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La pieza 11417 (‘VARRON’): ¿overdosis de metales sí, pero prueba de falsedad?

Una de las piezas, si seguimos a Navarro, con más anomalías – evidencias de falsedad, la pieza 11417: 5 metales diferentes, trazos deslizantes, trazos fallados, trazos ensanchados…

En las conclusiones generales Navarro afirma:

«11417 [pieza ‘VARRON’]

Catalogación: Grafito contemporáneo
Anomalías detectadas
■ Numerosas partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mn0,6-0,7) en los trazos fallidos y trazos deslizantes sobre el engobe vitrificado.
■ Partículas de cuprita sobre trazos (posible retrabajado del surco)
■ Partícula de acero inoxidable (Fe84.6-Cri5-Nio,2) en el surco de una letra.
* Otras partículas: Plata, sulfuro de plata, oro filiforme»

La única imagen más o menos detallada que tenemos de la pieza es el del informe Navarro:

Fig. 1. Hemos indicado con flechas rojas zonas donde observamos restos de relleno/costra. Las flechas gordas indican un especie de deposición (¿costra?) que afecta claramente a la punta de la A, sin que Navarro lo menciona en su informe.

Navarro afirma:

El fragmento de cerámica examinado presenta una gran limpieza superficial, siendo muy
escasos los restos de costras detectados; estas están constituidas por tejidos vegetales de composición carbonatado-cálcica, similares a los descritos en otras piezas; al no interferir con el trazado del texto no permiten extraer relaciones temporales entre los mismos.

Una de las características más reseñables de esta pieza es la profundidad de los surcos del trazado de las letras, los cuales se encuentran muy limpios y desprovistos de restos de costras o depósitos de enterramiento (figura 11417.2).

Las afirmaciones en negrito no son correctas como vemos en la imagen de 11417.1 de Navarro. En la segunda R de VARRON vemos en la barriga con bastante claridad restos de depósitos que además parecen dar en FUV alguna fluorescencia de costra (ver figura 3).

En las figura 4 (figura 11417.2) observamos claramente un especie de costra en la punta de la A, aunque no muestra fluorescencia lo que indica que no es carbonática o fosfática (puede ser de hidróxidos de hierro, visto su color rojizo) que nos indica una relación temporal, que Navarro no ha querido ver.

La imagen FUV nos da algunas indicaciones de posibles costras ‘normales’, efectivamente limitadas. Como no disponemos de buen material fotográfica no podemos profundizar:

 

Fig. 2. Imagen FUV del informe Antelo (2014). Las flechas rojas indican pequeñas zonas con mayor luminosidad.
Fig 3. Presencia de relleno/costra en el surco de la segunda R de VARRON, que además parece generar algo de fluorescencia de costra en la imagen FUV. Esto va en contra de la afirmación de Navarro de que los surcos «se encuentran muy limpios y desprovistos de restos de costras o depósitos de enterramiento«
Fig. 4. Un especie de costra parece tapar la punta de la A de VARRON, algo que Navarro no aporta en su informe, y además justamente afirma lo contrario. Por su color y su falta de fluorescencia pensamos que no se trata de una costra carbonática o fosfática, sino de óxidos/hidróxidos de hierro.

Podemos concluir que sí existen rastros de rellenos/costras en los surcos, y que probablemente esta pieza ha sido limpiada visto su estado limpio en general. Visto que el terreno del yacimiento de Veleia en general es margoso, nos podemos imaginar que ninguna pieza sale tan limpio de los estratos.

Navarro detecta numerosas anomalías:

 

Dentro de las anomalías reseñables en esta pieza deben señalarse las numerosas partículas metálicas identificadas y su variedad (figura 11417.1):

■ Su presencia es especialmente importante en los ‘trazos deslizantes’ que aparecen al final de algunas de las letras (La 1ª R’ y ‘O’ de ‘VARRON’, Ia I de ‘IRGILI’, ‘O’ y ‘R’ de la 3ª línea). Dichos trazos se producen como consecuencia del deslizamiento y desgaste sobre la capa de vidriado del útil usado en la escritura, produciendo pequeñas deformaciones, fisuras y erosiones que no llegan a romperlo totalmente, dejando a su paso un rastro de partículas metálicas. En el análisis de las mismas se identifica una aleación de hierro con pequeñas proporciones de manganeso y trazas de cromo (Fe99,2-Mn0,7-Cr<0,1) similar al descrito en otras (figuras 11417.4, 5 y 6). Su composición y ausencia de alteración evidencian su origen reciente, muy posterior al período de enterramiento arqueológico. [subrayado de Navarro]

■ Además de las partículas señaladas hay que citar la identificación de una [¡¡!!] escama microscópica de acero inoxidable (aleación de hierro-cromo Fe84,8-Cr 15.0-Ni0,2), inalterada y atrapada en las fisuras producidas en el engobe del surco de la primera ‘R’ de ‘VARRON’ (figura 11417.7) que nos indicaría el empleo en esta pieza de 2 útiles diferentes; junto a la misma aparece una pequeña partícula filiforme de oro (posible artefacto contaminado con compuestos orgánicos -carbono, nitrógeno- ajeno a la pieza).

■ Junto con las partículas de hierro, el grupo de partículas con mayor interés corresponde a cuprita [CuO], mineral que aparece en forma de agregados de cristales microscópicos de tamaño inferior a 40 pm (figuras 11417.8 y 9). Dado que en la pieza no aparece ningún tipo de depósito o mancha de alteración de cobre su presencia en numerosos puntos puede relacionarse con un posible instrumento de cobre alterado utilizado para ensanchar o repasar los surcos de las letras del texto. La presencia de cristales de cuprita no es exclusiva de esta pieza habiéndose identificado también en la pieza n° 11156 (fusayola de pasta cerámica de cocción blanca), aunque en este último caso no se establece una relación directa con el grafito.

Relacionado con los trazos deslizantes/trazos fallados:

 

Fig. 5. Ninguna de las imágenes aporta un trazo deslizante claro. En la figura 11417.5 vemos un arañazo muy ligero que efectivamente sigue el surco, pero la abrupta transición surco engobe muestra, en mi entender, claramente que los dos elementos no están relacionados. Además el daños al engobe es mínima, el objeto metálico apenas a tocado el engobe.
El figura 11417.5 los daños del engobe son mayores, pero también mínimales. Sí se ve una transición surco – arañazo.
Fig. 6. Dibujo de metal moderno como continuación de la R. Está claro que el dibujo realizado con un objeto metálico no forma de ninguna manera la continuación del surco, porque no está alineado. Mi interpretación es que alguien ha querido marcar el trazo que falta.

