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Los grafitos de Iruña Veleia en números (parte I)

Al fin voy contestando a la pregunta de Miguel..

En este post vamos a estudiar la base de datos de LURMEN de las evidencias significativas con el objetivo de aprender más sobre los hallazgos excepcionales. Es el reflejo de un estudio que he realizado a base de información y ayuda de LURMEN. Las imágenes han sido utilizadas durante el juicio y coinciden por la parte disponible con los datos de la Escuela de Restauración, se trata en general de datos contrastados. Nadie en ningún momento durante el Juicio ha puesta en duda la veracidad de estos datos.

Como dijo apunto el famoso físico William Thomson, conocido como Lord Kelvin:

“When you can measure what you are speaking about, and express it in numbers, you know something about it, when you cannot express it in numbers, your knowledge is of a meager and unsatisfactory kind; it may be the beginning of knowledge, but you have scarely, in your thoughts advanced to the stage of science.”

“Cuando puedes medir aquello de lo que se habla y se puede expresar en números, se conoce algo del tema, cuando no puedes expresarlo en números,  el conocimiento es pobre e insatisfactorio; puede ser el comienzo del conocimiento, pero apenas has avanzado en tus pensamientos hacia la etapa de la ciencia «. 

 

Imagen 1.

Uno de los tesoros que alberga mucha información sobre la época de LURMEN en el yacimiento, del 1994-2008, aunque en forma muy condensada, es la base de datos IGES que contiene el detalle de 24128 piezas registradas por LURMEN en el yacimiento por tener un valor especial (aparte existen
centenares de miles de piezas que cada uno llevan un número pero que no tienen un valor significativo).

Imagen 2.

Los materiales registrados en la base de datos IGES son muy diversas, pero son especialmente abundante los metales (materiales de construcción, herramientas…). Este especial interés por los metales está justificado por su importancia en la reconstrucción arquitectónica, al final el objetivo de este tipo de excavación es estudiar la ciudad donde la arquitectura es uno de los elementos claves, no de buscar grafitos…

 

Imagen 3.

Los grafitos son solo el 6% del base de datos, entre centenares de miles de cerámicas LURMEN encontró unos 1560 grafitos en 14 años. Dicen que es mucho, pero por ejemplo Elorza encontró en 4 o 6 semanas de excavación 70 grafitos, en 14 años serían 980 grafitos.

Imagen 4.

Al final de la primavera 2006, LURMEN ha empezado mencionar ‘hallazgos excepcionales’ sin que estos fuesen definidos muy bien. Es el merito de la Escuela de Restauración de haber definido de manera operativa el termino, y LURMEN coincide más o menos en su definición (ver imagen 4). En realidad creo que mejor sería hablar de grafitos ‘no nominales’, y casi siempre coinciden con el concepto de ostracon (grabación sobre material amortizado). Muchos tienen un contenido nada conflictivo, o solo en los ojos de unos profesionales interesados en hacer bulto de falsos.

Teoréticamente, uno podría ser falso y otro no, tienen en muchas ocasiones contenidos no relacionados, otro tipo de letras y vienen de otros unidades estratigráficas. El gran error de este juicio es que se ha seguido en la acusación con los ‘excepcionales son falsos’, todo lo que es ‘excepcional es falso. Creo que poco va a durar antes de que se va a demostrar que varias piezas excepcionales son autenticas, porque las pruebas ya existen. Más científico hubiese sido hablar de un lote donde supuestamente podría haber falsos. Esa regla de ‘fuzzy’ lógica donde se utiliza ‘Nefertiti’ es falso, el ‘calvario’ es falso [de ambos, y especialmente el último tenemos dudas razonables de si son falsos], entonces todos los excepcionales son falsos (la transitividad de Gorrochategui o por extensión) es un invento de profesionales que intencionalmente intentan aumentar el número de piezas bajo sospecha. La Diputación tenía el número de 476 piezas, sin en ningún momento ha podido explicar de donde viene este numero, o qué piezas eran, ahora con los 295 seguimos por el mismo camino.

