Logo de Amaata: inspirado en grafitos de Iruña-Veleia e Irulegi.
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Mi comentario borrado en TerraeAntiquae: sobre la deshonestidad intelectual de Alicia Canto

Un comentario mío en el post «Una investigación científica afirma que la fíbula de Preneste y su inscripción son auténticas» de TA parece ser borrado:

Comentario por Koenraad Van den Driessche Hace 1 segundo
Comentario de Alicia Canto arriba:
«Veo también ahora un breve de 2012 debido al Dr. D. F. Maras: «Scientists declare the Fibula Prenestina and its inscription to be genuine ‘beyond any reasonable doubt’”, en Etruscan News, Winter 2012
La verdad es que no entiendo nada de las motivaciones de Alicia Canto, pero en sus resúmenes del caso nos esconde un importante argumento para la autenticidad de la inscripción:
La inscripción preneste reza: MANIOS : MED : FHE:FHAKED : NUMASIOI [Manios me hizo para un Numasios – literalmente traducido del inglés].
Y en 1999 fue publicado una inscripción etrusca que menciona el gentilicio ‘Numasiana’ lo que confirme la autenticidad de NUMASIOI.
Esto leemos en el en Etruscan News, Winter 2012 en el artículo de Daniele F. Maras, citado por Alicia Canto.
Important new evidence in favor of the genuineness of the text came from a new Etruscan inscription of the Orientalizing age published by Massimo Poetto and Giulio Facchetti in 1999. Infact the long inscription scratched on the body of an Etrusco-Corinthian aryballos shows agentilicium, Numasiana , which provides confirmation of the genuineness of the name Numasioi on the Fibula Prenestina, often regarded as suspicious by the supporters of the theory that it was a forgery. Though this piece of evidence seemed to many decisive, some doubts still remained of its relevance and somebody could even paradoxically imagine that the text of the Fibula could have been a copy of a genuine inscription, which had since been lost (and actually in the past somebody did suggest this!).
Me da la sensación de que la credibilidad de Alicia Canto tiene algo que ver con el caso de la fíbula preneste. Alicia Canto tiene un muy triste blog donde una académica sugiere que Eliseo Gil es el autor de los supuestos falsos de Veleia. Lo pone de tal manera que para ella estos miserables artículos de periódicos son muy creíbles y que no hay objeciones contra la metodología, y sin casi ninguna precaución. Ella ha contribuido en gran medido a la miserable persecución judicial de Eliseo Gil como autor. Esto es para un arqueólogo como acusar a un hombre de haber violado 240 niños. La vergüenza, la rabia, la desesperación que alguien debe sentir de ser falsamente acusado de un tal crimen… y ver que personas de ciencia participan en la caza de brujas es insoportable.
Si cae el estudio de Guarducci, quien ya se ha equivocado sobre la autenticidad de la fíbula misma, cae también cualquier argumento serio para defender el uso de la grafología como prueba de autoría en Veleia. Guarducci por lo menos es muy experta en letras de la época, lo que no se puede decir de los grafólogos que han intervenido en Veleia que solo pueden tener una idea simplista de las letras romanas.

A continuación añado un nuevo comentario que voy a poner (a ver si aguanta la censura):

Un muy importante argumento para la autenticidad de la inscripción preneste es el hallazgo del  aryballos de Araθ Numasiana, que contiene una inscripción que menciona el gentilicio Numasioi de la fíbula.

Massimo Poetto e Giulio Facchetti, L’aryballos di Araθ Numasiana, “Oebalus, studi sulla Campania nell’antichità”,Vol. IV, 2009, p. 370.


Texto fíbula preneste:

MANIOS : MED : FHE:FHAKED : NUMASIOITexto aryballos de Araθ Numasiana:

El recipiente con la inscripción
Detalle de la inscripción

Visto que el supuesto falsificador no conocía la nueva inscripción, que es la primera mención de los numasianas, tiene esta casi el valor de prueba de la autenticidad.

Massimo Poetto e Giulio Facchetti, L’aryballos di Araθ Numasiana, “Oebalus, studi sulla Campania nell’antichità”,Vol. IV, 2009, p. 370.

Un horror de nuestro sistema judicial

Muchas veces cuando hablo con una persona que desconoce el caso de Iruña Veleia me mira como que le hubiese contado un cuento, aunque me cuido de siempre añadir lo de Nepertiti y los jeroglíficos. Es verdad que la historia parece increíble, desmigando pieza por pieza estamos acumulando una increíble cantidad de evidencias de que nunca ha habido la intención de investigar el caso de manera objetiva y neutral por parte de los peritos que han intervenido.

Ayer Miguel Thomson demostró de manera brillante como funciona el método científico. Debe ser la base de cualquier decisión sea judicial o administrativa relativa a la autenticidad.

El método científico es el mejor método disponible. Los científicos pueden fallar pero hay sistemas para comprobar y corregir.

Existe en la actualidad un caso en España donde la justicia Española está negando evidencia científica, aceptada por la justicia británica. El caso es flagrante. Le sigo ya desde hace dos años. Aparentemente alguién puede estar en la cárcel en España 11 años completamente inocente, con las pruebas científicas sobre la mesa desde hace 8 años, y nadie tiene ganas de reconocer el grave error judicial.

En el caso de Iruña Veleia puede haber motivos parecidos para proteger los peritos que han opinado digamos imprudentemente…

Creo que es importante que los que defendemos un posible patrimonio de primera importancia sabemos como las instituciones en este país pueden fallar completamente, y que tenemos que estar alertos y siempre exigir que se investiga el caso cumpliendo con la calidad que garantiza el método científico.

Por esta razón me atrevo aportar ‘el caso de Romano Liberto van der Dussen’ en forma de un artículo de prensa del País de hoy:

http://politica.elpais.com/politica/2015/05/09/actualidad/1431196720_320285.html

He pasado un infierno indescriptible, los peores 4.000 días de mi vida

Romano Liberto van der Dussen lleva 4.268 días y sus noches atormentado por la palabra violador. Le han llamado monstruo, depredador sexual, hijo de puta, mierda, bestia. Le han dicho que no merece vivir. Durante los 11 años y medio que este holandés ha pasado encerrado en prisiones españolas ha recibido de sus compañeros incontables palizas, insultos, amenazas —“vas a morir, perra”—. Ha pasado meses aislado en una celda sin ver a nadie para salvaguardar su integridad física. La vida no es fácil en la cárcel, pero lo es aún menos si estás dentro por haber violado a mujeres indefensas. En la ética del talego, ese crimen no se admite.

Sin embargo, el holandés nunca intentó violar a tres mujeres en Fuengirola (Málaga) en la madrugada del 10 de agosto de 2003, delitos por los que fue condenado a 15 años y medio de cárcel. Lo hizo un británico llamado Mark Dixie. La policía española lo sabe desde 2007 y Reino Unido acaba de confirmarlo con una nueva muestra de ADN del inglés. No solo eso. El propio Dixie ha reconocido ahora que probablemente esté relacionado con esas agresiones sexuales y ha ofrecido su colaboración. Pero, a pesar de todo, Van der Dussen continúa en prisión.

