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ACERCA DE LOS GRAFITOS DE IRUÑA-VELEIA: PRIMER DECÁLOGO DE ERRORES ¿POR QUÉ Y DE QUIÉN? (VI, VII). Antonio Rodríguez Colmenero.

SEGUNDA PARTE DEL DECÁLOGO

VI

IR- 12396:  LA VICTORIA DEL AMOR

Fig. 25. Pieza IR-12396.

Hasta la data han sido los “falsarios”, que no los “falseadores”, por si acaso les confunde, los que se han ocupado de la interpretación, a su manera, del texto de este letrero inciso sobre hueso y, debido a la naturaleza del soporte, bastante difícil de ser interpretado a causa de problemas de lectura, como era de esperar. Los profesores Gorrochategui y Velázquez, asesores, entre otros, del bando acusador protagonizado por la Diputación de Álava, arriesgaron en este caso una traducción de circunstancias que, de ninguna manera, llegó a convencerme, mientras que, de los demás intervinientes, que yo sepa, no poseo información de que hayan abordado con éxito la traducción del epígrafe al que vamos a referirnos inmediatamente.

El letrero que en aquella ocasión consiguieron concretar y componer los mentados profesores, se resume en  la versión: OVNMIA VINCIT AMOR, “a todo vence el amor”, pese a que, para formular tal conclusión, les fue preciso tachar de descuidado, atendiendo a los resultados, al lapicida de la inscripción quien, según  ellos, habría confundido la impresentable OVNMIA con  la correcta omnia, en castellano “todo” o “todos”, que ellos habían aportado para resolver el problema.

No obstante, la propuesta mentada se halla lejos de convencer a la totalidad de los lectores, y entre ellos al que os está tratando de ilustrar, por cuanto aquella no se ajusta, ni siquiera medianamente, a las líneas de letras incisas reales  plasmadas sobre una de las caras del hueso que, para tal exhibición, habría sido escogido en su día por los responsables de la inscripción; de manera que haya ido redimiendo letras y sílabas que, barrunto, parecen ser medianamente oportunas para poder intentar su mutuo ensamblamiento, arribando para tal fin a la conclusión de que el texto de marras, en modo alguno podría ser interpretado de la manera que se había efectuado. Y, tras haber aumentado ficticiamente sus dimensiones a través de lupa, creo haber descubierto, en el extremo izquierdo inicial del soporte óseo, tres letras alineadas sucesivas susceptibles de poder ser convertidas en radical de alguna palabra que, con cierto recelo inicial, traté de concretar en la de VIC(toria), que inmediatamente opté por relacionar con el renglón inicial del texto allí esgrafiado. Pero es que, además, en el extremo opuesto, me pareció identificar, no sin fundamento real en que apoyarme, la presencia de una € lunar volcada patas arriba sobre sí misma, delimitándose de este modo, por este lado y de alguna manera, la longitud del primer renglón del texto.

Finalmente, hube de arribar a la conclusión de que el supuesto retazo escrito OVNMIA, aducido por los colegas a los que se hizo ya referencia, encajaría mejor en parámetros que nada tienen que ver con el adjetivo plural neutro, y sí con otra lectura mucho más allegada que, reordenada en lo posible con la presencia de los dos nuevos pequeños hallazgos, a los que acabo  de aludir, parece sugerirme un interrogante, posible y plausible, conformado sobre el texto latino siguiente:  ¿CVN QVA VIC(toria) / VINCIT  €(a)? AMOR, “¿Con qué victoria ella vence? Con la del amor”, o también, y jugando con los mismos elementos: ¿VIC(toria) CV[M] QVA /VINCIT €(a)? AMOR e, incluso, AMOR(e), en ablativo, “¿con qué victoria vence ella? Con la del amor”. Sorprenderá, no obstante, mi recurso al interrogante directo que, en el idioma latino no suele emerger con detectores propios, que yo conozca. Alguien preguntará, además, por qué resuelvo la € lunar en el pronombre €(a), ella, y no Is, masculino. Le contestaría que la letra en cuestión solamente puede ser interpretada en femenino, dada la presencia de la E inicial en vez de I.

No obstante, y atendiendo a la sintaxis ahora exhibida, nos ha parecido totalmente congruente la formulación llevada a cabo en la pregunta, ya que se trata de una simple opinión amorosa, entre las posibles y, en cualquier hipótesis, no susceptible de resultar dogmática. Y, en fin, otros dirán y opinarán de otra manera.

VII

ORTOGRAFÍA Y EPIGRAFÍA DE LOS TEXTOS SOBRE OSTRAKA Y DEMÁS FRAGMENTOS CERÁMICOS Y ÓSEOS EXHUMADOS EN IRUÑA-VELEIA DURANTE LAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS LLEVADAS A CABO EN EL RECIENTE CAMBIO DE SIGLO

Uno de los argumentos más socorridos a tener en cuenta para apoyar que los textos escriturarios exhumados en Veleia son falsos, aparecería basado, para I. Velázquez, J. Gorrochategui y seguidores, entre otras razones, sobre las frecuentes faltas de ortografía en los escritos y demás hallazgos del mismo género. Y aunque la objeción daría para mucho, procuraré, además de selectivo, ser breve en la confrontación con su contenido, procurando ceñirme a los casos más evidentemente mentados por los profesores aludidos, cuyos criterios habrán seguido, casi disciplinadamente, la mayoría de las opiniones del resto de sus seguidores, aportando para ello, en consecuencia, criterios extraídos de fuentes similares.

Fig. 26. Pieza IR-11293.
Fig. 27. Pieza IR-12051.
Fig. 28. Pieza IR-4886.
Fig. 29. Pieza IR-10976.
Fig. 30. Pieza IR-11418.
Fig. 31. Pieza IR-12099.

Asevera Gorrochategui (pág. 10 de su dictamen) que el antropónimo femenino Deidre, nombre que para él se repite dos veces dentro de la totalidad del conjunto (IR-11293 y 12051) y para mí nada menos que seis (IR-11293, 12051, 4886, 10976, 11418 y 12099),  ofrece una grafía completamente moderna, por cuanto, dado que la D inicial del antropónimo luce formato de mayúscula y el resto de la palabra se desliza sobre minúsculas, debe ser considerada como falsa ya que, según su criterio, “la diferencia entre mayúsculas y minúsculas habría de ocurrir  tan sólo a partir de la reforma carolingia”, y ello muy tímidamente todavía, añade.

En cuanto al conjunto que yo he tratado de contabilizar, sin embargo, la variedad de letras y sus tamaños parecen ser mucho mejor dotados: tres con caracteres mayúsculos en la totalidad de sus textos respectivos (IR-10976, 11418 y 12099), uno muy breve, de una sola sílaba, con dos letras minúsculas como documento (IR-4886), y otras tantas con iniciales mayúsculas y minúsculas (IR-12051 y 11293). Conclusión: que se trataría, en los dos casos por él aportados, de una grafía totalmente moderna y, en consecuencia y según él, de falsedad manifiesta.

Ante tal exposición, he de objetarle, por mi parte, en primer lugar, que no se trata de mayúsculas frente a minúsculas, como él parece suponer, sino de cuadradas mayúsculas frente a cursivas, apareciendo escritas estas últimas en la doble versión de mayúsculas y minúsculas, conforme se hallan grabadas y confirmada su existencia al releer los ejemplos citados.

Ahora bien, si la coalternancia de mayúscula y minúscula sobre el mismo texto es la que les obliga a sentenciar que se trata de un falso, les sugiero que se observe la fotografía que aporto, procedente de la basílica hipogea de San Pedro de Rocas (Ourense), en cuyo contenido se narra brevemente la consagración del templo de este mismo lugar acontecida en el año 573 de la era y, por tanto, en una data más o menos coetánea, según creo, del grafito de Veleia que estamos tratando de abordar. Se podrán contemplar, por tanto, combinadas a placer en el ejemplar de Rocas, mayúsculas y minúsculas, incluidos los tamaños, los números y las datas.

Y algo parecido, aunque dos o tres décadas anterior, es la estela funeraria de Baños de Bande erigida a principios del siglo V con la finalidad de dar sepultura al cadáver del joven cristiano Alepio, muerto a los 17 años, también en este caso con alternancia de mayúsculas y minúsculas, tanto en los extremos como en el interior, del epitafio a él dedicado.

Otra cantada que no acabo de comprender es que, a partir del siglo I d.C., según Gorrochategui, así como sus coautores y seguidores, hubiese quedado abandonada la interpunción como medio de separación de palabras, teniendo que deslizarse su grafía, desde aquel entones, sin separación ninguna entre vocablos. “La coma como signo gráfico, afirma Gorrochategui, fue totalmente desconocida en la antigüedad. Un signo gráfico consistente en una pequeña raya era la vírgula que se inscribe en la parte superior”.

Cuento con evidencias para contestar que se trata de una aseveración que carece totalmente de fundamento; y lo digo tras una larga experiencia al respecto, a la vez que a través de fuentes muy fidedignas que he tenido ocasión de consultar y me ha sido dado tener entre manos.

Y a la hora de citar algunas de ellas, diré que se concretan en comas, puntos a diversa altura entre palabras, vírgulas de diversas formas, desde la vertical a la que adopta sobre el soporte en forma de estrella, hederae distinguentes etc. Bastaría, para demostrarlo, con repasar los textos de los pactos de hospitalidad de O Caurel (Lugo), datados, uno de ellos en los inicios del siglo I y el otro en el año 28 de aquella misma centuria, así como el de la, aún reciente, aparición del Bronce de Bembibre, en el Bierzo (León). Conste, además, que se trata, en todos estos casos, de documentos oficiales elaborados por juristas, en algunos casos ante el emperador mismo, conforme se deduce, por ejemplo, del proceso de redacción del Bronce de Bembibre durante el segundo viaje de Augusto hacia Hispania y en la ciudad, hoy día francesa, de Narbona (como Narbo Marcius era conocido entonces).

