La localización de un ara en Iruña-Veleia, con posterioridad al descubrimiento de los grafitos y por parte de otro equipo (de la UPV), con un texto que incluye una mención a “VELEIA” escrita tal cual está grabada en los grafitos localizados por Lurmen, verificaría -a nuestro juicio- la autenticidad y adscripción a época romana de los mismos. No hay que perder de vista que tres de los miembros de la Comisión que en su día los dio como falsos o imposibles en esta cronología, han validado ahora este nuevo descubrimiento. También Antonio Rodríguez Colmenero opina que el ara supone un importante aporte a la veracidad de los grafitos. Así puede verse en un informe elaborado por él recientemente sobre el descubrimiento en el que incluso propone la posibilidad de que la –N final del VELEIAN del ara sea un caso en euskera encontrándonos por tanto ante una inscripción bilingüe. Ma´s detalles en los siguientes informes.
En el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia 2012 “Un nuevo aporte a la veracidad de los grafitos” Idoia Filloy Veleia ¿madre y diosa?.Una nueva posibilidad. Antonio Rodríguez Colmenero Universidad de Santiago de Compostela
Está disponible en la revista Arse (2012) 46:21-81 el artículo del filólogo vasco-francés Hector Iglesias sobre el análisis lingüístico de los grafitos vascos de Iruña-Veleia con el título “Les inscriptions d’Iruña-Veleia: analyse linguistique des principales inscriptions basques découvertes”.
En él discute extensamente sobre los aspectos lingüísticos de las palabras esta, arrapa, polita, arraina, ata, santu, esquero, eskon, zutan, izana, los nombres de parentesco, el nombre Denos, el término dan[…, las frases “neu Corne eskon”, “neure corduniai”, “in nomine pat[… atare izan”, la grafía Z y el uso de T para anotar una africada y/o fricativa, aportando una amplia bibliografía y respondiendo detalladamente a los argumentos de Joaquín Gorrochategui y Joseba Lakarra. Aunque el artículo está centrado en las inscripciones vascas, también dedica un apartado al final para comentar brevemente el latín de las inscripciones de Veleia. Es el primer, y hasta el momento único, estudio lingüístico sobre los grafitos de Iruña-Veleia publicado en una revista científica (al menos del que se haya dado noticia en los foros dedicados al tema), y en el mismo se presentan argumentos a favor de su autenticidad. El mismo autor escribió previamente un informe más extenso sobre los grafitos vascos y latinos de Iruña-Veleia, disponible en http://hal.archives-ouvertes.fr/docs/00/42/54/73/PDF/artxiker-Veleia.pdf, aunque el artículo actual aporta argumentos adicionales a los expuestos en el informe previo.
Desde hace mucho tiempo lingüistas intentan utilizar la informática para avanzar en el terreno de relaciones lingüísticas y paleolingüísticas, aparentemente con un éxito reducido. En estos intentos copian a menudo metodologías de análisis genética. Qué pasaría si un experto en genética y sus matemáticas los hace desde el otro lado?
Una conferencia de un biólogo molecular (con varias publicaciones en la revista NATURE y SCIENCE) sobre lingüística prehistórica. El conferenciante se expresó muy claramente con diagramas claras, pero… qué afirmaciones, que palabras eurasiático resisten más de 10.000 años a la erosión de uso diario. Las palabras que se utilizan realmente continuamente son hiperresistentes a la erosión de los cambios… concluye Pagel.
¿En que se basa? Compara la fonética idiomas de siete familias de idiomas eurasiáticos de unas 200 palabras básicas en más de 80 idiomas. De allí destila 23 palabras que son cognatos (relacionados y no prestados) en por lo menos 4 de las 7 familias lingüísticas (lo que no significa que aparecen en todos los idiomas de una determinado familia, ni mucho menos). Aparentemente hay un rígido aparato de matemáticas detrás, igual que estudio sobre si son cognatos o prestamos. (Ver los dos artículos para detalles y metodología). En la conferencia dejó oír los variantes en los diferentes familias lingüísticas.
Las siete familias de lenguas eurasiáticos (Fuente: Pagel, 2013)
Las 23 palabras ultraconservadas(Fuente: Pagel, 2013)
Lo que llama la atención en esta lista es que no son las palabras frecuentes actuales, pero con un poco de imaginación se puede imaginar que para un cazador recolector o un pastor si eran muy frecuentes (suponemos que el tema de los parásitos intestinales – worms – era algo muy presente).
