them as a part of a sun-cult from late bronze-age/early iron-age. Around the main stone there are smaller white stones.
Could these smaller stones have been used for celebrating midsummer og mid-winter in observing the sun?
There has not been any organized escarvations at Smøla after Nummedal was looking for stone-age finds in early 20thcentury (at 20-40 meters above todays sea-level). Nearly all later finds are done by farmers whilst plowing and digging ditches, just by pure luck.
When the star-grave from the iron-age was found at Edøy in 2006 it was also by pure luck.
Cermonial stone-star found in 2006 at Edøy, Smøla. Old church and main ships fairway in back-ground.
Prior of building a culture-center a rare star-grave was found in 2006, at the end of a «test-ditch». There was no investigation in forehand, so had the ditch been selected 5 meters to the side the grave would not have been found. It was used one digging-machine and it was superviced by one-1 acheolog !!!
This grave is now a Norwegian national heritage.
There are only a few such star-graves in Scandinavia and all of them lies close to a «Hov»- the pre-christian house for the old gods (Odin, Thor,Frøya, Njord…..) Probably there was a such a «Hov»where the church is today.
Historians believe that these three-armed stars symbolizes the roots of «Yggdrasil»- the «World-tree». The tree reaching from heaven down to the three norse worlds: «Åsgard» , «Nivilheim» and «Jotunheim».
Tolkien was much inspired of these elements of norse mythologi when writing «Lord of the Rings».
The church were cunning when christening Norway, by mixing the old and new religion. Rebuilding «hovs» to churches or building new churches on top of “Hovs”. Nearly all Norwegian Christmas-traditions origins from «Åsatru»– the old religion.
Runic-stone at Kuli, Smøla
From Viking-age there is the find of runic-stone “Kulisteinen” which use the name Noriki (Norway) for the first time. It also mentions for the first time about the christening of Norway.
This unik runic-stone was in 2012 listed in UNESCO heritage document-list, as the oldest document from Norway.
All these great mentioned finds at Smøla is a strong indication that Smøla was a central place on the Norwegian coast for centuries.
Some aspects about Smøla being Thule:
Edøy had a «Hov» in iron-age and this together with the cult-stone, star-grave and important runic-stone are a strong indication that Edøy/Kuli area at Smøla has been a stronghold for centuries,controlling the Norwegian Coast (as Gibraltar, Bosporus). The area was important for sea-farers. The “Hov”could have been be dedicated to Njord, the god of seafarers? Edøy is the last safe stop before entering the North Sea towards Europe and the first stop when coming back. It is a natural place to stop to after several days at sea. The area also have excellent conditions for docking, not as rocky and wild as the rest of the Norwegian coast. As a curiosity it can be mentioned that there also is an island called Eiday at The Orcneys, an island similar shaped as Edøy at Smøla. A “eid”is place where the island is narrow.
Pytheas sailing 6 days towards north from Britain to reach Thule.
According to the King Sagas , Snorri Sturlason tells about a fortress in the area. This fortress has never been found. The farmer on the iron-age farm on Edøy has localized a 35 meter stone-wall deep in his field, not far from the above mentioned star-grave and “Hov”.
Could local chiefs have lived here also at Pytheas time? On Kuli there are found a big bronze-age farm.
Snorri also tells in the sagas about celebrating mid-summerin pre-christian times. Was the stone at the north-end of Kuli the local center of this celebration, with its perfect view of the setting sun in the north horizon? And if Pytheas visited Smøla, did he joined the local barbarians in this celebration at this very place?
Like this he could have reported afterwards, according to Geminos/Roseman : « The barbarians pointed out for us on several occations the place where the sun lies down. For it happens, around these places, that the night is extremely short; two hours in some, three in others, so that after the setting, although only a short time has elapsed, the sun straightaway rises again».
According to modern almanac the sun today is below horizon 3 hours and 15 minutes at mid-summer at Smøla. According to Nansen (Northern Mist, 1911) the heeling-angle of the earth changes constantly and Smøla had even shorter «nights» at Pytheas time.
Could it be so elegant and so simple?
Can this be Pytheas Thule?
Will there be found archeological evidence that support the scientists at TU-Berlin?