Ninguno de las imágenes de trazos deslizantes/fallados convence como relacionado con la ejecución del grabado. La figura 6 deja claro que las marcas metálicas no están relacionadas con el movimiento de la ejecución del grabado. No se trata en absoluto de un trazo fallado.

Navarro encuentra también algunos cristales de cuprita (óxido de cobre) en varios surcos (ver figura 1), sin que se parece tratar de un trazo continuo, sino puntual.
La fuente podría ser una herramienta de cobre – latón con una superficie oxidada.

En el primer año de los estudios de geología los alumnos aprenden sobre la dureza de minerales, cobre por ejemplo tiene una dureza 2,5-3, lo que es realmente blando, latón (aleación de cobre y zinc tiene una dureza entre 3 y 4, el oxido de cobre, cuprita es algo más duro 3.5-4 pero todavía relativamente blando (Ver p. ej. https://www.tedpella.com/company_html/hardness.htm). Si se pasa un ‘mineral’ con esta dureza limitado sobre un material bastante más duro forma más o menos una línea continua de restos adheridos a la superficie más dura, y muy probable no será capaz de arancar material de un surco existente. Para nos otros es muy extraño que un geólogo afirma «para ensanchar o repasar los surcos de las letras del texto». De esto no se ha aportado ni la más mínimas prueba, y creemos que es físicamente imposible, y que además la presencia muy local indica que no tiene relación con la realización del surco.

Conclusiones.

La descripción de las evidencias físicas por Navarro de esta pieza no es correcta cuando se refiere a la presencia de relleno/costra en los surcos como observamos visualmente, si hay presencia aunque limitado, pero altamente significativa.

Navarro no aporta evidencia que la presencia de los metales no está relacionado con la limpieza (como siempre niega la limpieza), los llamados trazos fallados no lo son, en un caso simplemente insignificante y en un segundo caso las evidencias son claramente no relacionados con el movimiento de grabado.

Navarro atribuye la presencia de UNA partícula de inoxidable a un segunda herramienta de grabado, lo que es evidentemente científicamente no defendible.

Navarro pretende la presencia de una tercera herramienta de grabado (para ensanchar/repasar) relacionado con la presencia puntual de cuprita en varios surcos. Entendemos que está interpretación es físicamente incorrecto.

No hemos observado evidencias que nos hacen dudar de la autenticidad de la pieza. Se debe investigar la costra sobre la punta de la A de ‘VARRON’.

Los trazos deslizantes – arañazos (parte 1)

Navarro (2013) detecta en bastantes piezas (12) arañazos relacionados con los surcos (p. 16-17):

«Por su alto contenido en partículas metálicas, presentan elevado Interés los trazos que en este informe se han denominado como ‘trazos deslizantes’ o ‘trazos fallidos’ (figura 4.5). Este tipo de trazos aparece, de forma casi exclusiva, en las cerámicas tipo TSH (Terra Sigillata Hispánica) y se originan al deslizar la punta metálica sobre la superficie vitrificada exterior, sin llegar a perforarla totalmente. [3]

Como resultado del proceso, la delgada capa vitrificada es deformada y microfisurada por la presión, al tiempo que las partículas metálicas producidas por el desgaste forman rastros continuos de partículas con forma de cuña que se incrustan en las microfisuras producidas, constituyendo un documento incuestionable que relaciona el grafito con el instrumento utilizado. La identificación de estos ‘trazos deslizantes’, que suelen aparecer como arañazos largos al final del trazo de algunas letras, puede no ser evidente sin ayuda de microscopio estereoscópico o, incluso, microscopio electrónico.» [4]

A primera vista se trata de clara evidencias de una ejecución moderno de los surcos, tal como está presentado en el informe Navarro (2013): se ven esquirlas de metal moderno íntimamente relacionados con deformaciones de la superficie de la cerámica.
Reconocemos que en un principio estas evidencias nos parecieron contundentes y pruebas de falsedad.
Después de observar decenas y decenas de tergiversaciones de las evidencias (incluidas interpretaciones y manipulaciones engañosas) en el informe de Navarro revisamos en este post las evidencias relacionadas con los ‘trazos deslizantes’.

Hemos ya tratado dos piezas donde aparecen como pequeños arañazos, apenas visibles o invisibles y sin mayor transcendencia en las piezas 10942 y 11392.

Fig 1. Ni en una imagen de microscopio de barrido se observa una deformación del engobe, y se descubre UNA partícula de metal. ¿Buscar tres pies al gato? (pieza 10942 SI/NO).



Pieza 10765

«El examen de las zonas de los surcos donde se ha perdido el relleno permite acceder al interior de los mismos, habiéndose identificado escamas micrométricas de hierro aleado con bajas proporciones de manganeso (Mn: 0,4-0,6 %) que proceden, inequívocamente, del desgaste del instrumento utilizado en la realización del dibujo al rozar sobre las zonas más abrasivas (granos desgrasantes, engobe vitrificado) (figura 10765.3). <b>Este tipo de partículas también aparece en zonas de trazos deslizantes, donde el instrumento de dibujo araña la superficie del engobe, sin llegar a romperlo totalmente, dejando como rastro una nube de partículas metálicas micrométricas (figura 10765.4)</b>.

 

En todos los casos se trata de partículas metálicas inalteradas, circunstancia que, junto a su composición, señala un origen muy reciente de las mismas. La composición identificada en las partículas es similar a la detectada en este tipo de indicios en la mayor parte de las piezas. «

 

Fig. 2. No se ve en la imagen un trazo deslizante («donde el instrumento de dibujo araña la superficie del engobe, sin llegar a romperlo totalmente«), ni se ve relación entre el nube de partículas de metal y el surco. ¿Por qué Navarro aporta evidencias que no lo son?

Pieza 10776

Fig. 3. Observamos efectivamente trazos deslizantes modernos. No sabemos si tienen su origen en la ejecución del grafito o en la limpieza del relleno – porque falta información, como pruebas experimentales para entender la morfología. Observamos que hay partículas de metal moderno ENCIMA del relleno, lo que puede hacer pensar que tienen que ver con la limpieza. Si interpretamos bien la figura d. vemos que el trazo deslizante empieza con una partícula de metal encima del relleno.

La foto 10776.3a puede indicar una relación temporal entre surco, relleno y trazado deslizante, difícil de descifrar con la calidad de la foto.