Lo que es también llamativo, y no entiendo como lo miden exactamente, es que según el tipo de palabra la probabilidad de conservación (o digamos su vida útil) es menor o mayor.
Conjunciones evalúan más rápidamente, que respectivamente preposiciones,adjetivos, verbos, sustantivos. Los tipos de palabras que más resistentes contra el cambio parecen ser son determinados adverbios y pronombres como se observa en la siguiente figura:
Velocidad de cambio en función de la la frequencia de palabra según el tipo de palabra para varias lenguas (Pagel et al. 2007).
A base de los datos Pagel et al, 2013 llegan al siguiente árbol filogenético para las siete familias euroasiáticas:
Árbol filogenético de la siete familias de lenguas euroasiáticas según Pagel et al. 2013
En su conferencia Pagel afirmo que las cronologías de los grandes divergencias coinciden con el fin del gran frío del último máximo glacias y después del frío del Drias Inferior al principio del Holoceno, hace más de 12.000 años, lo que a primera vista puede tener sentido, visto que son los momentos en que habrá grandes migraciones desde los refugios (¿efecto homogenizador?) hacia nuevos territorios que son adelante habitable.
La pregunta con que me quedo es si algo de esto realmente es ciencia bien fundada.
Los lingüistas parecen decir no: «Mark Pagel et al. van por su cuenta, y se niegan a pedir asistencia a lingüistas diacrónicas. Aprovecha su reputación para colar sus teorías en revistas con una solida reputación».
A mi, simple observador, me parece interesante investigar la leyes detrás de la erosión de las palabras, o dicho de otra manera: ¿Por qué algunas palabras son más estables que otras? ¿Qué edad pueden tener palabras?
No sé si se ha contestado a las preguntas de manera rigurosa, pero el debate me parece muy relevante.
Fig. 1. Grafito de Iruña-Veleia IR 16365. “VIILIII NO/ VVA BANA/ OSOV POLI/ TA. NIIV/ RII ATA/ ARAINA/ ARRAPA”.
Leí no hace mucho en el foro Terrae Antiquae que uno de los intervinientes afirmaba que la aparición de la palabra politaen un grafito de Iruña-Veleia (Fig. 1) es lo que le convenció de que las inscripciones eran falsas. Esta afirmación tan categórica me chocó por lo aparentemente absurdo, porque ¿no parece absurdo que la aparición de una palabra latina, como lo es polita, inscrita en un objeto procedente de un estrato arqueológico de época romana, pueda ser prueba alguna de falsedad de la inscripción? Alguien podrá argumentar que el resto de la inscripción está en lengua vasca, por lo que, en tal contexto, polita debería ser una palabra vasca. A lo que respondo que no tiene que ser necesariamente así, ya que las inscripciones bilingües, en las que el latín alterna con otra lengua hablada localmente, ya sea el griego o una lengua indígena, son relativamente frecuentes en zonas del Imperio en las que se hablaba otra lengua además del latín. A este tema está dedicado gran parte del libro de James N. Adams “Bilingualism and the Latin language” (1), en el que muestra numerosos ejemplos de inscripciones bilingües de época romana. Un ejemplo reciente de este tipo de inscripciones es la hallada en Novallas, en la provincia de Zaragoza, cerca del límite con Navarra, en la que aparece la palabra publicusen medio de una inscripción que por lo demás está escrita en una lengua indígena, posiblemente celtíbero (Fig. 2). Si publicus era utilizado por los celtíberos que vivían en la zona de Novallas, es más que probable que los vascos de época romana que vivieran en un entorno urbano, como sería el caso de Veleia, también la utilizasen. ¿Qué diríamos si publicus – o publico, en nominativo en –o, como se documenta en Veleia y en otros lugares de la Hispania romana (tal como reconoce la propia Isabel Velázquez (2)) – apareciera en un grafito de Iruña-Veleia en medio de una inscripción en lengua vasca? ¿Diríamos que el grafito es falso porque publikoes un neologismo tomado por el vasco del castellano en época moderna?
Fig. 2. Bronce de Novallas (Zaragoza). “PVBLICVS” en una inscripción en lengua indígena, posiblemente celtíbero.
Fig. 3. Grafito de Iruña-Veleia IR 13958. “NIIVR CORDV MAI”.