El caso está ahora en manos del Tribunal Supremo, tras interminables diligencias y comprobaciones que han tardado ocho años en llevarse a cabo. “Mientras tanto, mi vida ha sido destrozada”, relata en buen castellano Van der Dussen a EL PAÍS en la cárcel de Palma de Mallorca, donde cumple pena en estos momentos. Entró en prisión con 30 años. Ahora tiene 42.

El holandés recuerda su historia en un locutorio de la cárcel mallorquina. Es domingo, día de visita, y alrededor hay un enjambre de niños hablando con sus padres presos. A él casi nunca va a verle nadie. Su madre murió y su padre, enfermo, vive en Holanda. Van der Dussen está solo. Vestido con una camiseta Nike y unas bermudas, aún podría pasar por un turista joven. Su rostro, sin embargo, es una mezcla extraña de tristeza, ira, incredulidad y exasperación.

Ha pasado por siete prisiones en 11 años y medio. Siempre había líos, problemas con su condición de violador, y tenían que trasladarlo. Málaga, Granada, Murcia, Valencia, Castellón, Alicante, Palma… Ha recorrido toda la costa de prisión en prisión. Espera que esta sea la última, pero ya no está seguro de nada.

“Mi vida ha sido destrozada”, dice Romano van der Dussen en prisión

—Llevo 11 años en la cárcel por delitos que no cometí. He pasado un infierno indescriptible, los peores 4.000 días de mi vida. Durante este tiempo he visto personas apuñaladas, otras que se han suicidado, violaciones por una deuda impagada… Todo esto me ha provocado daños irreparables. Estoy bajo tratamiento psiquiátrico. Tomo psicofármacos para tratar el estrés postraumático y tengo múltiples trastornos psicológicos. He perdido hasta mi propia dignidad como persona ¿Cómo voy a creer en la justicia?

El holandés llega al locutorio lleno de papeles. Ha tenido mucho tiempo para estudiar detenidamente su expediente. Cuando fue encarcelado apenas hablaba el idioma, pero usaba un diccionario para entender el Código Penal, La Ley de Enjuiciamiento Criminal, la Ley del Tribunal Constitucional… Once años después, habla un más que correcto español.

—Empecé a leerme las leyes porque estaba convencido de que no se habían hecho bien las cosas. Una buena investigación policial y judicial no acaba con un inocente en prisión. Poco a poco me fui dando cuenta de distintas irregularidades, de que no había tenido una buena defensa letrada, de que las identificaciones que hicieron las víctimas no se habían llevado a cabo correctamente, de que no se habían investigado todas las pruebas… Pero procesalmente ya era tarde. Una vez que te condenan, demostrar tu inocencia es muy complicado.

Esta historia comenzó para él el 2 de septiembre de 2003. En esa época, vivía en la localidad malagueña de Benalmádena en casa de unos amigos que no le cobraban alquiler. Había trabajado en una heladería, pero esta cerró y él se quedó sin empleo. Cobraba el paro en Holanda y con ese dinero se apañaba. No había tenido una vida fácil. Sus padres, incapaces de hacer frente a sus obligaciones familiares, pidieron ayuda a los servicios sociales holandeses cuando él tenía ocho años. Los veía de tanto en tanto, pero pasó toda su infancia y adolescencia internado en centros de protección. De allí salió con 17 años y una fuerte adicción al éxtasis y la cocaína.

—Pasé por varias clínicas de desintoxicación. Me fue bien, y durante una época llegué incluso a trabajar una larga temporada en un hotel del aeropuerto. Cuando llegué a España, estaba limpio.
Aquel 2 de septiembre de 2003, unos agentes de policía le arrestaron cerca de la playa. Más tarde le informaron de la acusación: era el sospechoso principal de haber agredido sexualmente a tres mujeres en Fuengirola durante la noche del 10 de agosto entre las 4.30 y las seis de la madrugada. El modus operandi había sido el mismo en todos los casos: el atacante se acercaba a la chica, la golpeaba violentamente, con puñetazos incluidos, y trataba de violarla. El hombre no pudo consumar ninguno de los intentos de violación por la aparición de algún coche o vecino, pero las tres mujeres, de 19, 29 y 33 años, quedaron aterrorizadas.

Los recuerdos de las víctimas y de una testigo eran de un hombre de complexión fuerte, pelo acaracolado o rizado… Pero para dos de ellas era rubio; para otras dos, castaño oscuro. Para una, tenía el pelo largo; para otras dos, corto. Una decía que medía 1,75; otra, que más o menos 1,85… En todo caso, parecía que se trataba de la misma persona por las similitudes en los ataques y la enorme cercanía en el espacio y en el tiempo de las agresiones.

La policía comenzó a investigar el caso y a enseñar álbumes de posibles sospechosos a las víctimas. Van der Dussen aparecía en uno de ellos. Había tenido algunos altercados callejeros que desembocaron en antecedentes policiales por resistencia a la autoridad y por una pelea con su novia. Nunca fue condenado, pero su rostro quedó en esos álbumes. Se los enseñaron a una de las mujeres y no reconoció a nadie. Doce días más tarde, sin embargo, el 22 de agosto, ella y otra de las víctimas sí identificaron “sin ningún género de duda” al holandés. Lo hizo también una testigo que había visto al atacante desde su balcón.

Una de las mujeres dudó más tarde. En una rueda de reconocimiento en el juzgado, el 1 de octubre, dijo que Van der Dussen era más bajo que el agresor y que no estaba totalmente segura de que hubiera sido él. Pero, en el juicio, dos víctimas y una testigo se mostraron convencidas de que el holandés era el atacante. La tercera víctima sufría de estrés postraumático y amnesia y no recordaba nada.
Con esas identificaciones, y a pesar de que el ADN hallado en una de las agresiones sexuales no coincidía con el suyo, Van der Dussen fue condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a 15 años y medio de prisión por tres agresiones sexuales, lesiones y robo con violencia. La sentencia no hace referencia a los restos de ADN hallados en el intento de violación de la primera víctima, ni argumenta el porqué esta prueba exculpatoria no se tomó en consideración. El condenado ha dado, durante años, vueltas y más vueltas a esa resolución.

La sentencia condenatoria no hacía referencia a las muestras de ADN que lo exculpaban

—Nunca entendí cómo me sentenciaron habiendo ADN que me exculpaba. Tampoco fue normal el reconocimiento en rueda, en el que, sin cumplir lo que exige la ley, me metieron a mí, con mi aspecto de extranjero, junto a españoles morenos que no se me parecían en nada. Además, yo presenté tres testigos que podían acreditar dónde estaba esa noche, pero nadie les llamó a declarar: ni la policía, ni la fiscalía, ¡ni siquiera mi abogado! Y, finalmente, cuando la policía recuperó el bolso y la cartera de dos de las víctimas, que se había llevado el atacante, no tomaron las huellas dactilares de esos objetos. Son cosas que nunca podré entender. Supongo que es tranquilizador tener un culpable, aunque no sea el verdadero.

