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Marcas de raíces de plantas en Iruña Veleia: evidencias sencillas de antigüedad

Cuando huesos, pero aparentemente también ceramicas en algunas raros casos, se encuentran durante un largo plazo tiempo en el suelo en la zona de raíces, estas últimas pueden buscar en ellos humedad y minerales. Se ha efectivamente demostrado que las puntas raíces pueden crecer en la direcciones por donde ‘huelen’ el agua. Este proceso es conocido como hidrotropismo.

Por la acción de diferentes tipos de ácidos que son aportados por las raíces estos generan una erosión química en la superficie de huesos conocida como marcas de raíces. En algunos casos se han equivocadamente tomada estas marcas de raíces como dibujos paleoliticos, por ej. en el caso del yacimiento Shiyu, en China (R. Bednarik 2002, ver figura 1).

Fig. 1. Fragmento de hueso con supuestos grabados, que en realidad son marcadores de raices naturales, del yacimiento Shiyu, en China, c. 33,000 años BP.
Fuente: Bednarik 2002, Fakes and misidentifications

Fig. 2. Otro ejemplo de marcas de raíces en un hueso humanos, tal como esta utilizado en p. ej.
investigaciones forenses para estudiar el historial de un hueso (tafonomía). Este indicador demuestra que
un hueso ha sido enterrado o ha estado en contacto con el suelo.
«

«In this close-up shot, you can see the erosion and discoloration caused by roots. Root etching
is evidence that human remains were buried, or otherwise in contact with the ground.
(https://quizlet.com/12543528/taphonomy-flash-cards/)

La presencia de marcas de raíces (root marks, root eching en inglés) es muy común en las superficies de huesos arqueológicos, y también tiene sus aplicaciones en las ciencias forenses como indicador de que un cadáver ha estado enterrado durante un lapso de tiempo relevante. P.ej.

«Plant action can be extremely damaging to bone. Plant roots often adhere to bone surfaces and leave leave behind root etching – small groves formed on bone surfaces, where root acid has eaten away at the surface. (…) Plant roots also often infiltrate interior spaces of bones. These spaces (especially cancellous bone) can act as a moisture reservoir in soil and may be infiltrated preferentially by plant roots to obtain pooled water and dissolved minerals.» (Hard Evidence: Case Studies in Forensic Anthropology,ed. D. Wolfe Steadman)

En Iruña Veleia las encontramos en la mayoría de los huesos del sector 5 con inscripciones. En si demuestran que los huesos son antiguas y han estado enterrados no muy lejos de la superficie, pero cuando hay una interacción con las líneas de los grafitos es cuando son realmente muy importantes. La estratigrafía de dichas marcas de raíces puede dirimir el estatus de las inscripciones. Visto que los surcos de los grabados forman pequeñas entradas dentro del hueso, los raíces tienen una ventaja de utilizar los surcos por sus fines, y efectivamente encontramos indudables interacciones entre marcas de raíces y letras como en los siguientes ejemplos. 

Fig. 3. Hueso del Sector 5. «SIIRVIOTVLIO». Pieza 12292. Encontramos numerosas evidencias de marcas de raíces. La primera ‘V’ muestra una clara interacción entre la letra y una marca de raíz. La primera letra es completamente hueco, probablemente imposible de realizar en la actualidad, aparentemente disuelto bajo influencia de raíces (?).

Fig. 4. Pieza 12396. OVN MIA VINCIT / AMOR. Numerosas evidencias de marcas de raíces, de las cuales
algunas interaccionan con las letras, y admitirán establecer bajo microscopio una clara relación estratigráfica. Aparentemente hay marcas de raíces que tienen pátina y otras no. Parte de la superficie del hueso parece destrozada por las las raíces. Se observa también una interesante relación entre surcos llenos de depósitos y las marcas de raíces limpias, lo que nos hace pensar de que las marcas de raíces son posteriores al relleno de los surcos de las letras.

Fig. 5. Pieza 12047. VITAII. Se observan numerosos surcos tortuosos sobre la pieza que
interpretamos como marcas de raíces que interaccionan con los surcos del grafito. Aunque la pieza fue investigado por Navarro (2013), no informa sobre estas observaciones evidentes. Esto es un grave error contra la objetividad por su parte, con el
agravante que aparece en mi informe (2009), obviamente conocido y de fácil acceso.

Aunque no he encontrado ningún ejemplo en la literatura parece que las raíces también pueden dejar marcas en determinados tipos de cerámica (sí están descritas marcas de raíces sobre objetos de cerámica romana pero del tipo depósito, no del tipo erosivo).

En la pieza 12047 encontramos lo que en mi informe «El problema de la falsedad / autenticidad de los ostracones de Iruña Veleia: evidencias físicas» p. 58-60 indiqué como ‘evidencias de raíces’ (ver figura 5).

En la pieza 12048 Navarro detectó estructuras mucho más finas con una apariencia parecida a las marcas de raíces aunque más tortuosas, que podrían ser quizás marcas de algún fungus.
Navarro afirma tajantemente que dichas estructuras son cortadas por los surcos, lo que puede ser verdad en algunos casos, pero en algunos casos claramente no. La pieza muestra en los surcos claramente una intervención reciente, que puede ser tanto su grabado como un retoque durante la limpieza, pero el mero hecho que en ocasiones, una muy clara, estas estructuras filamentosas cruzan el surco, me parece ser una indicación estratigráfica clara de que el surco del grafito existía antes de la estructura filamentosa, y entonces es antigua.

Fig. 6. Pieza 12048. PARRICI. Se observan estructuras filamentosas que interfieren con los surcos. En la foto inferior observamos que dichas estructuras parecen travesar el surco, lo que sería indicio de su posterioridad al surco. (imagen LURMEN)

Fig. 7. Detalle de la inscripción PAR. La imagen del informe de Navarro sugiere que la estructura no
es borrada por el surco, lo que indicaría la posterioridad de la estructura. (imagen informe Navarro 2013).

Fig 8. Aunque Navarro 2013 afirma ‘con nitidez la sobreimposición de los trazos de grafito’, en realidad por toda lógica en caso de que los surcos son posteriores a las estructuras ‘sinuosas’, estos últimos deben ser borrados por los primeros, lo que claramente no es el caso. Interpreto que el surco es anterior a la estructura de posible origen vegetal.

CONCLUSIÓN

Marcas de plantas o de fungi (?) son por lógico indicadores que se forman durante un largo plazo de tiempo y que indican el enterramiento. Si encontramos estas marcas superimpuestas sobre surcos – con una clara relación estratigráfica de posterioridad, pueden ser perfectas pruebas de antigüedad de los grafitos sobre los cuales aparecen.

En Iruña Veleia, en el caso de los huesos nunca han sido evaluadas aunque fueron ya señaladas en 2009 en mi informe en la p. 60 del peritaje «El problema de la falsedad / autenticidad de los ostracones de Iruña Veleia: evidencias físicas». LURMEN ha pedido en numerosas ocasiones la investigación de los huesos, y ha entregado a la justicia un peritaje a base de fotos por parte de Dr. Baxarias, «Informe preliminar de los restos óseos con inscripciones antrópicas procedentes de las excavaciones de Iruña-Veleia«, médico paleopatólogo, sobre otro tipo de evidencias en huesos (pátinas y micromorfología de los surcos).
La justicia se ha negado a investigar estas evidencias directas.

También en el caso de las cerámicas existen por lo menos dos piezas donde aparecen tales evidencias en relación directa con los surcos. El único caso investigado por Navarro 2013 parece querer llegar a la conclusión contraria de lo que se observa en las imágenes de su propio informe.

Fig. 9. Página 60 del informe pericial «El problema de la falsedad / autenticidad de los ostracones de Iruña Veleia: evidencias físicas» («Marcas de raíces en hueso. Se ven marcas de raíces en el flanco del surco.
Esta relación se puede estudiar en detalle para saber cuáles son anteriores y posteriores.») desde 2009 en
manos de la justicia, citado en varios investigaciones y documentos judiciales: evidencias claras no evaluadas.

De estos hechos deducimos, de nuevo, que no parece existir una voluntad por par parte de las autoridades implicadas de investigar a fondo el asunto del ‘caso Iruña Veleia’, lo que es gravísimo.

Para saber más


1º PURDY, B. A. et al.
Earliest Art in the Americas: Incised Image of a Proboscidean on a Mineralized Extinct Animal Bone from Vero Beach, Florida
Journal of Archaeological Science Received 8 April 2011; revised 25 May 2011; accepted 26 May 2011. Available online 12 June 2011.
Disponible aquí
2º D’ERRICO, F.
AMS Dating and Microscopic Analysis of the Sherborne Bone
Journal of Archaeological Science (1998) 25, 777–787
Disponible aquí
3º STRINGER C. B. et al.
Solution for the Sherborne problem
Nature 378, 452 (30 November 1995)
Disponible aquí

PS. Copio aquí el abstract de un artículo publicado en NATURE sobre la problemática!