Aunque no creo en la existencia de un grupo de ‘excepcionales’ a nivel de falsedad, podemos utilizar este criterio para ver diferencias en características estadísticas de los grafitos ‘nominales y ‘no nominales’. Que no cundo el pánico simplemente vamos a estudiar gráficos (por el momento).

Imagen 5.

En estos graficos se han representado en verde el número de inscripciones por año en la base de datos. Lo utilizamos como medida para la actividad arqueológica. Por ejemplo en los años 2000 y 2001 a penas se han excavado (supongo que tiene que ver con la preparación del Convenio con Euskotren que se hace efectivo a partir del año 2002) Para tener una total independencia de los grafitos he restado el numero de grafitos por año del número de inscripciones.

Bien, observamos una proporcionalidad entre la actividad en el yacimiento, y el número de grafitos no excepcionales (en azul). A más que se excava más grafitos que se encuentran. Hacia el 2005 hay una explosión de actividad y se observan que el numero de grafitos no excepcionales se dispara. Esa proporción desaparece para los años 2006 y 2007… por la simple razón que en 2005 han aparecido tantos materiales que en los años siguientes LURMEN sigue procesando los materiales excavados en 2005, y parece que en 2008 este tapón ha desaparecido. Creo que la sobresaturación que sugieren estos gráficos, describe y también explica un cierto descontrol en los años 2005 y 2006, que se ha exagerado tanto, y que simplemente es por las enormes cantidades de materiales que han aparecido en determinados estratos, no porque LURMEN estaba con los brazos cruzados.

Si estudiamos la evolución de la aparición de materiales excepcionales/no nominales/ostraka (llamalos como quieres) observamos que estos tienen una evolución similar a los ‘nominales’/no excepcionales. Aparecen unos 9 o 10 (según el criterio) antes de 2005 (¿La Comisión, DFA, u otra instancia habló de ellas?), y 3 después de 2006. Muy curiosamente a partir de 2004, pero también antes, su evolución es muy parecida a las no excepcionales/nominales. Y esto es muy sorprendente, y en mi opinión muy significante!

Imagen 6.

En el yacimiento fueron descubierto 5 evidencias paleocristianas aunque algo tardía, de los cuales 4 están publicadas (¿Nuñez en su informe las menciona?)

 

Imagen 7.

Después de asimilar esta información seguiremos con un segundo post, donde analizaremos las piezas individualizas/coordenadas, otra manera de analizar los números…

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Aporto aquí el resumen del informe del Secretario de la Comisión / entonces director de Patrimonio tal como aparece en el informe policial:

«»Informe sobre el daño que supone la falsificación al yacimiento para el Patrimonio Arqueológico11 (20-03-09).
Autor: Félix LÓPEZ, Jefe del Servicio de Patrimonio Histérico-Artístico y Arqueológico de la DFA, a petición de
la DFA.
Tema: valoración (cualitativa, no económica) de los daños motivados por la presunta falsificación.
Conclusiones: «se desprende un daño incalculable para el Patrimonio, la Historia, la lingüística y el euskera, la Arqueología y los arqueólogos y al propio yacimiento. Se trata de la falsificación de material de época romana más importante a nivel mundial, :difícil de cuantifícar económicamente. Desde un punto de vista cultural y patrimonial, el daño es quizás irreparable, porque en Álava vamos a permanecer en la sospecha, duda profesional y falta de credibilidad
”.

Mi opinión es que la grave sobre actuación de la Diputación ha dañado irreparablemente la enorme investigación de LURMEN que se quedará dispersa entre servicios policiales y otras instancias. Después de herir tan gravemente el antiguo director, ya nunca va a haber una memoria de excavación, todos los hallazgos van a ser tratados incorrectamente como sospechosos, o sin valor científico, la enorme inversión con dinero público se irá al pique juntos con los 24128 evidencias especiales, y el trabajo de personas muy dedicadas se habrá destrozado.