Van der Dussen siente que estaba condenado antes de que comenzara el proceso.

Ha recibido palizas, insultos y amenazas de muerte en siete cárceles españolas

—Yo no estaba muy preocupado porque creí que estas cosas no pasaban; que era imposible, en un país del primer mundo, acabar en la cárcel por un delito que no habías cometido. Entiendo que el resto de los presos no creyeran en mi inocencia. Me decían: ‘si no has hecho nada, ¿por qué estás aquí?’.
Él reconoce abiertamente sus altercados previos con la policía, y sabe por qué aparecía en sus álbumes fotográficos de sospechosos.

—Me había metido en algún lío, sí, aunque nunca fui condenado. No era un santo, es cierto. Pero eso no me convierte en un depredador sexual. Jamás agredí a esas mujeres. Nunca lo habría hecho. Mi madre sufrió una violación cuando tenía 14 años y nunca lo superó. Era católica y no quiso abortar. Mi hermanastra es fruto de esa agresión sexual y mi madre vio siempre la cara de su violador en la de su hija. He vivido ese trauma muy de cerca.
Van der Dussen nunca volvió a ver a su madre. Ella no aguantaba la idea de tener a un hijo violador y jamás vino a visitarlo a España. Murió hace unos años de cáncer.

—En ese momento, cuando ya se encontraba muy mal, pidió poder despedirse de mí a través de videoconferencia, pero no fue posible. No pude decirle que la quería muchísimo y que no había agredido a ninguna chica. Falleció sin que yo pudiera demostrar mi inocencia.
Tres años después de la detención y encarcelamiento de Van der Dussen, otro crimen, aparentemente sin relación alguna con él, se resolvía a 2.000 kilómetros de Málaga. Una modelo de 18 años, Sally Ann Bowman, había sido violada y asesinada en Londres en septiembre de 2005. Mark Philip Dixie, un hombre con múltiples antecedentes por violentas agresiones sexuales, violaciones y robo, fue arrestado un año después y condenado a 34 años de prisión. En 2006, tras la detención, su perfil genético pasó a la base de datos Veritas de Interpol… y la policía española constató que encajaba con la violación de Fuengirola en la que se había hallado ADN y por la que fue condenado Van der Dussen.

Un informe de la policía científica de 23 de marzo de 2007 informó al juzgado encargado del caso del hallazgo y señaló que, según sus datos, era 54 millones de veces más probable que ese ADN fuera una mezcla de Mark Dixie y la víctima de Fuengirola que de cualesquiera otras dos personas elegidas al azar. De todas formas, recomendaban ampliar los marcadores genéticos de Dixie pidiendo una nueva muestra a Reino Unido.

—En ese momento vi el cielo abierto. Pensé que finalmente empezaba a clarificarse la verdad y que ese iba a ser el desenlace de la pesadilla; que unas pruebas científicas iban a demostrar mi inocencia de una vez y descubrir al verdadero culpable.
Pero la sencilla petición de la policía española ha tardado ocho años en cumplimentarse. Todo han sido problemas entre el juzgado de Fuengirola, la Audiencia Provincial de Málaga, las comisiones rogatorias a Reino Unido… Hasta que el letrado de Van der Dussen no acudió al Supremo en 2011 para pedir la revisión de la condena, nadie se tomó en serio el caso ni tuvo prisa en averiguar si había un inocente en prisión.

Lo que dice la nueva muestra genética

Cuando el británico Mark Dixie fue detenido en Londres en 2006 por asesinato y violación, su perfil genético pasó a la base de datos de Interpol. Se supo entonces que coincidía con los restos de ADN hallados en una de las violaciones del 10 de agosto de 2003 en la localidad malagueña de Fuengirola, la única en la que se encontró material genético.

El ADN hallado era una mezcla de la víctima y de un varón desconocido. Ese varón desconocido no era el sospechoso investigado, Romano van der Dussen, según acreditó la policía científica por escrito. Pero este dato exculpatorio no se tuvo en cuenta en la sentencia y el holandés fue condenado.
En 2007, la policía española emitió un nuevo informe: era 54 millones de veces más probable que el ADN hallado fuera una mezcla del británico Dixie y de la víctima de la violación que de cualesquiera otras dos personas. Pero, como en el perfil de Interpol faltaban algunos marcadores, se recomendaba que se solicitara a Reino Unido una nueva muestra genética de Mark Dixie.

Esta prueba con todos los marcadores genéticos acaba de llegar a España, ocho años después, y corrobora, según un experto forense consultado por este periódico, que el ADN hallado en Fuengirola es compatible con el perfil de Dixie. No lo es con el de Van der Dussen.

El alto tribunal no dio la razón al holandés, pero sí pidió, el 14 de febrero de 2012, que se agilizara el proceso con Londres. Tres años después, el pasado 26 de febrero, finalmente, el informe británico ha llegado al juzgado de Fuengirola. Y, como se esperaba, los nuevos marcadores de Mark Dixie son también coincidentes con el material genético hallado en la violación.

El informe ha llegado además acompañado de otro documento: la declaración de un funcionario de prisiones que habló con Dixie. El preso le dijo que “puede que estuviera involucrado” en el delito de violación cometido en España, y que “no quería que hubiera alguien cumpliendo una pena en prisión por algo que no había hecho”. Por ello, dijo que “estaría encantado de colaborar con cualquier investigación referente a este asunto”.

Con estos nuevos papeles, el abogado de Van der Dussen, Silverio García Sierra, ha acudido de nuevo al Supremo. Los usó primero para pedir en el juzgado permisos de salida para el preso, pero han sido denegados. Ahora, el alto tribunal tiene de nuevo el asunto en sus manos. “Yo solo sigo en este caso porque creo en la inocencia de este hombre”, dice García Sierra, a quien le tocó de oficio tramitar un recurso de amparo ante el Constitucional del holandés y ha continuado después con él por pura convicción. “No te puedes creer cómo se ha llegado a esta situación”. En el locutorio de la cárcel de Palma, Van der Dussen se despide tras 40 minutos de charla. Pregunta si es normal que la justicia tarde tanto.

—Solo estoy a la espera del desenlace de esta pesadilla. Espero que se aclare todo y que el responsable de los hechos pague por ello. Nada ni nadie podrá reparar el daño que se me ha causado con este cúmulo de irregularidades, pero no me quedan fuerzas ni para tener rencor. Lo único que quiero es que esto termine de una vez.

Pieza 12108 (calvario): ¿pillado con las manos en la masa?

¡Una pieza emblemática para la supuesta falsificación!