Pieza 11392

«En la zona inferior del arañazo (trazo deslizante) de la letra ‘S’ en ‘ENEAS’ (4a línea del grafito) se han detectado numerosas partículas metálicas incrustadas en el engobe y dejadas por el instrumento utilizado en la ejecución de los trazos. En su análisis se identifica una aleación de hierro con pequeñas proporciones de manganeso y trazas de cromo (Fe98.4-Mn1.6-Cr0,1), siendo destacable la ausencia de oxidación que presentan (la práctica totalidad del oxígeno identificado en el análisis puede ser asignado a la composición silicatada de los restos de engobe que rodean la partícula analizada) (figura 11139.3). Esta ausencia de alteración es una situación impropia en un material procedente de excavación arqueológica, señalando un origen reciente en la ejecución del grafito.»

Fig. 4. Trazo deslizante con relleno. No lo sabemos de interpretar de otra manera.

 

Fig. 5. Se observa en la parte baja de la S efectivamente un arañazo importante que pueda tener relación con la ejecución de la inscripción.

En este caso no tenemos argumentos para argumentar en contra de la interpretación de Navarro. Las evidencias podrían indicar una falsificación.

Pieza 11429

Pieza con una cantidad espectacular de restos de metales modernos, documentado con imágenes muy interesantes.

Fig. 6. Observamos restos de metales modernos encima del relleno y encima del engobe. No hay rastro de un trazo deslizante (no se ve ninguna deformación del engobe).

Aunque la pieza tiene quizás cien evidencias o mas de metales modernos, Navarro no ha sido capaz de demostrar gráficamente evidencias donde la limpieza no puede ser el origen de los metales modernos. Ver también la siguiente figura.

Fig. 7. Se observa que el relleno en toda la pieza ha sido eliminado parcialmente, en algunas zonas por completo en otras zonas queda todavía. La ubicación de partículas de metal modernas puede corresponder perfectamente con evidencias de limpieza, algo que Navarro nunca contempla.

Pieza 12108 (calvario)

Fig. 8. Las imágenes no nos aportan la información necesaria para evaluar si se trata de un trazo deslizante. Las imágenes de la figura 12108.2 no están localizadas en la figura 12108.1 del informe de Navarro. No se demuestra nada.
Fig. 9. La figura 12108 del informe Navarro (Fig. 8) no está localizada en la pieza.

 

Conclusiones parciales

Hemos tratado hasta ahora 7 de las 12 piezas que según Navarro tienen trazos deslizantes (las únicas evidencias donde se puede ver una clara relación entre el trazado y la presencia de metales modernos).

Únicamente en el caso de la S de la pieza 11139, Navarro aporta una imagen con evidencias que podemos llamar ‘preocupantes’ para la autenticidad, el resto de sus evidencias de las piezas tratadas hasta ahora, pueden también interpretarse como evidencias de limpieza, o son simplemente evidencias no relevantes. No sabemos aportar una explicación alternativa a la de Navarro (pero solo disponemos de una imagen, seleccionada por Navarro.

 

Análisis de partículas metálicas

Para apoyar al post Eureka: ¡ Rastros de metales modernos en los surcos y en el engobe de las piezas de Iruña-Veleia ¡ de Antton Erkizia aporto aquí como referencia la visión de Navarro sobre la presencia de metales modernos. Copio el aportado sobre metales de su introducción integralmente (p. 16-19).
La numeración de las alineas es nuestra, el subrayado no.
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Por  José V. Navarro Gascón
Este extracto (p. 16-19) es parte del informe:
 
Análisis de fragmentos cerámicos con grafitos del yacimiento arqueológico romano de Iruña-Veleia. (28 de octubre de 2013)
 
N° de registro IPCE: 31124

«Análisis de partículas metálicas [integralmente reproducido]

Como consecuencia de la abrasividad de los fragmentos cerámicos sobre los que aparecen los grafitos, los útiles metálicos utilizados en su ejecución han dejado un rastro de partículas producidas como consecuencia de su desgaste al rozar sobre los granos del desgrasante cerámico (cuarzo, feldespatos,…) o sobre la capa vitrificada exterior (cerámicas TSH). La localización y análisis de estas partículas metálicas ha sido objetivo preferente de este estudio, por aportar información que permite conocer la composición del Instrumento utilizado en la realización del grafito. De igual forma las aleaciones Identificadas y su estado de corrosión constituyen excelentes indicadores de la antigüedad de las mismas. [1]

Estas partículas metálicas, con morfología de escamas aisladas o superpuestas (figura 4.4), tienen dimensiones micrométrlcas, con tamaños que no suelen superar 5-20 micrometro y espesores que pueden estimarse en el rango de décimas de micrómetro, pudiendo aparecer aisladamente o formando ‘nubes’ y ‘estelas’ de partículas. [2]

Por su alto contenido en partículas metálicas, presentan elevado Interés los trazos que en este informe
se han denominado como ‘trazos deslizantes’ o ‘trazos fallidos’ (figura 4.5). Este tipo de trazos aparece, de forma casi exclusiva, en las cerámicas tipo TSH (Terra Sigillata Hispánica) y se originan al deslizar la punta metálica sobre la superficie vitrificada exterior, sin llegar a perforarla totalmente. [3]

Como resultado del proceso, la delgada capa vitrificada es deformada y microfisurada por la presión, al tiempo que las partículas metálicas producidas por el desgaste forman rastros continuos de partículas con forma de cuña que se incrustan en las microfisuras producidas, constituyendo un documento incuestionable que relaciona el grafito con el instrumento utilizado. La identificación de estos ‘trazos deslizantes’, que suelen aparecer como arañazos largos al final del trazo de algunas letras, puede no ser evidente sin ayuda de microscopio estereoscópico o, incluso, microscopio electrónico. [4]

Por la ausencia de engobe vitrificado y por su carácter mucho más friable, el hallazgo de indicios metálicos se encuentra notablemente reducido en las cerámicas comunes, donde queda relegado, casi exclusivamente, a partículas adheridas sobre los granos abrasivos del desgrasante. [5]

Las posibilidades de detección se complican aún más, en ambos tipos de cerámica, cuando existe material de relleno en los surcos de las letras, quedando ocultos los posibles indicios. En los casos donde se ha dado esta circunstancia los análisis se han centrado en las zonas de pérdida de relleno y el número de indicios detectados ha sido sensiblemente inferior. [6]

Según se ha señalado en el apartado 3 de este informe, como consecuencia del método de observación utilizado (presión variable en la cámara del microscopio) y del propio tamaño micrométrico de las partículas analizadas, la señal espectral obtenida en los análisis recoge, además de la propia composición del metal, información del entorno próximo de la partícula. Con objeto de discriminar entre ambas señales, se han realizado de forma sistemática análisis sobre la superficie de la cerámica. Estos análisis de referencia tienen especial importancia para valorar el estado de oxidación de los metales al permitir asignar el oxígeno identificado al propio sustrato silicatado sobre el que aparece la partícula. [7]