Es de lo más irresponsable la actitud del informe citado llamando algo no aclarado como « falsificación de material de época romana más importante a nivel mundial«. El 20 de marzo 2009, en plena negociación con el UPV para nombrar lo antes posible a Nuñez (con la protesta dentro del Departamento de Azkarate que estaba furioso tal como consta) y a 5 día de presentar la Querella sin fundamento, el Director de Patrimonio ha considerado que tenía que contribuir también algo fuerte al asunto, generando todavía más daño al yacimiento que ya se había hecho el 19N (donde escribe 4 días antes de la última reunión sus inventadas conclusiones).

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Extracto de dicho informe del 20/3/2009:

«c) La Lingüística y el Euskera
Se insinúa la convivencia en Iruña de lenguas como el hebreo, egipcio, latín, euskera, irlandés, etc., motivo por el que desde un punto de vista lingüístico sería el hallazgo más importante de época romana. Incluso, aparecen escritos en euskera, adelantándose en varios siglos al conocimiento escrito que tenemos de esta lengua

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Madariaga estaba seleccionado materiales al finales octubre  y principio de noviembre 2008

 

La DFA le pide que analiza ‘una pieza’ con microscopia electrónica… para qué… ¿para hacer el paripé?

Estos extractos del Informe Madariaga del 3 de octubre 2019 demuestran que la investigación de Madariaga de ninguna manera había finalizado (el 7 de noviembre 2008 estuvo seleccionado muestras con Eliseo), y que el engaño era coordinado con la Diputación, cuando esta le pide que analiza una pieza con microscopía electrónica para su informe final (¿?), mientras que él no analiza las piezas de control de Arkaia que después resultaron a afirmar que sus analíticas no eran concluyentes. Esta es una gravísima irregularidad para la que hay que pedir que los responsables dan explicaciones, es nada menos que el sabotaje de una investigación y un engaño científico.

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Declaraciones de Lorena Lopez de Lacalle como Presidenta de la Comisión Científica Asesora sobre una llamada telefónica que tuvo con Nuñez el 5 de noviembre, y su visita al laboratorio de Madariaga donde este último afirma que necesitan más tiempo para entre otras investigar las piezas de control de otros yacimientos:

 

Queda listo para sentencia… continúación: ciencia trampa

Este post es una continuación del post «Queda listo para sentencia… empieza el verdadero debate científico» que queda saturado, aunque todavía no todo sobre el juicio está contado y opinado.

He oído durante el juicio del Caso Veleia observaciones inteligentes, dudosas, mentirosas y algunas que son un atentado contra la inteligencia. Dos ejemplos de estas últimas voy a aportar en el post siguiente. Mi objetivo no es convertir esos ejemplos en una burla, sino utilizar las ciencias experimentales de manera muy básico para rebatir las afirmaciones. Los peritos juran o prometen ser objetivos y ser competentes…

Un primer ejemplo, y podría poner 126, el número de piezas analizadas por LÉTTERA, es como hacer trampas en el cotejo de letras y dibujos. Después de leer 3 informes grafólogicos, los ojos ya están entrenado en ver lo que tienen que buscar (trampas en informes grafólogicos). Aporto aquí el ejemplo del simpático cerdito de la pieza 12108, aportado por el Letrado de Eliseo durante el interrogatorio del perito de Léttera. Para empezar la superficie es bastante cóncava, lo que hace que cualquier fotografía ya es una representación no fiable visto que la superficie es algo curva. Segundo, hay que observar que el gráfologo de LÉTTERA ha tenido que admitir que nunca ha visto la pieza, porque estaba en el laboratorio de Madariaga, y no en el Museo Bibat, y que las piezas ya estaban bajo litigio (rotura de la cadena de custodia). Interrogado por el Letrado de Eliseo dijo que le ‘da igual’ no haber visto la pieza. En realidad todo le daba igual, y hasta admitió que ‘la grafología es una pseudociencia’, de todas formas visto sus afirmaciones dudo mucho si tiene una idea realista de lo que es ‘científico’ visto que todo está ‘basado en mi experiencia’. Allí me pregunto como puede verificar si sus dictámenes son correctos o no, quizás ya se está equivocando 35 años con su método ‘da igual’. Sin darse cuenta.