Otro ejemplo de una palabra latina insertada en una frase en lengua vasca en Iruña-Veleia es “Neur cordu mai” (Fig. 3), que contiene cor (corazón en latín), y que podría interpretarse como Neur(e) cor-du(n) ma-i, que significaría “mi corazón-que tiene mujer+sufijo de dativo” o “a la mujer de mi corazón”, en la que macorrespondería a la raíz ema que está implícita en las palabras emazte (ema-gazte, mujer joven) o emakume (ema-k-ume, mujer niña, con kepentética) (3), con omisión de la einicial, que sería una vocal protética añadida posteriormente, como ocurre con las palabras de parentesco aparecidas en Iruña-Veleia reba, seba, saba, mona, naia, que omiten la vocal inicial presente en el vasco moderno (arreba, izeba, osaba, amona, anaia). (Si el significado del grafito fuera el aquí propuesto, la presencia del hipotético (e)macon el significado de mujer sería un fuerte argumento a favor de su procedencia antigua.)
El convencimiento de algunas personas de que politaprueba la falsedad del grafito de Veleia deriva, según su argumentación, del hecho de que se considera un préstamo medieval del gascón. Esta argumentación implicaría la imposibilidad de que una lengua adquiera una palabra de otra lengua, la pierda y la readquiera en una época posterior. ¿Por qué considerar tal escenario imposible o extremadamente improbable? Joaquín Gorrochategui dice en su Dictamen sobre esta posibilidad: “A parte (sic) de que esta explicación es antieconómica, nos hallamos con estos problemas: a) adopción en la forma femenina del participio latino, cuando la base del préstamo ha sido siempre la forma masculina-neutra en -tu; b) dificultad semántica, ya que el sentido que mejor se acomoda a la inscripción es el moderno de «bonito» y no el antiguo de «alisado, limpio, etc.»” Está claro que Gorrochategui no habla aquí de imposibilidad, sino de “explicación antieconómica” (no queda claro a qué se refiere, ya que no elabora el argumento) y de “problemas”. Vamos a examinar estos problemas. Según Gorrochategui, si un vascohablante de Veleia hubiera aplicado el adjetivo latino politus,-a,-uma la ciudad de Veleia hubiera dicho Veleia politu, no Veleia polita. Ahora bien, si este individuo fuese bilingüe vascolatino, cuando hablase en latín habría dicho Veleia polita, en femenino, referido a la civitas o urbs de Veleia, que es lo que también habría oído de los hablantes latinos, aunque no fuese bilingüe. ¿Resultaría extraño que al incluir este adjetivo latino en un texto vasco pusiera polita, como se diría en latín, y no politu, para referirse a Veleia? Más bien parece que politahubiera sido lo esperado, considerando que no derivaría de un hipotético verbo politu tomado del vasco del participio pasado del verbo latino polio, sino que sería un adjetivo latino en género femenino insertado directamente en un texto vasco (al igual que nov{v}a, también aplicado a Veleia en la misma inscripción (Fig. 1)). En cuanto al significado en latín de politus, Fedro en su obra Fabulae Aesopiae (4.5.26) habla de “domum politam” y Varrón de “polita aedificia” y de “villam urbanam…politissimam” en Res Rusticae (1.2.10.7 y 1.13.7.2) (las citas pueden encontrarse buscando en http://latin.packhum.org/search). Si autores latinos clásicos aplican el adjetivo polita a una casa, a unos edificios y a una villa (y no parece que quisieran decir que estuvieran alisados o limpios – más bien parecen significar que son de una belleza refinada o elegante), ¿por qué no se puede aplicar a una ciudad?