En la cuantificación del hierro no se han realizado correcciones para evaluar el porcentaje de señal de este elemento que procede del propio sustrato cerámico. Este aporte a la señal espectral del hierro procedente del sustrato será, lógicamente, más elevado en los análisis realizados sobre partículas incrustadas en el engobe ferruginoso vitrificado de las cerámicas TSH que en los análisis de partículas adheridas a los granos desgrasantes del cuerpo de la cerámica. [8]
En relación directa con el/los instrumentos utilizados en la ejecución del grafito, se han identificado los siguientes tipos de partículas metálicas:
■ Acero estándar
En la mayor parte de las piezas se han detectado partículas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso, constituyendo un nexo común entre las mismas y el proceso de elaboración de los grafitos. Aunque para su correcta catalogación sería necesario la realización de un estudio metalográfico convencional sobre probetas pulidas (inviable en nuestro caso), por su composición pueden catalogarse como aceros estándar (utilizados, por ejemplo, en la elaboración de clavos o de los núcleos de muchos instrumentos quirúrgicos o de disección). Los contenidos promedio de manganeso oscilan entre 0,5-0,7% , con variaciones en algunas piezas (0,2-1,6%) que se interpretan como consecuencia del empleo varios instrumentos de acero. En los análisis, además de manganeso, pueden detectarse bajas proporciones de cromo, cobre o níquel (<0,1-0,2%). [9]
Además de su composición, se ha valorado en estos indicios su ausencia de oxidación, que consideramos inviable en materiales que han sufrido un largo proceso de enterramiento arqueológico, constituyendo un certificado inequívoco de su origen reciente. [10]
■ Acero inoxidable
El segundo grupo de partículas metálicas de interés corresponde a los aceros inoxidables, donde el hierro aparece aleado con cromo: Cr>10- 12% (esta es la composición que, a título orientativo, encontramos en los análisis de hojas de bisturí). Dado que la invención del acero inoxidable se remonta a principios del siglo XX, las partículas con esta composición son inequívocamente recientes. [11]

Aunque hay alguna pieza donde sólo se han detectado partículas de acero inoxidable, lo normal ha sido que estas partículas coexistan y sean minoritarias frente a los indicios de aceros estándar. En algunos casos se han detectado, además, aleaciones de acero más complejas, con cromo-níquel-manganeso-molibdeno. [12]

Dentro de este apartado hay que señalar la identificación de algunas nubes de partículas cuyo origen se relaciona con el roce continuado de la pieza analizada con una superficie de acero inoxidable. [13]

Níquel
La presencia de partículas de níquel se ha relacionado con la erosión de la capa de niquelado que incorporan muchos instrumentos de acero. Se han identificado tanto niquelados electroquímicos como niquelados químicos. En estos últimos el níquel va acompañado por cantidades relativamente elevadas de fósforo. [14]
Alpaca
Algunas de las partículas analizadas corresponden a aleaciones de cobre, cinc y níquel que se han catalogado como alpacas de baja calidad (detectadas en dos piezas). [15]
Cuprita
En una de las piezas ha podido constatarse el empleo de una punta de cobre alterado en forma de cuprita (CuO) para repasar el trazado del grafito realizado con instrumentos de acero y acero inoxidable, dejando un rastro de partículas constituidas por agregados de cristales microscópicos de este mineral. [16]
■ Otros metales
Se ha identificado partículas de oro, plata, sulfuro de plata, cinc, latón, óxido de estaño, plomo, … , indicios que, cuando aparecen sobre la superficie cerámica, fuera del recorrido de los trazos del grafito, quedan descontextualizados, no pudiendo relacionarse directamente con los útiles utilizados.
Entre todos ellos, por su peculiaridad, deben destacarse las nubes de partículas de oro (aleación de oro-plata-cobre) que aparecen sobre la superficie de las piezas 12098 y 13368, las cuales pueden relacionarse con el roce continuado de la superficie cerámica sobre un anillo o alianza.
En los informes individualizados realizados para cada pieza se ha incluido un esquema, sobre base fotográfica, con la situación de los principales tipos de partículas detectados.» [17]

Eureka: ¡ Rastros de metales modernos en los surcos y en el engobe de las piezas de Iruña-Veleia ¡

¿Se puede deducir de ello que
los grafitos son contemporáneos?
O de cómo nos llevan al huerto a los ignorantes.
(Advertencia: Esto que voy a escribir es una chapa sólo aprovechable a lo sumo a lectores que no entiendemos nada de nada de metales y de aleaciones, no entendemos pero seguimos empeñados en entender el tema Iruña-Veleia).

Reseteando:  Hace unos meses «se» filtraba un informe del IPCE (Instituto del Patrimonio Cultural de España) que alegraba la mañana a unos y preocupaba a otros. Tras un estudio técnico de las evidencias físicas de las piezas de Iruña-Veleia, eureka, habían encontrado rastros de metales sin oxidar, por lo tanto, metales «recientes». El estudio, así parcialmente filtrado, no incluía ningún grafito hecho en ladrillo o en hueso (tal como venía solicitanto la parte denunciada) pero el estudio sí incluía grafitos polémicos en cerámica.

 Este primer Informe (se supo luego que hay un segundo informe) está firmado por el técnico del IPCE José Vicente Navarro, quien, además de hacer constar el rastro encontrado de metales modernos no oxidados, señala los puntos en los que han sido encontrados: dentro de los surcos y también en la superficie fuera de los surcos, siempre encima del engobe-costras o adherencias, y se trata de presencia no continuada, desigualmente distribuida y esporádica.

Y basándose principalmente en la presencia de estos metales inalterados, el Informe cataloga los grafitos como contemporáneas al suponer que los rastros de metal son rastros del instrumento con que se han grafitado las piezas así analizadas.
No he tenido acceso a ese informe. De tenerlo, tampoco sabría interpretarlo porque, como he dicho, yo de metales y de aleaciones de metales, cero patatero (tan de moda).