En su resumen en la primera parte del informe Navarro afirma lo siguiente:

Catalogación: Grafito contemporáneo

Anomalías detectadas
■ Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso y cromo sobre granos desgrasantes y fondos de surco de los trazos del texto asignables a dos tipos instrumentos similares: Mn1,3-1.4-Cr0,2 y Mn0,5-0,8-Cr<0,2
Partícula de cinc sobre la superficie de la cerámica. [negrito es nuestro]

Navarro describe la pieza de la sieguiente manera:

Fragmento de cerámica TSH con grafito de dibujo esquemático representando un calvario en el que aparecen una cruz y crucificado en posición central, dos figuras orantes a sus pies, dos cruces laterales menores y crucificados y, en la base, dos líneas paralelas que representan un posible camino en el que aparece una tercera figura muy esquemática; sobre la cruz principal el grafito epigráfico ‘RIP’ (figura 12108.1). [negrito es nuestro]

Fig. 1. La primera letra de [R]IP no es nada clara.

Un perito judicial nombrado por la juez debe ser preciso. La correcta lectura parece ser [R]IP.
Curiosamente no nos aporta ninguna imagen bajo microscopio.

Fig. 2. Navarro no investiga otras evidencias que los metales.

Navarro no afirma nada sobre costras o rellenos en esta pieza, solo se interesa por una limitada cantidad de metales:

Anomalías detectadas
El examen de los trazos del dibujo ha permitido la detección de partículas metálicas, producidas por el desgaste del útil utilizado en la ejecución del dibujo, (figuras 12108.1,2, 3 y 4). En los análisis realizados sobre estas partículas se identifican aleaciones de hierro con pequeñas proporciones de manganeso y cromo (figuras 12108.3 y 4). A pesar de su similitud composicional, en función de sus contenidos de manganeso y cromo, las partículas analizadas pueden proceder de 2 instrumentos distintos: Mn1,3-1.4-Cr0,2 y Mn0,5-0,8-Cr<0,2. En algunas de las partículas se detectan, además, trazas de cobre y níquel (0,15%). La ausencia de alteración en las mismas permite asignar al grafito una fecha de ejecución reciente.

Además de las partículas señaladas se ha identificado una partícula de cinc sobre el engobe, junto a la figura esquemática que aparece en el camino, que puede interpretarse como un artefacto ajeno a la pieza. [subrayado y negrito es nuestro]

UNA partícula de zinc ‘ajeno a la pieza‘ se convierte en anomalía en el resumen.

Como en casí todas las piezas el informe aporta metales modernos que se encuentran dentro de los surcos o en un arañazo relacionado con las letras (en una ocasión). En general nos llama la atención la poca presencia de metales, y el claro uso de dos herramientas.

Observamos que el grafito tiene en casi todo el trazado en los surcos restos de un relleno (o costra). Navarro huye de investigarlo, y no menciona ni la presencia de costras ni de rellenos en la pieza. Evidentemente pueden ser los rellenos medio eliminados los vestigios de algo más importante, y de todas formas debe ser el relicto después de una limpieza. Lógicamente la limpieza puede ser el origen de metales modernos. Cuando Navarro afirma «partículas metálicas, producidas por el desgaste del útil utilizado en la ejecución del dibujo« es una afirmación gratuita sin prueba, y sin contemplar alternativas.

Todo se quedaría en el limbo si no dispongamos de las imágenes FUV. Estas nos muestran una clara fluorescencia de costra en determinados surcos de la parte izquierda de la cruz, como señala Antelo (2014) en su informe . sin darle más importancia… Aunque se debe estudiar la zona con microscopio de barrido, esta fluorescencia es muy probablemente un indicio de la antigüedad del surco por tener costras carbonáticas, evidencias que Navarro no nos quiere enseñar, ni menciona.

Fig. 3. Imágenes VIS y FUV. En la imagen FUV se observa claramente la fluorescencia de diferentes elementos: material de la cola, islotes (¿restos?) de costras y algunas zonas en los surcos.

Fig. 4. Algunas zonas indicado con las flechas negras parecen producir una fluorescencia intensa tipo costra.
Una zona marcado en violeta muestra una fluorescencia más generalizada. ¿Relictos de una costra grande?

Fig. 5. Zona de fluorescencia más generalizada. Foto Antelo 2014. En el informe Antelo va la imagen inferior acompañado de la críptica leyenda «Fragmento 12108. Abrasiones e indicios de materia en surcos.» Como vemos en la figura 6. la fluorescencia no origina en abrasiones, sino en ‘materia.
Fig. 6. La fluorescencia en los surcos y sobre el engobe originaclaramente en material con aspecto de costra.

Conclusión.
Este grafito muestra aparentemente (se debe verificar bajo microscopio de barrido) evidencias de antigüedad en algunos surcos. Estas evidencias aunque llamativas han sido completamente ninguneado en el informe Navarro, tal como costras y rellenos en general en esta pieza.

Por otro lado aporta el informe una serie de partículas metálicas que no parecen mostrar una continuidad, y podrían explicarse como evidencias de limpieza.

Se debe constatar que el informe engaña en la conclusión general a incluir UNA partícula de zinc, que se considera ajena a la pieza, entre las anomalías, una práctica observada en otras ocasiones, aparentemente para engordar indebidamente la lista de anomalías (zinc es además un metal muy blando, tal como plomo, oro, que de ninguna manera puede generar un surco).

Nos parece una practica engañosa la omisión de importante evidencia.
Además, como se afirma en el informe Antelo (2014) p. 2, el informe incumple su misión:

En julio de 2012 el Juzgado de Instrucción Ns 1 de Vitoria solicita colaboración al Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) para la elaboración de un informe pericial, acerca de una colección de piezas cerámicas intervenidas procedentes del yacimiento arqueológico Iruña- Veleia (Álava).

En el escrito se requiere la siguiente información:

* De las piezas: características morfológicas y químicas, alteración y antigüedad de las superficies expuestas, pátina reconocible por variación morfológica o química, existencia de depósitos superficiales secundarios y su posible formación durante el enterramiento.
* De las inscripciones: presencia de restos de herramientas, evidencias de alteración, antigüedad.
* De los depósitos secundarios o adherencias: su composición y relación con las inscripciones.

Euskararen_Jatorriaren_10_Biltzarra Zestoako Kultur Etxea – 2015eko maiatzak 9

Ver para más información: http://euskararenjatorria.net/?page_id=18034

Nosotros escucharemos con especial atención a nuestro compañero de debate aquí Miguel Thomson que reflexionará sobre:

La ciencia y la controversia sobre la autenticidad de los grafitos de Iruña-Veleia

a la 19.30 en Zestoa, casa de cultura – Kultur Etxea, el sábado 9 de mayo.

Flores para la Dama Roja de la cueva ‘El Mirón’ (Cantabria)

No nos podemos perder esta tumba paleolítica muy importante…

Copiado de ¿Quién era y cómo vivía la “dama roja” de El Mirón?