Solution For The Sherborne Problem
SCIENTIFIC CORRESPONDENCE
Solution for the Sherborne problem
Sir — Since its discovery in quarry debris near Sherborne, Dorset1, the «Sherborne bone» has been the subject of debate, much of it in this journal (for example, refs 2, 3). We have re-studied this artefact, using optical microscopic analyses with image processing and a chemical and min­eral textural study, followed by sampling for radiocarbon accelerator dating, to attempt to settle its authenticity once and for all.
This bone, a fragment of mammalian rib, had been engraved with the head and forequarters of a horse, and its resem­blance to a Palaeolithic depiction from Creswell Crags, illustrated by Boyd Dawkins4, was used as evidence both for and against its authenticity. More recent exchanges (for example, refs 5, 6) have supported or opposed the authenticity of the engraving as Palaeolithic, while Oakley, in Farrar5, reported relative dating analyses which indicated that the bone itself was fossilized.

sherborn.png

Engraved surface and obverse (showing dating sample location) of the Sherborne bone. Photographs by F. d’Errico.
Our analysis of the obverse of the frag­ment revealed that the spongy bone is still filled with sediment. Micro-roots present in the sediment are trapped in the trabec­ule of the spongy bone. The sediment and roots are the residue of the original filling adhering to the bone when it was buried and are not the result of fraudulent additions to age a fresh bone artificially. Microanalysis by energy-dispersive X-ray spectrometry, and elemental mapping of the sediment filling the spongy bone and of that still adhering to the engraved side, showed them to be of similar composition, suggesting that the engraved side was also not artificially patinated. The patina covering the bone is there­fore the result of the burial environment of the bone fragment.
Analysis of the engraving, however, revealed that almost all the engraved lines are sediment-free and do not show the same patina as the remaining surface of the bone. This is confirmed by optical anal­ysis indicating that engraved lines have gray-value histo­grams that are different from those obtained from unengraved areas, but sim­ilar to those of recently damaged surfaces. Sedi­ment residue also covers eroded areas, suggesting that alteration of the bone surface took place before its engraving.
The engraved lines reveal none of the features that are generally visible on experimental lines produced by lithic tools on fresh bone7, such as sharp edges and multiple parallel striae. In contrast, the engraved surface of the Sherborne bone displays a granular, rough texture, and fractures perpendicular to the groove direction. The edges of the main grooves are frayed by continuous microflaking of the surface lamellae, clearly showing that the engraving took place on an already weathered bone.
Samples for radiocarbon dating were taken from the uncleaned and non-engraved obverse of the rib. The surface was mechanically cleaned and a small quantity (250 mg) of bone removed by drilling. After chemical pretreatment8 and combustion9, the sample yielded an accel­erator age (OxA 5239) of 610 ± 45 years, indicating (after calibration10) that the rib had come from an animal that had died some time between the end of the 13th and the start of the 15th centuries ad. It is not possible to say when, after this date, the engraving was carried out, but it now seems inescapable that the Sherborne engraving is a recent fake. It is even possi­ble that the horse head was traced by a metal tool, as no proof of the use of a flint point, such as the presence of minute striations accompanying the main groove7, was found. Oakley’s determination that the rib was «fossilized»5 can be attributed to the known limitations of relative dating techniques11.
C. B. Stringer
Department of Palaeontology, The Natural History Museum, London SW7 5BD, UK
F. d’Errico
Institut du Quaternaire, 33405 Talence, France
C. T. Williams Department of Mineralogy, The Natural History Museum, London SW7 5BD, UK
R. Housley
Department of Archaeology, University of Glasgow, Glasgow G12 8QQ, UK
R. Hedges
Radiocarbon Accelerator Unit, Oxford 0X1 3QJ, UK
1. Woodward, A. S. Q. Jl geol.Soc. 70, 100-102 (1914).
2. Woodward, A. S. Nature 142, 86 (1926).
3. Sollas, W. J. Nature 142, 233 (1926).
4. Dawkins, W. B. Early Man in Britain (Macmillan, London, 1880).
5. Farrar, R. A. H. Antiquity 53, 211-216 (1979).
6. Sieveking, A. Antiquity 55, 219-220 (1981).
7. d’Errico, F. L’art Grave Azilien (CNRS, Paris, 1994).
8. Hedges, R. E. M., Law, I. A., Bronk, C. R. & Housley, R. A. Archaeometry 31, 99-113 (1989).
9. Hedges, R. E. M. etal. Radiocarbon 34, 306-311 (1992).
10. Bronk Ramsey, C. Archaeol. Comput. Newsl. 41, 11-16 (1994).
11. Molleson, T. in Trace Metals and Fluoride in Bones and Teeth (eds Priest, N. D. & Van De Vyver, F. L.) 342-365 (CRC, Boston, MA, 1990).
Nature 378: 452, 30 NOVEMBER 1995

Pieza12399: un puzzle

En OSTRACABASE:

DATOS ESTRATIGRAFICOS:
coordinadas / fecha de inscripción / posición

-/-/245
12/08/2005
SECTOR 5/59/51144

DESCRIPCION

Indeterminable. Fragmento óseo de macromamífero
Superficie plana

INSCRIPCION / ELEMENTOS GRAFICOS:

AIII, figurilla indeterminada y círculo radiado (sol?). Si bien la A es muy pequeñita, quizás sea todo un pequeño dibujo, con un humanoide diminuto en el centro (sobre una peana?? u otro sol), con simbolillos a los lados.

Después de los comentarios en el post de Miguel (Aien X Iesus ta: Cristo y la vid en un grafito vasco de Iruña-Veleia) creo que se puede llegar a la siguiente síntesis:

Hay líneas rectas finas – no afectadas por raíces.
Hay líneas  de raíces sin antecedentes
Hay aparentas líneas repasadas y prolongadas por raíces la A¿?, palos verticales, una X

Es normal que las raíces utilizan surcos de inscripciones para penetrar en los interiores de los huesos en búsqueda de minerales y humedad (los puntos de raíces ‘huelen’ en que dirección hay humedad y crecen en esta dirección).

Parte derecha

 
parte derecha

Comentarios traído del post de Miguel:

Alicia:Traigo un grafito que puede interesaros en relación a este post y, más concretamente, a la palabra Aien. La descripción que aparece en ostracabase es la siguiente: «AIII, figurilla indeterminada y círculo radiado (sol?). Si bien la A es muy pequeñita, quizás sea todo un pequeño dibujo, con un humanoide diminuto en el centro (sobre una peana?? u otro sol), con simbolillos a los lados.»

Koen: Tengo mis dudas que se trata de un grafito. interpreto el típico patron de marcas de raíces en busqueda de humedad y minerales. Puede haber una mezcla de ambos, pero no encuentro criterio para discernir. En general, en grafitos claros también aparecen estas marcas y pueden ser un excelente marcador estratigráfico – cosa que evidentemente no ha sido investigado por parte de la fraudulenta comisión, y tampoco por sus sucesores. No sé lo que opinan vostr@s. De todas formas una pieza muy interesante por sus abundantes marcas de raíces.

Idoia: Desde luego no es un grafito claro pero yo sí que creo que lo hay. Pienso que, efectivamente hay también mucha marca de raíz, lo que dificulta mucho la identificación de los posibles trazos antrópicos. La representación de un sol a la izquierda me parece bastante clara, la A también, luego ya es un batiburrillo de trazos cuyas características mecánicas habría que mirar en detalle para discernir lo que podría estar hecho por mano humana.

Cualquier interacción con raíces es prueba de antigüedad!

El sarcófago de Briviesca o de Bureba

Este post quiere en principio documentar el post ‘Aien X Iesus ta: Cristo y la vid en un grafito vasco de Iruña-Veleia‘ de Miguel Thomson.
En el iter 34 ‘Ab Asturica Burdigalam’ encontramos a dos días andando de Veleia (72 km), en la ciudad de Virovesca – capital de los autrigones – un sarcófago claramente paleocristiano… con vides y un crismón. Se encuentra en el museo provincial de Burgos.

Fig. 1. Frente del sarcófago. Se observan en los laterales las vides y en el centro un crismón.
Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf

En un trabajo de la estudiente Sofía Samper Carro (UAM 2003-2004) encuentro la siguiente descripción:

«Hallado en Briviesca, está realizado en piedra local y presenta unas dimensiones de 1,80 x 0,65 x 0,50.
Trabajado en sus cuatro lados, la cara anterior muestran tres escenas, ambientadas y enmarcadas en un paisaje. De izquierda a derecha se observa: en los extremos se distingue sendas vides; dos personajes, uno de frente y otro que se dirige a este; un árbol sobre el que se observa el crismón constantiniano y una liebre bajo sus ramas; en el centro se distinguen dos figuras que sostienen una escalera, junto a la cual, a sendos lados, hay dos estrellas; tras estas, aparece una figura entronizada, portando un bastón con dos pájaros sobre este; por último, detrás y arribe se observa otra liebre bajo un árbol.
(…)
En la cara posterior se observan escenas del Antiguo Testament, identificándose (en el mismo sentido de antes): Moíses recibiendo la Ley de la parte superior de una árbol y la presentación del Buen Pastor; para acabar con el sacrificio de Isaac, al lado de una palmera.
(…)

Fig. 2. Vista frontal.Se ve claramente la vid en la parte
Fuente: ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html
Fig. 3. Lateral derecho. Una figura entre dos plantas de vid.
Fuente: ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html
Fig.4. Parte izquierda del frente del sacófago.
Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf

Fig. 5. Parte izquierda del frente del sarcófago con un vid.
Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf


La iconografía de Santa Perpetua, el tipo de peinados y el crismón hacen que la pieza sea datada a mediados del s.IV.»