Según nos ha venido explicando hasta ahora Koen Van Den Driessche en distintos post, estos son los
metales encontrados en distintas piezas:
Por ejemplo: Pieza 10942, texto: SI / NO
“Imposibles en la latín de la época” según expertos.
Metales encontrados, según informe de IPCE:
=>Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mn0,2) en los trazos.
=>Partículas de acero inoxidable (Fe83,7-Cr16,3)sobre el engobe.
=> Catalogación: Grafito contemporáneo
Por ejemplo, Pieza 13371, texto: GIIVRII ATA ZUTAN GIIVRII
“Imposible en el protoeuskera de la época” según expertos.
Metales encontrados, según IPCE:
=>Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mn0,3-0,8).
=>Catalogación: Grafito contemporáneo.
Por ejemplo, Pieza 15910, texto:  NIIVrE / AMA RO / MAN / ILTA CIS / TIANA
«Imposible por euskara actual».
Metales encontrados en la letra /r/
=>Partículas de una aleación de hierro y cromo con pequeñas proporciones de níquel, manganeso, molibdeno y cobre (Fe7o.7-Cr13.7-Ni9.6-Mn1.5-Mo2,1-Cu1,1)
 =>Sobre el engobe, partículas de aleación de (N76,7-Fe12,0-Cr9,4-Cu1,9) junto a la letra ‘E’ de ‘NIIVrE’…y Ni-Fe-Cr-Cu-Zn (Ni90,8-Fe3.1-Cr1,2-Cu3,4-Zn1,4) junto a uno de los trazos de la cruz…
=> Catalogación: Grafito contemporáneo. 
Por ejemplo, Pieza 11392; texto: FIR
No ha sido cuestionado por la Comisión de expertos.
Metales encontrados, según IPCE:
=> Partículas inalteradas de hierro sin alear o aleado con muy bajas proporciones de manganeso (Mn0,15) o níquel (Ni0,18) en trazos deslizantes y fondos de surcos.
=> Catalogación:  Grafito contemporáneo.
….

Resultaría cansino ir pieza a pieza, además porque ya lo viene documentando Koen así, pieza a pieza.

Por mi parte, quisiera «visualizarlo» desde otro ángulo: poniendo en «una tabla» los metales aleados encontrados. ¿Cómo agruparíamos los distintos metales que va encontrando el técnico del IPCE al analizar las distintas piezas?:

1.- El IPCE detecta presencia «anómala» de:  Fe (Hierro sin alear) o Aleación de Fe/Mn
(hierro con manganeso), sin oxidar, en puntos de los surcos y superficies de las piezas 10714 – 10765 – 10776 – 10826 – 11252 – 11305 – 11392 – 11423 – 11424 – 11426 – 11429 – 11530 ……(la lista es mucho más larga, pero nos vale para percibir que la aleación Fe/Mn se repite).
2.– El IPCE detecta presencia «anómala» de: Aleación de Fe/Mn/Cr (hierro/manganeso/cromo) en puntos concretos de las piezas 10849 – 10942 – 11139 – 11417 – 11419 – 11424 – 11459 – 11709…(la lista continúa)

3.-El IPCE detecta presencia «anómala» de metales en aleación, como hierro y cromo con pequeñas proporciones de níquel, manganeso, molibdeno y cobre

4.- El IPCE detecta presencia «anómala» de: Plomo (en las piezas 10826 – 11139 – 11162 – 11252 – 11305…
5.– El IPCE detecta presencia «anómala» de: Plata (piezas 10765 – 11162 – 11305 – 11417…

Recuérdese: de estas «anomalías» observadas, el técnico deduce que su presencia delata el instrumento «contemporáneo» con que se han hecho los grafitos y las figuras en las cerámicas analizadas.

oooooOooooooo

Koen y Miguel Thomson e Idoia Filloy y otros han venido aportando y valorando este Informe en este
foro, haciendo notar que todas estas piezas han sido sometidas a un proceso de limpieza, limpieza para la que se ha utilizado distinto instrumental que podría ser la fuente de esos rastros de metales.
Idoia, como testigo y protagonista in situ, detallaba hace unas semanas en qué consistía el proceso de lavado, remojo previo, cepillado, y tal. Y en su relato, le leí que utilizaban un conformador …un calibrador
–Kontxo. Utilizan un calibre (todos tenemos uno en la caja de herramientas para hacernos una idea). ¿Y cómo será un conformador? ¿Serán metálicos?.
Un Conformador o Perfilómetro (peine de varillas para tomar la forma o contorno) o un Calibrador/Calibre pueden ser hasta de plástico. Pero lo «profesional» es que sean metálicos, de acero, al menos la parte de la pieza a la que más precisión se le exige. El instrumental de precisión debe de evitar oxidaciones/desgastes que distorsionarían la medición etc., me explica un ferretero, y un aparejador… pero no saben decirme de qué metales están compuestos.
Visito un taller de calderería, otro de máquina/herramienta, incluso consulto con alguno de una Escuela Politécnica…Busco en internet (donde dicen que está todo)…
De “cajón” para algunos, de “catón” para mí, trataré de resumir (a los no iniciados) lo que (creo) que he aprendido (me corregireis):
Para hacer un simple Calibrador metálico (un Calibre como el de la figura) el taller utiliza acero. Acero inoxidable, o no, pero acero.
El Acero es básicamente una aleación de Hierro con una cantidad de Carbono.
Como el Hierro (componente principal) es un metal relativamente maleable, dúctil (quién lo diría), se le van agregando elementos con el fin de obtener una aleación de unas características determinadas por su: dureza, temple, resistencia al desgaste, a la corrosión…Logramos así instrumental de acero aleado, según usos y gustos y precios
Por ejemplo, es básica la aleción Fe/Mn (hierro+manganeso) para que el instrumental no se oxide (el manganeso  previene la oxidación del hierro y por eso está presente en todos los aceros).
Si estamos usando el instrumento calibrador  sobre la pieza de cerámica, y además la estamos abriendo y cerrando, es de suponer que se desprenderán rastros de los metales: Fe/Mn si esa es la aleación (Fe/Mn, Aleación Tipo 1 que encuentra el IPCE). Y serán metales no oxidados, claro, porque el instrumental que «posó» sobre la pieza es de ahora y no romano.
Por ejemplo, presencia de cromo. Parece ser que el cromo es un metal muy empleado para fabricar herramientas  (sean inoxidables o no) porque el cromo, en distinta proporción, incrementa la resistencia y la dureza de la herramienta. En el caso de un Calibre profesional,  es habitual agregar cromo a la aleación para evitar el desgaste del instrumento, toda vez que la pinza se desplaza continuamente sobre el vástago (para poder medir grosor, anchura…variables)
Por lo tanto, la presencia Fe/Mn/Cr, no oxidados (metales Tipo 2 que ha encontrado el IPCE) no sólo es justificable sino que es esperable.