La cueva cántabra, en la que trabajan investigadores del Instituto de Prehistoria de la UC, alberga el primer enterramiento magdaleniense de la Península Ibérica.

La cueva cántabra de El Mirón, en la que un equipo del que forma parte la Universidad de Cantabria excava e investiga desde hace años, guarda el misterio del primer enterramiento magdaleniense localizado en la Península Ibérica. En el verano de 2010, los investigadores hallaron unos huesos humanos que fueron datados dos años después con la técnica del carbono 14, confirmando su antigüedad y apuntando a que se trataba de un joven adulto.

Hoy sabemos que se trata de una mujer de entre 35 y 40 años que vivió en Cantabria hace 19.000 años y cuyo cuerpo fue cubierto de una pintura ocre en lo que parece un ritual funerario excepcional. Por ello sus descubridores, Manuel González Morales (Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria) y Lawrence G. Straus (Universidad de New Mexico, Estados Unidos) la han bautizado como la “dama roja” de El Mirón.

Los restos aparecieron tras un gran bloque de piedra que había caído del techo de la cueva y que presentaba unos curiosos grabados lineales que podrían asociarse a una representación de la mujer. Los enterramientos no eran comunes en esa era prehistórica, de ahí la importancia del hallazgo realizado en la cavidad de Ramales de la Victoria y la teoría de que la mujer podría ser alguien especial o tener cierto carácter sagrado.


La tumba sufrió alteraciones posteriores, ya que algún animal robó la tibia -que fue recuperada después- y faltan el cráneo y huesos grandes que probablemente fueron trasladados a otros lugares. El análisis de los dientes de la “dama roja” también aporta información sobre cómo se alimentaba: alrededor del 80 por ciento de su dieta era carnívora (ciervos, íbices…) y el resto piscícola (salmón) y vegetal. Todos estos resultados y el análisis de ADN de los restos han sido publicados en la revista “Journal of Archaeological Science”.
La datación se realizó en dos centros alemanas: el “Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology” de la Universidad de Leipzig con una técnica innovadora de separación del colágeno denominada ultrafiltración, y el “Curt-Engelhorn Centre for Archaeometry” de la Universidad de
Tubingen mediante acelerador lineal de partículas.

Cazadores del pasado​

Durante el Magdaleniense Inferior, la Cueva del Mirón conoció una ocupación intensiva, de la que son testimonio numerosos restos de la actividad cazadora, grandes cantidades de huesos de animales, decenas de miles de fragmentos de tallas de sílex y otras materias primas que se usaban para fabricar útiles y armas. También corresponden a esa época numerosas piezas de hueso y asta, muchas de ellas decoradas, como un excepcional omóplato grabado con una cabeza de cierva que se halló en la campaña de 2004. Las investigaciones realizadas en el yacimiento permiten conocer diversos aspectos de los habitantes de aquella época: alimentación, salud, posibles movimientos migratorios…


La excavación es parte de un proyecto internacional desarrollado desde 1996 por el IIIPC y el Departamento de Antropología de la Universidad de New Mexico. Los trabajos están financiados por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria y por otras entidades y particulares como la propia Universidad de New Mexico, la escritora Jean Auel, autora de la exitosa saga literaria de “El clan del oso cavernario”, o la fundación estadounidense L.S.B. Leakey.
El IIIPC es un instituto mixto de investigación de la Universidad de Cantabria, en cuyo patronato participan el Gobierno de Cantabria, el Grupo Santander Universidades y la Fundación Botín.

Noticias aparecidas sobre la “dama roja” de El Mirón:
El País, RNE1 (‘España vuelta y vuelta’, minuto 1’50’’ y 45’47’’, New Scientist, Homínidas (revista Quo), BBC Mundo, Ancient Origins y Terrae Antiquae.

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Flores para la Dama Roja de El Mirón

  • Un equipo de investigadores españoles ha encontrado una alta concentración de pólenes fosilizados la cueva de Ramales de la Victoria, el primer enterramiento del Paleolítico descubierto en la Península Ibérica

Un equipo de investigadores españoles ha encontrado una alta concentración de pólenes fosilizados sobre una tumba del Paleolítico, lo que significa que hace 16.000 años, alguien depositó flores sobre un nicho prehistórico.
Los investigadores tienen claro que las flores fueron depositadas «sobre la tumba», pero no han podido determinar si se hizo como «ofrenda ritual» o con un fin mucho más prosaico: «evitar malos olores asociados al enterramiento», explica la investigadora y profesora Ikerbasque de la UPV/EHU, María José Iriarte.

El estudio analiza el enterramiento de la llamada ‘Dama Roja’ de la cueva de El Mirón (Cantabria), una tumba del Paleolítico superior a la que la revista Journal of Archaeological Science dedica un número especial con todas las investigaciones realizadas ahí.

La cueva estuvo habitada desde el Paleolítico medio hasta la Edad del Bronce, y contiene, un importante depósito arqueológico. Era conocida desde 1903, pero las investigaciones arqueológicas sistemáticas no se iniciaron hasta 1996 (dirigidas por L.G. Straus y M. González-Morales) y no fue hasta la campaña de 2010, cuando, en los niveles correspondientes al Magdaleniense inferior cantábrico, se halló un enterramiento humano, «intacto y no contaminado», destaca la investigadora.
La fosa, que contiene los restos óseos de una mujer de entre 35 y 40 años, está situada al fondo de la cueva, en un pequeño espacio entre la pared y un bloque desprendido del techo que contiene diversos grabados que podrían ser coetáneos al enterramiento. La coloración roja que presentan los huesos y el sedimento en el que reposan, sugieren la utilización del ocre como parte del ritual de inhumación, y de ahí el nombre con el que se ha bautizado a estos restos: Dama Roja.

Los autores del estudio (Iriarte, el profesor de la UPV/EHU) Álvaro Arrizabalaga y la profesora de la Universidad de Zaragoza Gloria Cuenca) han estudiado las condiciones medioambientales bajo las que tuvo lugar el enterramiento y han analizado los pólenes y esporas conservados en el sedimento.
En la cueva, en el nivel sepulcral, y sólo allí, los investigadores han encontrado una alta concentración de pólenes de plantas de una única familia, la llamada ‘Chenopodiacea’. Descartadas por diversos motivos otras posibilidades, como que esas plantas se utilizaran con fines alimenticios o terapéuticos, «la hipótesis más verosímil es que se depositaron flores completas en la tumba», explica Iriarte.
«No ha sido posible asegurar si este aporte de plantas tuvo como objeto una ofrenda ritual a la fallecida, o si tenía un fin más sencillo, relacionado, por ejemplo, con el saneamiento o la higienización», añade. «Con sus florecitas pequeñas generalmente blancas o amarillentas, hoy día no las consideraríamos plantas vistosas», explica Iriarte, «aunque no podemos aplicar el Principio de Actualismo a la conducta humana en estas cuestiones meramente estéticas».