Cuidado, por tanto, con lo que se dice referente a la separación entre palabras, tanto en documentos como en monumentos, porque están a la vista y no necesitan comas ni comillas a la hora de pretender descifrar sus lecturas. Rozar estos horizontes tan sin fundamento para demostrar que tenemos razón acaba por resultar inútil, ya que cada cual se autoconvence cuando quiere y de lo que quiere. Lo cierto es que, en ocasiones, hacen acto de presencia esos signos con finalidades estéticas, entre otras, resultando, no obstante, muy útiles a la hora de aclarar situaciones como la presente. Citaré tan sólo algunos de los muchos ejemplos al respecto, obtenidos en mi tierra galaica y aledaños, recogidos en una publicación epigráfico-monográfica que me pertenece (Aquae Flaviae I. Fontes Epigráficas da Gallaecia Merdional Interior. S. de Compostela, 1986, págs. 210, 212, 214, 222, etc.).

El primero de los ejemplos elegidos viene siendo estudiado desde hace mucho tiempo por colegas varios, a la vez que por mí mismo en datas posteriores. Se trata del texto de la lápida mortuoria de L(ucius) Pompeius Reburrus Gigurrus, de A Cigarrosa (Valdeorras, Ourense) que, desde Roma, habría venido a morir a su tierra después de la estancia en la ciudad eterna como militar y otras funciones llevadas a cabo en la capital del Imperio. Lo que ahora, sin embargo, interesa es que los vocablos del texto de su epitafio se hallen todos separados, unos de otros, por hojas de hederae distinguentes, hasta un total de casi veinte unidades sobre una plancha de bronce exclusivamente, actuando el mentado símbolo como separador continuo de la totalidad de las palabras y siglas del texto al que nos estamos refiriendo

Por otra parte, y a pocos kilómetros al E. de A Cigarrosa, en Ponte Navea concretamente, fue hallado en su día el epitafio de Aelius Sporus, al igual que el anterior, perteneciente todavía al Convento Jurídico Asturicense, mostrándose, en este caso, tan sólo puntos de separación hendidos a manera de semiestrella sobre soporte granítico, con la finalidad de separar entre sí la totalidad de los diferentes vocablos de un mismo texto.

Para variar, en el Convento Bracarense, concretamente en la aldea de Rabal, ayuntamiento de Oimbra (Verín), nos las habemos con las palabras del texto de un epígrafe, asimismo mortuorio, separadas todas ellas mediante pequeñas comas horizontales esgrafiadas, a media altura, hasta la saciedad. Podrían ser aducidas innúmeras pruebas más, pero creo que es suficiente con el ramillete que acabamos de insinuar.

Por otra parte, y en lo que concierne a los disparates ortográficos que se han ido descubriendo, concluyen los falsarios que se trata de un latín que se ha ido degradando, puesto que muchos nominativos que deberían acabar en –us lo hacen en –o, como si de dativo o ablativo se tratase, cuando no el acusativo en –um sustituido por otro caso; la S angulada atribuible a los siglos VI y V a. C.?, otra barbaridad sin fundamento que podemos demostrar con hechos; U por V en algunos casos, E de dos barras (II), anacrónica; sílaba radical QV- por CH etc.

Dicho lo que antecede, y a tal respecto, tan sólo les aconsejo que reexaminen ellos y los que lo deseen la epigrafía romana del País Vasco, pero sobre todo la de la provincia de Vizcaya, que es la que más conozco por haberla estudiado hace ya mucho tiempo, pudiendo verificarse todavía su amplio contenido en la revista KOBIE (Bilbao), nº 11, 1981, entre las páginas 81 y 163. Y si traigo al caso esta sugerencia es para que el lector interesado pueda constatar anomalías idénticas durante un espacio temporal no menos idéntico, por cuanto se extendería a través de los siglos V, VI y, tal vez, parte del séptimo, de la era en que vivimos. Ahora bien, emerge inmediatamente un sencillo interrogante: si a los que son considerados como “epígrafes con disparates” tenemos que darlos por auténticos ¿por qué no hemos de hacer lo mismo con los “disparates epigráficos” de la vecina Veleia al relacionarlos con ellos? La respuesta, por tanto, queda plenamente encallada en una sola conclusión: “si todos son similares y los de Vizcaya son auténticos, también los de Veleia tienen que serlo”, en este caso juntamente con el entorno arqueológico respectivo, de cuyo interior han sido exhumados, a pesar de que algunos no quieran ver lo evidente. Se hace imprescindible, por tanto, regresar al ámbito vizcaíno y su epigrafía romana para comprobar si, en su medio rural, por lo menos, se habrían producido alteraciones epigráficas con respecto a las normas oficiales. Y, como anillo al dedo, viene el estudio por mí protagonizado en 1981, acerca de la epigrafía romana vizcaína, netamente popular, excepto la del complejo arqueológico de Forua, en este caso con epígrafes grabados sobre mármoles bajo la vigilancia de especialistas al respecto que, a veces, incluso firman los textos por ellos dirigidos. De ahí que tratemos ahora de contrastar algunas de las deficiencias epigráficas romanas de Veleia con sus vecinas del ámbito de Vizcaya, con la finalidad de poder concluir que, ante hechos similares, por no decir idénticos, deberían ser, asimismo, similares las conclusiones: o cargadas de verdades o, por el contrario, de mentiras, resultando ser este el dilema con el que queremos enfrentarnos; de ahí que, tomando como punto de partida el estudio personal mío compartido de 1981, aludido ya en párrafos anteriores, intentemos comparar, siguiendo el estudio de la epigrafía vizcaína, primero, las constataciones de ambos trabajos.

En lo que atañe a la epigrafía vizcaína:

– Págs 82-83, lám. I: Estela funeraria de Lemona; en la tercera línea:…VXO…, cuando sería Uxo(ri).

– Pág. 87, lám. II: L patada, de doble apoyo, al igual que algunas pocas de Veleia; e, ítem más, O dedada, es decir, cerrada a manera de D mayúscula invertida, conforme es frecuente en la epigrafía veleiense; detalle que, en su momento, ha alarmado a la profesora I. Velázquez, además de a otros seguidores de sus aportaciones.

– Pág. 88, lám. III, cuarta línea: …MONVMEN^TV, por MONUMAN^TV(M). Digno de destacar es el anexamiento de tres letras sobre un mismo trazo inicial, detalle detectador de la no ignorancia de los componedores de este epitafio, y otros varios, dentro de un amplio entorno.

– Pág. 90. Lámina IV, segunda línea: L de doble pata otra vez, así como perfil triangular a nivel de base.

– Pág. 99, lámina X, Morga: SVE y POSVET, en vez de SVAE y POSVIT; MEMORIAM, no MEMORIA, por cuanto es el acusativo el único caso que debe encajar en la frase.

– Lám. XIV: AVAND(VS), no AVAND, siendo esta última la opción elegida para designar el antropónimo.

– Lám. XIII, pág. 103. En el tercer renglón, y en lo que atañe a la R se halla sustituida por una U clarísima.

– Lám. XV, Abrisqueta. Preciosa inscripción hecha sobre dos mitades de un mismo bloque originario, por lo menos, utilizados en su día para cierre de una de las paredes de la ermita. En el fragmento mayor, una frase que, en su día, cuarenta años ha, por lo menos, que transcribí acertadamente sin tener entonces conocimiento de su significado, cuyo esquema, en este tramo concreto, sería: …IN/ V.I^R^V. EI. / S.T.T.L., interpretable, según recientemente he logrado efectuar: …IN V(eleiam) IRV(nniam) Ei(ectum)/  S(it) T(ibi) T(erra) L(evis), una de cuyas interpretaciones posibles, e incluso más probable, sería:  “…desterrado a Veleia-Iruña. Que la tierra te sea leve”. Ahora bien, podría ser, asimismo, posible la versión: IN V(eleia) IRV(nnia) Ei(ecto). S(it) T(ibi) T(erra) L(evis), en cuyo caso la lectura sería “expulsado en Veleia- Iruña; que la tierra te sea leve”, resultando ser  la fórmula aquí captada la que más nos acercaría a los grafitos de Veleia, en donde el doble topónimo de Iruña/Veleia y Veleia/Iruña cuentan ya con bastante documentación avaladora de semejante posibilidad, conforme hemos podido ir descubriendo en la revisión de los fotogramas de hallazgos efectuados durante las excavaciones arqueológicas de Veleia en los años de cambio de siglo a los que aludo en el título de este número. No cabe duda, por tanto, de que, si pudiese ser interpretado de esa manera el párrafo, cosa que yo creo plenamente factible, habríamos avanzado mucho en el problema de la autenticidad de todo lo que se está extrayendo del solar de la histórica IRVNNIA/VELEIA o VELEIA/IRUNNIA, conforme se encarga de sugerir la documentación relacionada con el problema.

Forua, a la vera del Cantábrico, Fig. 22, lámina XII. Sobre el renglón final: QVNO FECI “lo hice yo mismo, Quno”, dado que Quno, declinable muy probablemente como Qvno,-onis, aparecería en nominativo. Se trata, por tanto, de una inscripción de Forua (Vizcaya) demostradora de que Q y V vocálica a continuación conformarían una sílaba con la sustitución, tal vez, de una C o CH anteriores por una Q posterior.

Aduce, por su parte, Gorrochategui, que “en la antigüedad nunca jamás hubo una sola J”. Pudiera haber sido así, tal vez en lo que atañe al símbolo exterior visible de la letra, pero no, quizá, en lo relacionado con su fonía, ya que dudo, y mucho, que un galaico de aquel tiempo, por poner un ejemplo, pronunciase IVNIO o IVLIO con el sonido inicial de LL, sino, más bien, con el más fuerte y consonánticos de X o J, y a la manera de como hoy perdura todavía la dicción, tanto para el cometido de una de las consonantes, como de la otra. ¿Intentona de adelantarse en los abecedarios? Tal vez, ya que lo que habrá de acontecer es lo que ahora nos hallamos sugiriendo. Filólogos hay, en todo caso, que sabrán ocuparse del problema y creo que lo están haciendo ya.

Un interrogante final de otro género sobre el mismo tema: si el empleo de la J en cuestión viene a ser la quintaesencia de la falsedad, puesto que se trataría de dataciones actuales o contemporáneas ¿cómo se explica que unos falsificadores, para más inri arqueólogos, según se desprende del tratamiento habido para con el tema mismo, hayan podido ser tan zafios como para convertir en esta ocasión la I en J, intentando ahorcarse así con su propia cuerda?

Y tratando, en fin y como despedida, aludir al ya vulgar grafito de Veleia, pregunto: ¿Cui prodest, a quien habría beneficiado tanto descuido?