Y así voy preguntando por distintos metales… La respuesta se repite: en las aleaciones de acero para herramientas modernas, la presencia de manganeso, cromo, plomo, de aluminio, de molibdeno, de titanio, de vadanio…no sólo es justificable sino que es previsible, es lo habitual.
Y sin embargo, esta posible procedencia* de los metales detectados no ha sido tenido en cuenta por todo un técnico del Instituto del Patrimonio Cultural de España. ¿O sí? Porque saber, debería de saber ¿no? que un calibre de acero (entre otros muchos instrumentos, supongo) habrá posado «asi y asau» una y otra vez sobre cada una de las piezas, con el fin de poder «calibrarla» para la ficha arqueológica.

Además, y esto también está dicho: el instrumento moderno que, según deduce IPCE, ha ejecutado los grafitos debería haber dejado un rastro metálico continuo más o menos a lo largo de todo el surco…¿No es lo esperable? Pero el técnico del IPCE no encuentra rastro de metales a lo largo de, sino en puntos concretos, tanto dentro como fuera del surco…

*No pretendo «demostrar» que el Calibrador o Calibradores utilizados por los arqueólogos hayan sido el origen de estos metales. Sólo he querido «comprobar» por mí mismo (y compartir) que ese o esos Calibradores han podido estar en el origen de esos metales, como posibilidad. ¿No os parece una reflexión de sentido común?.

Ahora, si quiere, que Idoia nos aclare si los calibradores que usaban eran metálicos, de acero, de acero inoxidable…

Admito collejas por haber osado meterme en camisa de once varas.

Evidencias de autenticidad: la pieza 10942 SI/NO

Sobre esta pieza existe un post anterior que trata también algunos aspectos filológicos: SI/NO

Creemos que lo afirmado en dicho post todavía sigue ser vigente. Data del 30 de enero, pocas horas después de la filtración del informe en la prensa, cuando ni teníamos el informe en color.
Desde entonces hay muchas sospechas o impresiones que solo se han confirmado.

En esta pieza encontramos claros restos de costras, alguno es señalado por Navarro dentro del surco de la I del SI, igual que por Antelo. Es uno de las pocas casos en que Navarro señale evidencia a favor de la autenticidad, aunque después hace malabares argumentativos para borrar la evidencia señalada y concluir la falsedad. Dentro de su lógica tenía que haberlo señalado en sus conclusiones generales en la introducción – lo único que no técnicos suelen consultar.

Catalogación: Grafito contemporáneo
Anomalías detectadas
■ Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mn0,2) en los trazos.
■ Partículas de acero inoxidable (Fe83,7-Cr16,3)sobre el engobe.

Fig. 1. Es llamativo que Navarro únicamente observa metales modernos en el lado NO, y muy limitadamente. En el caso de la referencia 10942.4 y 10942.5 se trata de pequeños arañazos fuera del surco que no son visibles en nuestras fotos.

Navarro afirma la presencia de costras en la pieza:

 En el anverso de la ficha aparecen diversos restos de costras superficiales cuyas características se ajustan a las descritas en las costras de otras piezas, estando constituidas, esencialmente, por depósitos de carbonato cálcico junto con los que pueden aparecer restos de estructuras vasculares de tejidos vegetales igualmente constituidas por carbonato clcico así como partículas carbonosas.

Curiosamente Navarro no muestra ningún detalle de dichas costras, excepto la de la I.
Observamos las costras también en las imágenes FUV:

Fig. 2. Se observa muy poca fluorescencia en la parte derecha de la pieza, posiblemente por su limpieza. La zonas de la N donde aparece una iluminación mas clara coinciden con zonas con algo de relleno.

Fig. 3. Se observan varias fluorescencias de costra en diferentes costras, algunas en los bordes. También observamos zonas de fluorescencia tipo costra (la más intensa) en la mitad de la I (confirmado por Antelo) y en algunas zonas de la S, cada vez coincidiendo con relleno/¿costra? – costra confirmado en el caso de I.

Fig. 4. Imagen informe Gorrochategui. Las flechas violetas indican zonas de fluorescencia tipo costra, las negras rellenos que pueden posiblemente producir fluorescencia. Los rectángulos rojos indican zonas de imagen en el informe de Navarro.
Fig. 5. Las flechas negras indican zonas de relleno. Los rectángulos rojos indican zonas de imagen en el informe de Navarro. Navarro indica una zona con presencia de metales en el surco, en el palo derecho de la N, y dos zonas con arañazos encima del engobe. * corresponde con un acero manganeso, & con un acero con cromo del tipo que corresponde a bisturís. El último caso está completamente fuera de la zona de letras.

Antelo (2014) afirma la fluorescencia en el surco de la I:

Fig. 6. Fluorescencia en un zona de la I indicado por Antelo.

Navarro afirma la presencia de costra en la letra I donde lo indica Antelo:

En el tramo medio de la letra ‘I’ se han detectado restos de estructuras vegetales, fragmentadas, que se superponen al trazo del grafito aunque sin sobrepasarlo. Este tipo de restos han sido utilizados en otras muestras como indicador de las relaciones temporales entre el grafito y los depósitos de enterramiento. En este caso, subsisten algunas dudas de difícil interpretación, en particular las relaciones con los restos de material de relleno que aparecen junto al tejido vegetal (figuras 10942.2a y b). 

Dicho material de relleno está constituido por un agregado de partículas silicatadas, carbonato cálcico y fosfato cálcico. En la figura 10942.2c (mapa de distribución del fósforo) puede observarse cómo las partículas fosfatadas se disponen tanto sobre el material de relleno como sobre el tejido orgánico, pudiendo tratarse de un pequeño fragmento de costra que ha sido incorporado al relleno, hecho que ha podido comprobarse en otras piezas.

Miramos las imágenes siguientes más en detalle:

Fig. 7. Evidencias de la costra en la letra I

Fig 8. Detalle de la costra en la letra I. En las imágenes se han indicado con una flecha restos de una estructura reticular, indudablemente indicadores de la presencia de costras antiguas. En la foto c son únicamente indicadas en rojo las zonas que contienen fosfato. Se observa en general una concentración muy alta que no corresponde con el relleno de otras zonas (ver Fig. 9.). Concluimos que lo que se observa son restos de costras ‘in sitú’ (no hay ningún indicio de lo contrario) que aparentemente ha sido desorganizadas (¿limpieza?).

Fig. 9. El relleno consiste básicamente de carbonatos de calcio.

Si miramos imagen b y c de la figura 8 en detalle (b. da la composición química y c. indica la presencia de fosfato en rojo) se observan estructuras reticulares y restos de estructuras reticulares desorganizadas. No se ve ningún indicio de que se trata de un fragmento suelto, la estructura encaja perfectamente en el surco, y en general se observa una concentración alta de fosfato que no se observa en el relleno de otros lugares. No se observan bruscos cambios en concentración o bordes. Nosotros lo interpretamos como relictos de una costra carbonática-fosfática que ha sido limpiado parcialmente, pero que no se ha movido.