La Dama Roja

Los restos encontrados en la cueva de Ramales de la Victoria han permitido reconstruir las características de la protagonista del enterramiento. Era una mujer bastante robusta, muy dada a caminar, de metro y medio de altura y con una dieta basada en vegetales y pescado. Murió hace cerca de 19.000 años y antes de enterrarla cubrieron con ocre sus huesos. Por eso la llaman «la dama de rojo», tal y como señalaron los miembros del equipo de la Universidad de Cantabria dirigido por Manuel González Morales.

Fue en 2010 cuando se desenterraron los primeros restos óseos de esta mujer que, a la postre, se han convertido en el primer enterramiento del Paleolítico descubierto en la Península Ibérica. «Sólo se conocen algunos restos óseos dispersos, piezas de cráneos, hallazgos antiguos, pero nunca un enterramiento con ritual como éste, porque en El Mirón, asociado estratigráficamente al depósito de huesos, se ha identificado en la zona inmediata una serie de pequeñas hogueras contemporáneas», señaló en su momento el investigador.

El impacto en la comunidad científica ha sido notable durante este tiempo y, ahora, el descubrimiento acapara todos los focos de las revistas especializadas con más prestigio en el mundo. El Journal of Archaelogical Science, una de las publicaciones de referencia desde hace 41 años, dedicará su próximo número a un monográfico sobre los estudios parciales en El Mirón.

Una docena de expertos extranjeros y del país diseccionarán en sus artículos el avance en la investigación prehistórica que ha supuesto el hallazgo de González Morales y su equipo. De hecho, ?la dama roja? supone el primer vestigio de los humanos que emigraron del norte de Europa, huyendo de la glaciación, en busca de climas más templados.

Los informes definitivos sobre los hallazgos de la cueva están pendientes del estudio de ADN que están a punto de concluir los especialistas del Departamento de Genética del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania). La investigación del genetista Svante Pääbo aclarará más detalles de la vida y el entorno de ?la dama roja?.

Fue el compañero de investigación de González Morales, el profesor Lawrence G. Strauss, de la Universidad de Nuevo México, quien bautizó con ese apodo a los restos de la mujer hallados en El Mirón. El uso del ocre en los enterramientos era frecuente en el Paleolítico, pero su finalidad solo es una especulación, como su hipotética capacidad para conservar los restos.

Antecedentes de supuestas ‘falsificaciones’ en Iruña Veleia en el siglo XIX

En la reunión del 17 de junio 2013 que tuvo lugar en Madrid entre por una parte la Ertzaintza, y por otra parte personal de la ESCUELA SUPERIOR DE CONSERVACION Y RESTAURACION DE MADRID (ESCRBC) de Madrid y del INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA (IPCE), leemos una noticia que nos parece más que relevante (como ya anticipó la ertzainta):

«Estudio histórico sobre la falsificación arqueológico en el País Vasco. Una investigadora de la ESCRBC comenta que, ‘buceando’ en la bibliografía y en los archivos de la Real Academia de Historia ha localizado antecedentes de falsificaciones en el siglo XIX procedentes de Iruña Veleia.» (Informe Ertzaintza de la reunión del 17/6/2013 en Madrid).

Extracto del informe de la Ertzaintza de la reunión del 17/6/2013 – la parte del ESCRBC

Se tendrán que hacer estos registros públicos en nombre de la conservación del patrimonio de Álava. Se puede tratar de falsos falsos… y deben ser sometidos a la investigación de sus evidencias físicas.

La ESCUELA SUPERIOR DE CONSERVACION Y RESTAURACION DE MADRID y el INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA ‘desinforman’ a la ertzaintza

El 17 de junio 2013 tuvo lugar en Madrid una reunión entre por una parte la Ertzaintza, y por otra parte personal de la ESCUELA SUPERIOR DE CONSERVACION Y RESTAURACION DE MADRID (ESCRBC) de Madrid y del INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA (IPCE), ambos últimos encargados por la juez instructora de llevar a cabo peritajes sobre los hallazgos de Iruña Veleia.

De dicha reunión tenemos con bastante detalle constancia a través de un documento judicial con nº de referencia 163A1200028 con fecha de 28/6/2013. El documento con los relatos de la reunión por dos fuentes, por un lado y de manera más resumido el relato del sub-director del IPCE y por otro lado el informe de la Ertzaintza misma.

En la reunión la ertzaintza se entera de como está evolucionando la investigación, y se intercambian información, recomendaciones y peticiones.

Visto que consta que por parte de la IPCE se está descubriendo la presencia de metales modernos dentro de los surcos, se llega en la reunión al papel del Servicio de Restauración de la Diputación Foral de Álava que podría haber intervenido, y para blindarse contra la crítica que no cuentan con dicha intervención, se sugiere que dicho servicio será consultado.

Se llega a la conclusión que se debe estudiar toda la documentación de campo por parte de LURMEN, y que se necesita aplicar FUV (fluorescencia con ultra-violeta)a las piezas.

Todo muy lógico y loable.

Extracto del informe de la Ertzaintza de la reunión del 17/6/2013 – la parte del ESCRBC

En la sala están presentes por parte de la IPCE, una arqueóloga, y por parte de ESCRBC, 4 arqueólogos (entre ellos un profesor de arqueología y una profesora de Conservación y Restauración), digamos que no faltaban expertos en arqueología.

Por nuestra sorpresa se olvidan relacionado con los metales un elemento que tiene efectos desastrosos para toda la investigación: no se habla de la intervención de limpieza por parte de los excavadores y su posible aportación de metales.

La intervención más impactante y más importante ha sido olvidada. No se va a pedir a LURMEN qué hicieron en el lavadero, no nada, como si no existiese (*)…

La defensa envío después de conocer este informe en extenso información sobre su proceso de limpieza, pero NUNCA ha sido tomado en cuenta, el informe Navarro 2013 lo niega por completo.

Nosotros no lo entendemos…

Está claro que en este reunión fue transmitido por parte de la IPCE que los grafitos son falsos, ya está, y así lo es percibido por la Ertzaintza:

Extracto del informe de la Ertzaintza de la reunión del 17/6/2013 – la parte del IPCE

Los dos institutos llamados por la juez instructora no se hacen, en lo que parece ser una reunión decisiva, la preguntas críticas sobre lo que se parece observar. Los expertos en arqueólogía no pongan ‘peros’ a los criterios aportados por parte de Navarro. Nadie se da cuenta del gran error que se está cometiendo y de las interpretaciones muy temerarias que se está haciendo. Se llega a conclusiones ‘definitivas’ cuando solo 29 de las 39 piezas han sido analizadas, cuando no se tiene las imagenes FUV, y cuando no se sabe cual ha sido la aportación del servicio de restauración y LURMEN mismo.