Con respecto al argumento “antieconomicista” de readquisición de una palabra del latín, hay que decir que las lenguas romances han readquirido numerosas palabras del latín a lo largo de su historia, bien directamente o bien indirectamente por medio de otra lengua romance. Algunas de estas readquisiciones coexisten con las palabras derivadas originalmente del latín, pero en otros casos el vocablo original despareció del uso común. Algunos ejemplos los encontramos en el Cantar de Mio Cid, donde tenemos palabras como tiesta (cabeza), exire (salir) y su participio pasado exido, cras (mañana, el día siguiente), conducho (comida, abastecimiento) o nulla (ninguna), que desaparecieron del castellano, pero cuyo predecesor latino se ha reincorporado posteriormente a la lengua coloquial, en algunos casos formando parte de palabras compuestas. En el caso de tiestatenemos en el español moderno testaferro, préstamo del italiano; en el de exido, éxito(buena salida, buen resultado) y forajido (del occitano for(a)eissit o catalán for(a)eixit, “salido fuera”); en el de cras, procrastinar; en el de conducho, conducto; y en el de nulla, nulo, anular, anulación. También en el Mio Cid nos encontramos con el nombre latino Felix castellanizado a Félez(Félez Muñoz), que desapareció del castellano, que lo readquirió del latín bajo la forma Félix. Tamaño (tamanho en portugués) (del latín tam magnus) usado como sustantivo (“una ciudad de gran tamaño”) o como adjetivo (“tamaña estupidez”) implicaría la existencia de un protorromance peninsular maño, con el significado de grande, de donde también procedería quamaño o cuamaño de algunos textos medievales. El hipotético *mañodesapareció y posteriormente el español ha readquirido del latín magno (“un magno acontecimiento”, “una magna empresa”), y otros cultismos derivados de magnus como magnitud, magnífico, magnificencia o magnánimo. El verbo fraguar, del latín fabricare (de donde también deriva forjar, a través del francés forger), apenas se usa actualmente en el lenguaje coloquial, excepto en el sentido de maquinar, tramar, urdir, planear una idea, un proyecto, etc., y esto en un ámbito más literario o periodístico que coloquial. Para un sentido más parecido al original de confeccionar o manufacturar, el castellano ha tomado prestado del latín el verbo fabricar. Si retrocedemos a la época de Veleia, la del bajo Imperio, la cantidad de palabras latinas que se perdieron desde el latín vulgar de aquella época hasta los primeros textos romances medievales y que después se readquirieron como préstamos latinos es muy numerosa. No me voy a detener en este punto, pero para quien tenga interés en investigarlo puede consultar los textos vulgares recogidos en “Antología del latín vulgar”, de Manuel Díaz y Díaz (4). Por lo tanto, la “antieconómica” pérdida de una palabra de origen latino de la lengua coloquial y su posterior readquisición parece ser bastante frecuente en castellano. Este fenómeno también se da en vasco, en el que tenemos el ejemplo de pagatu, derivado del castellano pagar, y del que está documentada una desaparecida forma bakatu en el dialecto bajonavarro del s. XVII, derivada directamente del latín pacare(5).
Otra cuestión es el origen gascón de polita. Esta hipótesis deriva del hecho de que politano sigue la evolución fonética esperada en el vasco de una palabra adquirida del latín en la antigüedad. Según Joaquín Gorrochategui, una procedencia latina directa exigiría una evolución hacia *boritu “en aplicación de las leyes fonéticas”. No voy a discutir la etimología gascona de polita, ya que no lo hace ninguno de los filólogos que abogan por la autenticidad de los grafitos vascos de Veleia (Elexpuru, Iglesias y Orpustan), pero, en relación con las leyes fonéticas, me pregunto por qué esas leyes no parecen cumplirse en el caso del latín cepulla, que evolucionó a kipula en algunos dialectos vascos y a tipula en otros y no a *gepula, de forma similar a la evolución de c>gen gerezi, gaztaina, gauza, gaztelu o gorputz. Otros ejemplos de palabras que no han seguido una evolución fonética regular son muy abundantes en muchas lenguas, entre ellas el castellano. Por ejemplo, la evolución regular de fl-, cl- y pl- del latín al castellano es hacia ll- (como en llama, llave, llamar, llano, lleno, llanta, lluvia, llaga, llorar, llegar). Pero sin embargo tenemos florem>flor, flaccum>flaco, floccum>fleco, fluxum>flojo, clavum>clavo, plumbum>plomo, plateam>plaza, plumam>pluma. Un ejemplo más lo constituyen las palabras latinas que comienzan por ca-, que generalmente mantuvieron en castellano la fonética de la consonante inicial (canto, cabra, cabo, campo, carne, castillo), pero en unos pocos casos evolucionaron hacia ga-: cattum>gato, camocem>gamuza, camellam>gamella (6). Que un mismo fonema o grupo de fonemas evolucione en una lengua de forma diferente en distintas palabras, no tiene fácil explicación, pero es un hecho muy frecuente y sobradamente conocido por cualquier filólogo o estudiante de filología.