La afirmación de Navarro «pudiendo tratarse de un pequeño fragmento de costra que ha sido incorporado al relleno, hecho que ha podido comprobarse en otras piezas es completamente gratuita, visto que no lo demuestra de ninguna manera, y da la impresión de ser inventado ‘ad hoc’ para no tener que llegar a la única conclusión lógica, y es la antigüedad del surco.

El trato de los metales nos lleva a lógicas forzadas parecidas.
Navarro afirma:

Se han detectado diversas partículas metálicas asociadas al trazado de los grafitos en zonas de trazos deslizantes, donde el metal araña la superficie del engobe sin llegar a romperlo, y en los granos abrasivos del desgrasante que aflora en el fondo de los trazos.

En su análisis se identifica, como en otras piezas, hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Fe99,7-Mn0,2-Cr<0,1), y, como dato significativo, un bajo o nulo grado de oxidación, impropio de un material que procede de una excavación arqueológica (figura 10942.4).

Fig. 10. Navarro aporta la imagen de UNA partícula de acero manganeso sobre el engobe entre dos trazos de la ‘O’ de ‘NO’.
No afirma la existencia de más partículas en la zona, y ni las indica en la figura, por lo que concluimos que solo haya una.

 Pero además Navarro encuentra algunas partículas de acero moderno SOBRE el relleno:

También se han identificado partículas de hierro inalterado sobre algunos granos del propio material de relleno.

Navarro encuentra también acero inoxidable – con una composición con 16% de cromo que corresponde por ejemplo a algunos bisturís:

Por último, en el entorno de la letra ‘N’, directamente sobre el engobe se han detectado acumulaciones de partículas de acero inoxidable (Fe83,66-Cr16,34), igualmente con muy bajo grado de oxidación, impropio de un material que procede de una excavación arqueológica (figura 10942.4). [subrayado de Navarro]

Fig. 11. Nube de partículas de acero inoxidable SOBRE el engobe, fuera del alcance de la letra N.

Si miramos las fotos de amabas zonas de la figura 10 y 11 observamos la inexistencia de alguna marca visible. El termino ‘trazo deslizante’ (o fallado – por exceso de fuerza) no viene en absoluto a cuento con estas non-evidencias.

Fig. 12. Las zonas indicadas con presencia de metales en el lado ‘NO’ de la pieza para respectivamente la ‘O’ y la ‘N’. No se observa nada relevante en la imagen. La anchura de un surco es entre 1 y 2 mm.

La conclusión para la pieza es la siguiente (fijarse que no coincide con la conclusión presentado a modo de resumen en la parte introductiva del informe):

Puede concluirse que, a pesar de que los restos de costra identificada en uno de los trazos podrían ser posteriores a la ejecución del grafito -con las dudas y salvedades señaladas en el texto-, la presencia de partículas metálicas inalteradas constituye un indicador de su origen reciente.

La presencia de metales modernos es mínima, y aparentemente limitada a unas pocas zonas de la palabra NO, la presencia de acero inoxidable es absolutamente irrelevante visto que no tiene relación con un surco. Si los grafitos fuesen falsos debería haber una presencia de metales modernos regular, repartida por todos los surcos, no en determinadas zonas, absolutamente no encima del relleno, lo que estratigráficamente es prueba de que el metal moderno es de después de la formación del relleno, y muy probablemente de una limpieza.

Conclusión.

En la evaluación de esta pieza hay elementos de engaño por parte de Navarro (no mencionar la presencia de costra en algún surco en sus conclusiones generales, tomar contaminación alejado del surco como prueba de falsedad, no indicar que se trata de muy pocas partículas de metal moderno, no indicar que no hay evidencias visibles que relacionan la presencia de metal moderno con la formación de los surcos en el caso de metales sobre engobe – o dicho de otra manera los trazos deslizantes que Navarro menciona no parecen existir en esta pieza).
El tratamiento de esta pieza por Navarro es completamente inaceptable.

Visto las mínimas evidencias de presencias de metales modernos, y su presencia encima del relleno, y las evidencias de un relleno limpiado, pensamos que las anomalías señaladas por Navarro todas tienen relación con la limpieza.

La presencia demostrada de costra en alguna letra (puede haber más visto, la luminosidad en FUV de algunas zonas de la ‘S’ del ‘SI’) apunta hacia la autenticidad. No se han aportado pruebas fidedignas para demostrar la falsedad de esta pieza.

Evidencias de autenticidad: la pieza 13371 – pieza clave

Esta pieza nos parece muy relevante, tanto por el euskera como para sus costras.

En mi opinión es una de las piezas claves a nivel de evidencias físicas, y como veremos Navarro se ha ido corriendo… no ha querido mostrar las zonas claves de esta pieza, como tampoco lo hace en las piezas 13368 o 12799.

Según Navarro este grafito es falso por las siguientes razones:

Catalogación: Grafito contemporáneo
Anomalías detectadas
■ Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mn0,3-0,8).
■ Costras seccionadas por el trazado del grafito en múltiples puntos.
■ Color de corte fresco en los surcos del dibujo que han perdido el relleno.

 

Fig 1. Es llamativo que las zonas documentadas por Navarro se encuentran casi por completo fuera de la zona con máxima
densidad de costra. De un perito judicial se espera objetividad y lógica.
Fig. 2. En la imagen FUV del informe Antelo 2014 observamos que efectivamente, a base de una fuerte fluorescencia, se trata de costras (ver la zona izquierda inferior).

También Navarro lo afirma en su descripción:

Uno de los rasgos más característicos de la superficie estudiada es la presencia de una película blanquecina que la recubre totalmente así como numerosos restos de costras carbonatadas, algunos de ellas correspondientes a tejidos biológicos calcáreos, con características similares a las descritas en otras piezas.

Sobre el relleno en los surcos no tiene, como es de costumbre, mucho que contar:

Los surcos del trazado del texto aparecen, por su parte, ocupados por un material de relleno, intencionado, de color gris y textura fina, de características también similares al descrito en otras piezas, estando constituido mayoritariamente por granos y fragmentos de carbonato cálcico, cuarzo (en mucha menor proporción), partículas fosfatadas, fragmentos de costra biológica carbonatada, granos de circón, nodulos ferruginosos (abundantes en la matriz cerámica), fibras,…

De ninguna manera demuestra que el relleno es intencionado. Nos deja con unas imágenes muy pobres de la zona derecha, que en nuestra opinión carece de mucho interés. Observamos probablemente un especie de ‘escombros de costras’ después de la limpieza:

Fig. 3. ¿’Escombros de costras’? en el surco. Sen han cambiado los colores en la foto b.: El carbonato es amarillo.