* Aunque los expertos de la ESCRBC han intervenido en plan aviso: ‘Los metales pueden tener su origen en la limpieza de LURMEN’, sí han pensado en establecer un informe sobre ‘las condiciones de seguridad y conservación en que se mantuvieron las piezas hasta su depósito en el museo«. Todavía no hemos oído nada de dicho informe, y el informe Navarro con sus conclusiones ya existe ya año y medio. Aunque no queda muy claro en que consiste realmente el informe concretamente, la honestidad nos obliga a mencionarlo.

Un miembro de la euskalzaindia defiende la autenticidad de los hallazgos de Iruña Veleia

Patxi Zabaleta, miembro de la euskalzaindia, defiende la autenticidad de los hallazgos de Iruña Veleia y crítica la actuación de la Diputación y de los comisionados:

No destruir los grafitos de Iruña-Veleia

Por Patxi Zabaleta – Domingo, 3 de Mayo de 2015 – Actualizado a las 06:11h
  • El coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, antes de comenzar la Mesa y Junta de Portavoces.
(EFE)
desde la experiencia de cuatro décadas en el ejercicio de la abogacía, considero que la falsificación de los grafitos de Iruña-Veleia es prácticamente imposible. El debate sobre la autenticidad o falsedad de tales grafitos debiera ser sacado del ámbito judicial, en el que se halla escandalosamente empantanado desde hace más de seis años, y reconducido al ámbito estrictamente científico. Para ello es imprescindible que los más de 400 grafitos encontrados hasta 2006 en Iruña-Veleia sean protegidos contra su destrucción y queden preservados para los análisis físicos y químicos, que son los únicos estrictamente científicos en esta cuestión y que son los que incomprensiblemente no se han realizado aún.
La pérdida o destrucción de otros innumerables grafitos, que ocasionó el saqueo del yacimiento con una excavadora efectuado en 2010, constituyó un crimen de lesa cultura y de lesa historia injustificable nunca e incomprensible en el siglo XXI. La responsabilidad de este atentado cultural
corresponde en primer lugar a la dirección política de la Diputación Foral de Alava en 2010 y a sus asesores.
Yo me sumo a los cada vez más numerosos científicos de todo el mundo y a los miles y miles de ciudadanos vascos que creemos que los grafitos encontrados en Iruña-Veleia son verdaderos. Considero imposible la falsificación de los grafitos de Iruña-Veleia porque las dificultades técnicas de tal hipotética falsificación serían prácticamente insuperables. La diversidad de materiales empleados, sus adherencias y su conformación exigirían técnicas, métodos e instrumental absolutamente sofisticado, que no se ha descrito ni buscado. De hecho, no se ha formulado ninguna explicación ni hipótesis sobre el método de falsificación. No ha de olvidarse que la carga de la prueba de falsedad correspondería a quienes la afirman. ¿Cómo se pudo hacer, con qué instrumental y con qué método y cómo negar la antigüedad de las inscripciones sin datar la presunta manipulación? Ninguna de estas cuestiones está abordada científicamente en los diez dictámenes y conclusiones de la pomposa Comisión Científica Asesora de la Diputación de Álava, publicadas en Internet.
En segundo lugar, la hipótesis de la falsificación queda descartada por la argumentación del “¿cui prodest?”; es decir a quién aprovecharía tal falsificación. Esta argumentación resulta siempre esencial en el foro. Es evidente que la falsificación no solo no ha tenido ningún provecho para el acusado como falsificador, o sea para el Sr. Eliseo Gil Zubillaga, sino que por el contrario le ha supuesto enormes perjuicios de todo orden. En cambio ha supuesto un inmenso lucro económico y profesional para algún acusador, como el Sr. Don Julio Núñez Marcén, ahora director del yacimiento, cuya actuación no es compatible con la ética.
En tercer lugar, la argumentación de la falsificación de los grafitos de Iruña-Veleia resulta impropia e inadecuada, porque la inmensa mayoría de los razonamientos empleados están basados en la lingüística, la fonética, la onomástica o la gramática y, por lo tanto, son esencialmente “apriorísticos”. Además, han sido ya desvirtuados en varios casos. A mi juicio, los argumentos de Gorrotxategi, Lakarra, Velazquez, etc. en pro de la falsedad de dichos grafitos carecen de homologabilidad probatoria, igual que carecen de dicha homologabilidad algunos de los razonamientos en pro de su veracidad de Txillardegi, Knörr o Elexpuru. Son argumentaciones que están en otra honda científica. Elevar la filología y la lingüística vasca o general a dogma sobre la falsificación de unos elementos físicos como los grafitos y óstraca de Iruña-Veleia es igual que negar la evolución o el movimiento de la tierra con la Biblia en la mano.
El único informe datado con anterioridad a la querella de la Diputación Foral de Alava, que judicializó el tema, es el del Sr. Joakin Gorrotxategi de 25 de julio de 2008. El Sr. Gorrotxategi se había manifestado anteriormente en forma pública a favor de la veracidad de los grafitos y había mantenido algún grado de colaboración con el Sr. Gil. Luego cambió de postura y es un documento revelador de su cambio la carta a la directora del Museo Arqueológico de Alava, Amelia Baldeón, y en la que se puede leer: “De los grafitos vistos en el último día, LAGVN puede pasar por vasco común, pero MARCOS por Marcus es imposible.” Es decir, se trata de imponer la filología o la onomástica a la física, igual que se trató de imponer el Génesis a los fósiles. Sin embargo, Idoia Filloy ha puesto de manifiesto de forma irrefutable mediante el análisis del ara romana encontrada en 2012, dos errores esenciales de dicho único dictamen previo a la querella: 1) El nombre de VELEIA aplicado a Iruña-Veleia; cuestión negada antes por la comisión pro-falsificación al haber aparecido en los grafitos TRECE veces y que Gorrotxategi dice que tendría que haber aparecido con B (pág. 14 de su informe), deduciendo tal conclusión del “sistema fonológico del vasco antiguo”. Sin embargo tras el hallazgo en 2012 del ara con el nombre de Veleia escrito con V la presentaron como verdadera y diciendo con falsedad que era la primera vez que aparecía tal nombre. 2) Gorrotxategi señala como “test de autenticidad” la forma de la letra M, señalando como seña de veracidad que “el ángulo interior formado por las astas oblicuas llegara hasta el final de la caja” y eso no se daba en los grafitos. Pero en el ara encontrada en 2012, que el propio Gorrotxategi, Núñez y otros avalaron como verdadero, el ángulo interior de la letra M -“test de autenticidad”- tampoco llega hasta abajo.