En conclusión, en la discusión sobre politano estamos hablando de si a alguien le pueda parecer sorprendente, extraño, raro, improbable, etc., y otros adjetivos que se han utilizado profusamente en relación con los hallazgos de Veleia. Aquí estamos hablando de imposibilidad, que es una cosa muy distinta, siendo la supuesta imposibilidad de que los hallazgos fueran genuinos, la absoluta seguridad de falsedad expresada categóricamente en unos informes, la razón por la que se tomó una medida tan drástica como expulsar a un equipo arqueológico de la excavación en la que llevaban 15 años trabajando y por la que se paralizó el estudio científico de dichos hallazgos. Y si en dos informes se incluye el argumento de polita como prueba de falsedad, es porque sus autores lo consideran imposible o extremadamente improbable en la antigüedad. Por lo tanto, las preguntas que hago sobre la supuesta imposibilidad (o extrema improbabilidad, equivalente a una casi segura falsedad “beyond a reasonable doubt” – más allá de una duda razonable) de polita son las siguientes:
– ¿Por qué es imposible o extremadamente improbable que el vasco (o el dialecto vasco de Veleia) hubiese tomado prestado del latín el adjetivo polita, posteriormente lo hubiese perdido (o el dialecto de Veleia se hubiese extinguido), readquiriéndolo en época medieval a través del gascón, teniendo en cuenta que existen numerosos ejemplos de un fenómeno similar en español, vasco y otras lenguas y considerando el ejemplo de publicus del bronce de Novallas (palabra que fue adquirida, probablemente readquirida, por el euskera en época moderna bajo la forma publiko)? (El préstamo latino es la hipótesis sobre el polita veleiense que defienden Elexpuru, Iglesias y Orpustan.)
– ¿No parece ilógico argumentar que la aparición de una palabra latina inscrita en un objeto atribuido a época romana pueda constituir una prueba de falsedad de la inscripción que la contiene, incluso aunque el resto de la inscripción esté en otra lengua, teniendo en cuenta los numerosos ejemplos de inscripciones bilingües de época romana?
Ahí dejo estas preguntas, dirigidas especialmente a quien esté seguro, más allá de una duda razonable, de la imposibilidad de que el grafito fuese escrito en la antigüedad, para que si sabe contestarlas las conteste.
1. Adams, J. N. Bilingualism and the Latin language. Cambridge University Press. Cambridge, Reino Unido. 2003.
2. Velázquez, I. ¿Dioses, reyes y hombres en la ciudad romana de Veleia? Mesa redonda-debate. Universidad Complutense de Madrid. 19/11/2010.
En el país ha aparecido un artículo de Javier Sampedro denominado La lengua ancestral de los eurasiáticos donde menciona el trabajo realizado por los profesores de universidades del Reino Unido y Nueva Zeelanda Mar Pagel, Quentin Atkinson y compañeros suyos. En Terra Antiquae tambien ha aparecido un extenso antículo.
En base a la teoría desarrollada por dichos profesores, y siguiendo la forma de evolucionar de la biología, se pueden encontrar palabras que han permanecido hasta 15.000 años sin evolucionar y que nos permite reconstruir cómo a partir de una sola lengua creada en el mediterráneo se hayan desarrollado las actuales lenguas euroasiáticas, euskera y chino incluido. Esta teoría puede estar relacionada con la que hace bastantes años propuso Imanol Agirre, en su libro “Vinculos de la lengua vasca con las lenguas de todo el mundo″, que después de estudiar infiidad de lenguas, sobre todos las lenguas siberianas, creía haber encontrado ese vínculo de unión entre el euskera y las lenguas asiáticas. Y también con el axioma propuesto por muchos investigadores de aquí: que el euskera ha guardado algunas raíces sin cambios o prácticamente sin cambios durante miles de años: aitz (aizkora, aitzurra…)…. En la web de Euskeraren Jatorria se recoge este tema.
En el blog de Euskeraren Jatorria se ha dese ha publicado por capítulos un informe que pone en tela de juicio la teoría del protoeuskera de Lakarra y que ha tenido más de 150 comentarios (en la parte de euskera). Euskarazko testura joateko klikatu hemen
Reproducimos a continuación el post en castellano que resume el informe para general conocimiento de usuarios y usuarias de Ama Ata:
«En este post hay la posibilidad de bajar el informe completo o también de accecer a cada punto de dicho informe, para poder hacer una lectura mas pausada. Ha habido muchos comentarios (en la parte de euskera), aunque algunos están en castellano.