 

ACERCA DE LOS GRAFITOS DE IRUÑA-VELEIA: PRIMER DECÁLOGO DE ERRORES ¿POR QUÉ Y DE QUIÉN? (IV, V). Antonio Rodríguez Colmenero.

IV

IR-11258-1/11258-2

Fig. 22. Pieza IR-11258, cara A.
Fig. 23. Pieza IR_11258, cara B.

Fusayola/óstrakon de T.S. que, a primera vista, parece ostentar una lectura que no le corresponde, tanto en el anverso como en el reverso, circunstancia  que habría dado fuelle a algunos de los defensores de la falsificación de estos vestigios arqueológicos al ser mostrado como uno de los principales argumentos en contra de la autenticidad de tales restos debido a que habrían sido riscados recientemente sobre la superficie redondeada de dos fusayolas: en una de ellas solamente en su cara anterior con el adverbio NO, en tanto que en la segunda dos: SI en una de las caras y NO en la contraria de la misma pieza. Y, como quiera que esos adverbios parecen trasladarnos a todos a la Real Academia de la actual lengua común, deberían, según los “sabios”, ser estigmatizados con el rótulo de “falsos”. Ahora bien, prescindiendo, de momento, del primero de los ejemplares, que tan sólo repite el NO del par y no el SI respectivo, pregunto ¿puede realmente leerse SI y NO, respectivamente y en cada una de las caras del tal pequeño óstrakon circular, en el que ambos adverbios citados, y sobre caras contrapuestas, aparecen? Nuestra respuesta es rotundamente que no, ya que, en lo que atañe a la cara del SI, lo que, en realidad, se lee sobre el garabato allí riscado no es el adverbio afirmativo de marras sino una R mayúscula enfilada en dirección contraria a la que marca la negrita de este renglón, siendo que, de corresponderle un SI, las letras del adverbio deberían ser dos y separadas a la hora de pretender expresarse coherentemente; de ahí que sea tomada por lo que es, una R solitaria orientada hacia su retro, ignoramos por qué y para qué. Y, lógicamente, ante esta R al revés, inquirimos ¿se trata de un caso nunca visto este de la escritura en dirección contraria a la normal o es infrecuente tan sólo? Por supuesto que no frecuente, pero tampoco inexistente según cabe deducir de los conocimientos de cada cual. En lo que a mi atañe, puedo afirmar que, en mis tiempos juveniles, me llevé una sorpresa al comprobar que sobre el dintel granítico de la puerta de entrada de una casa de la aldea de Saceda, en la provincia de Ourense, se hallaba esculpida la data, con la respectiva leyenda de su construcción, hacía siglo y medio, en dirección contraria a la habitual y, por tanto, tan sólo interpretable en dirección opuesta a la acostumbrada vulgarmente. Se me dijo entonces, ante mi desconcierto, que existían seres humanos que leen y escriben de esa manera y, entre ellos, el promotor de dicho predio, hacía ya entonces ciento cincuenta años. Y hete aquí que, andado tiempo, habría de enfrentarme con los grafitos de Veleia, hoy día en discusión, con una media docena de casos de esta misma escritura, siendo el mejor conservado el nombre de un niño cincelado sobre la tapa de su sepultura en las cercanías de Medeiros (Monterrey) datable en el siglo VI y con un tipo de letras mayúsculas muy parecidas a las de Veleia.                                                                                                                                                   En cuanto al supuesto NO de la otra cara, complementario del SI sobre la opuesta, hay, asimismo, argumentos más que sobrados  para demostrar  que tampoco existe la expresión como tal en el lugar que se le asigna, en primer lugar porque, según ya queda expresado en páginas anteriores, la sílaba NO y algunas más tienden, a veces, en los documentos que barajamos, a pasar por expresiones apocopadas de palabras que los destinatarios de entonces estarían en condiciones de dar por supuestas, pudiendo novo/nova ser citados con sólo la primera sílaba, en determinadas circunstancias, puesto  que los destinatarios conocerían de antemano el contenido no cantado, pero sí entendido; de ahí que, en ocasiones, el adjetivo NOVA de Veleia pudiera haber sido riscado expresamente en versiones plenamente constatadas sobre la superficie de los grafitos mismos, tales como NOVA, NO(va) e, incluso, N(ova), es decir, desde la totalidad de las palabras del concepto a la solitaria sigla indicadora, conforme se podrá ir comprobando a lo largo del estudio que  ahora nos ocupa con ejemplos, a nuestra manera de ver, contundentes. Por otra parte, si se pretendiese en el caso que ofrecemos leer NO, en cuanto adverbio de negación, la pretendida O de tal sílaba no podría ser tenida como circular, que normalmente le pertenece, sino cuadrangular, tal como aparece y puede ser comprobado. Item más, tampoco la presunta N del supuesto adverbio de negación sería tal, dado que su primer ángulo de apoyo se halla cortado horizontalmente por un risco que convierte en A la primera mitad inferior de la supuesta N, a partir de ahora transformada en sílaba de dos letras anexadas. Item más, incluso la O del supuesto NO parece no ser tal, en primer lugar porque se trataría de una O cuadrangular y, debido a ello, muy difícil de digerir como tal en el contexto en que aparece; y, en segundo término, porque la aureola amarillenta que parece ir dibujando el trazado exterior de dicha letra acaba por rematar su perfil a manera de G, en lugar de la O cuadrada que le estaba destinada; y como quiera que dicha G aparece formando grupo con la N del pretendido NO, al descubrirse recientemente  por el que suscribe, sobre el ángulo izquierdo, el inferior de la N misma, una línea transversal que daría como resultado la conformación de la radical A^VG-, la cual podría ser, o la de  A^VG(ustus), por ejemplo, o, si se prefiriese la nasalizada, la versión A^NG(ustus) lógicamente con otro significado.                                                                                                          

Y tras lo expuesto, creo haber ayudado a desterrar los supuestos «SI/NO» contrapuestos y tenidos por los “falsistas” como escritos en castellano cervantino, en este caso delator de la, para ellos, supuesta mentira de la casi totalidad de los grafitos de Veleia. En resumen, que ni SÍ ni NO, SINO todo lo contrario.

V

IR-10953

Restos de una lucerna circular con cuidada inscripción en el borde. Atendiendo a su buena estampa, da la impresión de que no se trata de óstrakon alguno, sino de una lucerna circular fabricada a molde y sellada, al mismo tiempo que engobada en crudo, con la leyenda exterior perimetralmente desarrollada como: AT. CIIACIA. MIIA. CONIOGA., cuya traducción, a mi modo de ver, sería: “…Ahora bien, ¡Ceacia es mi mujer!”.

Fig. 24. Pieza IR-10953.

Como punto de partida, bien sabéis los latinistas que AT., seguida de punto, es una conjunción adversativa que puede ser traducida de diversas maneras, siempre que respondan aquéllas a esa adversidad congénita. Analizaremos, por tanto, la interpretación efectuada por el primero de los grupos pretéritos que llegaron a emitir sus respectivos “dictámenes”, aunque muy similares todos ellos y con parecidos movimientos, como si hubiesen sido, o acordados previamente tras los análisis individuales, o milagrosamente coincidentes.

En cuanto al texto ya aludido del óstrakon que estamos abordando, insistir tan sólo en que está grabado, en crudo, sobre la boca de la posible lucerna o candileja, hallándose separadas las palabras del texto perimetral por señales diversas entre una y otra, después de cada cual. Así pues, el punto de contacto, entre principio y fin, de la leyenda perimetralmente distribuido, se halla polarizado sobre una modesta rayita horizontal, mientras que, por el otro lado e inicio de la leyenda total, la conjunción AT se percibe separada de CIIACIA  por una semiestrella en relieve; y, apareciendo en relieve ovalado, asimismo, los otros dos puntos que marcan el aparte entre los vocablos restantes.

Puede aseverarse, además, que la sintaxis de la leyenda es perfecta, salvo en el significado de una letra que hace femenino lo que, a la vez, es masculino, es decir, que CONIOGA, en pretendido nominativo, que en realidad no le corresponde, tiene que virar a CONIVX, asimismo en nominativo, y sus consecuencias, por cuanto se trata de un vocablo latino común a ambos géneros, masculino y femenino, sin necesidad de que el dedicante tenga que poner en órbita su sabiduría. En resumen, que nuestro epigrafista descubrió que la honrada era una mujer y ante ello, nada de coniugi, que sería lo correcto en este caso, al igual que en el futurible de su marido, sino CONIOGA para diferenciarla bien de él. Y qué queréis, ¿que le peguemos?                                                                                                                                                 Ahora bien, nos queda todavía por preguntar ¿de qué manera habrán reaccionado los “falsarios”, y lo digo sólo como castigadores de la mentira, que no falsificadores, frente a este problemilla? Creo que ni siquiera se enteraron de qué iba, por cuando sus apreciaciones vuelan en esta ocasión por los Cerros de Úbeda, visto que no han llegado ni siquiera a ser conscientes de la problemática a solucionar; de tal manera que, en los informes emitidos, la leyenda posible obtenida, y casi unánimemente aceptada, ha sido la de CONTOGATOS, como puede apreciarse, coincidente casi con la hipotética versión castellana de la palabra que, a punto venía y todos deseaban, en cuanto argumento falsificador de lo que en este y demás iconos se relataba. Para ellos, por tanto, ni CONIOGA ni conjunción AT ni significado específico de la puntuación. No extraña, por tanto, su “profunda reflexión” al pretender sintetizar, casi en una sola palabra, la leyenda perimetral circular allí existente en la versión CONTOGATOS, en castellano evolucionado CUENTAGATOS, sin diferenciar ni siquiera la conjunción AT. del resto del texto.