Vamos a ver en la práctica que resultados da el método ‘da igual’:

Imagen 1. Informe Léttera. Las letras del patrón vienen de las letrinas, y en realidad se van superponiendo letras diferentes
de las inscripciones de las letrinas – sin demostrar que son de la misma mano – con el método ‘a la brava’. Con un poco de concentración se puede observar que la única letra que coincide algo en su estructura es la T, con travesaño algo bajando hacia la derecha, de las otras letras solo se puede decir que difieren en su estructura fundamentalmente, la V del patrón es asimétrica, la P no tiene el pezón en la barriga, la II tiene la distancia entre palos más pequeña y la R ni de lejos se parece – con asta curva, el palo no conecta con la barriga sino es una continuación sin levantar la mano de la barriga que ni toca el asta
Imagen 2. Informe Léttera. Utilizando este color lila sobre un fondo rojo oscuro da la sensación que las letras encajan, aunque en realidad no es así. A penas se ve el lila sobre el fondo rojo. La letras de la letrina se caracterizan por ser muy gruesos por el desconchamiento de la chapa superior que no tiene nada que ver con la inscripción en si. Solo observar la II basta lo equivocado es ver una correspondencia.
Imagen 3. Informe Léttera. Cambiando la escala, y rotando se obtiene en dos dibujos siempre sorprendentes coincidencias que en realidad no significan nada. Observar que en las dos imagenes d), la figurita que presenta su trasero están en espejo. Según los expertos de la Ertzaintza, no existen métodos estandardizadas para comparar dibujos (con un contenido diferente, entiendo yo). Se pueden comparar firmas, pero entonces se trata de un mismo ‘imagen’ con variaciones, pero en este caso son dos estilos de dibujos que no tienen nada que ver. En general, aparte de los pies de la figura y las orejas del cerdito, lo único que corresponde son curvaturas.
Imagen 4. Para demostrar la insensatez de tales análisis, he combinado un conocido grafito de Pompeia (antes de 79 AD) y el dibujo de Valerius ‘el bailarín de vientre’ de la letrina (la primera posición con la misma curvatura que encontré,todo en 1 min) y podemos observar sorprendentes correspondencias aunque ambos distan más de 1900 años en el tiempo. Lo que demuestra que el cotejo de dibujos lleva fácilmente a conclusiones falsas, y no es un método.

Durante su presentación de Powerpoint de sus 57 ejemplos de lo falso que son las 35 piezas de Veleia, el perito del IPCE hizo una sorprendente afirmación sin que dio muchas explicaciones:

«La pieza 12108 fue dibujado y después roto con un martillo.»

Imagen 5. La pieza 12108, pieza del calvario. Se puede observar una ‘herida alargada’, no una puntual. Observar que la zona del desconchamiento no lleva fluorescencia verde como en el borde superior sin engobe, lo que indica que la rotura es reciente (aunque se puede observar un ligero tono verdoso, pero muy poco intenso en los desconchamientos recientes).
Imagen 6. Un ejemplo del tipo de rotura por martillo. La zona de impacto con el martillo se fragmenta y las piezas se rompen y se disparan. Las piezas están en el lugar original después del impacto.

La explicación del perito fue que se rompió deliberadamente la pieza (alá, otro delito de daños patrimoniales) a golpe de martillo. Como geólogo he martillado mucha piedra en mi vida, y si soy honesto pensé que el perito estaba fabulando con tal afirmación categórica (y acusatoria; el que acusa tiene la carga de la demostración).