Este informe ha sido enviado a varias entidades, entre ellas a Euskaltzaindia y a la Dirección de la UPV-EHU. Además, continuaremos dándo difusión a los informes de Roslyn M. Frank y Mari Pilar Alonso, que junto a éste, han iniciado un debate sosegado y profundo, necesario en estos momentos donde tenemos en juego la investigación del euskera en la próxima década.
Con este informe no queremos dar e entender, ni muchísimo menos, que estamos en contra de todo el trabajo realizado por Joseba Lakarra. Tal como los miembros de la Comisión para el Esclarecimiento de Iruña-Veleia de nuestra asociación han dicho en sus muchas gestiones y se recordó en el I. Congreso Internacional de Iruña-Veleia celebrado el pasado noviembre en Gasteiz:
“Nosotros hemos comentado más de una vez el mérito de Lakarra. Y es que en estos 25 años, ha sido el único que ha intentado superar a Mitxelena. Y, aunque solo sea por haberlo intentado, hay que reconocerle el trabajo que ha hecho. Pero si todo aquello que ha creado queda sin valor, él debería haber sido el primero en reconocerlo y haber comenzado a trabajar por nuevos senderos y no, tal y como ha hecho, diciendo que son falsas y montando, junto a otros compañeros de la Facultad de Letras, el montaje de la falsedad. Dicha actitud, cuando se realicen las dataciones, seguramente acabará con su prestigio y con todo su trabajo profesional.”
Y no solo eso. El trabajo que ha realizado en la recopilación y difusión de textos antiguos no solo hay que agradecérselo, sino que hay que decir claro y alto que han sido una ayuda muy grande en la investigación del euskera.
Como es lógico este informe también se le ha enviado al Sr. Lakarra invitándole a que nos diera su opinión. Le hemos ofrecido sitio en esta web para que su respuesta tuviera la presencia adecuada. Hicimos lo mismo en el I. Congreso Internacional de Iruña-Veleia donde invitamos a Nuñez, Gorrochategui y Lakarra a que nos dieran sus puntos de vista. Por desgracia no participaron y tuvimos que resumir nosotros/as sus informes.
Señoras y señores, esta abierto el debate sobre la teoría del protoeuskera de Lakarra:»
No fue suficiente con que se declararan falsos los hallazgos de Iruña-Veleia mediante la redacción de unos informes. También había que arrojar ignominia sobre ellos y convertirlos en objeto de burla y escarnio públicos. Solo así se puede entender la lectura del inexistente “Descartes” o la mención del pegamento instantáneo, a los que se dio una amplia publicidad desde un primer momento mediante una bien preparada escenificación ante los medios de comunicación (aunque después dos de los autores de los informes se vieron obligados a rectificar la lectura “Descartes”). Otro ejemplo de intento de burla y escarnio de los hallazgos de Iruña-Veleia es el famoso “cerdito”. Esta figura fue mostrada por la catedrática de filología latina Isabel Velázquez en la mesa redonda“¿Dioses, reyesy hombres en la ciudad romana de Iruña-Veleia?” en la Universidad Complutense de Madrid1, provocando la hilaridad del público asistente con solo mostrarla, al igual que con la mención de “Descartes” (si bien tuvo que reconocer que no estaba segura de esta lectura) y de la “Q de queso” de “Anquises” (que Alicia Satué ha demostrado que es posible en la antigüedad, al encontrar una inscripción latina en la que se lee Qu(i)mera por Chimaera).
El “cerdito” de Veleia también fue objeto de comentario en el debate de Kontraprograma sobre los hallazgos de Iruña-Veleia2, en el queel arqueólogo Javier Arce lo llamó “cerdito de Walt Disney” y la arqueóloga Mertxe Urteaga dijo sobre el mismo “Esa representación solamente la lee (sic) alguien que tiene la cultura de los dibujos animados”.