Y en otra cosa más han diferido de la lectura que aquí ofrecemos: la de pretender que la cuarta letra de CONTOGATOS fuese T y no I; y, efectivamente, algún fundamento poseen al haberlo hecho, por cuanto, por encima de la incisión vertical de la I, se percibe un inoportuno trazo horizontal. Ahora bien, que no se trata del tejadillo de la T lo vendrían a confirmar, en primer lugar, la igualdad de radio de esta letra y los de otras letras próximas con relación al centro de la tapadera; y, en segundo término, por cuanto no se trata de uno sólo sino de dos esgrafiados, más o menos paralelos entre sí en dirección inversa a la de la leyenda principal, delatores ambos, o de un simple accidente por parte del riscador, con réplicas abundantes dentro de la gran colección de Veleia a la  que nos estamos refiriendo, o de un texto complementario añadido al exterior del recorrido, en dirección opuesta a la de la leyenda principal. Veamos.                                                                                                                                              Al exterior de la palabra CONIOGA, y encima misma de la I de su centro, existe un trazo horizontal hondo, aludido ya, haciendo juego, tal vez en otra dirección, claro está, con una especie de compás semiabierto desplegado horizontalmente, mientras un  trazo paralelo lo acompañaría en esa misma dirección por el borde exterior de la circunferencia. Por otra parte, relacionar ambos elementos entre sí resultaría también factible, atendiendo a la posición compartida horizontal que ambos poseen, en cualquier caso, con orientación inversa, y la posibilidad de unificarlos, o como sílaba o, lo que es más factible, como número IV (cuatro) aparentemente tumbado sobre el filete extremo de la circunferencia. Y es de esta manera que quedaría solucionado el enfrentamiento entre la “CONIOGA” y el “CONTAGATOS”. Y, aprovechando la circunstancia, ¿cuántos queréis que contemos?

Iruña-Veleiako aurkikuntza berriak – Luis Silgo

Luis Silgo Gaucheren gutuna argitaratu da Berrian.

 

Iruña-Veleian egindako bisita gidatu baten barnean, Josetxo Mendiak hiri erromatarreko harresian zegoen grafito handi bat aurkitu zuen 2021eko martxoan. Gertakizun honek hiri honetan aurkitu ziren euskara zaharrean idatzitako grafitoez gogoeta egitera eraman behar gintuzke. Gogora dezagun epaitegiak aztarnategiaren zuzendaria kondenatu zuela 2020an. Izan ere, grafito hori ezin da faltsutze baten ondorio izan, eta, bide batez, aurretik aurkitutako grafitoak baimentzen ditu, berehala ikusiko dugun bezala.

Grafitoa handia da (30 cm-ko altuera eta 24 cm-ko zabalera du), eta gurutziltzatu baten irudia du; gurutzea eta burua irudikatzen dira, hau izpiz inguratuta, eta behean ATA jartzen du. Gurutzea, izpiak eta hitza sakon grabatuta daude.

Grafito honetatik atera daitezkeen ondorioak honako hauek dira: Iruña-Veleian kristau komunitate bat zegoela, komunitate horrek idazkera erabiltzen zuela, antzinako euskaraz idatzi zutela gai kristau baten inguruan, ATA hitzak (eta ez aita modernoak edo ATTA akitaniarrak) lotura garaikidea adierazten duela aurretik aurkitutako grafitoekin, eta, are garrantzitsuagoa, ATA hitza bera grafito horien errepertorio lexikoari dagokiola.

 

Baina bada aztertu beharreko beste alderdi bat: grafitoa hiriko sarrera nagusitik metro gutxira dago, erraz ikusteko moduko lekuan, eta inskripzioaren neurriek erakusten dute hirian sartzen edo hiritik irteten ziren guztiek irakur zezaten egina dagoela. Beraz, hirian euskaraz hitz egiten zela adierazteaz gain, idaztea eta irakurtzea ere ohikoak zirela iradokitzen du.

Aurkikuntzak jakin-mina piztu zidan, eta SOS Iruña-Veleiako bi kidek eta hau idazten duenak aztarnategia bisitatu genuen joan den udazkenean. Bisita emankorra izan zen, beste hiru idazkun eta zenbait motibo ikonografiko aurkitzeko bidea ere eman baitzuen. Aurkikuntza horiek aztertzen ari gara, eta behar bezala ezagutaraziko dira, baina aurreratu daiteke baieztatu egiten dutela ATA grafitoari buruz esandakoa.

Iruña-Veleiako harresiko aurkikuntzek testuinguru koherentea ematen diete aurretik aurkitutako grafitoei, eta, aldi berean, erakusten dute hiriko kristautasun euskalduna ez dela Lurmeneko arkeologoen asmakizuna. Eta honek, jakina, ondorio judizialak ere baditu. Edonola ere, aurkikuntza berriek antzinako euskarazko grafitoen multzo epigrafikoa berrikustera eta birpentsatzera behartzen gaituzte, aurreiritziak eta ikusiezinak alde batera utzita.

Luis Silgo Gauche

Arkeologoa eta epigrafista da, prestigio handiko ikerlea, batez ere iberieraren alorrean.

Traducción:

LOS NUEVOS DESCUBRIMIENTOS EN IRUÑA-VELEIA
Luis Silgo Gauche

El redescubrimiento de un gran grafito en la muralla de la ciudad romana de Iruña-Veleia, efectuado por Josetxo Mendia, en el marco de una visita guiada, en marzo de 2021 hace que se deba repensar los hallazgos de inscripciones en euskera antiguo efectuados en la ciudad y que fueron objeto de condena por parte del juzgado en 2020. En efecto, ninguna posibilidad cabe de que este grafito sea una falsificación, a la vez que autoriza, como en seguida vamos a ver, a los grafiti hallados anteriormente.

El grafito, de grandes dimensiones (unos 30 cm. de altura por 24 de anchura) consta de la figura de un crucificado, del que se representa la cruz y la cabeza, rodeado de rayos y abajo, la palabra ATA. Tanto la cruz y los rayos como la palabra están grabados profundamente.

Las consecuencias que se pueden sacar de este grafito son que existía una comunidad cristiana en Iruña-Veleia, que esa comunidad usaba la escritura, que esa escritura anotaba un euskera antiguo cuya temática era cristiana, que la expresión ATA y no el moderno aita o el aquitano ATTA representa una vinculación contemporánea con los grafiti hallados anteriormente y, no menos importante, que la misma palabra ATA pertenece al repertorio léxico de esos grafiti.

Pero hay un aspecto más que estudiar: la situación del grafito a escasos metros de la entrada principal de la ciudad, en lugar bien visible y las mismas dimensiones de la inscripción muestran que la inscripción fue hecha para ser leída, por todos cuantos entrasen y saliesen de Iruña-Veleia. Era, pues, no solamente un signo distintivo que indica que el euskera antiguo se hablaba en la ciudad sino que se escribía y se escribía para ser leído, de una manera habitual.

Interesados en el hallazgo, dos miembros de SOS Iruña-Veleia y el que esto escribe visitamos la zona el pasado otoño. La visita fue fructífera pues permitió localizar tres letreros más además de motivos iconográficos. Estos descubrimientos están en estudio y serán dados a conocer oportunamente, pero ya se puede adelantar que confirman lo dicho a propósito del primer grafito hallado.

Los descubrimientos en la muralla de Iruña-Veleia dan un contexto coherente a los grafiti anteriormente encontrados, a la vez que muestran que el cristianismo euskaldun de la ciudad no es un invento de los arqueólogos de Lurmen, lo cual, por cierto, también tiene repercusiones judiciales. En cualquier caso los nuevos hallazgos obligan a replantear y repensar, sin prejuicios ni apasionamientos, el conjunto epigráfico de los grafiti en euskera antiguo objeto de disputa.

Solidaridad con Eliseo Gil… la campaña continúa!

Elkartasun ekonomikoa Eliseo Gilekin, eskaera berria

Jakina denez, Eliseo Gil Zubillaga, Iruña-Veleiako aztarnategiko zuzendaria izandakoa, grafitoak faltsutzearen errudun jo zuen Gasteizko zigor-epaitegi batek 2020an. Bi urte eta hiru hilabeteko espetxe-zigorra ezarri zioten eta zenbait diru-zigor ere bai, 15.000 euro inguru denera. Zorionez ez du kartzelan sartu beharrik izan, kondenan bi “delitu” ezberdin sartzen zirelako. Epaia errekurrituta dago Konstituzio Auzitegiaren aurrean. Oraindik ez da erantzunik jaso, nahiz eta hiru urte igaro diren.

Bere garaian epai guztiz bidegabea izan zela esan genuen, epaiketan ez baitzen frogatu grafito bakar baten faltsutasuna, eta ondorioz are gutxiago Eliseo Gilen autoretza. Urte luze hauetan gaia hurbiletik jarraitu dugunok garbi ikusi dugu zer nolako bidegabekeria egin den gure kultura ondarearen  zein pertsona batzuen kontra. zeintzuen delitu bakarra aurkikuntza harrigarri bat egitea izan den. Bidegabekeria larriagotu egin da, beste auzipetuak, Rubén Cerdánek, bere burua insolbentetzat jo duelako eta Eliseo Gilek bere gain hartu behar izan duelako isun osoa.

Sentitzen dugu eskaera berriz egin behar izatea. 2021eko ekimenean 9.200 euro bildu ziren. Oraingoan gainerakoa bildu nahi dugu, 15.000 bete arte. Uste dugu Eliseok hori eta gehiago merezi duela. Horregatik guztiagatik, gaiarekin sentsibilizatuta dauden pertsona guztiei eskatzen diegu isun bidegabeak ordaintzen laguntzeko, eta bakoitzak egoki irizten dion kopurua honako kontu honetan sartzeko:

Laboral Kutxa: ES0330350056430561220095 (Unzalu-Fontaneda-ren izenean dago, titularren deiturak). Bilketaren bilakaeraren berri emango da sarri-sarri ondorengo blogetan: Ama Ata, Iruña-Veleia Martxan ,  Iruña-Veleia, gezurra ala egia, https://blogak.argia.eus/gontzal-fontaneda/

Milesker!

Eskariaren sinatzaileak: SOS Iruña-Veleia, Iruña-Veleia Martxan, Martin Ttipia

Gasteizen, 2023ko urtarrilaren 17an

 

Eliseo Gilen esker oneko hitzak

“Nire eskerrik bero eta sentituenak garai nahasi hauetan lagundu didaten pertsonei, laguntza ekonomiko desinteresatua barne, erakundeek dena  ukatu didaten bitartean. Laguntza honek kontsolatu egiten nau, nire penak arintzen ditu, eta indarra ematen dit itxaropenaren sugarrari eusteko eta nire errugabetasuna aldarrikatzen jarraitzeko.
Arkeologo kondenatua naizen arren, helegitea aurkeztu dut Auzitegi Konstituzionalean, eta nire esku dagoen guztia egingo dut neure burua aldarrikatzeko eta aurkikuntza handi haien egiazkotasuna defendatzeko «.