For further reading:
Northern Mist(Nansen 1911)
Pytheas from Massalia. On the Ocean. Text, translation and commentary (Roseman 1994)
The extraordinary voyage of Pytheas the Greek(Cunliffe 2001)
Germania und der Inseln Thule ( Lelgemann, Kleineberg, Marx, Knobloch 2010)
Hace tres meses salió a la luz el segundo informe de Antonio Rodríguez Colmenero sobre los hallazgos de Iruña-Veleia, con el título “Grafitos, textos y diseños de la Veleia romana: la urgencia de una solución”, en el que plasma por escrito su ponencia presentada en el I Congreso Internacional de Iruña-Veleia celebrado el 24 de noviembre pasado en Vitoria. La noticia de la publicación de este informe en la página web de Euskararen Jatorria (http://euskararenjatorria.net/wp-content/uploads/2012/12/04-Antonio_Rguez_Colmenero2.pdf) ha pasado un tanto inadvertida, aunque ya se informó de la misma en este blog, por lo que me ha parecido oportuno reiterarla para aquellos que no la conozcan.
Antonio Rodríguez Colmenero es catedrático emérito de historia antigua de la Universidad de Santiago de Compostela. Su curriculum vitae está disponible en http://humanidades.cchs.csic.es/ih/numismatica_antigua/wp-content/uploads/cv-rodriguezcolmenero.pdf. Entre sus numerosas publicaciones destacan las dedicadas a la epigrafía de la Hispania romana, centradas especialmente en el noroeste peninsular. Creo importante resaltar este hecho, porque su condición de epigrafista le fue negada por Joseba Lakarra en el debate emitido el pasado 5 de diciembre en ETB1 (“Iruña-Veleiako misterioa”), en el que en respuesta a la mención de Rodríguez Colmenero como epigrafista por Juan Martín Elexpuru aquél afirmó tajantemente “Colmenero ez da epigrafista”. Pues conviene recordarle al profesor Lakarra que antes de opinar sobre las cualificaciones profesionales de una persona es necesario conocer su CV. Y del de Rodríguez Colmenero se desprende que tiene un amplio recorrido científico en el campo de la epigrafía de época romana, lo que confiere una especial relevancia a su opinión sobre los hallazgos de Iruña-Veleia. Aparte de la evaluación detallada que hace de los grafitos, en la que aporta fuertes argumentos a favor de la existencia de un paedagogium en Veleia, en las conclusiones de su informe, Rodríguez Colmenero expone con lucidez sus argumentos sobre la autenticidad o falsedad de los hallazgos, que reproduzco a continuación:
“Pese a haberse efectuado ya, hasta la data, algunos análisis arqueométricos, en todo caso no suficientemente concluyentes, resulta ineludible seguir insistiendo en la obtención de otros nuevos y más rigurosos que, en el caso de coincidir con la cronología derivada del estudio de los textos y diseños, sancionaría para siempre la autenticidad o mendacidad del conjunto de los hallazgo; por el contrario, y caso de que no coincidiesen, resultaría ineludible explorar nuevos frentes de investigación.
En todo caso, y mientras esa convergencia científica no se produzca, seguiremos aplicando al problema de la veracidad o falsedad de los hallazgos el baremo del sentido común, el cual, y por lo de ahora, sugiere que resulta mucho más difícil explicar la falsedad de los hallazgos que lo contrario. Y a tal respecto, resulta incomprensible, a la vez que revelador, que, frente a la pasividad de los acusadores, tengan que ser los imputados los que imploren del juez que se esclarezca el cuerpo del delito, para lo que bastaría con la apertura de algunas catas en puntos estratégicos del yacimiento.
En fin, y para terminar, no nos resistimos a traer a la memoria del lector las puntualizaciones que en nuestro alegato anterior realizábamos en relación con la hipótesis de un fraude total relacionado con los hallazgos de Veleia.
Decíamos entonces que “si nos inclinásemos por la hipótesis del fraude generalizado, tendríamos que responder, de inmediato e inexorablemente, a una retahíla de interrogantes que nos asaltarían a la vez: cuándo, por quién, qué, cómo y para qué”.