Me he puesto a martillar un número de cerámicas de grosores diferentes, y nunca observo tales ‘heridas alargadas como en la pieza 12108’, sino una fragmentación del material en el punto de impacto, o en caso de piezas más gruesos una rotura sin desconchamientos (todo en cerámicas modernas!).

Hablando con Idoia y Eliseo me afirmaron que este tipo de ‘heridas alargadas’ es muy típico en excavaciones por un golpe de piqueta con la parte plana.

Imagen 6. Ver a la derecha como la chica utiliza la piqueta para soltar trozos del estrato. Las flechas en rojo indican otras piquetas que son una de las herramientas más comunes en este tipo de excavación.

Nos quedamos con una pregunta: ¿Visto que el grabado continúa a través de las roturas sin alterarse, y si la rotura es del momento de excavación, no es lógico de pensar que el grabado es de antes de la excavación?

El tiempo lo dirá!

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Dejo la pieza 11255 (una cualquiera) para mantener el cerebro caliente:

Imagen 7. Informe Léttera. ¿Mismo mano?

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EDITORIAL EL CORREO 3/2/2010

El editorial del Correo de lunes 3 de febrero 2020, primer día del juicio, fue de la mano de Profesor Alamagro Gorbea, como no podría ser de otra manera.

Editorial El Correo 2/3/2020. (cliquear para ampliar)

¿Alguien ha estudiado cuantos restos de metales modernos tienen artefactos arqueológicos?

En nuestro afán de presentar diferentes reflexiones sobre las evidencias físicas, evidentemente no pueden faltar los restos de metales modernos. ¿De donde vienen?

Perito Albisu tuvo la feliz idea de encargar a un laboratorio de ensayos geológicos GEOMAR en Barcelona la realización falsificaciones en cerámica terrasigillata de imitación de una empresa espacializado. Muy curiosamente nadie había realizado antes una tal prueba, lo demuestra el poco nivel científico de estudios anteriores.

Imagen 1. Estudio encargado por perito Albisu

Pero no solo deben preocupar los falsos también habrá que estudiar si los grafitos de otras excavaciones no bajo litigio tienen restos de metales modernos o no. Es una gran incognita que perito Albisu no ha podido aclarar por falta de acceso a tales piezas. Pero la pregunta existe ¿en otros grafitos hay restos de metales modernos? ¿Hay que preocuparse por ellos?

Imagen 2. Materiales del estudio realizado por GEOMAR. A la derecha se ven las piezas con sus surcos en forma de X, y su metalizado para la miscroscopia electrónica.

A continuación se representa la sección correspondiente de su informe. Estaba fuera de sus objetivos
determinar donde éxactamente se introdujieron, pero si que ha hecho un gran paso en demostrar que no corresponden a los restos de metales que quedan después del grabado.

Imagen 3.Diseño de la prueba. Las imagenes de los surcos son de microscopia de barido en la mismo modalidad que el perito del IPCE. Las flechas indican restos de metales que son visibles como elementos blancos, algunos son grandes que se ven con el ojo desnudo o una pequeña lupa.

¿DE DÓNDE VIENEN LOS NUMEROSOS RESTOS DE METALES MODERNOS?

Respecto a las conclusiones del estudio de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, es indudable que, tal y como se demuestra en su informe, existen numerosos ejemplos de presencia de restos de metales modernos (principalmente aceros) en los surcos de las piezas bajo litigio y que también están fuera de ellos, en las superficies del soporte. Tampoco hay duda de que muchos de los arañazos existentes (“trazos deslizantes”) son recientes. Lo que no se considera demostrado, y se debe cuestionar, es si los restos de metales modernos tienen relación con el grabado de las piezas. Para poder demostrar esta relación se deberían haber realizado pruebas experimentales con objeto de observar la distribución de las partículas de metal en los surcos una vez efectuado su rayado.

La explicación de que los restos de metales son los dejados por la herramienta utilizada por el falsificador, es la única hipótesis que se ha propuesto, no habiéndose formulado ninguna otra alternativa que permitiese efectuar comparaciones y así poder valorar cual es la que mejor encaja con las observaciones efectuadas, está es la base del método de trabajo científico.