Situación actual de la campaña.

Nueva petición de solidaridad económica con Eliseo Gil

Como es sabido, Eliseo Gil Zubillaga, en su día director de la excavación arqueológica de Iruña-Veleia, fue declarado culpable de falsificación por un juzgado de lo penal de Vitoria-Gasteiz en 2020. Se le condenó a dos años y tres meses de prisión, y se le impusieron varias sanciones económicas que suman en total unos 15.000 euros. Por fortuna, no tuvo que ingresar en prisión, debido a que en la condena se incluían dos “delitos” diferentes. La sentencia fue recurrida ante el Tribunal Constitucional. Todavía no ha tenido lugar el fallo, a pesar de que han trascurrido casi tres años.

En su día consideramos que se trataba de una sentencia totalmente injusta, ya que durante el juicio no se demostró la falsedad de ninguno de los grafitos en cuestión, y por lo tanto menos aún la autoría por parte de Eliseo Gil. Quienes hemos seguido de cerca el asunto durante estos largos años hemos podido comprobar el infame atropello que han sufrido tanto nuestro patrimonio cultural como unas personas cuyo único “delito” fue realizar un hallazgo extraordinario. La injusticia se ha agravado al declararse insolvente el otro de los encausados, Rubén Cerdán, y al tener que asumir enteramente la multa Eliseo Gil.

Sentimos volver a reiterar la petición. En la iniciativa de 2021 se recogieron 9.200 euros. Esta vez aspiramos a recaudar el resto, hasta completar los 15.000. Creemos que Eliseo se merece eso y más. Por todo ello, apelamos a todas las personas sensibilizadas con el asunto a contribuir al pago de las injustas sanciones, ingresando la cantidad que cada cual considere oportuna, en la siguiente cuenta:

Laboral Kutxa: ES0330350056430561220095 (a nombre de Unzalu-Fontaneda, apellidos de los titulares). Se informará puntualmente de la evolución de la caja en los blogs Ama Ata, Iruña-Veleia Martxan, Iruña-Veleia, gezurra ala egia, https://blogak.argia.eus/gontzal-fontaneda/

¡Muchas gracias!

Firman la solicitud las entidades: SOS Iruña-Veleia, Iruña-Veleia Martxan, Martin Ttipia

Vitoria-Gasteiz, a 17 de enero de 2023

 

Palabras de agradecimiento de Eliseo Gil

“Mi más profundo y sincero agradecimiento para todas aquellas personas que no sólo me han dado una oportunidad que las instituciones me han denegado, sino que además me han prestado su desinteresada colaboración económica, a valorar especialmente en estos tiempos convulsos.

Esta ayuda me conforta, alivia mis penalidades y me da fuerza para seguir manteniendo la llama de la esperanza y seguir proclamando mi inocencia.

Aunque soy un arqueólogo condenado, he presentado recurso ante el Tribunal Constitucional y haré cuanto esté en mi mano para reivindicarme y defender la veracidad de aquellos notables hallazgos».

IRULEGIKO ESKUA (III): Continúan las aportaciones y el debate.

 Mano de Irulegi III: 

Interés desbordante en la gente e indefinición calculada en el «mundo académico oficial».


1.- Expectación en la gente: 

El hallazgo arqueológico, desde su presentación hace ya más de mes y medio, mantiene alto el interés de la vida cultural, social, e incluso a nivel comercial (con toda suerte de imitaciones, copias y reproducciones de la Mano en distinto formato).

Después de presentar el hallazgo a las gentes del propio valle de Aranguren (un bonito detalle de cortesía), el jueves, día 29 de diciembre, se exponía la Mano «al público en general» en el Planetario de Pamplona. Ya es conocida para todos la avalancha que provocó esta exposición: las entradas para la charla se agotaron la víspera en menos de una hora  y la gente aguantó estoicamente largas colas para poder entrar a la exposición. Dicen las crónicas que más de 6.000 personas esperamos pacientes para poder ver de cerca el objeto en una vitrina y, en el mejor de los casos, hacerse una foto junto a la Mano. Todas las previsiones quedaron cortas, el Planetario tuvo que ampliar horario de visita, habilitar más corredores, incluso «meter prisa» a la gente y, aún así, se vio obligado a forzar el cierre.

Expectación y expectativa,

interés y ganas,

curiosidad personal por ver la Mano 

y deseo colectivo de vernos en la Mano, de ser mínimamente reconocidos.

O eso me pareció percibir en las caras.

2.- Indefinición calculada en los académicos:

Ni en la charla «familiar» de Aranguren ni en la charla presentación del Planetario, que duró casi dos horas, los académicos no terminan de ver «euskera» en el texto de Irulegi; Javier Velaza y Joaquín Gorrochategui (sobre todo este último) utilizan una terminología «indefinida»: «el texto parece ser vascónico«, un término calculadamente impreciso, creo que buscando una «neutralidad» académica y política, «vascónico» (y que cada uno entienda si los vascones de Irulegi hablaban euskera o su lengua tenía nada que ver con el euskera actual).

El rótulo en euskera parece más definido: «baskoiera», pero en castellano no queda nada claro. Y digo yo: a la lengua que hablaran los vascones de Irulegi, escrito en esta lámina de bronce en forma de mano, en signario ibérico con alguna variación específica para fonemas en euskera….pregunto: ¿no es más ajustado académicamente denominar «lengua vasco-íbera«? Tal como «lengua celtíbera» se le llama académicamente a la lengua de los celtíberos, escrito también en signario ibérico específico. Lengua celtíbera, la lengua de los celtas de Iberia; celtíbero, y no celtónico ni céltico, ¿no? Pregunto.

Porque a nadie se le escapa que la manera de poner nombres a las cosas tiene connotaciones sociales, que el metalenguaje y la semántica, el significante y el significado son temas relevantes en sicología social.  Y ahí lo dejo.

3.- Luego está el tema de quién controla el tiempo. 

¿Por qué dicen que esto tardará entre 10 y 20 años para ser descifrado? ¿Qué ha de ocurrir en esos años? ¿O qué no ha de ocurrir?

La prisa no es buena consejera en ciencia o, dicho de otra manera: la ciencia necesita su tiempo.
Muy de acuerdo.
Pero tomarse su tiempo no significa mantener la investigación «requisada» diez o veinte años, en exclusiva,  en manos de unos pocos, vetando sine die el acceso a otros investigadores, que los hay. 
Esperemos que no caigan en la tentación, haciéndonos creer que solo unos pocos «teólogos» pueden interpretar correctamente «las escrituras». No estará de más recordar que los objetos arqueológicos, en este caso la Mano de Irulegi, son parte de nuestra memoria colectiva, de nuestra historia, es patrimonio de todos los ciudadanos. 
Y la ciencia esperemos que esté al servicio de ese patrimonio «común».

Los expertos dicen tener muchas dudas con el «SORIONEKU» de la primera línea del texto 
y ya del resto «no se entiende ni papa«.

Por lo tanto…

Y yo me pregunto (muy bajo, por si acaso):

¿Cuánto entendemos del bronce de «Botorrica I», contemporáneo al de Irulegi? 

Pues ni papa pero todo el mundo ve señales suficientes para calificarlo como uno de los mejores ejemplos en «lengua celtíbera», sic, sin eufemismos.

La mano de Irulegi: ¿una felicitación “navideña”? Propuesta de interpretación a la luz de los grafitos de Iruña-Veleia y de las inscripciones aquitanas y de las Tierras Altas de Soria

Desde el anuncio público, el 14 de noviembre pasado, del hallazgo en Irulegi (Navarra) de una inscripción en un objeto de bronce con forma de mano (Fig. 1), datado en el primer tercio del siglo I a.C., supuestamente en lengua “vascónica”, tal como la denominaron los filólogos Joaquín Gorrochategui y Javier Velaza [1], se han sucedido numerosas interpretaciones del significado del texto [2]. Y es que el mutismo total de dichos profesores sobre la interpretación del texto que sigue a la palabra inicial, sorioneku (traducida como el vasco zorioneko“afortunado”), ha dado pie a todo tipo de hipótesis, entre ellas la de que su lengua no tiene relación con el euskera [3]. Puesto que muchos se han atrevido a formular sus hipótesis de interpretación, ninguna de las cuales me convence, yo también me atreveré a presentar la mía, que no sé si será acertada o disparatada, pero que intentaré argumentar y documentar con el máximo detalle y que espero que al menos aporte ideas y contribuya al debate.

Fig. 1. Mano de Irulegi y transcripción de su texto.

 

Una de las diferencias entre mi propuesta y las anteriores es que parto de la idea de que los grafitos hallados por Eliseo Gil y sus colaboradores en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia (Álava), algunos de ellos escritos en lengua vasca, son de la misma época que indica la datación estratigráfica de las piezas, es decir, que son, más allá de una duda razonable, genuinamente de época romana, tal como he expuesto y argumentado en diversas ocasiones [4,5]. También parto de la idea de que la estela denominada “Villartoso 2”, hallada en las Tierras Altas de Soria, está inscrita parcialmente en una lengua muy próxima al euskera (aunque tal idea no se menciona expresamente en el artículo en el que fue descrita [6]), por sus paralelos evidentes con algunos grafitos de Iruña-Veleia, con algunas inscripciones aquitanas y con otras inscripciones halladas en la misma zona de Soria que contienen antropónimos indudablemente euskéricos [7].