Existen muchas otras afirmaciones discutibles en el dictamen de Gorrotxategi, como por ejemplo la negación del contacto directo hebreo-vascuence o la antigüedad de las letras J, Y o Z. Pero lo que merece ser subrayado es que en ese propio dictamen hay razones para exigir que los grafitos de Iruña-Veleia no se destruyan. Así en la segunda de sus conclusiones sobre los óstraca vascos, apartado 3.10, párrafo 2º, con la misma rotundidad dogmática, que defiende la falsedad de todas las demás, afirma que entre los 65 óstraca vascos y otras 71 piezas con grafías hay una que es verdadera, la número 10426. Si hay una auténtica ¿por qué no va a haber más?
Aunque solamente fuese cierto que por lo menos uno de los grafitos es verdadero y no falsificado, jamás se debería haber consentido ni tolerado por los “asesores científicos” la destrucción del yacimiento con una excavadora en 2010.
Pero hay más. En el apartado III Conclusiones, número 6, del mismo dictamen del Sr. Gorrotxategi se puede leer literalmente que “la diferencia entre óstraca y gráfito se revela fundamental, ya que en el conjunto hay también un número elevado de piezas que pueden ser catalogadas como grafitos. Algunas de estas piezas las considero auténticas. Así, sin duda ninguna, la número 10426 y la número 12067 (titulus pictus con la lectura P.C). Entre las piezas halladas en años anteriores es auténtica la que reza: Pompeiae Valentinae tanto por su paleografía como por la corrección del sistema onomástico.” Más adelante añade: “Muy probablemente muchas de las incisiones consistentes en algunas pocas letras, rayas, etc. sean auténticas. Así me lo parecen algunas fichas de juego que llevan una aspa en una de sus caras (nº 6378 y 6417).” Por lo tanto hay grafitos y óstraca verdaderos, hasta según Gorrotxategi. ¿Qué hacer? Desjudicializar el tema, preservar los grafitos -u óstraca- y analizar con medios físicos (no filológicos, lingüísticos, onomásticos ni fonéticos) si ha habido o no manipulaciones sobre los soportes, de cuya antigüedad nadie duda.
No obstante, la razón más decisiva para reclamar la preservación de los óstraca o grafitos de Iruña-Veleia es la inadecuada naturaleza de las argumentaciones empleadas para defender su manipulación. Reproduzco literalmente algunas de las palabras de Gorrotxategi, apartado III Conclusiones nº 1: “La afirmación de falsedad se sustenta en el hecho de que ni las grafías, ni las formas específicas de los términos que aparecen en ellos se corresponden con lo esperado para la antigüedad (antes de fines del s.V), mientras que los soportes y ciertas formas paleográficas son inequívocamente antiguas, básicamente de época alto-imperial.” Es decir, pretende deducir la falsedad física de la lingüística. Es decir, que con el Génesis en la mano podemos condenar a Galileo y Darwin de una sentada.
¿En qué hubiera consistido la manipulación o falsificación de los grafitos u óstraca, si es que se hubiese producido? La hipótesis de Gorrotxategi en el mismo apartado citado en el párrafo anterior, in fine, es una pura sensación, por lo tanto acientífica: “A veces se tiene la sensación de que el impostor (sic en singular) ha escrito su texto sobre letras antiguas (o reaprovechándolas), como me parece ser el caso nº 11139, del sector 5.” El Sr. Gorrotxategi reitera varias veces en su dictamen una distinción entre lo hallado antes del bienio 2005-6, que considera verdadero, y lo encontrado en ese bienio, que afirma manipulado en la forma indicada, pero con una tremenda rotundidad. Dice textualmente en el apartado III Conclusiones, nº 2: “El convencimiento de hallarse ante una falsificación es total, sin la existencia de duda alguna. Y por las razones arriba indicadas, es aún mucho más firme en los casos de los óstraca latinos que en los vascos. “ (sic) En suma; habla de “un” impostor, lo temporaliza en el bienio 2005/6, pero no tiene más que una sensación sobre el método utilizado en la falsificación. Puro apriorismo.
Algunas de las cuestiones, que surgen de lo anterior son: ¿Cómo es posible que no hayan seguido apareciendo óstraca o grafitos en Iruña-Veleia desde que en 2010 entró el equipo de Núñez en el yacimiento? Si antes de 2007 habían aparecido más de 400 óstraca y grafitos, algunos anteriores al bienio 2005/6 con inscripciones indiscutiblemente ciertas y otros de dicho bienio, cuyos soportes son antiguos, pero de los que se discute si han sido o no manipulados, ¿cómo no aparece ningón óstracon o grafito desde 2010? ¿Qué ha hecho y qué está haciendo el equipo de Núñez desde 2010, si todos los soportes de los grafitos eran indiscutidamente antiguos? ¿Se llevó todos los grafitos y óstraca que había y que iba a haber la excavadora en 2010? ¿Cómo es posible que desde que se hace cargo el equipo de Nuñez en 2010 solo se haya encontrado un soporte con inscripciones, que es el ara romana hallada en 2012 significativamente por los obreros del aparcamiento?
Hay otras cuestiones que son objeto de vivas polémicas. Por ejemplo, en cuanto a la interpretación de los textos. Así, desde el ya famoso crucifijo con RIP, que tanto inquietó a algunos estamentos religiosos, hasta la cita de Nefertiti, Nefertari, etc.; o bien desde lo que se ha querido interpretar -para ridiculizar- como Descartes (pero que se lee MISCART) o con respecto a la antigüedad de ciertos aforismos y signos, etc. Todas esas comprensibles polémicas, a veces sarcásticas y mordaces, no aportan base científica a la imputación de falsificación mientras no contengan pruebas físicas y químicas o expliquen procedimientos y métodos.
Meditemos. En el año 2003, en la plaza del Castillo de Iruña-Pamplona apareció un yacimiento arqueológico completamente inesperado en tres estratos: el estrato superior era un cementerio simultáneamente musulmán y cristiano, ejemplo emblemático y único de convivencia religiosa y cultural. El estrato medio eran unas termas romanas en extraordinariamente buen estado de conservación. El estrato inferior era la urbe por antonomasia de Vasconia. Todo fue arrojado a la basura por decisión de las autoridades de UPN -alcaldesa y presidente- en un alarde de apoyo al progreso simbolizado por un aparcamiento (que se podía hacer 100 metros más allá) y de lucha contra los violentos. Josemiguel Barandiaran siempre dejaba una parte de los yacimientos investigados sin alterar para que pudieran ser analizados por los investigadores del futuro. “Tendrán mejores medios que nosotros”, decía. En un futuro próximo se sabrá con certezas física, si ha habido algún “impostor, que haya escrito su texto sobre letras antiguas (o reaprovechándolas)”; frase literal de Gorrotxategi.
Conclusión: la Diputación de Alava debe desistir de una querella tan descabellada y obsoleta. Nadie discute la antigüedad de los soportes de los óstraca y grafitos de Iruña-Veleia. Nadie discute ya la existencia de inscripciones verdaderas, ni la identidad de la ciudad de Iruña-Veleia. La imputación -a mi juicio infundada-, se ciñe a si sobre soportes antiguos algún impostor hizo manipulaciones o no. En ningún caso es razonable destruir los óstraca y grafitos de Iruña-Veleia. Lo que procede es poner la investigación en manos de científicos con garantías e imparcialidad.