Fig. 6. Sarcófago de Poza de la Sal. muy desgastado. Vid en las partes laterales y un crismón en la parte izquierda hacia el centro¿?
Fuente: https://www.uam.es/personal_pdi/filoyletras/afuen/trabajos/trabajos_generales/Samper%20Carro,%20Sofia%20-%20sarcofagos_paleo_loc.pdf

Los mismos motivos de la vid y posibles crismones parecen repetirse en otros sarcófagos de la misma zona como el de Pozo del Sal y en el monasterio de Suso.

Fig. 7. Sarcófago del monasterio de Suso. ¿Vides y crismón ¿¿??
Fuente: ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html

Los detalles se observan mejor en el vídeo del blog de ZáLez:

Agradezco el trabajo, la investigación las fotos del blog de ZáLeZ, http://zaleza.blogspot.com.es/2015/03/sepulcros-paleocristianos-taller-de-la.html, sobre la historia del noreste de Burgos!

La fíbula prenestina: ¿scientia vicit tenebras?

«La polémica sobre la fíbula de Preneste es un buen ejemplo de cómo los argumentos científicos se mezclan con facilidad con el prestigio y la auctoritas de las personas que se imponen en el debate, como Margherita Guarducci, pese a que en su discurso resulta difícil separar los intereses y las rencillas personales de los razonamientos científicos.» (MARÍA LIMÓN BELÉN – CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ MARTÍNEZ 2015)

 

Fig. 1. La fíbula de Preneste S. VII a. C.

En este post sobre la a inscripción en latín arcaico más antigua (conocida!), intentaré evaluar y explicar algunos elementos del artículo de DANIELA FERRO y EDILBERTO FORMIGLI (2014) Risultati delle recenti indagini archeometriche sulla Fibula dí Maníos para entender sus argumentos de autenticidad.

Este caso tiene también sus paralelos en Iruña Veleia. Una parte relevante de la supuesta demostración de falsedad por parte de la epigrafista MARGHARITA GUARDUCCI (1980-1984) está basado en lo que podríamos llamar cínicamente el cotilleo, y también en la grafología. Esta epigrafista y arqueólogo acuso directamente al que presentó la fibula como falseador basado en la correspondencia grafológica entre algunos notas de Helbig, y sus amistades un tanto oscuros según ella. Guarducci (1984; en LIMÓN et al. 2015) afirma:

«asserire con certezza che è stata la mano dello Helbig a tracciare la scritta della Fibula Prenestina» (1984, p. 129).

 

Fig. 2. Texto inversado,
originalmente en espejo

Yo pienso que la historia de la fibula prenestina, el ‘itinerario de Barro’ (ver El Itinerario de barro: epigrafía versus ciencía, El Itinerario de barro: conclusiones y lecciones, El «Itinerario de Barro». Cuestiones de autenticidad y lectura), el ‘Osuario de Santiago’ (El juicio del siglo de una supuesta falsificación epigráfica) nos enseñan algunas líneas comunes:

– Debido a numerosas manipulaciones después del grabado (miles de años después en el caso de auténticos), la evaluación de la autenticidad es en muchos casos complejo (esto no es el caso para el ‘itinerario de Barro’ donde parece ser suficiente hacer una datación por termoluminiscencia).
– Sin estudiar profundamente la historia de las intervenciones en los grabados se llega a conclusiones  equivocadas.
– Un largo y detallado debate es necesario para llegar a conclusiones contrastadas. En este sentido son ejemplos de como la ciencia funciona. Muchas afirmaciones tajantes resultan al final ser contrariadas por estudios posteriores.
– Las opiniones rápidas de ‘autoridades’ contaminan el debate científico. Las pasiones, ideologías, prejuicios, preferencias también contaminan la investigación.
– Se debe investigar los casos de supuestos ‘epigráficos’ de manera multidisciplinar. La ciencia ‘sensu strictu’ de la epigrafía no es capaz de dirimir entre lo autentico y lo falso en los casos citados. Se puede intuir que muchos supuestos epigráficos falsos en realidad son tachados así de manera temeraria.

La historia de la inscripción «MANIOS: MED: FHE:FHAKED: NUMASIOI» (Manios me hizo para Numasio; Limón et al. 2015) es bastante conocida  y aquí solo me quiero centrar en algunos aspectos de las evidencias quizás no mencionados en otros lugares. Si alguién quiere saber algo sobre la historia en general podemos recomendar el artículo de El País del 10/6/2012: Una hebilla de oro… y de polémica, si alguien quiere estudiar como los expertos de TA tratan el tema: Una investigación científica afirma que la fíbula de Preneste y su inscripción son auténticas (y páginas siguientes). Un artículo de un revista epigráfica reciente que me parece relevante es ‘SOBRE LA AUTENTICIDAD DE LA FÍBULA DE PRENESTE. LAS EVIDENCIAS DEL TEXTO Y SU CONFIRMACIÓN CIENTÍFICA’ (2015) de las latinistas MARÍA LIMÓN BELÉN y CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ MARTÍNEZ de la universidad de Sevilla.

Recientemente se han publicando los resultados de una mesa redonda que tuvo lugar en 2012 en la que participaron expertos de todos los especialismos implicados, y donde la gran noticia fue la presentación de un estudio detallado por parte de Daniela Ferro y Edilberto Formigli donde parecen demostrar que la deformación generado por la inscripción ha sufrido recristalización. Visto que esta recristalización es un proceso muy lento, la conclusión lógica es que la inscripción es muy antigua.

Historia

 1887. El arqueólogo alemán Wolfgang Helbig presenta oficialmente la Fíbula prenestina. No se aclara el origen de manera satisfactoria, quizás porque fuese robado durante su excavación.

1900. La hebilla pasa al Museo Nacional Prehistórico Etnográfico del Colegio Romano y es incluida en la colección de la Tumba Bernardini, un sepulcro de la edad orientalizante (siglos VIII-VII a. C.) descubierta en Palestrina, cerca de Roma, en el 1876. A falta de explicaciones por parte de Helbig y su amigo Martinelli, empiezan a surgir sospechas sobre su falsedad.

1919. El broche no es citado en la primera publicación sobre la tumba por diversas dudas sobre su pertenencia a esa colección funeraria.

1979-1984. La arqueóloga y epigrafista Margarita Guarducci asegura en una famosa clase magistral que el broche y la inscripción son falsos. Oros expertos aportan estudios microscopicos que supuestamente demuestran que la fibula no corresponde a las técnicas de la antiguëdad. Profesor Edilberto Formigli especialista en metalurgia de oro etrusca estudia superficialmente el objeto y ve razones para pensar en una falsificación (corrosión con aqua regiae, abrasión reciente), el mundo de latinistas se queda dividida:
– M. GUARDUCCI, La cossidetta fíbula prenestina. Antiquari, eruditi e falsari nella Roma dell’Ottocento, «Atti della Academia Nazionale dei Lincei», Serie VIII, Volume XXIV, fascicolo 4, 1980, pp. 412-557.
– M. GUARDUCCI, La cosiddeta fi bula prenestina. Elementi nuovi, «Atti della Academia Nazionale dei Lincei. Memorie. Classe di Scienze morali, storiche e fi lologiche», Serie VIII – Volume XXVIII, fascicolo 2 (1984), pp. 127-175.

1992. profesor Edilberto Formigli demuestra que la fibula – el soporte – es autentico por la tecnología utilizada y por la presencia de inclusiones de osmio-iridio (estos se hubiesen fundido en caso de una refundición de oro antiguo). Se muestra escéptico sobre la posibilidad de una metodología para evaluar la autenticidad:
E. FORMIGLI, Indagini archeometrice sull’autenticità della fibula Prenestina, «Mitteilungen des Deutschen Archäologischen Instituts, Roemische Abteilung» 99(1992), pp. 329-343.
2009. En un recipiente de origen etrusco de una colección privada y sin conocimientos de su origen se lee el genticillo ‘numasianas’:
Massimo Poetto e Giulio Facchetti, L’aryballos di Araθ Numasiana, “Oebalus, studi sulla Campania nell’antichità”,Vol. IV, 2009, p. 370.

Fig. 3. Poetto et al. 2009: mención de ‘numasianas’

2011. Edilberto Formigli y la química Daniela Ferro afirman la presencia de zonas recristalizadas en los surcos y sus deformaciónes, de lo cual concluyen que también la inscripción es auténtica.

2014. Se aportan más pruebas de la autenticidad del soporte, y se muestran imágenes de cristalizaciones relacionados con los surcos en su publicación.
Ferro, E. Formigli. Risultati delle recenti indagini archeometriche sulla Fibula di Manios.
Bullettino di Paletnologia Italiana: La Fibula Prenestina Vol. 99, p. 43-72.