Cuando uno piensa en un cerdito de dibujos animados, el primer personaje que se le viene a la mente es el de Porky Pig, de la Warner Bros. De hecho, el “cerdito” de Veleia ha sido bautizado en los foros de Internet con el mote de Porky. Pero si los comparamos (ver figura), es evidente que su supuesto parecido es fruto de una interpretación tendenciosa o de una imaginación fantasiosa, posiblemente influida por el mecanismo de analogía, el mismo que dio lugar a las lecturas imaginarias que se han hecho en Veleia, como Descartes, denok, zorduniai o Nefertari, comentadas en un post anterior. Tal mecanismo se pone en marcha automáticamente cuando nos encontramos con algo extraño, que no somos capaces de reconocer a primera vista: en tales situaciones la mente tiende a asimilar lo desconocido a lo más parecido que conoce. En el caso de Niscart, lo más parecido era Descartes, de Denos, denok, de cordu mai, zordunai, de Nepertati, Nefertari y del “cerdito” (con algún esfuerzo de la imaginación), Porky Pig. Llama poderosamente la atención que todas las analogías de Veleia corresponden a época moderna, dando la impresión de que sus autores no han hecho un esfuerzo, ya sea mediante la lectura de literatura especializada o búsquedas en bases de datos (como hemos hecho otros), para intentar encontrar paralelos de los hallazgos “inusuales” de Veleia en la época correspondiente a la cronología definida estratigráficamente, o al menos explicaciones que permitan situarlos en la misma. Tal actitud es insólita, tratándose de hallazgos procedentes de un estrato de época romana hechos por un equipo arqueológico experimentado, lo cual induce a pensar en la existencia de un fuerte sesgo hacia la hipótesis de falsificación. En el caso del cerdito veleiense, no negaré que la procedencia de época romana de tal figura pueda sorprender a muchos, pero, antes que a Porky, diría que es más parecido (salvando las obvias diferencias) al jabalí de la tésera de hospitalidad de los maggavienses encontrada en Herrera de Pisuerga (Palencia) que se muestra en la figura de arriba, que, al igual que el cerdo (o jabalí, cazado, según relato de Plutarco, por Mamers Mamerco3, nombre inscrito en el lado opuesto del ostracon) de Veleia, tiene un perfil un tanto caricaturesco. También lo tiene el delfín de la tésera de hospitalidad hallada en Cáceres (ver figura abajo), con su forma rechoncha y un pico exageradamente largo y curvado hacia arriba que le da un aire de comicidad, al que se le podría encontrar cierta similitud con la versión de dibujos animados de Flipper, el delfín protagonista de una serie de televisión de los años 60. Si en Iruña-Veleia hubiera aparecido grabada una figura similar a la del delfín de la tésera de Cáceres, seguramente también habría sido objeto de burla y mofa y se hubiera mostrado para provocar la hilaridad del público. Siempre se encontraría alguna excusa para denigrar los hallazgos de Iruña-Veleia.
1. Velázquez, Isabel. ¿Dioses, reyes y hombres en la ciudad romana de Veleia? Mesa redonda-debate. Universidad Complutense de Madrid. 19/11/2010.
Este post, con un título un poco provocativo para estimular la discusión, quiere comentar dos estudios que parecen relevantes para una cuestión que atormenta la historiagrafía vasca debido a pocas fuentes y evidencias: ¿se habló proto/paleo-euskera en lo que ahora es el territorio de la Comunidad Autónoma Vasca antes de la tardiantigüedad? o ¿fueron migraciones desde Aquitania o el Pirineo que aportaron el euskera a este territorio?
La cuestión puramente científica genera una división entre investigadores y sus ‘clubs de fans’ (ver p. ej. el artículo sobre el tema en Wikipedia), que convierte el tema en una lucha ideológica, donde entre líneas la historia parece interferir con gustos políticos.
Queremos aquí aportar dos estudios, en realidad muy limitados, sobre evidencias físicas de la supuesta influencia ‘franca’ en la antigüedad tardía, a veces asociado a la vasconización tardía. Estos estudios no resuelvan el tema, pero indican que la presencia de armadura ‘franca’ no parece demostrar tal invasión y que los cuerpos con tales atributos corresponden mayoritariamente a la población local.
Las herramientas genéticas (o los isótopos de estroncio) pueden ser potentes, pero tienen evidentemente el limite que ni afirman el idioma, y que ni el idioma debe corresponder a los genes (se oye por aquí niños de origen africano o chino hablar fluidamente euskera).
Se puede hacer también la reflexión que un territorio no debe ser monolingue (probablemente en zonas fronterizos la heterogeneidad es la norma), y que puede haber existido un núcleo (patchwork) ‘euskaldun’ de antes, y que al mismo tiempo puede haber sucedido una ‘invasión’ en la tardiantigüedad.