Se han contabilizado unas 28 aleaciones de acero y otros metales diferentes en los informes de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, lo que da una idea sobre la enorme sensibilidad del microscopio de barrido para detectar metales. La explicación más económica (la que vale en ciencias) es que la presencia de todo tipo de metales en la superficie de las piezas, no vinculados a los surcos, es simplemente debida a contaminaciones por los numerosos contactos con objetos metálicos que han podido existir. Sin embargo, en los informes parece sugerirse que los restos de metales de la superficie se hubieran añadido con objeto de despistar en una posible investigación de falsificación. Pero existe, también para esto, una hipótesis más simple, que es que un falsificador precavido hubiese utilizado herramientas de época romana para el grabado de los surcos sin dejar rastros modernos, y es que en las excavaciones se han recuperado cientos de objetos metálicos que hubiesen servido para ello. Esta abundante presencia de metales arqueológicos, explica perfectamente la existencia, en los surcos y sobre la superficie de las piezas, de trazos de metal no correspondientes a aleaciones de hierro no oxidados.

Queda por explicar el origen de restos de metales modernos (todos derivados de hierro, aceros en la mayoría de los casos).  Se ha considerado como mejor manera para hacerlo, efectuar pruebas experimentales, habiéndose optado por llevar a cabo una ‘falsificación de laboratorio’ bajo condiciones controladas.

Con este fin se encargó un estudio al laboratorio geológico GEOMAR de Barcelona. De la realización de este estudio con Referencia: 1309-19 (L-19-1668), se encargaron el Dr. Joan Martínez Bofill experto en ingeniería geológica y la MSc Joana Lluch Cabré experta en mineralogía. El informe de este estudio, que se incluye en el Anejo 2, lleva por título: “Ensayo de grabado de muestras de cerámica mediante utensilios metálicos y análisis de muescas y residuo metálico mediante microscopio estereoscópico y microscopía electrónica de barrido (SEM-EDS)”.

Citamos a continuación sus conclusiones (página 39 del informe):

“Se ha realizado una caracterización morfológica y composicional de las partículas metálicas adheridas a los 9 surcos realizados con tres elementos distintos en tres fragmentos de cerámica de la misma composición. En cada pieza cerámica se han realizado un total de tres surcos con tres herramientas distintas, un clavo, un cúter y un cuchillo. Cada pieza cerámica se ha tratado siguiendo un procedimiento distinto con el fin de simular distintas fases del proceso cerámico, los pasos de cada tratamiento están resumidos en la tabla 2. Los surcos realizados con la misma herramienta presentan morfologías similares, se ha podido observar que:

·         Los surcos realizados con el clavo son poco profundos, anchos y con los bordes irregulares. Durante el proceso de rayado se han desprendido varios fragmentos cerámicos produciendo así la irregularidad en los bordes. Las partículas metálicas encontradas en los bordes de los surcos corresponden a una aleación de Fe-Zn en el caso de la muestra m1 y m3 y a partículas de hierro en el caso de m2. Suelen ser partículas planas, alargadas y con estrías. Los surcos realizados con el clavo son los que presentas más cantidad de partículas metálicas.

·         Los surcos realizados con el cúter se caracterizan por tener los bordes irregulares, ser medianamente anchos y profundos. Las partículas metálicas identificadas son ricas en hierro y presentan estrías, tienen una morfología más o menos planar. Se observa poca cantidad de partículas metálicas en comparación con los surcos realizados con el clavo.

·         Los surcos realizados con el cuchillo se caracterizan por ser limpios, con bordes homogéneos y rectos. Suelen ser surcos profundos y estrechos. Las partículas metálicas identificadas corresponden a una aleación de Fe-Cr, de morfología alargada y con algunas estrías. Estos surcos son los que presentan menor cantidad de partículas metálicas.”