 

Evidencias físicas

A continuación nos centramos en el artículo de FERRO y FORMIGLI (2014). Primero habrá que reconocer que ambos son autores de varias artículos, y hasta libros, sobre orfebrería etrusca con publicaciones en p. ej. ArcheoSciences, revista francesa de arqueometría. En este sentido es difícil de entender que publican su estudio en italiano – lo que complica el entendimiento de lo expuesto de un tema de interés mundial, pero también a mi entender de una manera un tanto críptica. Me parece que no se han esmerado en explicar a los investigadores lingüistas y epigrafistas en que consiste exactamente su prueba de la autenticidad, y mi ambición en este post es intentar explicar el aspecto de la autenticidad de los grabados más claramente.

El artículo trata diferentes aspectos fundamentales de la fibula como alguna reparación antigua, el tratamiento con ácidos y abrasivos (no para crear una pátina sino para quitarla…), la sustancia orgánica que fue tomada por una cera para generar una pátina de envejecimiento falsa (en realidad una pasta para colocar piezas durante su fotografía), detalles tecnológicos, entro otros sobre la herramienta de grabación etc.

La herramienta de estudio es un microscopio electrónico de barrido (SEM) con un modulo analítico con rayos X (parecido a lo que utilizó Navarro y Madariaga en su estudio). No es una tecnología muy novedosa, más bien el equipo estandar para estudiar con detalle minerales, objetos, organismos, tejidos, metales etc., la herramienta para desenmascarar falsificaciones. Los autores sacan provecho al aparato en todos sus modos para visualizar lo que les parece relevante.

Fig. 4. Estructura redonda de la fibula de oro. La flecha indica uno de muchos granos/cristales
de oro que son visibles en la superficie.
(Fuente FERRO y FORMIGLI (2014))

Uno de los aspectos que les interesa es la mineralogía del oro mismo. Muchos materiales que nos rodean consisten de cristales. Es decir, si miramos con un microscopio observamos un especie de granos que comparten uno con otro paredes. En una superficie plana parecen células. Cada cristal dentro de sus paredes es una estructura ordenada, es decir sus átomos se encuentran en una estructura ordenada. Los cristales son claramente observables en caso de macrocristales p.ej. un cristal de cuarzo.

Todos los metales consisten de cristales de un par de milésimas de milímetros (ver Fig. 4 en el caso de oro), y muchos de los tratamientos de metales consiste en modificar su forma, tamaño etc. para dar calidades deseadas a por ejemplo el acero. La rama de la ciencia que se dedica a su estudio es la metalografía, muy bien conocida por su enorme importancia económica.

Fig. 5. El efecto de deformación genera el aplanamiento de cristales (a) y la generación de numerosos defectos (puntitos). Para reparar los defectos, los cristales empiezan en numerosos sitios de su cristal a reordenar sus estructuras (b), lo que da lugar a pequeños nuevos cristales (c), que a su vez crecen y entran en competición, y terminan comiendose para formar cristales grandes (d). En la fase (d), el metal ha recuperado sus daños por la deformación.

 

Fig. 6. En una fase inicial de la recristalización se forman pequeños nucleos que debido a las tensiones
en la estructura cristalina a causa de los defectos empiezan a formar cristales nuevos.
Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Recrystallization_%28metallurgy%29

Cuando se someten metales a deformaciones, los granos/cristales se deforman porque los metales son en muchas ocasiones maleables. Pero durante la deformación de los cristales – que son estructuras muy ordenadas – se introducen errores en la estructura, y esto no le gusta a los cristales (ver Fig. 5). El cristal intentará recuperar su orden, y esto provoca en casos de muchos errores que el cristal empieza dentro de si mismo formar zonas de recristalización que a medida que avanzan formarán nuevos cristales dentro del cristal original para solucionar su ‘estrés’ (Ver figura. 6). Un paso siguiente es que estos nuevos cristales crecen de nuevo y han ‘reparado’ los daños de la deformación (ver Fig. 7).

Fig. 7. Los cristales de un metal (niobio) deformado con recristalización. Las flechas indican algunas de las pequeñas cristales que se están formando.( http://www.slideshare.net/puranga/msampt-09)

Este proceso de recristalización es a temperaturas ambientales extremadamente lento, pero van muy rápido a temperaturas más elevadas. Los tratamientos térmicos después de deformación de una pieza de metal son el pan de cada día en las fábricas, pero a temperaturas bajas dura siglos y miles de años.

Fig.. 6. La flecha indica la deformación generado por el grabado en la fibula con formación de surco y
un desplazamiento de material hacia fuera del surco debido a la ductilidad del oro.
(Fuente FERRO y FORMIGLI (2014))

En el caso de realizar grabados sobre oro, también se aplica una deformación local del metal, y los mismos procesos de ‘recuperación’ toman parte. Por esta razón los autores han estudiado el grado de recuperación de los cristales de oro implicados en la deformación dentro y alrededor de los surcos para de alguna manera medir el tiempo desde su deformación.

La figura 8 muestra la ilustración que los autores aportan para demostrar la presencia de recristalización en uno de surcos. He identificado algunos de los pequeños cristales que saltan a la vista, pero me parece como material gráfico un poco pobre, Si los autores efectivamente han demostrado esta recristalización en algunos surcos tenemos que aceptar que la autenticidad está demostrada. Los autores parecen indicar que puede haber algunos surcos retocados después de su limpieza al final del siglo XIX principios del XX…

Fig. 8. Los cristales de oro dentro de uno de los surcos de la inscripción de la fibula. Las flechas indican algunas de las pequeñas cristales que se han formado después de la deformación para restaurar los llamados ‘descolocaciones’ (‘errores).
(Fuente FERRO y FORMIGLI (2014))

La prueba debe ser evaluado por otros expertos en metalografía. No sé si otros expertos se han pronunciado. No he podido encontrar nada al respecto.

Tampoco sé si con este estudio la última palabra sobre la autenticidad está dicho. De todas formas me parece que las dudas por la parte de las evidencias físicas que apuntaban a una manipulación reciente se han aclarado: el soporte es indudablemente antigua, los ataques con ácidos corrosivos no sirvan para crear pátinas falsas, y los abrasivos tampoco, la cera es en realidad el resto de un especie de pasta para fijar el objeto para su fotografía.

 

Para saber más

María LIMÓN BELÉN, Concepción FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
Sobre la autenticidad de la Fíbula de Preneste. Las evidencias del texto y su confirmación científica
EPIGRAPHICA Vol. LXXVII 2015

Reseña del primer artículo de Guarducci:

La cosiddetta Fibula Prenestina. Antiquari, eruditi e falsari nella Roma dell’ eOttocento d Margherita Guarducci
The Classical Journal

Vol. 78, No. 1 (Oct. – Nov., 1982), pp. 64-70

Who Made the Praeneste Fibula? (2009)

the Archaeological Institute of America
archive.archaeology.org/online/features/hoaxes/praeneste_fibula.html
(He añadido este vínculo como ejemplo de que superficial y alejado de la objetividad son las publicaciones de la revista Archaeology. El autor parece además muy poco informado, porque no sabe que ‘el soporte’ es autentico según los estudios de Formigli 1992. El artículo forma parte de una serie sobre falsificaciones: Hoaxes, Fakes, and Strange Sites.)

Daniele F. Maras
Scientists declare the Fibula Praenestina and its inscription to be genuine “beyond any reasonable doubt”
Etruscan News, Winter 2012

PS.

Completo este post con un comentario de TA de Guillermo Caso de los Cobos en su post sobre  la fibula, donde deja la palabra a la Dra. Daniela Ferro. La traducción también es suya (agradecido por el trabajo)

 

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el junio 16, 2011 a las 3:14am

Tal como me sospechaba la presentación de los resultados del estudio llevado a cabo sobre la fíbula de Preneste ya había tenido lugar el pasado 6 de junio, y la que se anunciaba para el día 11 del mismo mes era un mero error de la página de información del CNR, puesto que no ha habido más información al respecto.

Ante ello, y dado que no se había ofrecido al menos un resumen de este trabajo de investigación en la web del CNR, me decidí enviarle un e-mail a la Dra. Daniela Ferro (dirección que proporciona la aludida web) solicitándole que me enviara algún documento-resumen de dicho trabajo, si es que lo tenían disponible y era posible.

La Dra. Daniela Ferro me ha contestado muy amablemente, diciéndome que los resultados del estudio científico se acabarán publicando, si bien están a la espera de obtener los fondos necesarios para ello.

Como compensación me ha enviado un escrito en el cual resume sustancialmente el trabajo que han llevado a cabo. Y puesto que me ha dado permiso para ello, paso a exponerlo para conocimiento de todos con su consiguiente traducción (de la que espero indulgencia si se aprecia que es mejorable, que seguro que sí) por si alguien lo encuentra así más cómodo:

In generale, lo studio di un gioiello antico, impone la scelta di utilizzare metodi analitici non distruttivi e non invasivi, per questo la microscopia a scansione elettronica  (SEM) accoppiata alla microsonda elettronica per raggi X a dispersione di energia (EDS),  è quello che permette osservazioni ad alta risoluzione della superficie e contemporaneamente ottenere  valori della composizione chimica in elementi, senza alcuna alterazione del reperto.