Cuándo.
Sólo caben tres posibilidades: durante el período histórico al que teóricamente son atribuibles los hallazgos, la Veleia tardoantigua; a lo largo de la dilatada secuencia temporal que media entre la destrucción de la ciudad y las excavaciones del primer lustro del siglo XXI; o, finalmente, en el corto espacio de tiempo en que fueron llevadas a cabo estas mismas excavaciones.
La primera de las posibilidades es absurda, porque inventar una mascarada así para engañar a las generaciones futuras no cabe, por burda y sin sentido, en la cabeza de nadie.
La segunda, apuntada de oídas por algunos eruditos, carece, asimismo, de lógica, puesto que, aparte de llevar aneja la ruptura masiva, intencionada y reiterada de niveles que cabría suponer sellados, dado el volumen y dispersión de los objetos en litigio, tendría que ofrecer, por fuerza, vestigios culturales de la época en que se habrían efectuado las intrusiones, a no ser que, previamente se hubiesen desenterrado unos vestigios originales, que tendrían que ser inhumados otra vez con el fin de engañar en el futuro a unos potenciales, desconocidos e incautos arqueólogos (¡el delirio!); pero, aún en ese caso, y para marear un poco más la perdiz, los vestigios, si bien manipulados, no dejarían de ser auténticos.
Solamente se sostendría, por tanto, la última de las posibilidades, sea al margen de los responsables de la excavación, o contando con su colaboración, connivencia o descuido.
Por quién.
¿Por alguien ajeno al equipo excavador? Pero en ese caso habría que distinguir si los delincuentes lo hicieron mediante intrusiones furtivas a lo largo de las etapas de excavación propiamente dicha o, más bien, durante el proceso de lavado, siglado, inventariado y almacenaje de los hallazgos. Sin embargo esto, que sería teóricamente posible tratándose de objetos aislados, y de ahí las sospechas razonables que cada uno podamos haber albergado en algún momento, carece de toda lógica, en una y otra hipótesis, salvo que los responsables fuesen consentidores, puesto que todo director de excavación, si ejerce mínimamente como tal, tiene que saber, por fuerza, qué tipo de vestigios, y en qué cantidad, van apareciendo a lo largo de cada jornada.
Por lo tanto, sólo es admisible la hipótesis de que el fraude procediese de los responsables de la excavación y de sus allegados, ya que también los colaboradores conocen, día por día, la naturaleza del expolio que se va generando en las áreas que se están interviniendo.
Qué.
Y, detectados ya los hipotéticos autores de la fechoría, me pregunto ¿serían fraudulentos todos los hallazgos singulares o solamente algunos de ellos? Da igual porque la cantidad de los que ofrecen constantes similares es tal que nos conduciría al mismo resultado. En nuestra opinión, y salvo casos muy puntuales, cada vez menos numerosos, que habría que demostrar, el conjunto del que hablamos o es todo auténtico o falso en su conjunto.
Cómo.
En este caso no se trataría de la falsificación de una fíbula con suleyenda, de una moneda o monedas con su pátina postiza, ni siquiera de un documento jurídico sobre tábula broncínea, capaces de confundir al personal durante algún tiempo si los falsificadores son gente bregada en el oficio y cuentan con el asesoramiento de intelectuales del ramo. En nuestro caso, y dado el volumen de hallazgos que conocemos por los informes y a través de los fotogramas, se trataría de muchos cientos de testimonios de temática variopinta que, por su envergadura y multiforme peculiaridad, habrían exigido la movilización de un equipo numeroso de entendidos. Pero es que, además, el proceso de envejecimiento, diferente en cada objeto, así como las muescas, desmoches y pátinas simuladoras de autenticidad habrían dado que hacer a todo un ejército de falsificadores con los correspondientes laboratorios, disparándose así el costo de una fechoría que, desde el punto de vista dinerario, únicamente podría ser enajenable a un cliente: la Diputación Foral de Álava, a la que, para más INRI, corresponde ya por ley el depósito de los hallazgos.
Para qué.