Invito a personas con conocimiento de la cuestión de aportar sus opiniones y conocimientos para aprender todos, aunque avizo que no nos vamos a perder en luchas ideológicas, legitimas sí, pero que a mi entender no deben entrar en la historiagrafia (facts, nothing but facts).
Desde la genética: el cementerio de Aldaieta
Los más de 100 cuerpos encontrados en el yacimiento de Aldaieta (NE de Vitoria, cerca del pantano de Ullibari-Gamboa) van acompañados en numerosas ocasiones de un ajuar que es interesante porque documentan una época del S. VI-VII, poca conocida en el País Vasco. El yacimiento fue excavado bajo la dirección de Augustín Azkarate (1999) (ver aquí por la memoria de excavación).
Se puede distinguir básicamente dos zonas, una con muchas armas, y otra que parece más pobre (¿dos clases sociales diferentes?). Aparte de abundantes armas, el cementerio se caracteriza por la presencia de un ajuar relacionado con los cementerios francos de Europa del Oeste (Reihengraberfelder).
Algunos autores han defendido que se trató de un ejercito de invasión del norte o visigodo.
Hebillas de diferentes cementerios de yacimientos en Álava de la misma edad que Aldaieta con rasgos ‘francos’ (Fuente: Azkarate, 2004)
A base del ADN mitocondrial (mtDNA) se ha estudiado la presencia de varios marcadores genéticos. De la combinación de estos marcadores se deduce la afinidad genética a la población del País Vasco – Cantabria, es decir local, con apenas diferencia (no significante) entre los dos grupos de tumbas citados anteriormente.
(el estudio fue ejecutado sobre 65 individuos)
Desde los isótopos de estroncio
Un estudio con fines parecidos al estudio anterior, estudiar la movilidad de los individuos enterrados, también del final de la tardeantigüédad- bajo medieval tiene como objeto de estudio tumbas encontrado alrededor de San Martín de Dulantzi (Alegría-Dulantzi) no tan lejos de Aladaieta. También aquí se evaluará tumbas con y sin ajuar ‘germánico’.
Para estudiar el origen de las personas enterrados se utilizan isotopos estables del estroncio, una técnica aplicada con éxito en númerosos otros estudios.
Se mide la proporción del 87Sr sobre 86Sr (dos isótopos de estroncio no radioactivos). Esta relación depende de la concentración de dichos isótopos en el agua local que se bebe y con la cual crecen las plantas que a su vez son comidos por herbívoros, y después de ser comido por el hombre forman parte de los tejidos humanos, huesos y dientes más concretamente. Entonces la proporción isotópica del estroncio del agua corresponde con los huesos y dientes que se forman en el momento de consumir el agua o la comida a base de esta agua.
Sin entrar en mucho detalle podemos afirmar que la proporción del 87Sr sobre 86Sr a su vez depende del tipo de formaciones geológicas con la cual el agua está en contacto (el 87Sr – estroncio radiogenico – origina de la desintegración del rubidio y será más alto en rocas antiguas, las que ya tienen mucho rubidio). A base de esto podemos observar que en un mapa geológico a cada estrato (color) se puede más o menos asociar una determinada proporción como en la figura siguiente:
Proporciones 87Sr/86Sr para rocas de diferentes edades en el País Vasco (Fuente: Ortega et al. 2013)
En el método se puede distinguir entre entre el esmalte dental que se forma en la infancia (registrando así las proporciones isotópicos durante la infancia), mientras la dentina y el hueso siguen retrabajandose todo la vida, adaptándose a la geoquímica de donde el individuo vive.
Lo resultados del análisis son interesantes:
La banda gris representan las condiciones locales a nivel de proporciones de isotopos de estroncio. El esmalte de 6 individuos de los 12 es diferente de la franja local. (Fuente: Ortega et al. 2013).
Se puede distinguir dos grupos de inmigrantes de dos zonas geologicamente diferenciadas (la azul y la verde). Únicamente un ‘inmigrante’ de los seis llevaba ajuar, lo que indica que el ajuar ‘germánico’ no indica inmigración pero influencia cultural.
(el estudio fue ejecutado sobre 12 individuos)
¿Estos resultados nos informan algo sobre la supuesta vasconiozación tardia?