 In particolare, la fibula è stata studiata con la strumentazione LEO1450VP-INCA300 che presenta  il vantaggio di avere una camera porta campioni  di dimensioni tali da permettere  un’ampia movimentazione del campione, potendo così indagare ogni minima parte dell’oggetto.

Questo ha consentito di andare oltre le precedenti osservazioni del Formigli , che utilizzò una strumentazione con camera piccola, e nello stesso tempo di confrontare i  suoi dati con quelli attuali dal momento che le strumentazioni utilizzate si basano sullo stesso principio.

 All’apparecchio analitico SEM, è stato inoltre aggiunta una sorgente di raggi X in modo da ottenere anche misure di  composizione in elementp attraverso la fluorescenza X  così da ottenere  dati  analitici  confrontabili, su una stessa micro-area del reperto.

Il gioiello è l’unico tra i reperti antichi che contiene tutto il sapere pratico e scientifico dell’artigiano il quale deve ogni volta creare un’opera unica. Basandosi su procedure più o meno attestate nell’epoca e nell’area geografica  dove opera, il gioielliere antico apporta delle innovazioni  stilistiche e tecnologiche che via via si attestano , ed il loro riconoscimento insieme ad elementi storico artistici ne permettono la contestualizzazione.

 L’altro aspetto rilevante è che il metallo , qualunque esso sia, mantiene sia  le informazioni delle operazioni che hanno permesso la sua trasformazione in opera d’arte , sia dell’azione del tempo.  Il riconoscimento di tali  trasformazioni  fornisce  elementi utili  alla definizione della sua antichità.

Non è stato quindi un unico elemento a fornire le prove di autenticità del reperto, ma un’insieme di  indicazioni che vanno dall’osservare un modo di operare consono con l’oreficerie etrusca del periodo, come l’uso di leghe auree a diverso contenuto di argento  per realizzare i componenti della fibula secondo la funzione d’uso  a cui erano destinati, o lo strumento utilizzato per eseguire l’iscrizione, fino ai cambiamenti della microstruttura del metallo nel tempo.

Tutti i risultati ottenuti vanno nella direzione dell’autenticità della fibula sia del corpo che della scrittura.

Si tratta quindi di un lavoro di alta oreficeria,  preparato in modo da presentare una lamina  di composizione ad alto contenuto d’oro , e quindi particolarmente duttile, per consentire un’incisione eseguita con una punta a stilo usata per trascinamento.  Anche la parte sovrapposta dell’iscrizione è stata realizzata nello stesso modo, avvalorando l’ipotesi di una correzione effettuata con lo stesso utensile pressando però maggiormente sul tratto.

 Sono state anche individuate parti  con restauri operati nell’800 come l’uso di amalgama d’oro per rinforzare la parte  mobile dell’ardiglione , mentre un foglia d’oro è stata utilizzata in  per nascondere una  piccola frattura. Il modo di operare nell’oreficeria  etrusca è ora attestata grazie ai tanti studi specialistici pubblicati nella letteratura internazionale,  ma trenta anni fa gli studi non erano  ancora molto avanzati sia per la scarsa disponibilità dei musei a far analizzare le opere, sia per l’inadeguatezza delle apparecchiature scientifiche  a tali studi.

E’ improbabile che un falsario possa aver riprodotto tali minimi dettagli tecnici senza una conoscenza delle procedure dell’oreficeria che, tra l’altro non avrebbero potuto essere  rilevate con le strumentazione dell’epoca.

Ci sono invece tracce di  pulitura alquanto maldestre, come l’uso di una miscela
acida, probabilmente per  pulire la parte scritta  e successivamente l’uso di una sostanza abrasiva per  riparare ai danni dell’intervento con acidi, operazioni sicuramente non operate in antico .

Purtroppo per l’oro non sono stati ancora trovati metodi di datazione, quindi  tutti gli studi si basano  sull’uso di una certa composizione di lega aurea o di un materiale saldante o su una specifica procedura  in un certo contesto storico geografico. Inoltre  oggi siamo in grado di collocare  particolari  elementi compositivi e la tecnica per realizzarli, quali per esempio la granulazione e la filigrana, che  hanno origine nei paesi orientali prima del 2000aC, ma che raggiungono un alto grado tecnico solo con gli Etruschi.

Oggi ci si basa essenzialmente  su quella che Formigli definisce “ la datazione tecnologica” come dimostrato nello studio della fibula. Quindi potrei dire  che sono   tanti gli elementi diagnostici  quali prove di autenticità, riportati nello studio attuale  che,  almeno di innovazioni strumentali imprevedibili oggi, non dovrebbero esserci dubbi sulla loro validità.

Dr.ssa DANIELA FERRO
Primo ricercatore CNR- Istituto per lo studio dei materiali nano strutturati.
Docente a contratto nel Corso  di Scienze applicate ai Beni Culturali. Università di Roma Sapienza.

TRADUCCIÓN:

En general, el estudio de una joya antigua impone la elección de utilizar métodos analíticos no destructivos y no invasivos, por lo que la microscopía electrónica de barrido [microscopia a scancione elettronica (SEM)], acoplada a la microsonda electrónica de rayos X con dispersión de energia [microsonda elettronica per raggi X a dispersione di energia (EDS)], permite observaciones de alta resolución de la superficie y a la vez obtener los valores de la composición química de los elementos sin ningún tipo de alteración del objeto.

En particular, la fíbula se estudió con la instrumentación LEO1450VP-INCA300, que presenta la ventaja de tener una cámara de muestras de dimensiones tales como para permitir un amplio manejo de la muestra, pudiéndose explorar todas las partes diminutas del objeto.

Esto ha favorecido ir más allá de las observaciones anteriores de Formigli, el cual había utilizado una instrumentación con una cámara pequeña, y al mismo tiempo confrontar sus datos con los actuales del momento, puesto que los instrumentos utilizados se basan en el mismo principio.

Al aparato de análisis SEM se le añadió también la fuente de rayos X, a fin de obtener, asimismo, las medidas que componen los elementos a través de la fluorescencia de rayos X, proporcionando datos de análisis comparables en una misma micro-área del objeto.

La joya es única entre los restos antiguos, la cual contiene todo el saber práctico y científico del artesano que debe crear una obra única de cada vez. Basándose en su proceder, más o menos atestiguado en la época y en la zona geográfica donde opera, el joyero de la antigüedad aporta las innovaciones estilísticas y tecnológicas que poco a poco se verifican, y su reconocimiento, junto con elementos históricos y artísticos, permiten la contextualización.

El otro aspecto importante es que el metal, cualquiera que sea, mantiene tanto la información de las operaciones que han permitido su transformación en una obra de arte como la acción del tiempo. El reconocimiento de tales transformaciones proporciona elementos útiles para la definición de su antigüedad.

No fue, por tanto, un único elemento el que proporcionó la prueba de autenticidad del objeto, sino un conjunto de datos que van desde observar una forma de trabajar de acuerdo con la orfebreria del período etrusco, como el uso de aleaciones de oro con diferentes contenidos de plata para realizar los componentes de la fíbula según la función de uso a que estaba destinada, o el instrumento utilizado para llevar a cabo la inscripción, hasta los cambios de la microestructura del metal con el tiempo.

Todos los resultados obtenidos van en la dirección de la autenticidad de la fíbula, tanto del cuerpo como de la escritura.

Se trata, por tanto, de un trabajo de alta orfebreria, preparado de forma que presenta una lámina cuya composición tiene un alto contenido en oro, y, en consecuencia, extremadamente dúctil como para permitir una incisión realizada con la punta de una aguja que se arrastra. Incluso la parte superpuesta de la inscripción ha sido realizada de la misma manera, apoyando la hipótesis de una corrección efectuada con el mismo utensilio presionando, pero mayormente sobre los surcos.

Hay también partes que fueron identificadas con las restauraciones hechas en el siglo XIX,  como el uso de amalgama de oro para reforzar la parte móvil de la lengüeta, mientras que una hoja de pan de oro fue utilizada para ocultar una pequeña fractura. El modo de operar de la orfebreria etrusca está acreditado gracias a los numerosos estudios que sobre la especialidad se han publicado en la literatura internacional, pero hace treinta años los estudios no eran todavía muy avanzados por la escasa disponibilidad de los museos a analizar las obras, dada la insuficiencia de equipos científicos en tales estudios.

Es improbable que un falsificador pudiera haber reproducido tales mínimos detalles técnicos sin el conocimiento del proceder de la ofebreria, lo que, entre otras cosas, no habría podido  detectar con los instrumentos de la época.

Hay rastros de una limpieza un poco torpe, como el uso de una mezcla de ácido, presumiblemente para limpiar la parte escrita, y luego el uso de una sustancia abrasiva para reparar los daños de la intervención con ácido, operaciones, sin duda, no realizadas en la antigüedad.