La primera palabra del texto, que ocupa la primera línea junto con un signo de interpunción consistente en tres puntos dispuestos verticalmente, se ha leído como sorioneku [1]. Pero podría leerse también como sorionegu, ya que el signario ibérico nororiental no dual, utilizado en el texto, no distingue la sorda k de la sonora g [8]. Supongo que la elección de la lectura sorioneku deriva de su parecido con el vasco zorioneko“afortunado”. Algunos, ante la posible lectura sorionegu han sugerido su traducción como zorionegu(n) “día de felicidad” o “feliz día”. Es cierto que egunpuede perder la –n final en palabras compuestas, como eguraldi, eguerdi, eguazten, egubakoitz, eguzari, etc., pero esto ocurre cuando va en posición inicial de la palabra compuesta, lo que no es el caso en zorionegu. Otra posible interpretación (que no me consta que se haya propuesto previamente) sería zorio(n) negu “invierno de felicidad”, que también podría traducirse como “feliz invierno”, y que en la Antigüedad podría haberse pronunciado zorio(n) neku(al igual que en las inscripciones aquitanas se escribe cison y corri, correspondientes a los actuales gizon y gorri [9]). Aunque “feliz invierno” en euskera moderno se diría negu zoriontsu, es posible que en la Antigüedad la gramática fuera más simple y no hubiera una distinción tan clara entre sustantivos y adjetivos como en la actualidad, pudiendo significar zorion tanto “felicidad” como “feliz”. Construcciones similares las vemos en el griego bíblico, donde, por ejemplo, se dice (en traducción literal castellana) “Padre de las misericordias” (2 Cor 1,3), “mayordomo de iniquidad” (Lc 16,8) o “juez de iniquidad” (Lc 18,6), semitismos que significan “Padre misericordioso”, “mayordomo inicuo” y “juez inicuo”, pues en hebreo un sustantivo puede adquirir la función de adjetivo por simple aposición al sustantivo al que califica. Se podría objetar que si el significado fuera zorion negu, deberíamos esperar una doble n: zorionnegu. Pero la simplificación de consonantes dobles es frecuente en la evolución de diferentes lenguas, como en las palabras castellanas inocente (<innocentem) o inocuo (<innocuum), en la vasca egunabar («crepúsculo de la mañana», de egun-nabar, lit. «día gris») y quizá en la vasca ume (“niño”), que en la inscripción de Lerga (Navarra) se escribe umme(documentada como Ombe- en Aquitania) [9].

Joaquín Gorrochategui expresó su extrañeza por el supuesto sufijo –ku de sorioneku [1], supongo que será porque no hay constancia alguna de tal sufijo en ningún dialecto vasco ni en la literatura en lengua vasca, donde solo se ha documentado –ko, y porque zorioneko solo está documentado desde el siglo XVIII, según he leído [10]. La lectura zorion negu, en cambio, no implicaría ninguna evolución lingüística inusual, lo que la hace más plausible.

¿Qué sentido tendría un “feliz invierno” en la mano de Irulegi? Su sentido podría entenderse mejor por la interpretación del texto que viene después, que explicaré a continuación. Pero en este punto comentaré que en muchas culturas, como entre los vikingos [11] y algunas etnias nativas americanas [12], los años se cuentan por inviernos. También se utiliza este sistema de contaje de años en el poema anglosajón Beowulf (siglo VIII d.C.), en el que, por ejemplo, la expresión “50 inviernos” significa “50 años” [13]. Incluso entre los romanos se utilizó este sistema, pues en latín existe la expresión bimus «dos años», que proviene de bis-hiems «dos inviernos» [14]. También se utiliza en Asia oriental, pues una noticia reciente [15] da cuenta de que en Corea del Sur se acaba de abolir legalmente el sistema tradicional, de origen chino [16], de contar la edad de una persona mediante el cual se añade un año cada 1 de enero. Por lo tanto, en bastantes contextos culturales invierno equivale a año, por lo que “feliz invierno” podría significar “feliz año nuevo”. Otra posible interpretación deriva de la expresión negu muga (muga = lindero, término) documentada con el significado de “solsticio de invierno” [17], que permitiría conjeturar que zorionegu fuera un expresión abreviada de “zorion negu muga” (“feliz solsticio de invierno”), análoga a las expresiones coloquiales del tipo “felices fiestas” (donde omitimos a qué fiestas nos referimos, porque se sobrentiende) o “feliz año” (por “feliz año nuevo”).

Para la lectura del resto del texto es necesario saber qué sonido representa el signo T de la 3ª línea, el cual es ajeno a los signarios ibéricos. Lo más lógico es pensar que, si el texto está en una lengua relacionada con el euskera, T represente un fonema existente en esta lengua pero inexistente en las hablas ibéricas. La utilización del signo T está documentada en leyendas monetales vasconas de Navarra en las palabras uTanbaate y oTtikes, que Eduardo Orduña Aznar interpreta como los nombres de las actuales localidades navarras de Ulzama (documentada en época medieval como Utzamao Utçama, presunta adaptación vasca del topónimo celta Uxama, al que en las monedas vasconas se habría añadido atecon el significado de puerto de montaña) y Ostiz, proponiendo que en dichas leyendas T representa una africada dental ts o tz y que deriva del tau gallicum, de origen griego, que en la epigrafía galo-griega y galo-latina representaba la africada ts [18]. Por lo tanto, siguiendo a Orduña, leeré la T de la mano de Irulegi como tz o ts.

La lectura de la mano de Irulegi también obliga a delimitar las palabras. Y algunos límites están claros: encima del final de la 2ª línea se coloca una N, que indica que se puso ahí por falta de espacio en la línea y que por lo tanto señalaría el final de la palabra. Algo parecido se puede decir del final de la tercera línea, donde se ven signos apelotonados, más estrechos y menos separados que los que van a la izquierda, lo que parece indicar que se dispusieron de este modo para que todos los signos de la última palabra estuvieran en la misma línea. En la tercera línea, entre tany ese se ha propuesto que los 6 puntos dispuestos verticalmente corresponden a un signo de interpunción. Otros, en cambio, sugieren que puede ser una línea vertical, que en el signario ibérico corresponde a la sílaba ba [19]. No puedo asegurar cuál de las dos interpretaciones es correcta, pero yo seguiré la de quienes han examinado personalmente la mano, que favorecen su lectura como signo de interpunción. En el resto del texto, la separación de las palabras no es clara. Pero nos puede ayudar saber que el euskera es una lengua sufijadora, en la que los sufijos indican la función de cada palabra en la frase. De manera que si identificamos los sufijos, sabremos dónde acaban las palabras. Y en esta tarea nos pueden ayudar los textos euskéricos de Iruña-Veleia y de las Tierras Altas de Soria. En la 2ª línea de la mano de Irulegi hay un ke (en deneke o teneke), que recuerda a los -CE de HAVRCE (o LAVRCE) e ISIILAVACE con los que comienza el texto de la estela “Villartoso 2” de las Tierras Altas de Soria (Fig. 2) [20]. Planteo la posibilidad de que estos –CE sean sufijos que indican la persona a quien se dedica la inscripción [en el caso de iselavace, puede tratarse de un término de parentesco, con un claro paralelo en LABA (pieza 15917), probable vocablo ancestral del actual alaba “hija”, de un grafito de Iruña-Veleia]. En las líneas 2ª y 3ª hay sendos ir, que coinciden con el sufijo –ir de ZVTIR de otro grafito de Iruña-Veleia (pieza número 15924) (Fig. 3). En la 3ª línea hay un tan (o dan), que coincide con el -TAN de dos ZVTAN de Iruña-Veleia (piezas 13364 y 13371) y con el inesivo indefinido –tan, que se usa sobre todo en los dialectos septentrionales del euskera [21]. Pero como tan/dan va precedido por un sufijo –iry por razones que explicaré más adelante no consideraré tan/dan como sufijo, sino como vocablo por sí mismo. Finalmente, en la 3ª línea se puede leer ese, que recuerda al vasco etxe (“casa”) y que puede ser la forma ancestral de este último vocablo, de acuerdo con la etimología propuesta para los topónimos navarros y aragoneses Javier, Javierre y Egea, que algunos prominentes filólogos sugieren que provienen de un hipotético eša o eše [22]. Si esefuera casa, es lógico pensar que la –aque sigue sea una partícula gramatical añadida. Una posibilidad es que fuera el artículo definido vasco –a. Pero dudo que lo sea, ya que en Iruña-Veleia no se usa de forma sistemática, lo que podría sugerir que en época romana tardía estaría en proceso de incorporación a la lengua vasca. Otra posibilidad, que es la que favorezco, es que se trate de un sufijo adlativo, que actualmente suele ser –ra, pero que en algunos casos, como en los nombres propios que terminan en consonante, puede ser –a: Gasteiza, Iruna, Eibarra “a Gasteiz, a Irún, a Eibar” [23]. La r del sufijo –ra sería una epéntesis añadida para distinguirla del artículo –a, que se habría introducido posteriormente en la lengua vasca.

 

Fig. 2. Estela Villartoso 2 de las Tierras Altas de Soria.

 

Fig. 3. Pieza 15924 de Iruña-Veleia. HAIIIƧ ZVTIR VOLA.

 

Teniendo en cuenta estas consideraciones, mi lectura del texto de la mano de Irulegi es la siguiente:

sorionegu (o sorioneku)

teneke beekir ateren

otzir tan esea kari

eraukon

Debo comentar que las t y k también podrían leerse como dy g, y viceversa. Y que no hago una diferenciación estricta entre los signos ibéricos que representan las vibrantes débil y fuerte, transcritos como r y ŕ, porque su equivalencia en el euskera moderno no es segura [8] y porque en Iruña-Veleia no se hace una distinción clara entre r y rr, pues se escribe araina (16635) y (en un grafito con la lista de colores (13397)) gori, donde se esperaría, de acuerdo con el euskera moderno, arraina y gorri; de forma similar, en las inscripciones aquitanas tenemos el teónimo Herauscorritsehe (siendo corriprobable equivalente del gorriactual), pero Baicoriso y Buaicorixe [9]; y en el euskera moderno también hay ejemplos en esta línea, como urtarril (“enero”, de urte-berri-hil, “mes del año nuevo”) que tiene las variantes urtaril y urteril [24]. Todo lo cual indica que r doble y r simple pueden intercambiarse y que la distinción en la representación gráfica de ambos fonemas no era estricta en la Antigüedad.

Voy a intentar interpretar el significado de cada una de las palabras de este texto. La interpretación de sorionegu ya la he explicado. Teneke podría ser denek, con el significado de “todos” (actual denak o denok, que incorporan los artículos –ak, –ok, que no existirían en el siglo I a.C.) más el sufijo –ke, que también vemos en la estela Villartoso 2 de las Tierras Altas de Soria (Fig. 2) [7], y que podría indicar dedicatoria o alocución (a quién se dedica o se dirige el saludo inicial): “a todos”. Mantengo la t de tenekeporque en Iruña-Veleia se escribe tu por el actual ditut (“…XI urte tu…” (15920), “…tengo 11 años…”) y ta por el actual da (“aien X Iesus ta” (13364), “la vid Cristo Jesús es” [25]; “neure ama roman ilta (= hil da)…” (15910), “mi madre murió en Roma…”) [20].