Conjeturado que solamente el equipo excavador podría haber sido el autor de la costosa superchería, nos preguntamos el para qué. ¿Para ser flor de un día y después agostarse? Porque las mentiras en comunidad se difunden como la pólvora y, si bien pueden reportar fama y ganancias en un primer momento, acaban por ser letales.
Es por ello que me resisto a considerar así de imbéciles a los responsables, lamentablemente cesados ya, de las excavaciones de Veleia, a no ser que hubiesen sido víctimas de algún tipo de tara mental transitoria capaz de llevarles, o al suicidio profesional, en el que de hecho se encuentran, o a prácticas masoquistas inexplicables dentro del contexto en que se movían y siguen moviendo.
Expuestos quedan, pues, los motivos que nos han llevado a dudar, cada vez menos, de los hallazgos singulares de Iruña-Veleia y manifestadas las razones que podrían esgrimirse a favor de su autenticidad o, por lo menos, verosimilitud. En todo caso, nunca existieron ni existen argumentos de peso para acusar a nadie de falsificación. Sólo tras un estudio demorado y total de los hallazgos, ratificado por nuevas excavaciones ad hoc, además de efectuados los análisis arqueométricos pertinentes, se podrá determinar algún día si realmente ha habido reos o, más bien, cosa que temo, mártires.”
Dialektoa eta hizkuntza zer direnari buruz esteka interesgarri baten laburpena duzu hau (lotura amaieran). Ez du ezer esaten aurretik gaiari buruz nekien erizpide bakarrari buruz, hau da, dialektoak edo hizkuntzak neur daitezkeela hiztunek beraien artean ulertzeko behar duten denbora kontutan hartuz. Baina gai ezaguna eta interesgarria zehazten du. Txikitan Frankoren garaiko umeentzako liburu batean irakurri nuena gogorarazi dit: euskara espainolaren dialekto bat zela!
Hizkuntzak edo dialektoak: botere kontua
Dialektoak hizkuntzen aldaerak dira, lurralde eremu txikiagoetan erabiltzen direnak. Horren adibidetzat (…) euskalkiak; eta (…) portugesa, katalana edota italiera, esaterako, latin arrunta ren dialektoak dira.
Dialektologia. Alta, izen hori izan arren, dialektologoek azpimarratu ohi dute dialektoak baino hizkuntza – aldaerak aztergai dituztela. Izan ere, dialekto terminoak (…) gutxiespen zentzua eskuratu du (besteenak hartu izan dira dialektotzat, ez norberaren hizkuntza).
Lurralde eremuaren arabera gertatzen dena, batzuetan, geolekto deitzen da. (…) klase soziala, adina, talde etnikoa eta beste faktore batzuen araberako hizkuntza – aldaerak ere badira. Estratifikazio sozialari (hots, gizarte batean gertat zen den botere eta prestigioaren mailaketari) lotutako hizkuntza – aldaera horiek soziolekto izena hartzen dute, (gazteen hizkera bereziak, azpikultura jakinei loturikoak, AEBko afroamerikarren etnolektoa , eta abar). (…) Langile – klasearen hizkera, horrela, ez da erregistro kulturako (hedabideetan zein eskolan erabiltzen dena) egokitzat hartzen; eta telebistetan aritzeko, adibidez, aldaera batzuk “aukeratzen” dira (Andaluziako telebistako aurkezleek ez dute espainieraren andal uziar aldaeran hitz egiten).
Garrantzitsuena ez dira hizkuntza horren balizko ezaugarriak, mintzaira hori darabilen talde sozialaren botere kokapena baizik. (…) Max Weinreich: “hizkuntza bat gudarostea eta itsas armada dituen dialektoa da”.
Jugoslavia ohian, adibidez, hizkuntza ofiziala serbokroaziera zen (mazedoniera eta eslovenierarekin batera). (…) Kroaziako estatu berriak kroaziera aldarrikatu zuen nazio hizkuntza, hots, latindar alfabetoz idatzitako aldaera; eta, ondoren, Serbiak ere serbiera hartu zuen bere hizkuntzatzat (serbiera zirilikoz zein latindarrez idatz daiteke). Geroago, Bosnia – Herzegovinako bosniakoek (hau da, musulman gisa ezagutuak) serbokroazieraren aldaera propioa aldarrikatu zuten berezko hizkuntza gisa, bosniera; eta gaur egun hizkuntza hori ofiziala da Bosnia – Herzegovinan, serbiera eta kroazie rarekin batera. (…) Jugoslavia ohiko herritarrak, Estatua desegin eta egun batetik bestera hiru hizkuntza ikasi zituztela esanez txantxetan aritzen dira.