Desafortunadamente, para el oro aún no se han encontrado métodos de datación y todos los estudios se basan en el uso de una determinada composición de la aleación aúrea, o de un material de sellado, o de un procedimiento específico en cierto contexto histórico-geográfico. Además, estamos hoy en día en condiciones de establecer los detalles de los elementos compositivos y de la técnica utilizada, como por ejemplo la granulación y la filigrana que se originan en los países del Próximo Oriente antes del 2000 a. C., pero que sólo alcanzó un alto nivel técnico con los etruscos.

Hoy en día esto se basa esencialmente en lo que Formigli define como «la datación tecnológica», tal como se demuestra en el estudio de la fíbula. Así que yo diría que hay tantos elementos de diagnóstico como prueba de autenticidad reportados en el estudio actual que, salvo imprevisibles innovaciones instrumentales de hoy en día, no debería haber dudas sobre su validez.

Dr.ssa DANIELA FERRO

Investigador Senior en el CNR-Instituto para el Estudio de materiales nanoestructurados.

Profesor Adjunto en el curso de Ciencias Aplicadas al Patrimonio Cultural. Universidad de la Sapienza. Roma

 

Estrasburgo condena a España por un retraso de ocho años en un caso judicial

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado este martes a España por la «excesiva» e «injustificada» duración de un proceso judicial. El caso se extendió durante ocho años y un mes entre el periodo indagatorio, la apertura de juicio oral y el fallo. El artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos protege el derecho a un juicio justo «dentro de un plazo razonable».

http://politica.elpais.com/politica/2016/03/15/actualidad/1458038435_038617.html

Graftos en Hispania: State of the Art (‘estado de la cuestión’)

Pieza de cerámica de ‘terra sigillata’.
Fragmento de cerámica con grafito CELTIBER (Matínez 2014)

No pretendo, ni tengo la capacidad, de aportar una evaluación completa y exhaustiva sobre lo que se llama instrumentum domesticum inscriptum, o a veces epigrafía menor, o simplemente grafitos. Aún así me atrevo a aportar mis indagaciones aquí.

En España no he encontrado ningún estudio que va más allá de lo descriptivo de una colección limitada de grafitos o estudios más profundizados de una inscripción en particular. La descripción más amplia encontramos en los estudios de Abascal, J.M. – Cebrián, R. 2007 (ver también la página web de Prof. Abascal) con unos 234 grafitos.

Algunos estudios recientes en España sobre grafitos de época romana / prerromana / griega /fenicios:

Grafito paleohispánica Navarro
«Los signos son claros y la lectura ha de ser elanou o, menos probablemente,
elanotu55. Parece que se trata de un nombre personal, seguramente de
una forma del nombre que en inscripciones latinas aparece como Elanus.»
(en Martínez et al. 2007)

También encontramos algunas descripciones de grafitos en memorias de excavación o artículos sobre epigrafía en general de una zona, pero sorprendentemente se trata de números limitados de piezas menos de diez hasta unas decenas. En cambio, en la ciudad romana de Augusta Raurica en Suiza se han descrito más de 1800 grafitos (R, Häussler, 2010), en otra ciudad romana suiza, Aventicum, se han descrito también más de 1800 grafitos (Montani, 2012), lo que indica que en España existe un grave desinterés durante las excavaciones para la recogida de los valiosos grafitos, y después a la hora de publicarlos.
Y… habrá que observar que según el Inventario General de Veleia, se han registrado 1530 grafitos en Iruña Veleia  desde 1994, a los que hay que añadir los 60 de Nieto, los 70 de Elorza y los X de Nuñez. Aparentemente el registro más completo de todo España, por lo menos hasta donde llegan mis conocimientos.

Si tomamos como referencia el estudio de Féret, G., & Sylvestre, R. (2008). «Les graffiti sur céramique d’Augusta Raurica. Römerstadt Augusta Raurica.» de la ciudad helvética ya citada donde se estudió los grafitos desde la linguística, la paleogeografía, la sociología, la religión, la etnología… (ver R, Häussler, 2010 para una reseña) podemos concluir que el estudio en España de grafitos romanos está todavía en pañales.

Esto parece ser afirmado por el anuncio de lo que es presentado como un estudio pionera por la Universidad de Valencia:

La Universitat de València estudia el latín popular de la Hispania romana a través de los ‘graffiti’ de textos en las piezas de cerámica de ‘terra sigillata’. En esta línea se ha empezado el análisis de los grafitos custodiados en la Real Academia de la Historia, con una publicación reciente en la revista ‘Lucentum: Anales de la Universidad de Alicante’.

“Esta investigación se centra en las palabras escritas sobre la superficie de estas cerámicas de uso cotidiano, las cuales nos pueden aportar datos lingüísticos, pero también territoriales y etnológicos”, apunta el autor del trabajo, Josep Montesinos, profesor de Historia del Arte de la Facultat de Geografia i Història. Forma parte, también, del equipo para este proyecto el catedrático Xaverio Ballester, del Departamento de Filología Clásica de la Universitat de València.
La cerámica ‘sigillata’ es de época romana, fabricada con molde y, a veces, con sello de alfarero y decoración. Se produjo desde el siglo I aC hasta el siglo III dC en Italia, las Galias e Hispania. Estas cerámicas suelen mostrar, con frecuencia, grafitos realizados por sus propietarios o por los usuarios. En ocasiones, son simples marcas, pero otras aportan significados relacionados con la producción y la distribución, u otras indicaciones personales como nombres propios o frases coloquiales, las cuales “nos permiten acercarnos a la lengua real, al latín popular, muy diferente del culto o del que encontramos en las necrológicas, y por lo tanto saber los usos y las costumbres de la Hispania romana”, argumenta Montesinos.
La decoración de la cerámica ‘sigillata’ también refleja en imágenes representaciones de las creencias, los usos y las costumbres de este periodo histórico; de hecho, en opinión del profesor autor del trabajo, la iconografía es “un elemento de máximo interés para contextualizar el espacio, el tiempo y la visión de cada sociedad”.
La investigación se entronca, en el planteamiento de estudio global y transversal de estas cerámicas, con datos tipológicos, estudios de entornos concretos (Saguntum, Valentia, Ilici, País Valenciano, Hispania, Bibracte en las Galias…), colecciones (Real Academia de la Historia), iconografía, corrientes comerciales y otros aspectos que este investigador tiene en cuenta.
Josep Montesinos es profesor titular de Historia del Arte de la Universitat de València, director del Centre Internacional de Gandia-Universitat de València, coordinador del itinerario de Conservación Preventiva del Máster en Patrimonio Cultural de esta institución académica y profesor especialista de las pruebas de acceso a la Universitat. Sus campos de investigación se refieren a la cerámica ‘sigillata’, al patrimonio cultural y, también, a temas de didáctica y de difusión. Es académico correspondiente de la Real Academia de la Historia. 
Xaverio Ballester, catedrático de Filología Latina de la Universitat de València desde 1998, es codirector de la revista ‘Liburna’ y miembro de los comités científicos internacionales de ‘The Palaeolithic Continuity Paradigm for the Origins of the Indo-European Languages’ y de los ‘Coloquios de Lenguas y Culturas Prerromanas de la Península Ibérica’. El desciframiento, la reconstrucción y el estudio de los orígenes de las lenguas constituyen sus principales líneas de investigación.

Conclusiones

 El estudio de grafitos sobre instrumentum domesticum es una disciplina que se encuentra en una fase inicial que hasta ahora no sobrepasa lo descriptivo, anecdotista y que es casi por completo centrado en textos. Es una fuente de información sobre la evolución de las lenguas, la paleografía, la delimitación de las etnías y idiomas, la situación social, el grado de alfabetización, hasta sobre géneros.

La cantidad de grafitos de Veleia es nada excepcional comparada con la cantidad encontrada en ciudades romanos suizos, y los bajos números en general en Hispania parecen indicar el desinterés general tanto a nivel de excavación como a nivel de publicación.

Pieza 11252: CANUS FILIPUS LUPUS y la anti-ciencia

La pieza fue encontrado en verano 2005 en el sector 3, en plena fiebre de ostraka podemos decir, y consiste de tres cognomina CANUS, FILIPUS y LUPUS (Blanco, Filipo, Lobo, según Alicia Canto) y una rama de uvas que puede tener quizás tener un significado religioso.

Según el resumen en el informe Navarro (2013) la inscripción es muy reciente por las siguientes razones:

Anomalías detectadas
■ Partículas inalteradas de hierro aleado con pequeñas proporciones de manganeso (Mno.5-0.7) sobre los granos desgrasantes aflorantes en el fondo de los surcos.
En algunos trazos se han detectado partículas de plomo, cobre, plomo-cobre-estaño, alterados.
Catalogación: Grafito contemporáneo

 

Fig. 1

La pieza no figura en ningún informe de la Comisión, y su contenido genera aparentemente ninguna sospecha ni a nivel de epigrafía, ni a nivel de contendido tiene aparentemente ningún problema:
En Epigraphik-Datenbank Clauss / Slaby encontramos  ‘CANUS’ 18 veces, ‘LUPUS’ muchas veces (250 menciones), ‘FILIPUS’ (con una P y F en vez de PH) unos 5 veces.

Primero una anécdota sobre la pieza. En marzo 2009 organizó el Euskal Extxe de Barcelona un debate sobre Iruña Veleia y sus hallazgos excepcionales con Prof. Gorrochategi y Prof. Velaza, un eminente epigrafista de lenguas prerromanas y de época romana.
Entre risitas y chistes, realmente chocante para mi, Javier Velaza sacó dicha pieza… como colmo de desconocimiento de latín, sugiriendo que el autor por una vez quería escribir un nominativo en -us, desconociendo por completo que ‘canis pertenece a la tercera declinación canis canis, supuestamente inspirado por el nombre científico del lobo Canis lupus‘ [aunque en el sistema binario de nombres científicos van siempre en nominativo a mi entender… por lo que el comentario se convierte en algo un tanto absurdo].

La Dra. Alicia Canto comentó el comentario de Belaza en TA:

«Si bien, nada más leer lo que cuenta Ud. de “Canus”, me sorprendieron las risas o alucines del público, no sé si inducidas por el epigrafista que lo comentó: Porque no tiene que ser “canis” sólo porque tenga al lado un “lupus”.

Canus” es un cognomen (tercer elemento onomástico) que, aunque sea menos frecuente que “Lupus”, es conocido en inscripciones latinas. Hay unos diez o doce ejemplos, que no está mal, como éste de Este (valga la redundancia), la antigua Ateste, en Venetia et Histria:

L(ucius) En(n)ius Canus
(CIL I, 2789 (p 1087) = SupIt-15, 100 = AE 1997, +584)

o éste, de Pompeya:

P(ublius) Caselicius Canus
(CIL IV, 2473)

y, para que no falten ejemplos hispanos y de la Citerior, estos dos, uno segoviano de Cauca, y otro leonés de Crémenes:

] / Canus / posuit / matri / Vadon/{n}nia(e) Rebu(r)/rina(e) a/n(norum) XXXXX
(ERSegovia 10 = HEp 6, 853)

]us Doi/[der]us f(ilius) / Canus Can/ives f(ilius) / Caldaecus f(ilius) / Anna Mad/ugena f(ilia) / f(aciendum) c(uraverunt)
(IRPLeón 265 = ERPLeón 399)

¡Hasta tenemos una decena de “Filipus”, así, con F en vez de PH, y una sola P!

Es lo malo que tiene la Epigrafía, que a veces es un poco puñetera ;-)»

Y luego he añadido:

“Claro que, si el Prof. Velaza aclaró que los tres nombres existían realmente como «cognomina«, incluso escritos así (esto lo digo por el «Filipus«), rectificaré gustosamente. He deducido de sus palabras de Ud. que no, que él lo entendió o explicó como un «canis» = «perro» escrito por un moderno ignorante en latín, pero igual me equivoco, ya me lo aclarará Ud. mañana.

De todos modos, como con todo, habría que ver la pieza misma, porque el ductus y el estilo de las letras son también claves. (Alicia M. Canto el marzo 20, 2009 a las 3:54am)

Como en otras ocasiones la atención de Navarra va sobre todo a la ilustración de la presencia de metales modernos, aportando únicamente datos objetivos muy limitados del relleno de surcos y de las costras como si fuese un asunto secundario:

Fig. 2. Observamos que el informe Navarro (2013) únicamente aporta una imagen/datos analíticos de la base de letra C de CANUS y de una zona de costra al lado izquierdo de la S de FILIPUS. Por el resto aporta 8 /datos analíticos de restos de metales modernos.
(*) Costras no documentadas; (+) zona de desgaste con interacción con letras, no investigada.

Leemos en el informe Navarro 2013:

«Anomalías detectadas:
En el rastreo detallado del interior de los surcos del texto se han detectado numerosas partículas microscópicas metálicas que pueden relacionarse con la herramienta utilizada en el grabado de los grafitos y que quedan retenidas, de forma preferente, en los granos más abrasivos del desgrasante del bizcocho (figura 11252.2), siendo visibles solamente cuando el material utilizado en el relleno de los trazos se ha perdido.
En los análisis realizados sobre estas partículas se obtienen resultados muy constantes, identificándose una aleación de hierro con pequeñas proporciones de manganeso (Fe99,2-99,5-Mn0,5-0,8), siendo destacable la ausencia de oxidación, circunstancia que señala un origen muy reciente para las mismas.                             (1)

(sobre la cerámica…)

 

Se aprecian, no obstante importantes variaciones relativas en los contenidos de calcio y fósforo en función del tipo de elemento analizado:

• Los depósitos y costras superficiales analizados destacan por presentar contenidos muy elevados de Ca y P (figura 11252.4), en detrimento de los elementos asignables a las fases silicatadas, si bien no todos los depósitos siguen esta tendencia, habiéndose identificado alguno que por su composición y bajo contenido en fosfatos puede corresponder a restos superficiales del material utilizado en el relleno de los trazos de los grafitos. (2)

El relleno de los trazos de los grafitos es intencionado, mostrando una distribución asimétrica que sigue una pauta similar en todos los surcos, acumulándose en el lateral derecho y zona superior de los mismos (figura 11252.5). Presentan una naturaleza mixta con un elevado contenido de carbonato cálcico, proporciones menores de silicatos y muy bajo contenido de fósforo (figura 11252.5a), aunque en uno de los puntos estudiados se han detectado partículas gruesas de fosfato cálcico (figura 11252.5b).                (3)


• El material presente en el fondo de los surcos sin relleno presenta una textura fina y una composición coincidente con la de los análisis realizados en el sustrato cerámico en zonas de pérdidas de engobe, por lo que se han interpretado como restos del material erosionado en el trazado de los grafitos.

En el material de relleno de las letras también se han identificado diversas partículas metálicas alteradas de plomo (figura 11252.6), plomo con pequeñas proporciones de estaño y cobre en una de ellas y cobre en otra (figura 11252.7). »                       (4)

 

(1) Estamos de acuerdo que existe la presencia de un acero con magnesio de origen moderno en los surcos, pero no con la interpretación. Como comentado en post anteriores, en ciencia uno debe investigar exhaustivamente todas las posibles fuentes de estos metales presentes, evaluar las diferentes posibilidades y sacar de allí una conclusión prudente. Todo lo contrario de lo que hace Navarro. No busca alternativas a  «herramienta utilizada en el grabado de los grafitos», y ¿la limpieza?

(2) Hay dos tipos de costras analizadas, la mayoría tiene mucho fosfato, y una tiene poca.
Los surcos tienen poco fosfato excepto en un caso. Lo lógico es pensar que existe una variación de composición en la pieza. Pero Navarro explica sin lugar a duda que los rellenos de los surcos son intencionados y la costra con poco fosfato es sobrante del relleno, sin pensar en alternativas. Queda por explicar el porqué de un surco con mucho fosfato (ver imagen 3)

Fig. 3. Detalle del surco de la C de CANUS. Se observan en azul marino algunos granos de fosfatos

Como es recurrente en el informe Navarro, se esconden elementos o información, en este caso no se aportan imágenes de las costras con mucho fosfato, clave en la interpretación. Tampoco se aportan imágenes de otros surcos. Lo único que podemos hacer es confiar en el buen criterio de Navarro.

(3) Navarro observa «El relleno de los trazos de los grafitos es intencionado, mostrando una distribución asimétrica que sigue una pauta similar en todos los surcos, acumulándose en el lateral derecho y zona superior de los mismos».
En nuestra opinión esto se puede interpretar como una limpieza unilateral del surco tal como se parece observar en las imágenes detalladas. ¿Lo que se observa en la figura 5 realmente es un relleno intencionado? Yo creo que no.
Parece un material que parece cristalizado, duro con buena adhesión que se rompe de una manera muy normal al intentar eliminarlo. ¿Una costra carbonática? ¿Por qué Navarro no quiere ver lo que parece evidente?
Los claros rastros de una limpieza con posiblemente un objeto agudo, pueden ser una perfecta explicación para la presencia de un acero manganesico en los surcos.

(4) Es un misterio. ¿Qué tienen granos de plomo y otros metales como cobre que ver con una falsificación? En mi opinión nada.

Fig. 4. Impresión general de los depósitos dentro de los surcos. «El relleno de los trazos de los grafitos es intencionado, mostrando una distribución asimétrica que sigue una pauta similar en todos los surcos, acumulándose en el lateral derecho y zona superior de los mismos»
Fig. 5. Restos de depósitos en el surco de la C de CANUS. Se intuye que son los restos después de un proceso de limpieza parcial. En mi opinión no tienen nada que ver con un relleno artificial como defiende Navarro  – sin prueba alguna. (Imagen: Navarro 2013)

 

Conclusión

No veo razones serías que demuestran la falsedad o hacen dudar de la autenticidad del grabado en la pieza 11252.

 

La interpretación de las ‘espigas’ en grafitos de época romana

Intuyo que en los almacenes arqueológicos de Euskal Herria esperan miles de grafitos a su descripción e interpretación. Tradicionalmente se ha despreciado su valor, y se subestima sustancialmente sus cantidades. En un excavación con ocupación humana de época romana deben aparecer decenas o centenares de grafitos en cada campaña de excavación. Esto aprendemos de las excavaciones en Iruña Veleia y de la Plaza del Castillo de Pamplona (150 en una excavación de emergencia, según Uzu et al. 2009). Muchos de estos grafitos son meras marcas de propiedad (llamados grafitos nominales) en vajilla industrial uniforme, hechas para poder reconocer su bol y su plato. Estas marcas pueden ser muy limitadas o más elaboradas, de un simple carácter, un símbolo, hasta iniciales, nombres enteros o frases, y por otro lado pueden ser dibujos. ¿Se puede suponer que casi cada persona tenía su vajilla marcada?

Aunque no tengo ni formación ni la experiencia, me pregunto si podríamos encontrar indicios de un cristianismo temprano entre estos grafitos ‘normalitos’.

Los tradicionales símbolos que generalmente son reconocidos como ‘indicadores del cristianismo’ son un pez o las letras ΙΧΘΥΣ, las letras Α Ω, el staurograma (tau ro; en realidad una cruz con una cara), el crismón (chi ro, letras iniciales de ΧΡΙΣΤΟΣ ), IH (iota chi de ΙΗΣΟΥΣ), IX o el asterico * (las primeras letras de ΙΗΣΟΥΣ ΧΡΙΣΤΟΣ), el buen pastor, la paloma con una rama de olivo, el pavo real, la ancla (resumidas p.ej. en Wikipedia).En Iruña Veleia tenemos un ejemplo muy interesante excavado en el año 1997 en Recinto 26 del Sector 5. Es un concepto que encontramos también p. ej. en las Catacombas de Domitilla en Roma, donde la rama en el pico de la paloma es interpretado como de olivo. Pero a mi entender hay un diferencia sutil. Un olivo tiene ramas ramificados asimétricos. En Veleia vemos en el pico de la paloma una rama lineal, muy larga, sin ramificaciones, que podría ser una espiga (muy desproporcionada a mi entender) tal como nos indican sus excavadores en OSTRACABASE.

IR 2371 «Paloma picando una espiga
Como interpretación, iconografía de posible simbología cristiana»
(Iruña Veleia)

Palamo con rama de oliva (Catacombas de Domitilla, Roma)

Entre las fotos del servicio de restauración de la DFA encontramos 8 ejemplos más de representaciones de ‘espigas’ más o menos simétricas.

Ver post

DFA-12-48

DFA-13-8

IR 12799 (considerado autentica por Navarro)

En el artículo de Ozcáriz, P. y Unzu, M., Grafitos figurativos, palmas, tridentes y otros signos en cerámica romana de la Plaza del Castillo de Pamplona. (2011) encontramos a mi entender los mismos elementos en estratos del siglo II-III, parecidos en edad a los de Iruña Veleia, en 9 ocasiones, donde son interpretados como palmas. Estos autores escriben sobre estos motivos:

La palma es un motivo habitual en la decoración romana. Es también muy común en grafitos sobre cerámica, y en Pompelo se conocen al menos otros cuatro ejemplos diferentes a los aquí presentados.

Fuente Ozcáriz et al. (2011). Fijarse en la ‘pieza 12’ que es una ficha tal como la DFA-1-57 de Iruña Veleia (IR 12799)

Si seguimos la interpretación de Ozcáriz et al. (2011) que estas ‘espigas’ son palmas, y creo hay buenas razones para aceptarlo, nos podemos preguntar si palmas son un símbolo pagano o cristiano, un tema que los citados autores no abordan.

Entre los 234 grafitos de Segobriga (Abascal et al. 2007) encontramos 4 o 5 ‘hojas de palma’ como las llaman los autores. Una sobre un especie de bol me llama la atención porque está al revés. Muchos grafitos nominales están en la parte exterior en el fondo, de manera que solo son visible cuando está el recipiente al revés. ¿Para reconocer el recipiente cuando se está secando o protegido contra el polvo?

Palma sobre un recipiente de Segobriga.
Los grafitos se encuentran en posición al revés.
Fuente: Abascal, J.M. – Cebrián, R 2007
Otros ejemplo de elemento tipo palma (d.), la pieza iz. parece desviarse del esquema de una palma
y puede representar otra planta. SEGOBRIGA.
Fuente: Abascal, J.M. – Cebrián, R 2007

Consultamos la Enciclopedia Católica:

Palma en el simbolismo cristianoEn la época pre-cristiana la palma fue considerada como un símbolo de victoria (Aulo Gelio, «Noct. Att.», III, VI). Fue adoptado por los primeros cristianos, y se convirtió en símbolo de la victoria de los fieles sobre los enemigos del alma. La palma, dice Orígenes (In Joan., XXXI), es el símbolo de la victoria en esa guerra librada por el espíritu contra la carne. En este sentido, se aplicó especialmente a los mártires, los vencedores par excellence sobre los enemigos espirituales de la humanidad; de ahí la frecuente aparición en las Actas de los Mártires de expresiones tales como «que recibió la palma del martirio.»
El 10 de abril de 1688 la Congregación de Ritos decidió que la palma, cuando se encuentra representada en las tumbas de las catacumbas, se ha de considerar como una prueba de que un mártir fue enterrado allí. Posteriormente, Mabillon, Muratori, Benedicto XIV y otros consideraron que esta opinión es insostenible; investigación ulterior demostró que la palma era representada no sólo en las tumbas de la época posterior a la persecución, sino incluso en las tumbas paganas.
El significado general de la palma en los primeros monumentos cristianos se modifica ligeramente de acuerdo a su asociación con otros símbolos (por ejemplo, con el monograma de Cristo, el pescado, el Buen Pastor). En algunos monumentos posteriores la palma fue representada simplemente como un adorno que separa dos escenas.

Fuente: Hassett, Maurice. «Palm in Christian Symbolism.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911. 31 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/11432a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina 

Inscripción en una tumba de las Catacumbas de Roma no identificada con palma.
Fuente: http://www.jesuswalk.com/christian-symbols/palm_branches.htm

 En la basílica patriarcal de Aquilea encontramos un mosaico del año 313 – año de la construcción de la basílica con un mosaico donde encontramos en dos ocasiones ‘nuestros palmas.

Un ángel con una laureola y una palma
Fuente: http://romeartlover.tripod.com/Aquileia4.html

Inscripción dedicado al papa-fundador de la iglesia con hojas de hiedra y una palma.
Fuente: http://romeartlover.tripod.com/Aquileia4.html

Un ejemplo pagano, aunque no se puede excluir una influencia cristiana, es el epitafio emotivo para Margarita, una perra muy querida que se murió en Roma mientras que daba a luz.

Fuente: British Museum

También encontramos la palma como motivo en el nuevo testamento, cuando Jesús entra en Jerusalén triunfalmente, y le reciben con palmas, hecho recordado en la tradición del Domingo de Ramos (en mi idioma literalmente Domingo de Palmas – Palmzondag; en alemán Palmsontag) p.ej en Mateo:

«Algunos de los que allí estaban les preguntaron: «¿Por qué sueltan al burro?» Ellos le contestaron lo que había dicho Jesús y ya nadie los molestó.
Llevaron el burro, le echaron encima los mantos y Jesús montó en él. Muchos extendían su manto en el camino, y otros lo tapizaban con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante de Jesús y los que lo seguían, iban gritando vivas: «¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David! ¡Hosana en el cielo!».

Las palmas aparecen también en Apocalipsis 7:9:

«Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos«

Adoración del Cordero Místico,tesoro del renacimiento en Flandes de los hermanos Van Eyck ca. 1430 (Gante, Bélgica), ilustra el fragmento citado de APOCALIPSIS
«delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos»

 

Conclusión

Aunque la palma no es un símbolo únicamente utilizado por los cristianos, es un elemento presente entre los primeros cristianos. Para saber si las palmas que aparecen en grandes números entre los grafitos se debe estudiar su presencia en el tiempo. ¿Aparecen en el momento de la aparición del cristianismo?
A esta pregunta no podemos contestar con el material apartado. Se debe estudiar los grafitos de estratos de ante de la era común y de después para ver su evolución.

Bibliografía

PS.
Este post está dedicado a los excavadores de Veleia que nos han regalado, con su labor, verdaderos tesoros que otros dejan podrir en las escombreras. Desde la total humildad sugiero aquí una interpretación algo alternativa con la única intención de sumar y aportar algo a su labor. Gracias por su valor!

Pavo real y la vid en el el mosaico del principio del siglo IV de la basílica patriarcal de Aquilea.
Fuente: http://romeartlover.tripod.com/Aquileia4.html

En el mosaico del principio del siglo IV de la basílica patriarcal de Aquilea encontramos también el elemento ‘vid’ (ver post Aien X Iesus ta: Cristo y la vid en un grafito vasco de Iruña-Veleia), junto al elemento ‘pavo real’.

En algunos grafitos de Veleia encontramos elementos arboriformes que quizás también se podrían interpretar como una vid esquemática como elemento de la iconograflia cristiana.

Génesis 40:9-10
Entonces el jefe de los coperos contó su sueño a José, y le dijo: Yo soñaba que veía una vid delante de mí, y en la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas. 

Juan 15:1
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Santiago 3:12
Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

También encontramos otros motivos en Iruña veleia con una conotación cristiana como la pez o el crismón ‘chi ro’.