Navarro afirma que todas las costras están cortadas y concluye erróneamente que el material del grafito y el material de relleno es posterior a la costra:

Las relaciones temporales entre los surcos del texto, el material de relleno y las costras y veladuras carbonatadas superficiales han sido asimismo estudiadas mediante microscopía electrónica de barrido. En todos los casos analizados se ha podido comprobar la ausencia de depósitos carbonatados, tanto sobre el material de relleno de las letras como sobre el fondo los surcos donde este relleno se ha perdido (figura 13371), constatándose que tanto la ejecución del grafito como el material de relleno son posteriores a la formación de las costras [subrayado Navarro].

Las costras pueden ser cortadas durante la limpieza, y en este caso no implica la ejecución reciente del grafito, hipótesis que Navarro no contempla.

Navarro termina con la presencia de metales modernos en los surcos:

La extensión y consistencia del material de relleno, así como la presencia de numerosos nodulos ferruginosos en la matriz cerámica que, en algunos casos, se han incorporado a dicho relleno, dificulta la identificación de restos metálicos asignables al instrumento utilizado en la ejecución del grafito. Dichos restos han sido localizados en forma de estelas de partículas adheridas al fondo de algunos surcos donde se ha perdido el material de relleno (‘A’ DE ‘ATA’ y ‘G’ de ‘GIIVRII’) (figura 13371.4).

En su análisis se identifica hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso y cromo (Fe98,9-99,6-Mn0,3-0,8-Cr<0,2). La composición identificada, similar a las partículas analizadas en muchas otras piezas, y la ausencia de alteración permite señalar un origen reciente para las mismas.

Como dato carente de evaluación, hay que señalar la detección de cristales dendríticos de sulfuro de plata (plata aleada con pequeñas proporciones de cobre) sobre el relleno del surco de la letra ‘A’ de ‘ZVTAN’ (figura 13371.5).

Fig. 4.

 

La presencia de metales en los surcos puede ser absolutamente lógica en caso de limpieza, y es lo que observamos en la figura 6. Las cuatro zonas donde Navarro indica la presencia de metales modernos son efectivamente zonas aparentemente limpiadas, o por lo menos así interpreto yo las evidencias, además en el caso de la G vemos claramente que la pátina ha sido destrozado localmente, algo que Navarro de su manera también afirma, aunque lo interpreta como evidencias de un grabado reciente.

Figura 5. Eliminación de pátina en zonas sin relleno. Nosotros interpretamos esta fenómeno como indicaciones de limpieza del relleno.

 

 

 

Fig. 6. Se indican las zonas investigadas por Navarro en azul. Las zonas que nosotros hemos añadido están en rojo. El * indica la presencia de metales.

Miraremos a continuación las zonas de interés de la pieza, letra por letra, tanto en fotos (VIS) como en las imágenes de fluorescencia (FUV) de Antelo:

Fig. 7. Letra E. Se observa fluorescencia FUV de costra en el palo vertical de la E. Se observa que hay aparentemente costra encima del relleno fuera de los surcos (fotos VIS), lo que implicaría que el relleno sería anterior a la costra arqueológica.
Fig 8. Observamos aparentemente fluorescencia de costra en la V.
Fig. 9. Observamos aparentemente fluorescencia de costra en la parte derecha inferior de la A invertida.
Fig. 10. En la foto VIS observamos aparentemente costra en el palo derecha inferior. El la imagen FUV no queda de todo claro.
Fig. 11. Se ve que en la foto original de LURMEN (foto superior) queda alguna materia gris (¿costra?) que ha sido eliminado, comparando con las imágenes posteriores del informe Navarro (medio inferior). Puede haber pequeños restos de costra en la letra. Se observa claramente la zona donde aparecieron metales (¿limpieza?)
Fig. 12. Se parece observar en la foto VIS en dos ocasiones en el palo vertical de la T, la presencia de costras lineales que continúan a través del surco, y puede que la imagen FUV lo confirma. Se parece observar fluorescencia de costra en el palo de la T.

CONCLUSIÓN

Aunque no disponemos de imagenés FUV de color, ni de buena calidad (Ver el post El segundo informe del IPCE: Kafka en blanco y negro), creo que vemos numerosas evidencias de la posible presencia de costras en surcos.

Hemos propuesta una explicación alternativa para las supuestas evidencias de falsedad de Navarro: los metales recientes y eleminación de costra, relleno y pátina son evidencias de la limpieza.

Se puede reprochar a Navarro no haber mostrado las zonas de interés por la autenticidad de este grafito. Creemos que en realidad Navarro vulnera en este caso, por las evidencias que aportamos, gravemente su mandato de relator de las evidencias como perito judicial.

Todo lo afirmado debe ser investigado detenidamente por un laboratorio fiable y de reputada cualidad.

 

Fig. 13. La A

 

Fig- 14. La II

 

Fig. 15. La V

 

Fig. 16. La T inversa

Iruña Veleia goes international

We are happy to present you our introductory documentary about the Veleia case with subtitles in English and Italian.


 
Vi presentiamo sottotitolato in italiano ed inglese il nostro documentario di presentazione sul «caso Iruña-Veleia».

Debate Iruña Veleia: ¿discrepen las evidencias físicas de las evidencias filológicas?



Propongo de utilizar este post para discusiones generales sobre la autenticidad / falsedad de los hallazgos de Veleia, y sobre ¿aparente discrepancias? entre evidencias físicas y filológicas, tomando en cuenta que únicamente existe una verdad, la verdadera.

«Tengo que hacer aquí un recordatorio sobre la radical diferencia existente entre la mitologia latino-románica y la mitología vasca para afrontar este cometido: aunque los fundamentos, las técnicas y los métodos sean exactamente los mismos para ambas, los datos son, sin embargo, muy diferentes. En e1 lado latino-románico existe una numerosa documentación latina sin solución de continuidad en cada uno de los romances, que proporciona al especialista mucha información de detalle sobre la evolución de los sonidos y las palabras. 
En el lado vasco se carece de datos sistemáticos y numerosos hasta prácticamente el siglo XVI. En definitiva no tenemos ninguna atestiguación de la lengua vasca en la antigüedad y solamente podemos hacer conjeturas (conjeturas fundadas, eso sí) sobre ciertos aspectos estructurales de la lengua para aquella época.»
(Gorrochategui, Hic et Nunc, p. 254-255)