Montenegro 2006an bereizi zen Serbiatik, eta urtebete geroago aldarrikatu zuen montenegroera hizkuntza ofizial (ordura arte, bertako mintzaira serbieraren barruan sailkatzen zen).
1992an, Moldavia SESBetik independentzia aldarrikatu zuen. (…). Moldaviera errumanierak Moldavian hartzen duen izena besterik ez dela hizkuntzalari guztiek onartu arren, (…) oraindik ere Moldaviako konstituzioan hizkuntza ofiziala moldaviera dela adierazten da.
Ezagunagoak agian, valentziera eta katalana, edota portugesa eta galizieraren artekoak dira.
Gertuko inguru geografiko edo sozialetan erabiltzen den hizkuntza – aldaerari ekolekto ere deitzen zaio. (…) Pertsona bakoitzak hitz egiteko duen modu bereziari idiolekto deitzen zaio. (…) Basilektoa hizkuntzaren behe – mailako erabilera izendatzeko erabiltzen da, normalean ahoz soilik gertatzen dena, baina hizkuntza talde sendorik osatu gabe . Akrolektoa, berriz, formaltzat hartzen den hizkuntzaren erabilera izendatzeko erabiltzen da.
Como es bien conocido en la Plaza del Castillo, durante la construcción de un parking subterráneo, se cometieron entre 2001 y 2003 a gran escala destrucción de patrimonio cultural de gran interés (curiosamente la responsable política, Yolanda Barcina está implicado en el cobro escandaloso de dietas de la Caja de Navarra por un valor de por lo menos 68.000 euros).
Tira de Oroz en Diario de Navarra (29-10-2004).
En dicha Plaza se hizo una excavación de emergencia donde salieron 150 grafitos de época romana, aunque no muy espectaculares. Entendemos que como se ha podido recoger poco material se lo ha analizado con mucho detalle, lo que en otras excavaciones de época romano no parece ocurrir. Encontramos varios grafitos que nos llamen la atención:
(Fuente: M. URMENETA et al. 2009) Lectura: EYTICO (?) (con Y y II!) Localización: pared. Comentario: Grafito de lectura resulta muy complicada y dudosa, en el que se pueden superponer dos o más grafitos. No podemos asegurar con total certeza esta lectura, porque ofrece muchos problemas, pero su semejanza con la inscripción nº 2 resulta sugerente. Sería una inscripción de lectura inversa, que haría referencia a una variante de Eutiches.
— A o M]VS FV[—
TVS
Siluicus (Fuente: M. URMENETA et al. 2009) Unas U/V como en alguna pieza de Veleia, imposibles por cierto.
(Fuente Ozcáriz et al., 2011)
Cabeza de animal. Descripción de la pieza:
: Fragmento de pared de un recipiente de cerámica barnizada, la pasta es de color naranja clara, poco compacta, al exterior donde se encuentra el grafito ha perdido casi totalmente el barniz.
Descripción del grafito:
: Fragmento de grafito. Cabeza de animal, por su forma posiblemente un équido. Los trazos superiores pueden interpretarse como las orejas del animal, aunque también podrían interpretarse como cuernos, con lo que se trataría de un bóvido. Al contrario de lo que suele suceder,la rotura de la pieza ha respetado el contorno de la cabeza del animal.
Cronología: Siglo III d.C.
Comentario: Es un grafito cuyo trazo es bastante diferente al resto.No conservamos ningún otro dibujo semejante en el territorio cercano.
Uno de los temas dominantes son tridentes, y los autores traen un ejemplo de un dibujooriginario de Pompeia estilo dibujo animado japonés. (Fuente Ozcáriz et al., 2011)
Existen dos estudios sobre los grafitos romanos de la Plaza del Castillo: