Logo arqueológico de Ama Ata: pieza circular roja con inscripción ambigua que sugiere '15', 'IS' o 'SI', evocando el misterio de Iruña-Veleia y la arqueología antigua.
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Ceacia y Contogatos, la hilandera y el artista de Iruña-Veleia.

Ceacia es hilandera. Contogatos es un artista celta. Caecilia puso el nombre de su hermana Paula a su segunda hija, y a su vez Paula espera una hija -su primogénita- a la que llamará Dalia. Víctor, el marido de Caecilia, es un emblema en la ciudad. A su hijo Víctor le encantan los barcos y Lidia acaba de cumplir once años. Todos ellos viven en Iruña-Veleia. Corre el siglo III.








“Otro uso completamente anómalo es el de la flecha para indicar que el texto continúa en otro lugar, como llamada de atención. Así aparece en una fusaiola, nº 10953 (sector 5) donde se lee CONTOGA en la corona con una marca de flecha dirigida al borde, donde se ha escrito “TOS” como final de la palabra, por tanto, de esta palabra contogatos. Por lo demás, el texto resulta apenas comprensible: CONTOGA[TOS (en el borde marcado por la flecha)] AT (espacio vacío) CIIACIA MIIA (Ceacia mea?, ¿tal vez por Caeci<li>a mea, como se lee en otras piezas?)” (Isabel Velázquez, págs. 17-18)


 (sector 5) (Base): AT. CIIACIA . MIIA . CONTOGA – TOS

Que el uso de una flecha para indicar dirección de lectura sea poco frecuente o raro en la epigrafía antigua no significa necesariamente que sea anómalo. La flecha es una herramienta de prácticamente tanta antigüedad como el ser humano que aparece profusamente dibujada en las pinturas rupestres del arte prehistórico, y siempre se mueve en la dirección que apunta su vértice. Por tanto, no debería parecer extraño o anómalo un uso tal de este signo. Además, no parece tratarse tanto de una flecha como de un guión que une CONTOGA y su continuación -TOS escrita en el borde de la pieza, por lo que no puede apreciarse en la fotografía. ¿Sorprendería tanto como una flecha el uso de un guión para indicar dónde continúa una palabra que está dividida? (La cuestión de la flecha se trata en el post http://www.amaata.com/2013/03/el-grafito-del-signo-matematico-de.html)


El texto inciso sobre esta fusaiola de arcilla cocida no nos parece que sea apenas comprensible: AT. CIIACIA . MIIA . parece querer entenderse como “para mi Ceacia”, y Ceacia a su vez podría corresponder al nombre femenino Caecilia  que aparece como Ceacilia en otros grafitos de Iruña-Veleia:


 (sector 5): TITO-PAVLA – CIIACILIA-VICT / IA IDIA PAV V

(Sobre el vientre de PAVLA: DALIA)
 (sector 5):  CII / ACIL / IA


Sabido es que el diptongo ae ya desde probablemente el siglo I a.C. se pronunciaba /e/,

por lo que debemos considerar este error ortográfico una hipercorrección en donde se ha pretendido escribir la grafía conservadora del ya monoptongado e y se ha hecho invirtiendo el orden de las vocales. Es comprensible que el nombre que sonaba Cecilia fuera escrito con el comienzo Ce-, y al mismo tiempo el desconocimiento del origen ae de esa e sería un dato interesante para nosotros, en el sentido de que podemos intuir muy lejana ya en el tiempo la grafía del diptongo completo en la epigrafía doméstica y entre personas de no demasiado nivel cultural o no precisamente eruditas al menos.


Un caso de hipercorrección idéntico de cambio de orden de las vocales (ea por ae) en el antropónimo Caecilius nos lo muestran también dos inscripciones registradas en Epigraphik Datenbank:

Publicación: CIL 06, 03581 = AIIRoma-10, 00149d – Provincia: Roma – Lugar: Roma

D(is) M(anibus) / M(arcus) Ceacilius M(arci) fil(ius) Roga/tianus mil(es) et Claudiae / Severae co(n)iugi et fili(i)s / et filiabusque et nepoti/busque eorum et posteris/que eorum et libertis libertabusque


Publicación: CPILCaceres 00306 = ERCCaceres 00063 = HEp-10, 00120 = HEp-13, 00237 = AE 2002, 00690 – Provincia: Lusitania – Lugar: Ibahernando

Colu(au) P(ublius) / Ceaciliu/s Maxsu/mus(!) l(ibens) a(nimo) / s(olvit)

Idoia Filloy (pág.71), respondiendo a Ciprés y Santos Yanguas, quienes también sospecharon la falsedad de esta pieza incluyéndo el nombre Ceacia en la lista de nombres no documentados o poco frecuentes de su informe, plantea la hipótesis -y bien hace-  de que Ceacia pueda tratarse de un unicum de raíz latina, y también apunta la posibilidad de que no esté incorrectamente escrito por Caecilia aún siéndolo, sino que debido a la falta de espacio epigráfico no se llegaría a escribir entero, lo cual es habitual en la epigrafía doméstica romana: 


“No hay que descartar que dado el poco espacio disponible para el desarrollo de la frase, el nombre Ceacia esté abreviado y corresponda quizás al de Ceacilia”.


En cuanto a la apenas comprensible sintaxis, probablemente Isabel Velázquez no ha considerado la posibilidad de que AT corresponda a la preposición de acusativo ad, por un lado porque presenta la final T y por otro porque ella esperaría que el complemento indirecto “para mi Ceacia” estuviera declinado en dativo, al más puro estilo del latín clásico, pues es siempre desde este latín concreto -al igual que otros miembros de la comisión científica- desde el que evalúa siempre la corrección y la gramaticalidad de los textos de los óstraca de Iruña-Veleia.


El latín, empero, no es la momia literaria embalsamada en el siglo I a.C. que se enseña a los alumnos de letras y que en los exámenes de selectividad se reduce -una pena- a las batallitas de Julio César: la latina es una lengua intrépida y creativa de muchos siglos, y si consideramos que sigue viva y recibiendo léxico actual como computatrix para decir “ordenador”, entonces es una lengua de casi treinta siglos ab urbe condita.

En el latín vulgar del siglo III “para mi Ceacia” no sería un dativo Ceaciae meae, sino una forma evolucionada de acusativo con ad: ad Ceaciam, en donde la –m final ya no se pronunciaría (desde probablemente el siglo I d.C.), de modo que no es sorprendente encontrar la forma Ceacia:


“El dativo de atribución y el genitivo de posesión han corrido una suerte especial  que desembocaría en su eliminación (menos en rumano). El dativo alternaba, desde Plauto, en función de complemento indirecto, con el giro ad + acusativo, al principio con diferentes valores: en vez de la construcción normal dare alicui, se lee, por ejemplo, en Plauto Capt. 1019 hunc ad carneficem dabo “entregaré a este hombre al verdugo”, Epid. 38 ad hostis exuvias dabit “abandonará los despojos al enemigo” (donde no hay, ciertamente, idea de movimiento); con los verbos “decir”, “anunciar”, etc.: Cic. Verr. 3, 101 cum haec ad eum adferrentur, Hor. Sat. 2, 6, 90 tandem urbanus ad hunc…inquit. Por fin, la diferencia entre las dos construcciones se esfuma por entero en latín tardío: Greg. Tur. Franc. 10, 9 miserat ad eum obviam…clericos; ibid. 2, 3 ad episcopum aiebat”. 

(Veikko Väänänen, Introducción al latín vulgar, págs. 200-201)


Väänänen añade a continuación: “Además, el giro preposicional era un cómodo expediente cuando se trataba de nombres propios exóticos (indeclinables), como sucedía mucho con los nombres bíblicos, lo cual ha tenido que favorecer el uso de la expresión analítica: dixit ergo ad Ioseph, locutus est Deus ad Noe, etc.”

Teniendo en cuenta que entre los hallazgos excepcionales veleyenses han aparecido numerosos grafitos con nombres bíblicos, podemos deducir que el contexto cultural de Iruña-Veleia favorecía el uso de la expresión analítica y que AT CIIACIA MIIA podría claramente significar “para mi Ceacia” sin que la traducción sea, como Velázquez dijo, apenas comprensible. Como queda justificado tras la cita de autoridad de Veikko Väänänen, la traducción “para mi Ceacia” no sería en absoluto descabellada. Tan sólo presentaría una preposición ad con final T que tampoco debería escandalizar, dado que ambas consonantes pertenecen a la misma articulación en cuanto al lugar en que son pronunciadas -ambas son oclusivas dentales-, por lo que la confusión de una por otra entra en el repertorio de fenómenos fonéticos universales más extendidos y comunes.

Los dobletes ad / at, apud / aput parecen haber coexistido desde época muy antigua, sin que podamos determinar una repartición estricta desde el punto de vista de la fonética sintáctica. Quintiliano, Inst. 1, 7, 5, se apresura a constatar, a propósito de ad / at, que “la distinción entre ad con d como preposición y at con t como conjunción es observada por muchos”. Lo mismo sucede con apud / aput, siendo la segunda forma frecuente en las inscripciones y en los manuscritos desde la Lex Iulia municipalis de las tablillas de Heraclea (del año 45 a.C.), donde se lee aput forum, aput exercitum. Por lo que toca a la consonante final de ad, et, aut y quid, hay que suponer, para el románico primitivo, una dental sonora (constrictiva con toda probabilidad) delante de vocal, mientras que delante de consonante ha habido o bien asimilación o bien reducción a muda: cf. it. a Pietro [app-] – ad Adamo; e tu ed io “y tú y yo” (este último uso no es, en verdad, observado con demasiado rigor); asimismo en a.fr. en la Vie de saint Alexis: ad un conte, e justice ed amur; quid > a.fr. que y qued (facultativo delante de vocal)”

(Veikko Väänänen, Introducción al latín vulgar, págs. 132-133


En las bases de datos epigráficas, por otro lado, existen muchos ejemplos de AT por ad (presentamos dos): 

CIL 04, 02013 (p 214); EDCS-28800599; Latium et Campania / Regio I  (Pompei):
Ni{y}c{h}erate v/ana succula / qu(a)e amas / Felicione(m) / et at porta(m) / deduc<i=E>s / illu<d=C> / tantu(m) / in mente / (h)abeto
OBuNjem 00015; EDCS-34800180; Africa proconsularis (Abu Nujaym / Gholaia):
VIII Id(us) Octob(res) n(umerus) LVIIII / in his |(sesquiplicarius) I [3] / proculcator [3] / optio [I] / a<d=T> porta(m) [3] / ad signas [3] / ad praeposit[um 3] / de spec(u)lis [3] / ad balne[um 3] / missi a[d 3] / (a)eg[ri




Quedaría por explicar el extraño nombre CONTOGA-TOS. Velázquez no parece haberse molestado demasiado en investigarlo, pues nada más dice al respecto del texto de esta fusaiola que sin embargo le resulta apenas comprensible. Tampoco Gorrochategui le dedica interés, pues no la menciona en su informe.

Héctor Iglesias, por el contrario, sí se ha informado, y dice (pág. 64)
que se trata de un antropónimo celta compuesto de dos elementos, conto– (“cien” – cf. latín centum-) presente en los nombres Contobouiouindillus, Contumeliosus, Contucianco, etc, recogidos por Delamarre en Nomina Celtica Antiqua Selecta Inscriptionum (pág.73), y el antropónimo Cattos “gato” existente en abundante antroponimia céltica (Cattus, Abucatos), de donde Contogatos significaría “cien gatos” y aparecería en este verticillus bajo una variante tardía con sonorización de la oclusiva sorda intervocálica. No pierde ocasión Héctor para remitir a las páginas  56 y 57 y 104, 105 y 106 de la Introducción al latín vulgar de Veikko Väänänen en busca del argumento de autoridad que dará su visto bueno a la hipótesis, ya que éste muestra cómo ya en Pompeya se encuentran casos de sonorización de las sordas intervocálicas (Pagatus por Pacatus).
Otro significado posible del indoeuropeo *konto– sería “punta, dardo”,
elemento presente en antropónimos célticos como CONTVCIVS y CONTVCIANCO (CIL II, 3120) (Francisco Villar / Blanca Prósper, Vascos, celtas e indoeuropeos, pág.223)




El nombre puede hacer pensar asimismo en el adjetivo latino contogatus, que significa socius, sodalis, qui toga pariter utitur, o “compañero de toga”, pero la terminación en –os para el presumible nominativo escaparía al esperado –o del latín vulgar que encontramos en los grafitos veleyenses y al clásico –us, presentando un aspecto de aparente acusativo plural que sí seguía operativo en el latín tardío y que ha sobrevivido hasta nuestros días en el plural temático, o bien de una forma de masculino en –os, como Marcos



Contogatos sería, pues, tal vez un hombre celta -no el único en Iruña-Veleia: recordemos a Deidre, a Riamo y a tantos otros de nombre asimismo céltico- que grabó la inscripción para su Ceacia y además la firmó en una fusaiola para el huso de hilar de ésta (por ejemplo). Sabemos gracias a este grafito, podemos decir, que existió una mujer o una niña llamada Ceacia -o Ceacilia o Caecilia- en Iruña-Veleia que hilaba y por la que sentía algo bonito nuestro Contogatos, a juzgar por el esmero de la inscripción. Contogatos pudo ser su padre, su marido, su amante, su amigo. Por lo que no estaría de más conjeturar -sólo como posibilidad- que tal vez Ceacia -y no Caecilia- podría ser un antropónimo céltico también, femenino, poco o no antes documentado pero no por ello inexistente ni mucho menos falso. Sería simplemente un tema investigable y estudiable.

En la pieza nº 12046 de la cual hemos visto la fotografía porque en ella aparece el nombre CIIACILIA, ésta aparece dibujada junto a un tal VICTOR. Pocos datos más tenemos para indagar en la relación entre Contogatos y Caecilia / Ceacia, que parece más unida a Víctor -o al menos en algún juego de niños tan sólo, tal vez: no sabemos si se trata realmente de un árbol genealógico- que al detallista Contogatos.


Quizás Ceacia no era sólo la Ceacilia de Contogatos: también pudo Víctor considerarla su Ceacilia. Apuntamos la posibilidad inspirándonosla la pieza nº 11075 en la que se lee sobre el cuello de una botella VICTOR / XI OPT / MEA:


 (sector 5): VICTOR / XI OPT / MEA



“Víctor para mi la mejor de once años”. Evidentemente se trata de una mera propuesta imaginativa y empática para con el grabador de un texto de dudosa traducción, en donde el adjetivo superlativo optim(¿a?) está incompleto y el numeral XI resulta de difícil interpretación. Hemos entendido -o decidido entender con tal de avanzar- que Víctor es quien dedica la botella, quizás como regalo de cumpleaños, a alguien -el posesivo MIIA delata el género femenino-, a quien llama “la mejor”, en el día en que cumplía once años (XI). (Por ejemplo). El que optima (por un más clásico optimae meae en dativo clásico, cuya forma asimilada a la de acusativo ha perdido ya la –m final) esté abreviada no debe resultar en absoluto sorprendente en la epigrafía romana. Está bien documentado.

Víctor podría ser el padre, el hermano, el primo, el amigo, el vecino, el maestro, el enamorado de esa “la mejor” de once años. Que, por qué no, podría ser Ceacia (o Caecilia), pues en la pieza nº  12046 la vemos casi de la mano de Víctor: desde luego forman pareja. 

Ahora bien: hay dos Víctor: el padre y el hijo:


 (sector 5): VICTOR / PATHER / VICTOR / FILIO

De modo que ¿quién es el Víctor para quien Caecilia sería “su la mejor”? El padre, presumiblemente. Observemos de nuevo la pieza nº 12046 (la ocasión lo merece):

 (sector 5): TITO-PAVLA – CIIACILIA-VICT / IA / IDIA PAV / VI 

Parece obvio que CIIACILIA (Caecilia) y Víctor son pareja, pues aparecen juntos, al igual que Tito y Paula, mientras que debajo de ellos hay otros dos grupos, uno de dos personas de las cuales desconocemos los nombres y otro de tres personas o personitas (por su caracterización aparentan ser menores de edad que los demás) llamadas ¿L-IDIA?, ¿PAV-la también, como la que podría ser su tía? -nótese que una línea une a Paula y a Ceacilia– y ¿VÍ-ctor el hijo (VICTOR FILIO de la pieza nº 12043)?



Si el regalo de la botella inscrita lo realizó Víctor padre y era para Caecilia, como hemos planteado hace un instante, entonces XI no debe estar indicando la edad puesto que Caecilia y Víctor parecen ser padres de tres hijos, si hay que entender como un árbol genealógico este dibujo. Y nuestra fantasiosa propuesta de traducción de texto VICTOR XI OPT MIIA simplemente se esfuma de la imaginación.  

Si el regalo de la botella inscrita era para la hija de Víctor, entonces “su la mejor” es  Lidia o Paula. Si observamos en detalle la pieza, veremos que Lidia es mayor que Paula y que Víctor hijo es un niño muy pequeño. Tan pequeño como para no haber sido él quien realizó la inscripción en la botella para su hermana de once años, pues él tendría menos 

de once y las letras grabadas sobre la botella denotan un autocontrol y un dominio del pulso y la fuerza bastante considerables.



Así que aquel hombre llamado Víctor regaló a su hija de once años en el día de su cumpleaños una botella en la que grabó “Víctor a su la mejor de once años”, en donde se sobreentiende que optima acompaña al omitido por obvio -para ellos dos- filia. Si era “su la mejor”, nuestra intuición nos dice que ella era la primogénita Lidia. (De modo que Paula tendría nueve o diez años -en el dibujo parecen bastante seguidas- y Víctor ocho o nueve o menos).


¿A dónde queremos llegar con todo esto? (!)


¿Quién era la Ceacia de Contogatos

Si Ceacia y Ceacilia son la misma mujer, entonces nos tememos que los siglos y la arqueología han descubierto que Víctor no era el único hombre en el corazón de Ceacilia. Contogatos, el celta, el del extraño nombre (el del absurdo nombre “Ciengatos”, diría Víctor), la llama “mi Ceacia”, comiéndose la penúltima sílaba, por cierto, y calculando mal el espacio epigráfico disponible de modo que su última sílaba (-TOS) no le cupo y hubo de grabarla en el borde, chapuza ante la cual se le ocurrió grabar una flecha (o un simple e insignificante guión) para unir la primera parte de su nombre (CONTOGA-) con el final, que quedaba fuera de juego y de la vista del mensaje. 

Si Ceacia y Caecilia no son la misma mujer, entonces sentimos haber pensado tales cosas sobre Caecilia sin apoyarnos en realidad en argumento sólido alguno (lo reconocemos, tan sólo queremos agotar todas las posibilidades, o casi todas, entiéndasenos cuando tratamos humildemente y simplemente de hacer ciencia-ficción); sentimos también las molestias que hayamos podido causar al respetable Víctor pater familias de tres hijos o a su memoria y lamentamos asimismo el sanbenito que le hemos atribuido infundadamente a Contogatos de segundo plato. “Contogatos el segundos platos”.
Además, Víctor padre quizás no sólo era un pater familias respetable, sino también venerable, puesto que a lo mejor era un sacerdote, si es que Idoia Filloy (págs. 363-364) está bien encaminada cuando propone la interesante hipótesis de que la palabra PATHER con H de los grafitos veleyenses indicaría ese rango y diferenciaría en la lengua escrita al pather espiritual o pontífice del pater o padre en su sentido biológico.

Y es que en la pieza 12043, en la que hemos leído VICTOR PATHER, patHer aparece con esa H. Víctor sería, entonces, un sacerdote o desempeñaría un papel importante como guía espiritual o algo parecido. Piénsese que estas piezas proceden del sector 5 y no del sector 6: esto es, fueron halladas en el paedagogium y no en la domus ecclesia, con cuyos grafitos presenta notables diferencias, sobre todo de contenido, ya que los últimos son eminentemente judeocristianos en cuanto a su temática y presentan nombres hebreos, mientras que el conjunto del paedagogium es prácticamente romano o -podríamos decir, por crear una antítesis- prácticamente (sólo prácticamente) pagano. Es decir, que no estamos afirmando específicamente que Víctor sea un visionario cristiano como Samuel.

Pudo serlo de Mithra, de Cibeles o (de) la Mater Dea, de Isis o de quién sabe qué secta mistericosotérica de las muchas que proliferaban en los siglos II y III y en adelante en todo el imperio romano. Y tenía un hijo pequeño que se llamaba también Víctor. A quien le gustaban los barcos, como atestigua el que en el grafito 12043 haya uno grabado al lado de él. (¿Sería marinero en Oiasso Víctor hijo?)

Y sentimos, en fin, haber confundido a Ceacia con la mujer de Víctor pather y madre del pequeño Víctor, Lidia de once años y Paula, Caecilia.


…¿Quién es Ceacia?

 (sector 5)

Quizás ésta tenga más cara de Caecilia que de Ceacia. Probemos con ésta:


 (sector 5)

No; de ser alguien de este círculo, ésta debe ser la hermana de Caecilia, Paula, la pareja de Tito (vid. nº 12046). Imaginamos que es la hermana de Caecilia y no su madre -están unidas mediante una línea- porque sobre el vientre de Paula aparece escrito DALIA, de lo que se deduce que está embarazada, dato que nos disuade de considerar a Paula la madre de Caecilia.



 (sector 5)

…Bueno, en realidad lo que queríamos era ponerle cara a Ceacia, sin más. Al menos se la hemos puesto a Caecilia y a su hermana, Paula, si hay que entender el grafito como un árbol genealógico. Y en realidad ambos retratos se parecen ligeramente entre sí (¿?) 🙂

Existen otras cuatro piezas en las que aparece un rostro femenino, pero no proceden del sector 5, como las del círculo de Caecilia y de Víctor, sino de otros sondeos o sectores excavados, por lo que no procedería atribuirlos a quien habitaba el sector 5.




Podemos decir algo a favor del celta Ciengatos -a secas, sin ser el segundos platos- cuya supuesta errata Ceacia no era, entonces, tal, sino que su querida se llamaría realmente Ceacia -tal vez celta también ella, tal vez indígena caristia- y por lo tanto el único error que habría cometido al grabar la inscripción -tarea ardua y costosa- habría sido el humanísimo de, efectivamente, no haber sabido calcular la distancia y el espacio entre las letras ni el tamaño idóneo de éstas de modo que le cupiese el texto que comenzó a grabar en una fusaiola de la hilandera Ceacia:

Contogatos tenía buen gusto y realizó las incisiones de su texto con delicadeza y belleza. No es la primera ocasión en que nos encontramos con un celta de buena caligrafía, si pensamos en Deidre y su curiosa innovadora firma con combinación de mayúsculas y minúsculas:



Es una pena no contar con más textos y vestigios en torno a los ya entrañables  Ceacia, Caecilia, Víctor, Lidia de once años, el pequeño Víctor, las dos Paulas, incluso Tito y los otros dos personajes del grafito nº 12046 cuyos nombres desconocemos, y evidentemente es también una lástima no tener más información sobre el misterioso celta Contogatos, quien al fin y al cabo fue el artista del grafito por el que hemos llegado hasta este punto en el terreno de la fantasía (que no de la ciencia, lo reconocemos, pero por la imaginación empieza todo) para poder ahondar más en la pista de estos personajes veleyenses. 

Pero antes de quedarnos con las manos semivacías -conformes nos quedaríamos con todo lo que conocemos de Caecilia y Víctor, mas no satisfechos-, podemos intentar avanzar mediante esas mismas vías interpretativas que nos han divertido y que conducen a través de los terrenos de la imaginación. También lo hacemos, reconocemos esto también,  porque existen abundantes grafitos entre los hallazgos excepcionales de Iruña-Veleia en los que sólo hay dibujos sin texto que los acompañe (no mostrando por ello ningún problema lingüístico, aunque han sido también metidos en el saco de los grafitos falsificados) que merece la pena que se conozcan. Este hecho, a la hora de reconstruir la vida de Iruña-Veleia en el siglo III, nos referimos a descartar toda la iconografía que habla desde las piezas tanto como los mal escritos –dirán algunostextos, nos parece lamentable para un espíritu que quiere ser científico, por lo que nosotros queríamos darles un escaparate a esas piezas carentes de texto pero a veces tan elocuentes con la imago per se. Ecce el porqué de traer a colación tantas fotografías de piezas que -sólo aparentemente: estaban en el mismo contexto estratigráfico- no vienen a cuento.

De hecho, hay entre los hallazgos un pondus de arcilla cocida procedente del sector 5 -es decir, otra pieza de telar de hilandera, como el verticillus de Contogatos- que podríamos suponer o querer suponer para avanzar perteneciente también a Ceacia, en cuyas cuatro caras se observan dibujos de figuras femeninas:





¿Realizó Contogatos esos dibujos para su Ceacia? ¿Es Ceacia la mujer representada en ellos? ¿Es Ceacia también la Venus de los turgentes senos de la pieza nº 12110?

Y, pensando en el nombre de Contogatos, nos preguntamos aún: ¿es esta pieza también un regalo de Contogatos para Ceacia, en donde habría dibujado de nuevo a su Ceacia tal y como la evocaba en su imaginación y en donde su firma o él mismo estaría debajo de la mesa representado con simpática complicidad por un gato? ¿Lo dibujado a la izquierda y que asemeja a un muro podría ser el telar de Ceacia?




Muchas interpretaciones se pueden extraer de piezas como éstas, en las que la ausencia de texto -que en aquellas que lo tienen suele ser el motivo para que hayan sido consideradas falsas por la comisión científica- abre irremediablemente las puertas a la imaginación y a la especulación más absolutas. En este óstracon en concreto, la jarra sobre la mesa, la mujer yacente y la presencia del gato bien podrían inspirar una escena de brujería, muy común en la época si nos atenemos al cuadro social que nos brinda Apuleyo en su obra El asno de Oro,  pero lo cierto y lo que nos interesa recordar aquí es que entre los hallazgos excepcionales de Iruña-Veleia hay cientos de grafitos esperando una investigación que bien merecen y que se les ha arrebatado a nuestro parecer injustificadamente o no suficiente o admisiblemente justificadamente.

  

En todo caso, en fin, no nos parece que este grafito nº 10953 que realizó Contogatos -fuera él celta o caristio o cosmopolites– presente pruebas fehacientes de falsedad o falsificación si ellas son -para Isabel Velázquez- la flecha para indicar que el texto continúa en otro lugar y la lectura apenas comprensible del texto.










Homo proponit sed Deus disponit

 Idoia Filloy Nieva


         
Entre los grafitos excepcionales de Iruña-Veleia, se documenta la presencia de textos más o menos largos que podemos clasificar como “adagios” o “sentencias” latinas, tanto clásicas como cristianas. La mayor parte se localizaron en el sector 5, recinto 59, UE 51144, en un estrato datado por estratigrafía en la 2ª mitad del siglo III. C. 

          
Pero uno de ellos se encontró en otro sector de excavación y en un contexto totalmente diferente, concretamente, en el sector 12, recinto 3, UE 12076, estrato formado en el siglo V d.C. Es este grafito del que vamos a ocuparnos aquí.

Por otra parte, aunque todos estos textos están grabados sobre hueso,  los soportes de la UE 51144 corresponden a restos de alimentación, en tanto el de la UE 12076 es un desecho de industria ósea, esto es, se trata de un fragmento de hueso desestimado durante el proceso artesanal para la producción de objetos con este material. 

El grafito que vamos a analizar aquí es el nº 11811 y desarrolla el texto «Homo proponit sed Deus disponit«, que es uno de los que principalmente se mostraron como evidencia de locución imposible en la Antigüedad, por parte de la Comisión que evaluó los grafitos. Presentaremos aquí documentación que pensamos mostrará cómo esta afirmación no puede ser sostenida. Además, proporcionaremos datos sobre la contextualización arqueológica de este material epigráfico que es la que lo sitúa en época romana, así como conclusiones basadas en ciertas características físicas evaluadas en el grafito que mostrarían que estamos ante un grabado antiguo. 



Introducción


      
Según dice Velázquez en su informe http://www.sos-irunaveleia.org/informe-sobre-los-grafitos-latinos-de-iruna-veleia, estos textos de los grafitos que podemos considerar como adagios o sentencias “ponen de manifiesto la utilización de máximas harto conocidas, difundidas por tradición escolar o popular, famosas y poco comparables o equiparables a las verdaderas sentencias que se utilizaban con cierta profusión en la escuela antigua, tanto bajoimperial como, después, en época cristiana”. No entendemos bien el razonamiento ni a qué se refiere con esta distinción histórica, puesto que ya se podría considerar la época bajoimperial, a partir de principios del siglo IV d.C. y sobre todo desde fines del mismo con los Edictos de Teodosio, como época cristiana. Nos parece un error asimilar ésta directamente a época medieval, que es lo que nosotros deducimos del texto. 

          
Continúa “Más bien se trata de máximas recuperadas y difundidas a partir del humanismo. Pero, en especial, contrastan con la presencia de sentencias de corte más moderno”. Más adelante insiste en el hecho de que algunas son antiguas, en tanto que otras son posteriores en el tiempo y algunas de las antiguas se han hecho famosas con posterioridad “aun siendo antiguas, sólo se han hecho famosas y manejables en épocas muy posteriores”. Entre las consideradas por ella como «sentencias de corte más moderno» está la que vamos a tratar aquí.

A este respecto hemos de señalar en primer lugar que si ella misma afirma que parte de las sentencias ya existían en la Antigüedad, no vemos cuál es el problema real que plantean, por mucho que también se difundan con el Humanismo. Si eran conocidas en ámbitos escolares en época antigua, no hay mucho más que decir.

              
A nuestro juicio lo que se pretende es convertir a todas las sentencias –incluidas las antiguas- en sospechosas de modernidad, mediante una valoración absolutamente subjetiva. Porque el hecho cierto es que, si eran conocidas en la Antigüedad, su presencia en testimonios escritos de una ciudad de época romana y en un ambiente de enseñanza es perfectamente factible, por mucho que dichas frases hayan traspasado los siglos y hayan subsistido hasta la actualidad.

               
Pretender datar un texto no en el momento en que se constata que se puso por escrito por primera vez (sin descartar que pudo serlo con anterioridad o provenir de una larga transmisión oral), sino en el período en que se supone que se difunde (porque no podemos pretender saber su nivel de difusión en la Antigüedad), es una conclusión absolutamente ilógica, insostenible, subjetiva e inclinada a intentar demostrar, en este caso, la modernidad de los grafitos.  
Además, este tipo de textos por su propio contenido, suelen tener una fuerte tradición oral y ponerse por escrito como tales máximas más adelante con un concepto similar o diferente. Lo más probable es que ni siquiera se conserve el testimonio de la primera vez que se registraron gráficamente. En definitiva, se trata en general de conceptos muy populares. Pongamos el ejemplo de los refranes o los dichos de la gente. Éstos tienen una transmisión fundamentalmente oral hasta, que en un momento determinado, alguien los pone por escrito y es cuando puede parecer que se popularizan. En una investigación científica no podemos perder de vista todas las posibilidades lógicas.
Por otro lado, con respecto a las sentencias que se suponen de origen moderno, está ésta que vamos a tratar aquí, la cual consideramos que también pudo tener un origen antiguo, como ya veremos.
Gorrochategui por su parte señala que estas sentencias presentan como característica común que utilizan de forma correcta los casos latinos lo que, sin embargo, no ocurre con el resto de los grafitos que muestran formas vulgares http://www.sos-irunaveleia.org/dictamen-de-joaquin-gorrochategui.

Contextualización estratigráfica

              
         El grafito que vamos a analizar aquí, el nº 11811,  fue localizado en el sector 12  http://www.sos-irunaveleia.org/arqueologia:sector12:sector12, recinto 3, correspondiente a una antigua cisterna que en el siglo V d.C. quedó amortizada http://www.sos-irunaveleia.org/arqueologia:sector12:sector12:recinto3. Sus paredes se conservaban en toda su altura, si bien la cubierta y la solera de mosaico del piso superior, se habían colapsado y su derrumbe había rellenado la cisterna, colmatada por tanto por un derrumbe. La cubierta de la cisterna había estado sustentada por dos pilares que se conservaban in situ.


              Bajo el derrumbe, producido en el siglo V d.C., se localizó un interesante depósito efectuado de forma previa a la ruina de la estructura pero tras la amortización de la misma (UE 12077), compuesto por restos animales (entre los que destacarían varios perros, aunque también había burros, caballos, cerdos, ovejas, cabras, conejos o gallinas, estudiados por Oskar Escribano) y humanos (estudiados por el equipo de Francisco Etxebarría) en disposición secundaria, llamando la atención la acumulación de 5 cráneos en una de las esquinas de la cisterna. Vemos aquí una foto en proceso de excavación.

        
          Como decíamos, sobre el depósito, apareció un potente derrumbe cuya parte inferior era la UE 12076, que fue en la que se localizó el grafito nº 11811. Aquí abajo vemos una foto de este nivel.


               En la siguiente imagen vemos un corte estratigráfico de la cisterna. La U.E. 12076, en cuya parte más baja apareció el grafito (que cuenta con coordenadas), estaba colmatando la parte inferior de la estructura sobre el nivel de depósito. Este derrumbe incluía fragmentos de grandes bloques de materiales constructivos diversos, tanto en piedra como en hormigón, así como los restos del mosaico que había constituido la solera del recinto ubicado sobre la cisterna.

 

 Grafito nº 11811

               
         Grafito grabado sobre un fragmento de hueso que no es un desecho de alimentación sino que corresponde a un resto de industria ósea (está facetado y pulido). En él podemos leer  un grafito grabado en dos de sus facetas o caras, disponiéndose el texto de forma inversa de una parte con respecto a la otra, en la manera que puede verse en la foto que sigue.




                                     Cara-A. Texto: HOMO PROPONIT


                         Cara-B. Texto: SIID DIIVS DISPONIT

 

          «Homo proponit sed Deus disponit«, esto es, “El hombre propone pero Dios dispone”.

                Como ya hemos señalado, el grafito se localizó dentro de un derrumbe producido en el siglo V d.C. Su grabado sería por tanto, anterior al mismo, ya que el derrumbe nos marcaría su datación ante quem. Una fechación post quem nos la daría una analítica de C14 sobre una muestra del propio soporte óseo. Ambas datas acotarían de forma bastante precisa la cronología concreta en la que se produjo el grabado.

Datos adicionales sobre el grafito

        

             Atendiendo al soporte óseo del grabado señalar que, según el paleopatólogo Joaquín Baxarías http://www.sos-irunaveleia.org/baxarias, las incisiones correspondientes al  grafito no presentan la morfología de las realizadas sobre hueso seco ni si se acúa sobre hueso húmedo tratando a posteriori de recubrirlo con pátina e incrustación de tierra, esto es, no presentan signos de manipulación actual. Están grabadas en fresco, cuando aún no hacía mucho de la muerte del animal y todavía conservaban la elasticidad que les da el colágeno que aún no habían perdido.

      Baxarías ve por tanto determinados parámetros de Antigüedad en este grafito que son incompatibles con grabados actuales.
        Por tanto, remitimos a lo dicho en este post http://www.amaata.com/2013/03/sufrio-nefertiti-una-efectiva-damnatio.html sobre las posibilidades de verificar analíticamente la antigüedad del grafito.

Problema del grafito según la Comisión

         
           Señala Velázquez en su informe que hay una errata y que pone PROPOVIT confundiendo N por V, pero esto es muy difícil de determinar con seguridad dado el trazado de las letras en el soporte óseo. No le da importancia a este hecho y además -en su caso-, se trataría simplemente de una errata. Nosotros en su día leímos PROPONIT. 


           Marca también como anacronismo la utilización de la II o E de dos barras, lo cual no es una argumentación que pueda sostenerse ya que existen numerosos documentos de época romana  (y muchos en grafitos) que muestran el uso de este tipo de II hasta época bajoimperial. Además, puede considerarse más una grafía cursiva que un arcaismo gráfico.


         Pero el verdadero problema, señalado por Velázquez, Gorrochategui (que define este grafito como una “impostura moderna”) y Ciprés/Santos http://www.sos-irunaveleia.org/informe-epigrafico-historico, estriba en que la frase “pertenece a la famosa obra De imitatione Christi de Tomás de Kempis (1379-1471)”, en cuyo capítulo 19dice: «Nam homo proponit sed Deus disponit, nec est in homine via eius«, esto es, «Pues el hombre propone pero Dios dispone, y no está en el hombre su camino«. Con lo cual para ellos sería un texto que no se podría datar con anterioridad. 

       Antes de pasar a evaluar esta afirmación, no podemos resistirnos a señalar aquí que, en los informes de la Comisión, se registran una serie de pequeñas contradicciones entre ellos en lo que se refiere al título de la obra de Tomás de Kempis (para Gorrochategui titulada Imitatio Christi), en el capítulo y punto concreto de la cita (para unos el punto 2 y para otros el 9), en la fecha del nacimiento del autor (para unos 1379 y para otros 1380), así como en su profesión.

      Gorrochategui dice que la obra apareció publicada en 1481 de manera anónima, si bien debe tratarse de una errata porque se publicó en 1418 realmente.

       El hecho es que Tomás de Kempis fue un monje medieval (tardomedieval), escritor de obras ascéticas y piadosas y su obra se publicó con el título De Imitatione Christi. El texto en cuestión figura en el capítulo 9, punto 9 (Aurea Dicta, Dichos y proverbios del mundo clásico, 2004. Ed. Crítica, Barcelona. Pág. 31).

¿Existe tal problema? 

 

              Según la Comisión, el primer documento escrito conservado en el que se recoge tal cual el texto del grafito de Veleia (si bien dentro de una frase más larga, lo cual debe ser tenido en cuenta) es  la obra “De Imitatione Christi”, 1, 19, 9de Tomás de Kempis. Sin embargo, veremos que esto no es así, puesto que ya se recoge en esta misma forma en un texto medieval anterior.
           Sin embargo, consideramos que hay una seria de evidencias documentales que nos llevan a concluir que tal sentencia, la esencia, el contenido de la misma, existió con muchísima anterioridad. Sin olvidar, como ya hemos señalado antes, que este tipo de textos suelen provenir de una prolongada tradición oral que, en este caso, ha ido dejando algunos rastros documentales que vamos a señalar aquí y que, creo, nos permiten afirmarlo con cierto nivel de seguridad. Las pequeñas diferencias formales que pueden señalarse, no creo que puedan alegarse en contra de la existencia de la misma desde la Antigüedad. Veamos los casos documentados de esta sentencia anteriores a la obra de Kempis.
             Publio Siro, es un escritor que vivió entre el 85 y el 43 a.C. y en cuya obra, entre una serie de máximas morales, aparece este texto: “Homo semper aliud, fortuna aliud, cogitat” (Sententiae, H. 14), esto es, El hombre siempre piensa una cosa y la fortuna otra. Esta máxima, como vemos, es muy parecida a la del grafito de Iruña. Aunque no es literalmente igual, su sentido viene a ser el mismo, si bien en la de Iruña y en un contexto judeo-cristiano, no es la Fortuna, sino Dios el que dispone. 

       Jesús Cantera opina de esta misma manera en relación a la sentencia de Publio Siro y la de Tomás de Kempis, ya que si bien las  distingue como refranes diferenciados, concluye que en origen tendrían un sentido muy parecido y las da como sinónimos (Cantera, J., 2005: “Diccionario Akal del Refranero latino”. Ed. Akal. Pág. 101)


           Pero el sentido religioso de la sentencia también está documentado muy pronto por escrito, como se refleja en las Sagradas Escrituras, concretamente en Proverbios, 16, 9, donde encontramos, «Cor hominis disponit viam suam sed Domini est dirigere gressus eius«, es decir, «El corazón del hombre piensa su camino, pero el Señor dirige sus pasos ”.

           En el tercer libro de Orderico Vital (1075-1150), un cronista inglés que nos legó una de las grandes crónicas de Normandía e Inglaterra en los siglos XI y XII, nos encontramos con “Homo cogitat, Deus ordinat”, «El hombre piensa, Dios ordena» (Orderico Vital, Historia Ecclesiástica  “Eccles. Hist”, Libro III). 

 

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            Avanzando en el tiempo, dos citas idénticas a la de Iruña aparecen en la obra de Gervase of Canterbury (c. 1141 – c. 1210). En el libro «The Historical Works of Gervase of Canterbury«. Así, en la pág. 207 dice: «Homo proponit sed Deus disponit«.  Y en la 432: «Sed dum de torquendis monachis, adhuc tamen vivente priore, et de decimarum colligenda pecunia, nimis affligerentur in se, praepediti sunt ad modicum, quia scriptum est, homo proponit, sed Deus disponit«

           Y, en la misma obra, otras dos citas más con la variante de sustituir “sed” por “et”. Así en la pág. 250: «Sed homo proponit et Deus disposuit» (donde una nota a pie de página corrige el disposuit por disponit) y en la pág. 392: «Sed homo proponit et Deus dispouit» http://books.google.es/books?id=-wcSldGVJEsC&pg=PA250&lpg=PA250&dq=Homo+proponit+et+deus+”disponit&source=bl&ots=5hVdP1E6tp&sig=FRaoOnrSSjrOI4KP0SobwUqCMfI&hl=en&sa=X&ei=m6l3UZ64McqmhAfM5YCwBA&ved=0CHkQ6AEwCQ#v=onepage&q=Homo%20proponit%20&f=false


      El libro parece estar basado en tres manuscritoshttp://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k50339v/f54.image

MS A ‘authorative MS’, escrito por ‘archbishop Boniface’ entre 1245-1270.
MS B. ‘late thirteenth century’
MS C. ‘late thirteenth century’ (University Library Cambridge)

         En torno a esas fechas, se sitúa la obra de Hugh of Saint Cher (ca. 1200 – 19 March 1263)  donde encontramos «Hoc est, quod vulgariter dicitur: Homo proponit, sed Deus disponit» (vol. 3, fol. 35) «Esto es, lo que vulgarmente se dice/se llama: Homo proponit, sed Deus disponit«, en sus comentarios del texto bíblico de Proverbios 16, 9 (Alford, John A., 1975:  Modern Philology, Vol. 72, No. 4, May 1975). 

         Finalmente, dos citas más prácticamente idénticas a la de Iruña aparecen en el poema “Piers the Plowman” escrita en inglés medieval por William Langland entre 1360 y 1387. Las citas están en latín y dicen así “Homo proponit et Deus disponit”, «El hombre propone y Dios dispone» texto que, en el poema, en 11, II. 36-8, es ¡¡¡atribuido a Platón!!!. Como podemos ver, la única diferencia entre el texto de Veleia y el de Langland  es el cambio de sed por et, pero por lo demás son idénticas y, el sentido, el mismo. 

        Veamos las citas. En en una de ellas se alude a Platón, concretamente dice Langland “Homo proponit quod a poete and Plato he hyght, And Deus disponit quod hehttp://www.iath.virginia.edu/seenet/piers/windows/index- scribal-div1-N43612.html. Que viene a significar
«El hombre propone, lo cual (fue dicho)por el poeta y por Platón mismo, y Dios dispone, lo cual (fue dicho) por él (Platón)». Aunque no se pueda asegurar que la frase sea de Platón, el hecho de estar expresada en latín en un texto en inglés medieval y de estar atribuida por el autor a Platón, es un indicio de que al menos el origen de la frase es muy anterior a cuando la plasmó Langland y éste era consciente de ello.

        
La otra es ésta «Homo proponit et deus disponit and governeth alle goode vertues«, “El hombre propone y Dios dispone y gobierna todas las buenas virtudes«.

 

Conclusión

        
         Creemos que la sentencia contenida en este grafito nº 11811 de Iruña-Veleia tiene una antigüedad rastreable documentalmente habiéndose de tener en cuenta, además, que se trata de un tipo de texto que, por su naturaleza. suele tener una prolongada tradición oral (como los refranes). En este caso, como hemos podido encontrar documentos antiguos de su existencia, hemos de suponerle, sin mucho temor a equivocarnos, un largo recorrido oral.

              Su registro más antiguo, del siglo I a.C., muestra un contenido y un mensaje similar solo que con un sentido pagano o, mejor dicho, no cristiano. Pero ya existía como tal sentencia con un inequívoco sentido parejo al del ejemplar veleyense. En cualquier caso, también tempranamente podemos encontrarla documentada, ahora sí que con un significado religioso cristiano, tanto en la Antigüedad como en época medieval (aquí incluso con una mención expresa de que se trataba de un texto clásico), momento en que la frase prácticamente está fosilizada en la forma en que más tarde Kempis la refleja. 

         En cualquier caso, creo que estamos en condiciones de asegurar que la sentencia «Homo proponit sed Deus disponit» tuvo su origen en época antigua, aunque fuera a partir de la obra de Tomás de Kempis cuando alcanzó mayor difusión. Su contenido, su mensaje, su esencia, muestra una larga tradición como máxima moralizante, independientemente de las ligeras variantes formales que adoptó a lo largo de los siglos, de las que desconocemos su vertiente oral.
          No creemos por tanto que pueda mantenerse el argumento de la Comisión según el cual la aparición de este texto en un grafito de época romana sería imposible.
            En cualquier caso, el grafito veleyense que lo contiene, fue localizado y coordenado in situ en un nivel estratigráfico intacto, formado en el siglo V d.C. por lo que, al menos, tiene esa antigüedad (ya he dicho que es una datación ante quem). Las características mecánicas y físicas del grabado sobre hueso, muestran también antigüedad, así como el hecho de que las incisiones fueron hechas cuando el soporte óseo aún estaba fresco. 
           Por ello, sería posible verificar la datación de las mismas mediante un análisis de C14 sobre una pequeña muestra del hueso, si se confirma su grabado en fresco. Y tendríamos aquí una datación post quem, de forma que entre la dada por analítica y la proporcionada por la estratigrafía, obtendríamos la cronología acotada del momento de ejecución de las incisiones que componen el texto en cuestión, como ya hemos señalado.

Notas

.- Lo expuesto aquí fue tratado en su día en este informe http://www.sos-irunaveleia.org/latin
.- Agradezco a Alicia Satué su ayuda con las traducciones de los textos latinos
.- Agradezco a Koenraad Van den Driessche, las citas aportadas de Gervase of Canterbury y de Hugh of Saint Cher, en los comentarios que siguen.
.- Agradezco a Miguel Thomson su aporte de una nueva cita de Langland en los comentarios que siguen.



Is Pytheas Thule found?

Ernst Olav Blakstad
 
« It seems that the massaliot Pytheas actually was in these regions. He says among what he has written in On the Ocean: « The barbarians pointed out for me on several occacions where the sun goes to bed. For it happens in these regions, that the night is very short, some places two others three hours. So after sunset, it takes only a short while until it rises again»
 
The text above was written by Geminos around two tousand years ago. This according to Christina Horst Roseman ( Pytheas of Massalia, On the Ocean. Text, translation and commentary, 1994).
 
This is one of the few remaining fragments from Pytheas book On the Ocean, the book he wrote about his extraordinary voyage from Massalia (Marseilles in France) to Northern Europe around 325 B.C. A book that got lost when the great library in Alexandria was destroyed in 270 A.D.
 
During the 600 years the book existed nearly 20 known scientist and historians read and used information from the book in their own works and maps. Among these are Erastosthenes (mapping), Hipparkhos (astronomy), Polybios (historian), Stabro (Geography) and Ptolemy (mapping).
 
Ptolemys world map, see Thule north-east of Britain.
These fragments are bits in the puzzle about where Pytheas went on his epic voyage. And the biggest bit in the puzzle is the whereabouts of Thule, the mytic island far north at the edge of sivilization.
 
Probably is it only the whereabouts of Atlantis that is more discussed?
 
Pytheas was a great observer/navigator using a “gnomon”for his observations. According to Dieter Lelgeman he observed the latitude of Marseilles with just 4 nautical miles wrong, – an amazing accivement.
 
There is knowledge that he probably was in Le Youdet in France, Lands End, Isle of Man and Lewis in Britain. But for over two thousand years people have wondered «Where is Thule?», his northern-most stop. Some say Iceland (Cunliffe 2001), some say Norway (Nansen 1911), the Shetlanders say it is Shetland, the Færingers say it is The Faroes and some even say it is Saremaa in The Baltic.
 
One key question in the search of Thule is “Was Thule inhabited?”
Christina Horst Roseman think so. She writes in her book: “If he had specifically stated that Thoule, as was not inhabitated, Stabro might have been expected to mention this, as it would have provided some support to his own notions about the chilly zone“.
 
She writes that most of them who refers to “On the Ocean”are critical to what Pytheas reported and called him a liar and sharlatanan. Had he seen the midnight-sun the critics would mentioned it as a big lie., according to Roseman Cunliffe agrees in this last conclution.
 
But was Thule inhabitated at Pytheas time this rules out Iceland. According to National Museum in Reykjavik there are no archeological evidence of population on Iceland prior to Celtic munks and the Norse Vikings. Also The Faroes would be doubtful.
 
In 2007 The Technical University of Berlin (TU-Berlin) sent out a press-release, informing about new studies of old greek and roman maps. By using advanced data-technology a science-group had corrected such maps and located between 5 and 6000 old and new geographical places in northern Europe. The science-group was led by Dieter Lelgemann – Professor of geodesy. Lelgeman special area is Greek messures in the antic.
 
When the first map of Italy was made it was a puzzle of 40 smaller maps, this according to Lelgemann. Different messures in these maps made this map wrong. The study at TU-Berlin corrected these wrongs by using known places (Barcina=Barcelona, Londrium=London, Byssants=Istanbul….) Like this lost places accured.
 
Page from “Germania und der Insel Thule” shows how smaller maps of Germany are corrected according to reference map (G2).
As a part of this study they also used all knowledge about Thule and concluded that it probably is Smøla (N 63 25, E 008 00) on the West-Coast of Norway.

This new discovery/theory was referred in magazines, newspapers and web-sites in many countries (Germany, France, Spain, Portugal, Chile……)
 
 
Page from chapter about Thule in “Germania und der Insel Thule”.
 
Professor in history, Einar Østmo at the University of Oslo (UIO) say that the conditions that Pytheas reported from Thule was simular to these in the west-coast of Norway in iron-age. Such as farming herbs, roots, using barns for drying harvest, climate, using honey and barley in making of the norse beer “Mjød” etc.
Østmo is referred in a Norwegian newspaper in 2008.
 
How well did these German scientists know the ancient history of Smøla? The fact is that there are only a few islands on the Norwegian coast with a simular rich history.
It seems to be a «Bulls-eye.

Ancient history of Smøla in brief

When the ice-cap withdrew after the last ice-age it was the west-coast of Norway that was first settled. Hunters, collectors and fishermen followed the ice-free coast looking for reindeer, sea-mammels, mussels and fish. The warm Gulf-stream «hits» the norwegian coast at Stadt (West-Cape) and even today this area has the warmest seawater and therefore is best for fish-farming.
 
The heavy ice had pressed the land down and slowly the land started to rise (icostacy). Geologs reckon that Smøla was around 70 meters «lower» by the end of the ice-age. This means that only one small part of Smøla was above water at that time, – the top of a hill today called Ramdalshaugen at Kuli.
 
By 6000 BC «Smøla» had raised about 40 meters and it was around this time the first human being placed his foot on Smøla.
In 1909 archeologist Anders Nummedal made his first find of what he later called «Fosnakulturen», the Fosna-culture. Fosna is the old name of the town of Kristiansund, the place where he made his first find. Nummedal also found stone-age places and finds at Smøla.

 

 

Finds at Smøla

 

The stone-axe is a beutiful piece of work. I reckon would have taken some time to make the perfect hole.

Stone-axe found at Smøla

There are a few certain bronze-age finds on Smøla, historians reckon that stone-tools still were in use since the sivilization was not advanced. Therefore it is difficult to know witch period such single-finds is from.

 

But there is one remarkable find done in 1922: Whist plowing a farmer found a bark-basket deep in the moor, 2 meters deep.

 

Bark-basket found at Smøla
The basket was intact when it was found, but was damaged when it was lifted out of the moor.

In 2006 a stipendiate at NTNU in Trondheim dated the basket to be from 1520-1440 BC by using c14-dating.
 
Nearly all finds done at Smøla are located at NTNU-museum in Trondheim.
 
At the north end of Kuli at Smøla there is a cult-stone, a ”Pikk-stein”– a “cock-stone”. (mind my language).
 
Photo of cult-stone at Kuli, Smøla due north
 
It is one out of 52 such in Norway and the historians consider them as a part of a sun-cult from late bronze-age/early iron-age. Around the main stone there are smaller white stones.
Could these smaller stones have been used for celebrating midsummer og mid-winter in observing the sun?
 
There has not been any organized escarvations at Smøla after Nummedal was looking for stone-age finds in early 20thcentury (at 20-40 meters above todays sea-level). Nearly all later finds are done by farmers whilst plowing and digging ditches, just by pure luck.
 
When the star-grave from the iron-age was found at Edøy in 2006 it was also by pure luck.

 

Cermonial stone-star found in 2006 at Edøy, Smøla. Old church and main ships fairway in back-ground.
 
Prior of building a culture-center a rare star-grave was found in 2006, at the end of a «test-ditch». There was no investigation in forehand, so had the ditch been selected 5 meters to the side the grave would not have been found. It was used one digging-machine and it was superviced by one-1 acheolog !!!
 
This grave is now a Norwegian national heritage.
 
There are only a few such star-graves in Scandinavia and all of them lies close to a «Hov»- the pre-christian house for the old gods (Odin, Thor,Frøya, Njord…..) Probably there was a such a «Hov»where the church is today.
 
Historians believe that these three-armed stars symbolizes the roots of «Yggdrasil»- the «World-tree». The tree reaching from heaven down to the three norse worlds: «Åsgard» , «Nivilheim» and «Jotunheim».
 
Tolkien was much inspired of these elements of norse mythologi when writing «Lord of the Rings».
 
The church were cunning when christening Norway, by mixing the old and new religion. Rebuilding «hovs» to churches or building new churches on top of “Hovs”. Nearly all Norwegian Christmas-traditions origins from «Åsatru»– the old religion.
 
Runic-stone at Kuli, Smøla
 











From Viking-age there is the find of runic-stone “Kulisteinen” which use the name Noriki (Norway) for the first time. It also mentions for the first time about the christening of Norway.
This unik runic-stone was in 2012 listed in UNESCO heritage document-list, as the oldest document from Norway.
 
All these great mentioned finds at Smøla is a strong indication that Smøla was a central place on the Norwegian coast for centuries.
 












Some aspects about Smøla being Thule:


Edøy had a «Hov» in iron-age and this together with the cult-stone, star-grave and important runic-stone are a strong indication that Edøy/Kuli area at Smøla has been a stronghold for centuries,controlling the Norwegian Coast (as Gibraltar, Bosporus). The area was important for sea-farers. The “Hov”could have been be dedicated to Njord, the god of seafarers? Edøy is the last safe stop before entering the North Sea towards Europe and the first stop when coming back. It is a natural place to stop to after several days at sea. The area also have excellent conditions for docking, not as rocky and wild as the rest of the Norwegian coast.


As a curiosity it can be mentioned that there also is an island called Eiday at The Orcneys, an island similar shaped as Edøy at Smøla. A “eid”is place where the island is narrow.


Pytheas sailing 6 days towards north from Britain to reach Thule.
 
According to the King Sagas , Snorri Sturlason tells about a fortress in the area. This fortress has never been found. The farmer on the iron-age farm on Edøy has localized a 35 meter stone-wall deep in his field, not far from the above mentioned star-grave and “Hov”.
Could local chiefs have lived here also at Pytheas time? On Kuli there are found a big bronze-age farm.
 
Snorri also tells in the sagas about celebrating mid-summerin pre-christian times. Was the stone at the north-end of Kuli the local center of this celebration, with its perfect view of the setting sun in the north horizon? And if Pytheas visited Smøla, did he joined the local barbarians in this celebration at this very place?
 
Like this he could have reported afterwards, according to Geminos/Roseman : « The barbarians pointed out for us on several occations the place where the sun lies down. For it happens, around these places, that the night is extremely short; two hours in some, three in others, so that after the setting, although only a short time has elapsed, the sun straightaway rises again».

 

 

 

According to modern almanac the sun today is below horizon 3 hours and 15 minutes at mid-summer at Smøla. According to Nansen (Northern Mist, 1911) the heeling-angle of the earth changes constantly and Smøla had even shorter «nights» at Pytheas time.

 

 
Could it be so elegant and so simple?
 
Can this be Pytheas Thule?

Will there be found archeological evidence that support the scientists at TU-Berlin?

 

 

 
For further reading:
Northern Mist(Nansen 1911)
Pytheas from Massalia. On the Ocean. Text, translation and commentary (Roseman 1994)
The extraordinary voyage of Pytheas the Greek(Cunliffe 2001)
Germania und der Inseln Thule ( Lelgemann, Kleineberg, Marx, Knobloch 2010)
Metrum.org (Mapping of the world /Thule)
 


Ernst Olav Blakstad
 

Argumentos de Antonio Rodríguez Colmenero sobre la autenticidad o falsedad de los hallazgos de Iruña-Veleia

Hace tres meses salió a la luz el segundo informe de Antonio Rodríguez Colmenero sobre los hallazgos de Iruña-Veleia, con el título “Grafitos, textos y diseños de la Veleia romana: la urgencia de una solución”, en el que plasma por escrito su ponencia presentada en el I Congreso Internacional de Iruña-Veleia celebrado el 24 de noviembre pasado en Vitoria. La noticia de la publicación de este informe en la página web de Euskararen Jatorria (http://euskararenjatorria.net/wp-content/uploads/2012/12/04-Antonio_Rguez_Colmenero2.pdf) ha pasado un tanto inadvertida, aunque ya se informó de la misma en este blog, por lo que me ha parecido oportuno reiterarla para aquellos que no la conozcan.
Antonio Rodríguez Colmenero es catedrático emérito de historia antigua de la Universidad de Santiago de Compostela. Su curriculum vitae está disponible en http://humanidades.cchs.csic.es/ih/numismatica_antigua/wp-content/uploads/cv-rodriguezcolmenero.pdf. Entre sus numerosas publicaciones destacan las dedicadas a la epigrafía de la Hispania romana, centradas especialmente en el noroeste peninsular. Creo importante resaltar este hecho, porque su condición de epigrafista le fue negada por Joseba Lakarra en el debate emitido el pasado 5 de diciembre en ETB1 (“Iruña-Veleiako misterioa”), en el que en respuesta a la mención de Rodríguez Colmenero como epigrafista por Juan Martín Elexpuru aquél afirmó tajantemente “Colmenero ez da epigrafista”. Pues conviene recordarle al profesor Lakarra que antes de opinar sobre las cualificaciones profesionales de una persona es necesario conocer su CV. Y del de Rodríguez Colmenero se desprende que tiene un amplio recorrido científico en el campo de la epigrafía de época romana, lo que confiere una especial relevancia a su opinión sobre los hallazgos de Iruña-Veleia. Aparte de la evaluación detallada que hace de los grafitos, en la que aporta fuertes argumentos a favor de la existencia de un paedagogium en Veleia, en las conclusiones de su informe, Rodríguez Colmenero expone con lucidez sus argumentos sobre la autenticidad o falsedad de los hallazgos, que reproduzco a continuación:
“Pese a haberse efectuado ya, hasta la data, algunos análisis arqueométricos, en todo caso no suficientemente concluyentes, resulta ineludible seguir insistiendo en la obtención de otros nuevos y más rigurosos que, en el caso de coincidir con la cronología derivada del estudio de los textos y diseños, sancionaría para siempre la autenticidad o mendacidad del conjunto de los hallazgo; por el contrario, y caso de que no coincidiesen, resultaría ineludible explorar nuevos frentes de investigación.
En todo caso, y mientras esa convergencia científica no se produzca, seguiremos aplicando al problema de la veracidad o falsedad de los hallazgos el baremo del sentido común, el cual, y por lo de ahora, sugiere que resulta mucho más difícil explicar la falsedad de los hallazgos que lo contrario. Y a tal respecto, resulta incomprensible, a la vez que revelador, que, frente a la pasividad de los acusadores, tengan que ser los imputados los que imploren del juez que se esclarezca el cuerpo del delito, para lo que bastaría con la apertura de algunas catas en puntos estratégicos del yacimiento.
En fin, y para terminar, no nos resistimos a traer a la memoria del lector las puntualizaciones que en nuestro alegato anterior realizábamos en relación con la hipótesis de un fraude total relacionado con los hallazgos de Veleia.
Decíamos entonces que “si nos inclinásemos por la hipótesis del fraude generalizado, tendríamos que responder, de inmediato e inexorablemente, a una retahíla de interrogantes que nos asaltarían a la vez: cuándo, por quién, qué, cómo y para qué”.
Cuándo.
Sólo caben tres posibilidades: durante el período histórico al que teóricamente son atribuibles los hallazgos, la Veleia tardoantigua; a lo largo de la dilatada secuencia temporal que media entre la destrucción de la ciudad y las excavaciones del primer lustro del siglo XXI; o, finalmente, en el corto espacio de tiempo en que fueron llevadas a cabo estas mismas excavaciones.
La primera de las posibilidades es absurda, porque inventar una mascarada así para engañar a las generaciones futuras no cabe, por burda y sin sentido, en la cabeza de nadie.
La segunda, apuntada de oídas por algunos eruditos, carece, asimismo, de lógica, puesto que, aparte de llevar aneja la ruptura masiva, intencionada y reiterada de niveles que cabría suponer sellados, dado el volumen y dispersión de los objetos en litigio, tendría que ofrecer, por fuerza, vestigios culturales de la época en que se habrían efectuado las intrusiones, a no ser que, previamente se hubiesen desenterrado unos vestigios originales, que tendrían que ser inhumados otra vez con el fin de engañar en el futuro a unos potenciales, desconocidos e incautos arqueólogos (¡el delirio!); pero, aún en ese caso, y para marear un poco más la perdiz, los vestigios, si bien manipulados, no dejarían de ser auténticos.
Solamente se sostendría, por tanto, la última de las posibilidades, sea al margen de los responsables de la excavación, o contando con su colaboración, connivencia o descuido.
Por quién.
¿Por alguien ajeno al equipo excavador? Pero en ese caso habría que distinguir si los delincuentes lo hicieron mediante intrusiones furtivas a lo largo de las etapas de excavación propiamente dicha o, más bien, durante el proceso de lavado, siglado, inventariado y almacenaje de los hallazgos. Sin embargo esto, que sería teóricamente posible tratándose de objetos aislados, y de ahí las sospechas razonables que cada uno podamos haber albergado en algún momento, carece de toda lógica, en una y otra hipótesis, salvo que los responsables fuesen consentidores, puesto que todo director de excavación, si ejerce mínimamente como tal, tiene que saber, por fuerza, qué tipo de vestigios, y en qué cantidad, van apareciendo a lo largo de cada jornada.
Por lo tanto, sólo es admisible la hipótesis de que el fraude procediese de los responsables de la excavación y de sus allegados, ya que también los colaboradores conocen, día por día, la naturaleza del expolio que se va generando en las áreas que se están interviniendo.
Qué.
Y, detectados ya los hipotéticos autores de la fechoría, me pregunto ¿serían fraudulentos todos los hallazgos singulares o solamente algunos de ellos? Da igual porque la cantidad de los que ofrecen constantes similares es tal que nos conduciría al mismo resultado. En nuestra opinión, y salvo casos muy puntuales, cada vez menos numerosos, que habría que demostrar, el conjunto del que hablamos o es todo auténtico o falso en su conjunto.
Cómo.
En este caso no se trataría de la falsificación de una fíbula con su  leyenda, de una moneda o monedas con su pátina postiza, ni siquiera de un documento jurídico sobre tábula broncínea, capaces de confundir al personal durante algún tiempo si los falsificadores son gente bregada en el oficio y cuentan con el asesoramiento de intelectuales del ramo. En nuestro caso, y dado el volumen de hallazgos que conocemos por los informes y a través de los fotogramas, se trataría de muchos cientos de testimonios de temática variopinta que, por su envergadura y multiforme peculiaridad, habrían exigido la movilización de un equipo numeroso de entendidos. Pero es que, además, el proceso de envejecimiento, diferente en cada objeto, así como las muescas, desmoches y pátinas simuladoras de autenticidad habrían dado que hacer a todo un ejército de falsificadores con los correspondientes laboratorios, disparándose así el costo de una fechoría que, desde el punto de vista dinerario, únicamente podría ser enajenable a un cliente: la Diputación Foral de Álava, a la que, para más INRI, corresponde ya por ley el depósito de los hallazgos.
Para qué.
Conjeturado que solamente el equipo excavador podría haber sido el autor de la costosa superchería, nos preguntamos el para qué. ¿Para ser flor de un día y después agostarse? Porque las mentiras en comunidad se difunden como la pólvora y, si bien pueden reportar fama y ganancias en un primer momento, acaban por ser letales.
Es por ello que me resisto a considerar así de imbéciles a los responsables, lamentablemente cesados ya, de las excavaciones de Veleia, a no ser que hubiesen sido víctimas de algún tipo de tara mental transitoria capaz de llevarles, o al suicidio profesional, en el que de hecho se encuentran, o a prácticas masoquistas inexplicables dentro del contexto en que se movían y siguen moviendo.
Expuestos quedan, pues, los motivos que nos han llevado a dudar, cada vez menos, de los hallazgos singulares de Iruña-Veleia y manifestadas las razones que podrían esgrimirse a favor de su autenticidad o, por lo menos, verosimilitud. En todo caso, nunca existieron ni existen argumentos de peso para acusar a nadie de falsificación. Sólo tras un estudio demorado y total de los hallazgos, ratificado por nuevas excavaciones ad hoc, además de efectuados los análisis arqueométricos pertinentes, se podrá determinar algún día si realmente ha habido reos o, más bien, cosa que temo, mártires.”

Zer da dialektoa eta zer hizkuntza? (esteka interesgarria)

Dialektoa eta hizkuntza zer direnari buruz esteka interesgarri baten laburpena duzu hau (lotura amaieran). Ez du ezer esaten aurretik gaiari buruz nekien erizpide bakarrari buruz, hau da, dialektoak edo hizkuntzak neur daitezkeela hiztunek beraien artean ulertzeko behar duten denbora kontutan hartuz. Baina gai ezaguna eta interesgarria zehazten du. Txikitan Frankoren garaiko umeentzako liburu batean irakurri nuena gogorarazi dit: euskara espainolaren dialekto bat zela!



Hizkuntzak edo dialektoak: botere kontua 
Dialektoak hizkuntzen aldaerak dira, lurralde eremu txikiagoetan erabiltzen direnak. Horren adibidetzat (…) euskalkiak; eta (…) portugesa, katalana edota italiera, esaterako, latin arrunta ren dialektoak dira.
Dialektologia. Alta, izen hori izan arren, dialektologoek azpimarratu ohi dute dialektoak baino hizkuntza – aldaerak aztergai dituztela. Izan ere, dialekto terminoak  (…) gutxiespen zentzua eskuratu du (besteenak hartu izan dira dialektotzat, ez norberaren hizkuntza).
Lurralde eremuaren arabera gertatzen dena, batzuetan, geolekto deitzen da. (…) klase soziala, adina, talde etnikoa eta beste faktore batzuen araberako hizkuntza – aldaerak ere badira. Estratifikazio sozialari (hots, gizarte batean gertat zen den botere eta prestigioaren mailaketari) lotutako hizkuntza – aldaera horiek soziolekto izena hartzen dute, (gazteen hizkera bereziak, azpikultura jakinei loturikoak, AEBko afroamerikarren etnolektoa , eta abar). (…) Langile – klasearen hizkera, horrela, ez da erregistro kulturako (hedabideetan zein eskolan erabiltzen dena) egokitzat hartzen; eta telebistetan aritzeko, adibidez, aldaera batzuk “aukeratzen” dira (Andaluziako telebistako aurkezleek ez dute espainieraren andal uziar aldaeran hitz egiten).
Garrantzitsuena ez dira hizkuntza horren balizko ezaugarriak, mintzaira hori darabilen talde sozialaren botere kokapena baizik. (…) Max Weinreich: “hizkuntza bat gudarostea eta itsas armada dituen dialektoa da”.
Jugoslavia ohian, adibidez, hizkuntza ofiziala serbokroaziera zen (mazedoniera eta eslovenierarekin batera). (…) Kroaziako estatu berriak kroaziera aldarrikatu zuen nazio hizkuntza, hots, latindar alfabetoz idatzitako aldaera; eta, ondoren, Serbiak ere serbiera hartu zuen bere hizkuntzatzat (serbiera zirilikoz zein latindarrez idatz daiteke). Geroago, Bosnia – Herzegovinako bosniakoek (hau da, musulman gisa ezagutuak) serbokroazieraren aldaera propioa aldarrikatu zuten berezko hizkuntza gisa, bosniera; eta gaur egun hizkuntza hori ofiziala da Bosnia – Herzegovinan, serbiera eta kroazie rarekin batera. (…) Jugoslavia ohiko herritarrak, Estatua desegin eta egun batetik bestera hiru hizkuntza ikasi zituztela esanez txantxetan aritzen dira. 
Montenegro 2006an bereizi zen Serbiatik, eta urtebete geroago aldarrikatu zuen montenegroera hizkuntza ofizial (ordura arte, bertako mintzaira serbieraren barruan sailkatzen zen).
1992an, Moldavia SESBetik independentzia aldarrikatu zuen. (…). Moldaviera errumanierak Moldavian hartzen duen izena besterik ez dela hizkuntzalari guztiek onartu arren, (…) oraindik ere Moldaviako konstituzioan hizkuntza ofiziala moldaviera dela adierazten da. 
Ezagunagoak agian, valentziera eta katalana, edota portugesa eta galizieraren artekoak dira. 
Gertuko inguru geografiko edo sozialetan erabiltzen den hizkuntza – aldaerari ekolekto ere deitzen zaio. (…) Pertsona bakoitzak hitz egiteko duen modu bereziari idiolekto deitzen zaio. (…) Basilektoa hizkuntzaren behe – mailako erabilera izendatzeko erabiltzen da, normalean ahoz soilik gertatzen dena, baina hizkuntza talde sendorik osatu gabe . Akrolektoa, berriz, formaltzat hartzen den hizkuntzaren erabilera izendatzeko erabiltzen da. 
Egilea: Iker Iraola Arretxe. Testu osoa: http://www.gaiak.net/zazpika/dokumentuak/deskarga_119.pdf 

Los 150 grafitos excepcionales de la Plaza del Castillo en Pamplona

Como es bien conocido en la Plaza del Castillo, durante la construcción de un parking subterráneo, se cometieron entre 2001 y 2003 a gran escala destrucción de patrimonio cultural de gran interés (curiosamente la responsable política, Yolanda Barcina está implicado en el cobro escandaloso de dietas de la Caja de Navarra por un valor de por lo menos 68.000 euros).

Tira de Oroz en Diario de Navarra (29-10-2004).

En dicha Plaza se hizo una excavación de emergencia donde salieron 150 grafitos de época romana, aunque no muy espectaculares. Entendemos que como se ha podido recoger poco material se lo ha analizado con mucho detalle, lo que en otras excavaciones de época romano no parece ocurrir.
Encontramos varios grafitos que nos llamen la atención:

(Fuente: M. URMENETA et al. 2009) Lectura: EYTICO (?) (con Y y II!)
Localización: pared.
Comentario: Grafito de lectura resulta muy
complicada y dudosa, en el que se pueden
superponer dos o más grafitos. No podemos
asegurar con total certeza esta lectura, porque
ofrece muchos problemas, pero su semejanza
con la inscripción nº 2 resulta sugerente. Sería
una inscripción de lectura inversa
, que haría
referencia a una variante de Eutiches.

— A o M]VS FV[—

TVS

Siluicus
(Fuente: M. URMENETA et al. 2009) Unas U/V como en alguna pieza de Veleia, imposibles por cierto.
(Fuente Ozcáriz et al., 2011)

Cabeza de animal.
Descripción de la pieza:
: Fragmento de pared de un recipiente de cerámica barnizada, la pasta es de color naranja clara, poco compacta, al exterior donde se encuentra el grafito ha perdido casi totalmente el barniz.
Descripción del grafito:
: Fragmento de grafito. Cabeza de animal, por su forma posiblemente un équido. Los trazos superiores pueden interpretarse como las orejas del animal, aunque también podrían interpretarse como cuernos, con lo que se trataría de un bóvido. Al contrario de lo que suele suceder,la rotura de la pieza ha respetado el contorno de la cabeza del animal.
Cronología: Siglo III d.C.
Comentario: Es un grafito cuyo trazo es bastante diferente al resto.No conservamos ningún otro dibujo semejante en el territorio cercano.

Uno de los temas dominantes son tridentes, y los autores traen
un ejemplo de un dibujooriginario de Pompeia estilo dibujo animado japonés.
(Fuente Ozcáriz et al., 2011)

Existen dos estudios sobre los grafitos romanos de la Plaza del Castillo:

  1. Grafitos nominales de la Plaza del Castillo de PamplonaMercedes Unzu y Pablo Ozcáriz
    LOS VASCONES DE LAS FUENTES ANTIGUAS EN TORNO A UNA ETNIA DE LA ANTIGÜEDAD PENINSULAR

    Javier Andreu Pintado (Ed.)
    C o l · l e c c i ón INSTRUMENTA 32 (2009)
    Publicacions i Edicions
    UNIVERSITAT DE BARCELONA
  2. Grafitos figurativos, palmas, tridentes y otros signos en cerámica romana de la plaza del Castillo de Pamplona
    Pablo Ozcáriz y Mercedes Unzu

    Príncipe de Viana (PV),253 (2011), 79-95

PARA SABER MÁS:

  1. Memoria en la piedra, la. Estudios sobre grafitos históricosVarios autores. Ozcáriz Gil, Pablo (coord.)
    Publicado por: Gobierno de NavarraDpto. de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales 2012

    SAMVELEIDA II: ¿Un sacerdote del Sol Invictus en Iruña-Veleia?

    Éste es el segundo post dedicado al misterioso personaje de Samuel cuyo nombre aparece en ocho piezas de Iruña-Veleia. En el primero creímos encontrar suficiente documentación epigráfica para plantear la hipótesis de que los hallazgos excepcionales de Lurmen son testimonio claro del ocaso de la declinación latina. En esta ocasión nos centramos más en la figura del tal Samuel, intentando dilucidar su papel en la ciudad romana del norte de Hispania.
    SAMVIIL, MARIO / VIILIIIAN JAVN             


    SAMVIIL IIISVS NIITO  / VIILIIIAN / PATHIIR PONTIFICII


    SAMVEL / SIMONE



    Presentamos aquí las fotografías de las piezas en las que Samuel aparece completo y con una sola L (ya que en otra pieza, la nº13362, presenta una geminada LL, evidentemente una errata).

    Es llamativo que precisamente la pieza que no fue hallada en la domus ecclesia, sino en el sondeo 29 (la nº 13956), presente la E diferente de los otros casos, en donde la E era la II arcaica de dos barras.

     [Párrafos con asterisco de hipótesis]:

    * Parece que existió en Iruña-Veleia un hombre llamado Samuel que tendría un cargo religioso de pat(h)er pontifice y que frecuentaría la domus ecclesia en el sector 6 que, según Lurmen, pudo estar operativa hacia principios del siglo IV como lugar de culto y evangelización en un ámbito doméstico. Quizás era uno de los sacerdotes consagrados al Sol Invictus: recordemos que la religión del Sol Invictus fue establecida como oficial en el año 274 por el emperador Aureliano, quien creó además un cuerpo estatal de sacerdotes para rendirle culto. 

    * ¿Por qué consagrado al Sol Invictus precisamente? Porque en el grafito nº 16365 (cara B) leemos la palabra ήλιος (sol) escrita en griego junto a la palabra LAIKI, que se ha interpretado como el adjetivo latino laicus.

    * Y en lo que atañe a PATHER PONTIFICII, merece y requiere un apunte. Como observó Idoia Filloy, cuando esta palabra pater aparece referida a un padre espiritual, como en este caso, presenta una sorprendente H que no se lee cuando pater está referido a la pura filiación. Así, en el grafito nº 11267 del sector 5, leemos el texto TVLIVS PATIIR FAMILIAII, única pieza en la que pater está claramente fuera de contexto religioso. Parece existir una intencionalidad en distinguir gráficamente el sentido figurado de pater en expresiones como PATHER PONTIFICII en las piezas nº 13380 y 13374 del sector 6.

    En lo que respecta concretamente a PONTIFICII, Ciprés y Santos Yanguas (págs. 33-34) dicen:
    “Una de las piezas más problemáticas del sector 6, escrita en latín, es la nº 13380. Se trata de un ladrillo fracturado en varios trozos que casan y permiten reconstruir dos textos. Uno de ellos es el que corresponde a la lectura MARIO CAYO (sic) MAXIMO PONTIFICII. Aunque no es fácil entender el sentido del texto, ni exactamente quién es el personaje aquí mencionado, parece que la frase hace referencia a un tal Marius Caius que habría sido Pontifex Maximus. Desde el punto de vista del latín, el texto plantea problemas que van más allá de la imposible grafía Cayo para este período por no existir como tal en latín. La forma PONTIFICII  nos remite en latín a un ablativo, caso en el que debemos suponer estarían el resto de los términos con él relacionados. Sin embargo, desde un punto de vista lógico no tiene sentido una expresión de este tipo en ablativo sobre este soporte. el segundo texto, también de difícil comprensión, puede arrojar luz sobre esta primera frase. El texto SAMVIIL IIISVS NIITO / VIILIIIAN / PATHER PONTIFICII, similar al que encontramos incompleto en el nº 13374 B también sobre ladrillo (UE 6.076), parece aludir a un individuo denominado SAMVIIL o SAMVIIL IIISVS que debería ser PATHER PONTIFICII. Si la expresión final corresponde al mismo individuo, PONTIFICII como ablativo no tiene ningún sentido, pues debería aparecer como nominativo como Samuel, Iesus y pather. Nos inclinamos a pensar que PONTIFICII debe entenderse como la palabra castellana “pontífice” y que el texto “Mario Cayo Máximo Pontífice” está en esta lengua”.
    Debemos manifestar nuestro desacuerdo con los epigrafistas. No creemos que PONTIFICII esté en ablativo. De nuevo comprobamos que los comisionados sólo atienden a razones con el latín clásico, sin tener en cuenta la contextualización cronológica que nos indica que las «reglas» las va a marcar la lengua hablada del latín vulgar. Más bien nos parece estar ante un nominativo -como  Samuel, Iesus y pather– producto de la desintegración de la flexión nominal y por tanto ostentador de una forma nueva y única con desinencia –e, como ha pasado al castellano y a las lenguas romances: pontifice, procedente del acusativo tras haber perdido la –m final.  Ello es coherente con la información que nos dan otras piezas en la misma línea acerca del estado de la declinación en el siglo III (nos referimos a los nominativos terminados en –o). Contestaríamos esto a los epigrafistas y también a Isabel Velázquez (págs. 34-35) cuando dice: 
    «(…) Además de pather pontifice, así escrito, donde debería en todo caso haberse leído pater pontifex (…) en el segundo grupo la lectura es igualmente impensable. Vuelve a leer la palabra pontifice, pero ahora en la expresión maximo pontifice: MARIO CAYO / MAXIMO / PONTIFICII. Aparte de que esta secuencia se lee en castellano y no en latín, donde habría que haber esperado Marius Caius maximus pontifex, tiene diversas incongruencias. Si se trata de una persona debería haber sido C.Marius, es decir, Caius Marius, no al revés. Hablar de un maximus pontifex implica un título religioso que después adoptarán los emperadores y que nunca en la titulatura aparece de esta forma. Siembre en abreviatura PONT.MAX. Pero, en cualquier caso, en el orden inverso al que aquí se presenta”.
    Demasiado dogmático. Y de nuevo desde el latín clásico. La desinencia –o de nominativo de MARIO CAYO MAXIMO parece responder a la realidad fonética del siglo III, como ya hemos constatado a partir de varias piezas. Y la Y sería posible, como demuestra Héctor Iglesias a propósito precisamente de este nombre. (vid. http://www.amaata.com/2013/03/samveleida-i-ocaso-de-la-declinacion-in.html)

    La –e de PONTIFICII es, pues, coherente en realidad con la –o de los nominativos temáticos: *debemos deducir de la generalización del nominativo temático en –o y del atemático en –e que el acusativo ha invadido las posiciones del nominativo en el siglo III. Este hecho, que para Velázquez no habría ocurrido antes de los siglos VI-VII, parece estar ya operativo en el III si los grafitos excepcionales de Iruña-Veleia son auténticos (de todos modos la pérdida de –m final del acusativo aparece constatada en el Appendix Probi del siglo III d.C.) Por tanto, no estamos de acuerdo en que esta secuencia se lee en castellano y no en latín. Pensamos más bien que este dato podría ser de gran relevancia por las posibilidades de datación que ofrecería para  los estudios de fonética y morfología históricas de la lengua latina, concretamente de la hablada o del latín vulgar.

    “Siempre en abreviatura PONT.MAX.”  A esta objeción responde Idoia Filloy (págs. 364-368)adjuntando documentación “nada más y nada menos que literaria, de época romana” -en sus palabras- en la que se demuestra que no es cierto que tuviera que aparecer necesariamente abreviado ni en ese orden tampoco: así, maximum pontificem en Plinio el Joven (LXVIII C. Plinius Traiano Imperatori) y en Tito Livio (Ab Urbe condita, XXVII, VII). Concluye por ello la arqueóloga: “Consideramos que con lo anteriormente expuesto se matizan bastante los problemas planteados por la comisión con respecto a los términos Pather Pontifice y Pontifice maximo que aparecen en los grafitos de Iruña, de forma que su aparición en un contexto de época romana sería totalmente factible”.
    Estamos de acuerdo y agradecemos que ello esté claro ya desde el trabajo de Idoia Filloy de modo que ahora podamos avanzar en los comentarios sobre estas piezas sin detenernos en lo que nos parece una preciosa y excepcional obviedad. Sólo anotaremos que parece que existió otra figura de nombre Mario Cayo -y sí, en ese orden, lejos queda ya la Roma clásica y las modas y las costumbres cambian-, que habría desempeñado un papel semejante al de Samuel en la sociedad de la ciudad romana de Iruña-Veleia. 
    Decíamos antes de justificar la ortografía del pat(h)er pontifice que éste podría estar consagrado al Sol Invictus, y que basábamos esta conjetura en que en una pieza se lee precisamente la palabra “sol” escrita de un modo muy llamativo. Adjuntamos la fotografía de esa pieza:

                                                       nº 16365: http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:16365


    Cara B: NIIV LAIKI / (ηλLOς) NA , / XI VRTII TV, / VIILIIIAN / GORI BISI TA / ES TA


    (¿”Yo soy laica -Sol- , tengo 11 años, vivo en Veleia Gori y no es…”) (el texto sigue en la otra cara): 

    Cara A: VIILIII NO/VVA, BANA /OSO V POLI / TA, NIIV / RII ATA / ARAINA/ ARRAPA

    (…”Veleia Nova, pero muy bonita, mi padre coge peces”)

                                                               Datos estratigráficos: -/-/176;  28/06/2006;  SONDEO 32//32005-C



    *Interesante el paréntesis que encierra a la palabra ήλιος , cuya escritura en alfabeto griego precisamente en la palabra en la que aparece no es menos interesante y curiosa: para nosotros, muestra la pretensión de querer subrayar el dios concreto adorado, pretensión que parece clara cuando se ha escogido otro alfabeto para su escritura y además se ha colocado entre paréntesis, de modo semejante a como son empleadas las “comillas” de otros grafitos de índole religiosa, que, como ya se ha visto, eran  utilizadas para calificar de divino o sagrado al icono o a la palabra que acompañan. (http://www.amaata.com/2013/02/las-comillas-de-veleia-con-la-iglesia_25.html)

    Isabel Velázquez no parece extrañarse al respecto de los paréntesis, tal vez porque admite la existencia de estos signos en época romana. En efecto, estos signos formaban parte del sistema de numeración romano, como explica Idoia Filloy en su informe (págs 39-42), con la función de expresar la multiplicación de la serie decimal en base 1000: los pares de semicírculos adoptaban función multiplicadora por 10: (I) era igual a 1000, ((I)) era igual a 10000 y así sucesivamente. La arqueóloga aporta además documentación epigráfica en la que se puede observar la presencia de este signo en grafitos pompeyanos, aparentemente acompañando cifras. No es éste el uso que al parecer se le dio en los grafitos veleyenses en los que aparece, pero tampoco sería la primera vez que un signo aparece cumpliendo una función distinta a la estandarizada en los grafitos excepcionales de Iruña-Veleia. Sin embargo, Joaquín Gorrochategui (pág.10) sí se siente extrañado ante la función que observa en Veleia:

    “Otro hecho absolutamente desconocido hasta ahora en la epigrafía latina es la presencia de paréntesis, tal como los conocemos y usamos en la actualidad para encerrar palabras. Hay un epígrafe en el que este uso se aprecia claramente [nº inv. 16365] donde encierra un término mal comprendido, quizá con alguna letra griega; en otros dos epígrafes (nº 16362 y 16363) apreciamos el mismo uso de los signos. Pero el paréntesis es una invención del s-XV, empleándose además en una disposición contraria a la actual, así:  )palabra( “.
    En realidad, de los tres grafitos citados por Gorrochategui, sólo para dos reconoce Lurmen que se trate de “paréntesis”, pues en el tercero, el nº 16362, faltaría el segundo paréntesis, observándose sólo un pequeño trazo que más parece una “coma” -a menos que se trate de un paréntesis poco detallado en la incisión-.

    Presentamos a continuación las fotografías de las otras dos piezas en las que aparecen los llamados paréntesis:

      (Cara A): NII ELOS (φῶς) / TA (N?)(I?)(I?)(T?)RII/ AMA

       Datos estratigráficos: -/-/118; 20/06/2006; SONDEO 32//32005-A



    NIIV IILOSI / (φῶς,(?) ) (?) / NIIBA I(?) , (?)

                                                               Datos estratigráficos: -/-/118; 20/06/2006; SONDEO 32//32005-A


    Es significativo que en los tres casos en los que encontramos estos signos -si es que son tres y no dos- éstos acompañen a una palabra escrita en alfabeto griego: ῆλιος, como ya hemos visto y cuya presencia hemos tratado de entender y justificar, y φῶς (luz) en los otros dos casos. 
    * En realidad podemos suponer que tanto ῆλιος como φῶς son dos atribuciones del dios adorado a que se hace alusión en estas piezas, que, dado el contexto religioso cristiano en el que aparecen enmarcados, deberíamos identificar con Jesucristo como representación de la luz o la verdad y asimilado al Sol Invictus que el emperador Aureliano estableció como culto oficial en el año 274. De nuevo la escritura en caracteres griegos estaría remarcando la importancia de la palabra sagrada, reforzada por los paréntesis que, como decimos, parecen cumplir una función semejante a la de las “comillas” de otras piezas. La función multiplicadora que poseían en el sistema numérico romano bien pudo influir para que fueran interpretados por algunos como “signos de notación de relevancia del texto por ellos acompañado”. Podemos pensar que la normalización de estos signos no estaba convenientemente fijada y que ambos, “paréntesis” y “comillas”, eran empleados indistintamente con la misma función, de modo que un grabador usaba uno y aquel otro grabador el otro.
    Respecto a la φ griega, Gorrochategui dice (pág.11): “Entre los textos en vasco hay unos pocos que presentan alguna palabra griega suelta. (…) Aunque esperaríamos una -s final en forma de c (forma habitual en los grafitos), no podemos concluir su falsedad por esto; ni tampoco por la existencia de ω ni por la del acento circunflejo. Pero la forma de la φ, totalmente abierta tal como aparece en libros y diccionarios modernos como el Vox, no es antigua. Según Wittek, M. (1967), en todos los testimonios antiguos tenemos una φ cerrada: a partir del s. X, y hasta el s.XV, empieza a documentarse un tipo que liga el asta con el círculo, pero sigue siendo cerrada; el tipo de φ abierta, que liga el asta sin haber cerrado el círculo, es, pues, posterior”.
    Realmente pensamos que la argumentación del catedrático carece de solidez. El hecho de que no existan testimonios de una φ abierta fuera de Veleia no es un argumento de peso para calificar estas piezas de falsas. Se trata de una mera variación gráfica que bien podía ser practicada de manera informal en la epigrafía doméstica. En cualquier caso, no es comprensible cómo el profesor considera más posible un acento circunflejo en un grafito doméstico que una φ cuyo círculo no se cierra completamente.

    Lo más interesante es constatar, como constatamos, el conocimiento del alfabeto griego en Iruña-Veleia, pues ello apoya la tesis defendida en otro lugar de que en ocasiones el o los grabadores confundían las letras griegas y las romanas (así, por ejemplo, en el caso del óstracon nº 11139 en el que leemos -o creemos leer- EYPATHIIS (Éufrates) en griego.
    * En definitiva, encontramos en ciertos grafitos datos que nos hacen pensar en un tal Samuel  que ostentaría el cargo de pat(h)er pontifice del Sol Invictus -por ejemplo: sólo es una hipótesis, nótese el asterisco que preside el párrafo- y que astutamente aprovecharía su situación privilegiada para difundir las ideas del cristianismo entre personas que quizás sólo mediante asociaciones a entidades paganas (en este caso el Sol, Helios, dios de culto muy generalizado durante la época y asociado también al dios persa Mithra) podrían acoger los nuevos conceptos. Una asociación fácil para que el monoteísmo echara raíces en las mentes de los más reaccionarios y un recurso que no se les pasó por alto a los misioneros del cristianismo en Veleia como Samuel. Podían inocular en sus oyentes a Jesucristo disfrazándolo de Sol Invictus, narrando con vocabulario pagano que los paganos entendieran bien (apelando al «`pío Eneas´´´, por ejemplo). Y este Samuel, además, que de segundo nombre cargaba con el pesado nombre -¿epíteto?- de Iesus, como se ve en el grafito nº 13380, era además nacido en Veleia, si es que NIITO (neto) equivale a nato (nacido) -con nominativo en –o del latín vulgar del siglo III d.C., como ya estamos comprobando en tantas otras piezas- en la misma pieza nº 13380): c

    onsultando en la base epigráfica se encuentran abundantes casos de neto por natus, en muchos lugares del imperio, a veces como en el grafito, independiente, y otras en compuestos en donde significa «nacido de» junto a un antropónimo en composición. Así que pocas dudas deben caber sobre que NIITO se trata de natus, nacido. 

    Al lado pone Veleian, aparentemente en caso inesivo con la terminación eusquérica, lo cual es interesantísimo, pues si significara «nacido en Veleia» ello indicaría por un lado que los misioneros -no todos- no acababan de llegar a Veleia, sino que alguno que otro era nativo de Veleia, con el arraigo del cristianismo en la ciudad que ello supone, y por otro lado nos indicaría que la terminación actual del caso NON del euskera era ya existente en el siglo III d.C.

    Las palabras IILOSI y ELOS  de los grafitos nº16362 y 16363 que estamos estudiando podrían consistir en simples traducciones -aclaraciones para quien desconociera el alfabeto griego-  de la palabra ῆλιος, con atisbo de dislexia quizás. Estos dos grafitos habrían sido realizados por manos diferentes, ya que la E inicial de la palabra es diferente en cada uno de ellos (E, II), tratándose esto de una variación gráfica que ya conocemos bien a partir de otras piezas veleyenses y que se debería a la ausencia de distinción entre ĕ y ē en cuanto a su pronunciación en el latín del siglo III.

    Como hemos visto en el grafito nº 13347, junto a Jahvé y a Júpiter aparece el nombre del dios persa del sol Mithra. ¿Mitraísmo en Iruña-Veleia? Esta religión mistérica estuvo muy difundida en el Imperio romano entre los siglos I y IV d.C. Es posible que su culto llegase a Occidente desde Irán gracias a la difusión del zoroastrismo, del que sería una especie de herejía, introducido probablemente por los legionarios que habían servido a Roma en las fronteras orientales del Imperio, pues las primeras evidencias materiales del culto de Mitra, que datan del año 71 ó 72 de nuestra era, son unas inscripciones hechas por soldados romanos que procedían de la guarnición de Carnuntum, en la provincia de Panonia Superior, y que habrían estado antes en Oriente, en guerra contra los partos y en los disturbios de Jerusalén. 


    La lengua utilizada en los rituales era el griego, con algunas fórmulas en persa (seguramente incomprensibles para la mayoría de los fieles), aunque progresivamente se fue introduciendo el latín. Las palabras griegas de los grafitos que estamos tratando podrían ser significativas a este respecto, así como la mención a Mithra en la pieza nº 13347. 

    Existen testimonios materiales de la práctica de esta religión en numerosos lugares del antiguo Imperio romano: en Roma y en Ostia, así como en Mauritania, Britania y en las provincias fronterizas a lo largo del río Rin y del Danubio, consistentes en restos de templos, inscripciones y obras de arte que representan al dios u otros aspectos de la religión. Frente a esta relativa abundancia de restos arqueológicos, son muy escasas las referencias en textos clásicos a esta religión que fue declarada ilegal en el año 391 por el emperador Teodosio. Los emperadores del siglo III fueron en general protectores del mitraísmo, porque su estructura fuertemente jerarquizada les servía para reforzar su propio poder. Así, Mitra se convirtió en el símbolo de la autoridad y el triunfo de los emperadores. Desde la época de Cómodo, que se inició en sus misterios, los adeptos del culto procedían de todas las clases sociales.
    Según la leyenda, Mithra encontró un toro cuando pastaba en las montañas. Lo agarró por los cuernos y lo montó, y, en un galope salvaje, la bestia lo hizo desmontar. Sin embargo, Mitra siguió aferrado a sus cuernos, y el toro lo arrastró durante mucho tiempo, hasta que el animal quedó exhausto. El dios lo agarró entonces por sus patas traseras, y lo cargó sobre sus hombros. Lo llevó, vivo, soportando muchos padecimientos, hasta su cueva, en donde un cuervo enviado por el Sol le anunció que debía sacrificarlo. De la columna vertebral del toro salió trigo, y vino de su sangre. Su semen, recogido y purificado por la luna, produjo animales útiles para el hombre. Llegaron entonces un perro, que se alimentó del grano, un escorpión, que aferró los testículos del toro con sus pinzas, y una serpiente. Este viaje de Mitra con el toro sobre sus hombros se denomina transitus

     Según David Ulansey (Ulansey, David: The Origins of the Mithraic mysteries : cosmology and salvation in the ancient world. 1989 ), el sacrificio del toro por Mitra simbolizaría este cambio, causado, según los creyentes, por la omnipotencia de su dios. El toro sería el símbolo de la constelación de Tauro: en los comienzos de la astrología en Mesopotamia entre el 4000 y el 2000 a.C., el Sol estaba en Tauro durante el equinoccio de primavera. Debido a la precesión de los equinoccios el Sol está en el equinoccio de primavera en una constelación diferente cada 2.160 años, aproximadamente, por lo que pasó a estar en Aries hacia el año 2000 a. C., marcando el final de la era astrológica de Tauro. En consonancia con los animales que figuran en las imágenes de Mitra Tauróctonos (el perro, la serpiente, el cuervo, el escorpión, el león, la copa y el toro) se interpretan como las constelaciones de Canis Minor, Hydra, Corvus, Escorpio, Leo, Acuario y Tauro, todas ellas en el ecuador celeste durante la era de Tauro. 


    Para los fieles, el sacrificio del toro tenía sin duda un carácter salvífico, y la participación en los misterios garantizaba la inmortalidad. En algún momento de la evolución del mitraísmo, se utilizó también el rito del taurobolium o bautismo de los fieles con la sangre de un toro, practicado también por otras religiones orientales. A este respecto es interesante quizás recordar que no lejos de Iruña-Veleia, en Arellano (Navarra), a escasos kilómetros de Estella-Lizarra, en la llamada Villa de las Musas por el mosaico en ella presente, lujosa residencia dedicada a la producción de vino construida entre los siglos I y V d.C., y relacionada con el culto a Cibeles y a su amante Attis -ambos de procedencia oriental, como Mithra-, en el exterior del edificio existe un taurobolium: se trata de un edificio porticado de planta rectangular que se articulaba entorno a un patio, en cuyo centro aparecieron aras grabadas con cabezas de toro. El que en Arellano se practicara el rito del sacrificio mitraico no convierte precisamente en descabellada la hipótesis de que también en Iruña-Veleia existiera una comunidad adoradora de este dios cuyo nombre podemos leer en el grafito nº 13347.

    Ahora bien: en esa pieza nº 13347 no sólo aparece el nombre de Mithra, sino también el del dios pagano Júpiter -que, como vimos, en la pieza nº 10771, aparece enmarcado con las “comillas” de santidad- y el de Jahvé. ¿Qué asocia a estos tres dioses? ¿Cómo aunarlos en el contexto criptocristiano de esa domus ecclesia del sector 6 que venimos intuyendo en este estudio, así como con lo señalado acerca del culto al Sol Invictus?

    A finales del siglo III se produjo un sincretismo entre la religión mitraica y ciertos otros cultos solares de procedencia oriental, que cristalizaron en esa nueva religión del Sol Invictus. Como ya se ha señalado, dicha religión fue establecida como oficial en el Imperio en el año 274 por el emperador Aureliano, quien erigió en Roma un espléndido templo dedicado a la nueva divinidad cuyo nacimiento se celebraba el 25 de diciembre, coincidiendo aproximadamente con el solsticio e invierno. Atribuía Aureliano a este dios sus victorias en Oriente. Muchos de los senadores de la época profesaron al tiempo el mitraísmo y la religión del Sol Invictus. La competencia del cristianismo, apoyado por Constantino, robó adeptos al mitraísmo, sobre todo porque el mitraísmo excluía a las 

    mujeres, que sí tenían derecho a participar en el culto cristiano. Así, el cristianismo desplazó al mitraísmo durante el siglo IV, hasta convertirse en la única religión oficial del Imperio con Teodosio (379-395). Hubo algunos intentos de revitalizar el culto de Mitra por parte de Juliano el Apóstata (361-363) y del usurpador Eugenio (392-394), pero no tuvieron éxito, de modo que el mitraísmo quedó formalmente prohibido desde el año 391, aunque probablemente su práctica clandestina se mantuvo durante algunas décadas.

    Como el mitraísmo, el cristianismo era en sus orígenes una secta mistérica, si bien esa característica se fue diluyendo a lo largo de la cristiandad medieval. Ello significa, entre otras cosas, que las verdades que atañían a la fe eran divulgadas mediante la participación en las ceremonias reservadas exclusivamente a los iniciados. El cristianismo sería en su origen una economía de salvación análoga a los cultos de los misterios paganos, frente a los cuales rivalizó durante mucho tiempo para finalmente lograr vencerlos.

    Según Alfred Loisy (1), los primeros pensadores cristianos fueron judíos helenizantes que vivían en un mundo pagano, por lo que sus primeras teorías tienen una base teórica judía teñida de rituales propios del paganismo. Considera que el cristianismo es una adaptación de los elementos esenciales de los misterios paganos al monoteísmo judío de esos siglos. Así, Mithra, el joven dios, era hermoso, valiente, puro y enseñaba una moral austera que practicaba él mismo, como Jesucristo. Era un dios salvador y redentor, como Cristo. El banquete ritual de los fieles de Mithra también tenía similitudes con la eucaristía cristiana: la bebida sagrada (según algunos era agua y según otros era vino) que representaba la sangre del toro eran la sustancia del toro místico y divino que era Mithra, y se consumía  junto con la ofrenda del pan durante la cena o eucaristía mítrica, como también el cáliz de vino y el pan simbolizan la sangre y el cuerpo de Cristo. El sacerdote era un iniciado del grado superior, un Padre (¿el pather veleyense?); los atributos del pater —máximo nivel de iniciación en el mitraísmo— eran el gorro frigio, la vara y el anillo, muy similares a la mitra, el báculo y el anillo de los obispos cristianos. Mithra también bautizaba a sus creyentes y prometía la expiación de los pecados por el efecto del baño: sólo en este culto se unía al bautismo la imposición de un signo en la frente, como en la Iglesia cristiana. El culto de Mithra conocía la semana con consagración de los siete días a las siete divinidades planetarias pero a diferencia de los judíos santificaban el día del Sol, el domingo, y no el sábado. El 25 de diciembre (coincidiendo aproximadamente con el solsticio e invierno) se conmemoraba el nacimiento de Mithra, como también posteriormente el de Jesús.

    * Parece que, efectivamente, los evangelizadores de Iruña-Veleia se apropiaban de creencias paganas arraigadas en los adoradores de dioses para infundir la nueva fe monoteísta acorde a la figura de Jesucristo, y se valían del recurso de la asociación o traducción, podríamos llamarlo, de unos nombres a otros: este hecho sería el reflejado en la pieza nº 13347, la cual comparten Jahvé, Júpiter y Mithra -asociado al Sol Invictus-.

    Una vez planteada la personalidad de Samuel, añadiremos para finalizar este post una nota acerca del texto en euskera de este grafito bilingüe que Velázquez elude cuando dice: “Sin entrar a valorar las palabras en euskera (…)”.


    Esas palabras son ATARII IZAN. 

    Parece que nos encontramos ante un caso de bilingüismo, lo cual hace de este grafito un interesante documento. ATARII IZAN parece corresponder al euskera moderno aitaren izenean, “en el nombre del padre”. La desinencia Noren? del genitivo eusquérico estaría ya presente en Veleia, pues, en el siglo III d.C. en la forma –re.


    Por su parte, la palabra actual izen (“nombre”) parece presentar un cambio vocálico -también podría tratarse de una pura variedad local- desde izan, que en este caso carece de desinencia de locativo o inesivo (-ean), aunque ello podría deberse simplemente a una traducción inexacta de la fórmula latina, de modo que el calco en euskera rezaría “nombre del padre”.

    No hay por qué pensar en principio que la desinencia de inesivo (-an, -ean) no existiera en el siglo III, existiendo por el contrario la de genitivo –ren (-RII en el grafito), dado que existen otros óstraca en los que sí parece apreciarse la desinencia del inesivo: seis en donde la lectura es segura, y tal vez otro más: se trata de los números  15921, 13369, 16365, 16364, 16366, 13380, 13374 en donde aparece la forma VELEIAN (VIILIIIAN, siempre con la E arcaica o de dos barras).

    Éstos son los grafitos en los que podría estar presente el inesivo Veleian (aparte de los ya adjuntados 13369, 16365 y 13380):

                                                                nº 15921: http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:15921

    VIILII / IAN OSO / LAGVN , / MARCVS / N  
      Datos estratigráficos: -/-/124; 22/06/2006; SONDEO 32//32005-C

                                                               


                                                                nº 16364: http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:16364

     NIIV VIILIIIAN/ GORI BISI NA,

      Datos estratigráficos:  -/-/176; 28/06/2006; SONDEO 32//32005-C

                                                               


    NIIV LAIKII TA / VIIL[IIIA]N GORI

      Datos estratigráficos: -/-/176; 28/06/2006; SONDEO 32//32005-C

                                                              

    SAMV / VIILIII / ATHII / PON(T?)
      Datos estratigráficos: -/-/283; 04/05/2005; SECTOR 6/8/6076

                                                           
    En este último grafito la palabra Veleia aparecería cortada (VIILIII-) así como también estarían incompletas Samuel, pather y pontifice.

    En este punto es pertinente añadir que en el altar encontrado por el nuevo equipo de arqueólogos de Iruña-Veleia aparece la forma VELEIAN que podría presentar asimismo esa forma de inesivo-locativo, al igual que los grafitos dados por falsos por la comisión de la que formaba parte el director actual y responsable del hallazgo del que hablamos, aunque la polémica acerca de la correcta lectura permanece abierta, habiéndose leído por los falsistas como veleianorum en genitivo plural, cuando sería la primera vez que este gentilicio aparece documentado en esta forma veleianus, siendo veleiensis el gentilicio conocido y esperado. 

    (http://www.amaata.com/2013/02/descubren-en-iruna-veleia-una.html)


    En efecto, tal y como Juan Martin Elexpuru ha señalado en un post al respecto (http://www.amaata.com/2013/03/hiru-aldiz-veleia-novva-lau-veleia-gori.html), el gentilicio veleiensis está documentado dos veces: la primera, en la Naturalis Historia de Plinio el Viejo (III, 26): “In Cluniensen conventum Varduli ducunt populos XIIII, ex quibus Alabanenses tantum nominare libeat. Turmogidi IIII, ex quibus Segisamonenses et Segisamaiulienses. in eundem conventum Carietes et Vennenses V covitatibus vadunt, quarum sunt VeliensesEn este enlace dedicado a los pasajes de Plinio dedicados a estos pueblos que habitaban la península ibérica se identifica a los Velienses con los habitantes de Tres Puentes y Villodas, los pueblos próximos a Iruña-Veleia


    La otra aparición, también localizada por Elexpuru, se da en una lápida procedente de Celanova (Coeliobriga), Orense, de al parecer un veleyense que murió en Galicia, que reza: M(arcus) Licinius / Veleiensis / Laribus / Gumelaecu[is] v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito. (No. de registro 12412 / HEp 2, 1990, 527 (Hispania Epigraphica)


    Otra traducción que se ha sugerido es la de un genitivo singular Veleiae acompañando a rei publicae (“de la res publica de Veleia”).


    Así, estaría ampliamente documentado (ocho veces si en el altar la desinencia -an corresponde a un inesivo) en Iruña-Veleia el caso locativo (inesivo) que al parecer falta -como decimos, por motivos que desconocemos o por simple traducción inexacta de la fórmula latina- al texto  ATARII IZAN. 

    He aquí la fotografía del ara:

    (E)UCA(R). / (P)VS.R.P / V.ELEIAN / SER / MATRI / DEAE / DEDI(C)AVIT (Eucar./pus rei publicae v.eleianorum/-ae seruus Matri Deae dedicauit: “Eucarpus, esclavo de la res publica de los veleiani -o veleiana-, lo dedicó a la Diosa Madre”).


    Hasta aquí las elucubraciones. Conversaciones al respecto bienvenidas.

    (1) 


    Entre 1913 y 1914 el sacerdote, padre, teólogo católico, filósofo e historiador francés Alfred Loisy publicó esta hipótesis en la Revue d’histoire et de Littérature religieuses. En 1919 la editó en formato de libro con el nombre de Los misterios paganos y el misterio cristiano. Estas cuestiones ya habían sido planteadas por R. Reitzenstein en su libro Die hellenistischen Mysterierreligionen (Leipzig, Teubner, 1820) y el tema se había debatido en el Congreso de historia de la religiones reunido en Leyden en septiembre de 1912.















    Reconstrucción de las temperaturas del Holoceno

    Artículo

    Shaun A. Marcott et al.
    A Reconstruction of Regional and Global Temperature for the Past 11,300 Years
    Science 339, 1198 (2013)

    Este artículo presenta una curva de alto interés para arqueólogos y historiadores. Nada menos que la síntesis de los proxy data para 73 lugares repartido sobre la tierra pero sobre todo repartido en el hemisferio norte. Los metodos que se utilizan para sintetizar una tal curva pueden ser discutibles, y hasta absurdo porque las zonas tropicales cuentan otra historia que la zona entre 90ºN y 30ºN como indican los propios autores. Pero puede ser la curva más realista de la evolución y su datación de la temperatura del Holoceno.

    Fig. 1.  Evolución de la temperatura del Holoceno con adición de los periodos arqueológicos y las zonas pollen (Marcott et al, 2013)

     Se distinguen bastante bien las zonas pollen con el máximo en el Atlántico, el clima optimo del Holoceno, el Sub-Boreal como periodo de degradación, el Sub-Atlantico con periodo de estabilidad seguido por el Optimo Caluroso Medieval, y el mínimo del Holoceno en la Pequeña Edad de Hielo. También el Preboreal se distingue bien. Para mi el Boreal es un poco misterioso, porque parece más caluroso que el Atlántico.

    El artículo pretende también aportar una evolución alarmante de las temperaturas más bajas del Holoceno hacía la más altas en 100 años supuestamente debido a la influencia antropogena. Este último aspecto ha sido gravemente criticado por ejemplo por el bloguero de referencia para estudios de climatología Steve McIntyre en Climate Audit:

    Marcott et al 2013 has received lots of publicity, mainly because of its supposed vindication of the Stick. A number of commenters have observed that they are unable to figure out how Marcott got the Stick portion of his graph from his data set. Add me to that group.
    Leer más aquí sobre el tema palo de hockey en el artículo.
    Afortunadamente para nosotros la mayoría de las estaciones están localizado en el hemisferio norte, de está manera obtenemos una curva interesante.
    Fig. 2. Estaciones de los proxy-data con en la parte izquierda la distribución por latitud. (Marcott et al, 2013).

     En las siguiente figuras I,J,K observamos en azul la evolución de la temperatura de respectivamente para el hemisferio norte entre 90ºN-30ºN, la zona tropical y el hemisferio sur con pocas estaciones.

    Fig. 3. En azul la evolución de la temperatura de respectivamente el hemisferio norte entre 90ºN-30ºN, la zona tropical y el hemisferio sur con pocas estaciones durante el Holoceno. (Marcott et al, 2013).
    A mi entender es absurdo combinar datos con un claro comportamiento diferente. Pienso hasta en fraude por querer bajar el optimo del Holoceno, para luego poder afirmar que las temperaturas recientes son las más altas del Holoceno, algo que los autores han hecho, y que luego han retirado ‘por problemas de resolución’. Ver artículo de opinión en el New York Times.
    Entevista con el autor para el New York Times donde el autor
    hace afirmaciones exageradas que ha sido criticado fuertemente.
    Realmente un comportamiento sorprendente querer a todo precio situar el máximo de temperaturas en el ahora.