Beekir podría desglosarse en be(h)e-eki-ir. Behe significa “bajo”, como en Behe Nafarroa “Baja Navarra” o Beterri, “Pueblo Bajo” (en contraposición con Goierri, “Pueblo Alto” [26]) y eki en el dialecto salacenco significa “sol”, ekhi en bajonavarro y suletino [17,24,27], con lo que beeki podría traducirse como “sol bajo”. En cuanto al sufijo –ir aparece en un grafito de Iruña-Veleia con el texto “ZVTIR HAIIIƧ VOLA» (15924) (Fig. 3). La Ƨ (S invertida) la interpreto como probable representación del fonema fricativo vasco z y para VOLA no se me ocurre otra interpretación que no sea la forma verbal latina vola(t), que va en línea con el uso de palabra latinas en textos vascos de Iruña-Veleia, como cor o polita [28], y en el texto celtibérico del bronce de Novallas, donde aparece la palabra PVBLICO [29]. En cuanto a zutir tiene un paralelo en dos zutande dos grafitos de Iruña-Veleia en el texto “geure ata zutan” (13363, 13371), que parece ser el inicio del Padrenuestro (“Padre nuestro en los cielos”), de donde se puede deducir que zut significa “cielo” o “alturas” (quizá sea la raíz de la que deriva el actual zutik, que significa “de pie” en posición erguida, que implica verticalidad y por lo tanto una posición con la cabeza en lo alto). Si zut significa “las alturas” o “lo alto”, la frase “zutir haiez volat” podría significar “desde, hacia o cuando está en las alturas (zut-ir) con ellas/ellos (haie-z = haiek con el sufijo –z instrumental) vuela”. El sufijo –ir no existe en el vasco actual, pero podría haber quedado un resto del mismo en la forma dialectal zutirik (con el mismo significado de zutik). Si beeki significa “sol bajo”, considerando los posibles significados de –ir que he mencionado, me parece más lógica la traducción de beekircomo “cuando el sol está bajo”, en referencia al solsticio de invierno, que es cuando el sol está en su punto más bajo sobre el horizonte, lo cual es consistente con la traducción propuesta del saludo inicial “feliz invierno” o “feliz solsticio de invierno”.

La siguiente palabra es ateren, donde –ren sería la terminación de genitivo. Ate en vasco actualmente significa puerta, pero es probable que antiguamente significara también “fuera”, siendo kanpo un neologismo de origen latino (derivado de campus) [18,30], comentando Hector Iglesias que en vasco moderno las expresiones etxetik at / etxeaz at significan «fuera de casa» [30]. Por lo tanto, ateren puede significar tanto “de la puerta” como “de fuera”. Aunque en euskera existen dos genitivos, uno llamado “locativo”, –ko, y otro “posesivo”, -aren/-en, su distinción no está del todo clara, variando su uso entre diferentes dialectos y habiéndose hecho traducciones alternativas del mismo genitivo latino de la Biblia en –ko o –ren [21]. Por otra parte, se ha propuesto que el genitivo posesivo originalmente fuera –re, en base a la terminación de los posesivos nere y neure. Pero esto solo es una hipótesis. Aunque estaría apoyado por “Atare izan” (“el nombre del padre”) de Iruña-Veleia (13362), este es un testimonio único, del que no se pueden sacar conclusiones definitivas, considerando que en Iruña-Veleia hay dos ZVTAN y un ZVTA (15656), aparentemente con el mismo significado.

La siguiente palabra es otzir/otsir, que podríamos interpretar como hotz (frío) más el sufijo –ir, que, en consonancia con la interpretación de beekir, podríamos traducir, junto con el ateren previo, como “cuando el frío de afuera”. Pero también se puede interpretar como hots “ruido o golpe”, que junto con ateren se podría traducir como “golpe de la puerta”. A continuación tenemos tano dan, que puede ser el sufijo de inesivo indeterminado –tan [21], pero como va precedido de un sufijo –ir, con posible similar significado, se podría considerar como vocablo por sí mismo. Rudolf de Rijk propuso que danera la palabra original en euskera para decir “ahora”, antes de que fuera desplazado por orain, de etimología latina [31]. Y en la frase que estamos analizando podría tener sentido: “ahora, cuando el sol está bajo, cuando hace frío fuera”. Curiosamente, la expresión “dan dan hots” significa el ruido producido al llamar a la puerta [24], aunque en este caso dandan es una onomatopeya de un golpe repetido y su coincidencia con el tan/dan de la mano de Irulegi podría ser casual.

Siguiendo con lectura del texto, esea, como he explicado antes, podría traducirse como “a casa”. Y karri podría corresponder al actual verbo ekarri “traer”. También se ha propuesto la lectura eseagarri, con la terminación –garri análoga a la de otros vocablos vascos como ikusgarri, maitegarri, negargarri, pozgarri, oroigarri, etc., significando, –garri “digno de”, “que causa o produce” o “que sirve para”, con lo que se podría traducir eseagarri como “hogareño” o “acogedor”. Pero si fuera así, se esperaría esegarri.

La última palabra es eraukon. Las analogías euskéricas más próximas que he encontrado son herauts“verraco” [24] y el teónimo aquitano Herauscorritsehe [9]. Es posible que este teónimo provenga de herauts (que aunque el Diccionario General Vasco lo traduce como verraco, quizá también podría significar jabalí, como ocurre con el inglés boar), lo que estaría apoyado por la existencia de una divinidad celta llamada Moccus [32], que era un dios-cerdo o dios-jabalí (moccos en lengua gala significa cerdo o jabalí), pudiendo corrihacer referencia al color pardo-rojizo de los jabatos o tener un valor simbólico (al igual que el dios Marte se asociaba con el color rojo). Aunque en el caso de (h)eraukon faltaría una ts o sesperable entre la u y la k, si es que derivase de herauts, esta ausencia no me preocupa mucho, ya que podría ser debida a una variante dialectal o a un error ortográfico. También a “jabato” le falta la l de “jabalí” y en Iruña-Veleia, en un grafito con la lista de colores (13397), está escrito beta por beltza(“negro”).

Basándome en estas analogías, propongo tres posibilidades de interpretación de (h)eraukon: (1) que se trate de un antropónimo análogo a otros antropónimos aquitanos o de las Tierras Altas de Soria [9] que terminan en –con o –co (en algunos casos de Aquitania con la terminación latinizante –is): Attaconis, Borroconis, Halsconis, Andreconis, Belexconis, Porconis, Taurico, Sesenco, Belƨcon (probablemente Beltzkon), etc., de los cuales algunos derivan de nombres, vascos o latinos, de animales (bele, porcus, taurus, zezen); (2) que se refiera a un cochinillo o jabalí, cuya consumición en fechas navideñas es tradicional, al menos desde la Edad Media, en algunos países europeos [33]; (3) que signifique “buena suerte”, de forma análoga a la expresión alemana “schwein haben” (“tener cerdo”), que significa “tener buena suerte” [34], y tiene su equivalente en noruego, sueco, danés e islandés (heldigriss, tur gris, heldig gris y heppin vin, respectivamente, todas las cuales significan “cerdo de la suerte” [35]). La asociación del cerdo con la buena suerte en países del centro y norte de Europa se refleja en la costumbre tradicional de regalar mazapanes en forma de cerditos el día de año nuevo como expresión del deseo de buena suerte [34]. Se sabe de la existencia de esta asociación al menos desde la Edad Media, pero la creencia en el poder apotropaico del cerdo o el jabalí probablemente tiene raíces más antiguas, pues el historiador romano Tácito escribió que los germanos llevaban con ellos “formae aprorum” (imágenes de jabalíes) como talismanes protectores en la batalla y hay evidencias literarias y arqueológicas (cascos con efigies de jabalí como crestas (Fig. 4)) de la Alta Edad Media indicando que el jabalí era considerado símbolo protector en la batalla [34].

 

Fig. 4. Cascos del siglo VII d.C. con efigies de jabalíes como crestas, de Torslunda (Suecia) (izda.) y Wollaston (Inglaterra) (dcha.).

 

En este blog y en Zuzeu, Josu Lavin ha propuesto que eraukonpodría ser una forma verbal dialectal equivalente a la estándar zion o zitzaion [36]. Pero queda por explicar quién es el sujeto, quién el complemento indirecto y, en el caso de zion, qué es el complemento directo del verbo (o, en otras palabras, quién trajo qué a quién). Se lo he preguntado a Josu Lavin, pero no me ha contestado, y mientras no tenga una respuesta, no puedo tomarme esta propuesta en serio.

En consecuencia, de acuerdo con las posibles interpretaciones que he considerado, la última frase del texto de la mano de Irulegi podría traducirse como (1) “trae a casa a Heraukon”, expresando el deseo y petición al año nuevo de que alguien con ese nombre (que podría significar “Jabato”, nombre que, curiosamente, es el de un personaje de comic, de etnia íbera, cuya acción se desarrolla en la Hispania del siglo I a.C. [37,38], y que coloquialmente se asocia con la valentía y el arrojo – “peleó como un jabato”), que quizá llevara mucho tiempo en tierras lejanas (se podría especular con que fuera un soldado que luchaba en las guerras sertorianas) vuelva a casa; (2) “trae a casa un cochinillo”, expresando la petición de que quien entre por la puerta o el señor a quien sirve el dueño de la casa le ofrezca un cochinillo como regalo de las fiestas del solsticio de invierno, siguiendo una costumbre que se remonta al menos a la Edad Media [39], con paralelos en la Antigüedad romana, cuando en las Saturnales (celebradas del 16 a 23 de diciembre) se intercambiaban regalos y se expresaban buenos deseos para el nuevo año [40], y que continúa en la actualidad en forma de regalos de cestas, aguinaldos y pagas extraordinarias de Navidad; o (3) “trae buena suerte a casa”, petición que se haría al año nuevo. Yo favorezco la tercera, porque es más genérica, pudiendo formar parte de una fórmula estereotipada que podría copiar un orfebre en objetos producidos “en serie” en su taller.

Por lo tanto, en base a las consideraciones que he expuesto, una lectura tentativa del texto de la mano de Irulegi sería, en una traducción literal:

“Feliz (solsticio de) invierno a todos. Cuando el sol está bajo, cuando afuera hace frío, ahora, a casa trae un cerdito.”

Y en un español más comprensible:

“Feliz año nuevo (o solsticio de invierno) a todos. Ahora que el sol está bajo y hace frío afuera, trae buena suerte a casa.”

Aunque no puedo descartar que en lugar de “hace frío afuera” el significado sea “llaman a la puerta” y en vez de “trae buena suerte” sea “trae un cochinillo” o “trae a Heraukon”.

En cuanto a la mano, podría simbolizar un saludo o una petición o ruego, pues la mano se utiliza para saludar, pedir y rezar.

Puede tener interés para la hipótesis que propongo y el título del post que en la Antigüedad romana, entre los regalos que se intercambiaban en los Saturnalia, llamados strenae, existían una especie de “tarjetas navideñas”, en forma de objetos, como medallones o lucernas, con textos inscritos con expresiones de buenos deseos para el nuevo año [41].

Joseba Abaitúa, en su blog Trifinium [3], trae esta cita de Michelena, de 1961: “si dispusiéramos de documentos escritos en vasco prehistórico del siglo primero antes de nuestra era – o en alguna lengua emparentada con él –, cuesta admitir que no fuéramos capaces de penetrar el sentido general de textos sencillos […] y de reconocer bastantes de sus componentes”. Yo creo que, en base a lo que he expuesto arriba, sí se pueden reconocer bastantes de los componentes y entender el sentido general del texto de la mano de Irulegi. Pero si alguien no fuera capaz de hacerlo, ello no implicaría necesariamente que la lengua no fuera euskérica, si hacemos caso de esta otra cita de Michelena, de 1977: “… uno de nosotros aun siendo lingüista, estaría con toda seguridad muy lejos de poder traducir de corrido un texto vasco, aunque le demos este calificativo, de hace 2.000 años”, y cita el siguiente ejemplo: “¿Qué pasaría con bastantes de los mismos Refranes y Sentencias de 1596 si no llevaran versión romance? Baste como muestra el 233: Yquedac ta diqueada [Urquijo, 1967: 51, § 233]; lo único que entendemos es ta” [29].

Zorionegu deneke!

 

Referencias

1. Noticias de Navarra. «Hasta el momento no teníamos textos en lengua vascónica absolutamente aceptados». 14/11/2022. https://www.noticiasdenavarra.com/sociedad/2022/11/14/mano-irulegi-pieza-extraordianriamente-excecpcional-6228863.html 

2. Se muestra un listado en el blog Trifinium https://trifinium.tophistoria.com/un-texto-paleohispanico/

3. Abaitua, Joseba. Un texto paleohispánico. Trifinium. https://trifinium.tophistoria.com/un-texto-paleohispanico/

4. Thomson, Miguel. Por qué creo que los grafitos de Iruña-Veleia son auténticos más allá de una duda razonable. Ama Ata. 26/08/2016. https://www.amaata.com/2016/08/por-que-creo-que-los-grafitos-de-iruna-veleia-son-autenticos-mas-alla-de-una-duda-razonable.html 

5. Thomson, Miguel. Siete hallazgos que reproducen los grafitos cuestionados de Iruña-Veleia. Ama Ata. 13/12/2020. https://www.amaata.com/2020/12/siete-hallazgos-que-reproducen-los-grafitos-cuestionados-de-iruna-veleia.html 

6. Alfaro Peña, Eduardo; Gómez-Pantoja, Joaquín. Entre íberos, celtíberos y vascones. Inscripciones inéditas y revisadas de Tierras Altas de Soria. Veleia, 35: 165-182. (2021). https://ojs.ehu.eus/index.php/Veleia/article/view/22079  

7. Van den Driessche, Koenraad. Indicaciones para la lectura de la estela de Villartoso II (Tierras Altas Soria) – ?AVRCE. Ama Ata. 7/6/2021. https://www.amaata.com/2021/06/indicaciones-para-la-lectura-de-la-estela-de-villartoso-ii-tierras-altas-soria-avrce.html

8. Wikipedia. Signario ibérico. https://es.wikipedia.org/wiki/Signario_ib%C3%A9rico

9. Orduña Aznar, Eduardo. Base de datos de inscripciones aquitanas. http://eorduna.awardspace.info/aquitano/inscripcion.php?id_insc=1

10. Comentario de Mikel en Trifinium. https://trifinium.tophistoria.com/lo-siento-pero-ese-texto-no-esta-en-euskera/

11. The Vikings of Bjornstad. The Viking Calendar http://www.vikingsofbjornstad.com/Viking_Calendar.shtm#:~:text=The%20Viking%20calendar%20reflected%20the,he%20or%20she%20had%20lived.

12. Wikipedia. Winter count. https://en.wikipedia.org/wiki/Winter_count 

13. Liuzza, Roy. The Sense of Time in Anglo-Saxon England. https://www.medievalists.net/2015/09/the-sense-of-time-in-anglo-saxon-england/

14. Lewis, Charlton T. A Latin Dictionary. http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:1999.04.0059

15. El País. Todos los surcoreanos serán uno o dos años más jóvenes por ley a partir de 2023. https://elpais.com/sociedad/2022-12-15/todos-los-surcoreanos-seran-uno-o-dos-anos-mas-jovenes-por-ley-a-partir-de-2023.html

16. Wikipedia. Cálculo de la edad en Asia Oriental.  https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1lculo_de_la_edad_en_Asia_Oriental

17. Agud, Manuel; Tovar, Antonio. Diccionario etimológico vasco. Revista Internacional de los Estudios Vascos. RIEV, 36, 2. 1991. https://www.eusko-ikaskuntza.eus/es/riev/a-tovar-m-agud-diccionario-etimologico-vasco/rart-13013/

18. Orduña Aznar, Eduardo. El signo T de las leyendas monetales vasconas. Palaeohispanica 18 (2018), pp. 137-149. https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/37/26/06ordu%C3%B1aaznar.pdf

19. González Muñoz, José Luis. Algunas cuestiones sobre la mano de Irulegi. 8/12/2022. https://storage.ning.com/topology/rest/1.0/file/get/10907809065?profile=original

20. Van den Driessche, Koenraad; Filloy, Idoia; Gil, Eliseo. Ostracabase. http://sos-veleia1.wikidot.com/arqueologia:arqueologia

21. de Rijk, Rudolf P. G. Standard Basque: a progressive grammar. The MIT Press. 2008.

22. Verd Conradi, Gabriel Mª. El topónimo y la lengua del castillo de Javier. Príncipe de Viana. Año LXXIV, Núm 257. 2013. file:///C:/Users/Usuario/Downloads/Dialnet-ElToponimoYLaLenguaDelCastilloDeJavier-4378924%20(5).pdf

23. Zubiri, Ilari. Gramática didáctica del euskera (3ª ed.). Didaktiker. 2000.

24. Diccionario General Vasco/ Orotariko Euskal Hiztegia. https://www.euskaltzaindia.eus/index.php?option=com_oehberria&task=bilaketa&Itemid=413&lang=eu-ES

25. Thomson, Miguel. Aien X Iesus ta: Cristo y la vid en un grafito vasco de Iruña-Veleia. Ama Ata. 7/2/2016. https://www.amaata.com/2016/02/aien-x-iesus-ta-cristo-y-la-vid-en-un-grafito-vasco-de-iruna-veleia.html

26. Wikipedia. Goyerri. https://es.wikipedia.org/wiki/Goyerri  

27. Trask, R. L. Etymological Dictionary of Basque. University of Sussex. 2008. https://www.academia.edu/2154989/Etymological_Dictionary_of_Basque_by_R_L_Trask_edited_for_web_publication_by_Max_W_Wheeler

28. Thomson, Miguel. Polita: ¿puede una palabra latina ser prueba de falsedad de una inscripción atribuida a época romana? Ama Ata. 15/5/2013. https://www.amaata.com/2013/05/polita-puede-una-palabra-latina-ser-prueba-de-falsedad-de-una-inscripcion-atribuida-a-epoca-romana.html 

29. Thomson, Miguel. El bronce de Novallas: paralelos con los grafitos de Iruña-Veleia. Ama Ata. 19/10/2014. https://www.amaata.com/2014/10/el-bronce-de-novallas-paralelos-con-los-grafitos-de-iruna-veleia.html 

30. Iglesias, Hector. Observations concernant les récentes critiques et omissions de Joseba Lakarra à propos des recherches d’Hector Iglesias sur la problématique “basco-ibérique” suivies d’une hypothèse inédite concernant l’inscription de Liria (version révisée et actualisée). Arse. Boletín Anual del Centro Arqueológico Saguntino, 2008, n° 42, pp.35-104. https://artxiker.ccsd.cnrs.fr/file/index/docid/351640/filename/Arse_OBSERVATIONS_senspace.pdf

31. de Rijk, Rudolf P. G. “Nunc» Vasconice. Anuario del Seminario de Filología Vasca Julio de Urquijo: International Journal of Basque Linguistics and Philology, Vol. 26, Nº. 3, 1992, págs. 695-724. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2778032

32. Wikipedia. Moccus. https://en.wikipedia.org/wiki/Moccus 

33.  The Conversation. What would you have eaten for Christmas in medieval times? 16/12/2014. https://theconversation.com/what-would-you-have-eaten-for-christmas-in-medieval-times-35234

34. Porck, Thijs. Lucky pigs and protective boars: The medieval origins of the Glücksschwein. Leiden medievalist blog. 13/10/2017. https://www.leidenmedievalistsblog.nl/articles/lucky-pigs-and-protective-boars-the-medieval-origins-of-the-gluecksschwein 

35. Pigs as a lucky symbol. https://goodlucksymbols.com/pigs/

36. Lavin, Josu. Eraukon. Zuzeu. 17/12/2022. https://zuzeu.eus/euskara/eraukon/

37. Cultura educativa. Nuestros dichos: Estar como un jabato / Estar hecho un jabato / Ser un jabato. https://natureduca.com/cultureduca/dichos_e_estarcomounjabato01.php

38. Wikipedia. El Jabato. https://es.wikipedia.org/wiki/El_Jabato

39. Cartwright, Mark. Una navidad medieval. World History Encyclopedia. 1/12/2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1288/una-navidad-medieval/

40. Wikipedia. Saturnales. https://es.wikipedia.org/wiki/Saturnales

41. Annun Novum Faustum Felicem Tibi. http://hortushesperidum.blogspot.com/2013/12/annum-novum-faustum-felicem-tibi.html?m=1