Hay que constatar con asombro, que este estudio es el primero en esta causa de litigio, en que se estudian las evidencias reales obtenidas de una ‘falsificación de laboratorio’, y que no se basan en especulaciones que no son demostradas.

Para el estudio el laboratorio ha utilizado fragmentos de una réplica de una copa de Terra Sigillata Hispánica tardía, imitación fiel en cuanto a materiales y fabricación a una pieza real. Esta pieza fue encargada por LURMEN, a la empresa Sigillvm situada en Calahorra, con una larga tradición de imitaciones de cerámicas romanas a base de conocimiento científico.

Por criterios éticos, para no dañar materiales antiguos, se ha optado por la solución de la imitación (réplica) ya que, aunque pueda tener, en menor medida, algunas características diferentes a los originales romanos a los que imitan, estimamos que el material es válido para pruebas cualitativas.

Para analizar las evidencias, se comparan visualmente, a la misma escala, en tres imágenes (imágenes 4, 5 y 6) los surcos y restos de metales de las fotografías del estudio de GEOMAR y las de los dos informes del de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE. Se comparan, por un lado, las morfologías de surco, y por otro lado las morfologías de los trazos de metales.

Imagen 4 Se representan los nueve grabados de las pruebas realizadas por Geomar y cinco fotografías del primer informe de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, para comparar la morfología de los surcos (todas las fotografías han sido adaptadas a la misma escala).

Vemos representadas las nueve pruebas ejecutadas por GEOMAR, a la izquierda los surcos realizados con un clavo, en el centro los hechos con un cúter y a la derecha los ejecutados con un cuchillo de acero inoxidable (hay ligeras diferencias de escala que no interfieren con este análisis cualitativo). Las piezas han tenido un tratamiento distinto. Las fotografías de la fila superior se han realizado después de realizar el grabado; las de la fila de en medio después de permanecer 24 horas sumergidas en agua después de su grabado; y las de fila inferior, después de permanecer 24 horas en agua y cepillarse (con un cepillo de dientes) durante un minuto. De esta forma se han imitado diferentes posibles tratamientos de procesamiento y lavado, como los realizados con las piezas originales en el yacimiento. No se observa influencia del cepillado en la morfología del surco. El paso por agua no parece oxidar a la mayoría de las partículas.

Se observan unas diferencias cualitativas entre los surcos que deja el clavo, con los que deja un filo cortante como el del cúter y el cuchillo. Los surcos del clavo son anchos, poco profundos y en forma de U ensanchada; mientras que los surcos del cúter y del cuchillo son estrechos y profundos, en forma de V. También están representados 5 surcos del primer informe de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE. Estos últimos coinciden en forma, y también en tamaño en 4 casos, con los surcos realizados con el clavo.

Imagen 5. Se representa parte una de las pruebas realizadas por Geomar y tres fotografías del primer informe de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, para comparar las estrías existentes dentro de los surcos (todas las fotografías han sido adaptadas a la misma escala).

Un fenómeno llamativo que encontramos en los surcos del clavo son las estrías paralelas al movimiento del grabado. Estas estrías únicamente se encuentran en el informe de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE en un limitado número de casos, como los de las imágenes B, D y E.

En el caso de la imagen B (pieza 11424), se trata de un arañazo perpendicular al surco que se encuentra a la derecha de la fotografía (no se ve el surco en la imagen), se ve un interesante trazado lineal de partículas de metal, paralelo a unas estrías. La explicación del autor del informe de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE para definir su origen no parece lógica, y quizá ilustra una voluntad de ver trazos de la herramienta de falsificación en todos lados. La explicación más económica, habida cuenta que se trata de la única presencia de un niquelado químico y solo en este punto, es que se trataría de un arañazo efectuado con algún instrumento de medición niquelado. Claramente, el rastro de partículas no tiene relación con la realización del surco.

En el caso de la imagen D, se aprecia un arañazo (llamado trazo deslizante por la Sección de Análisis de Materiales del IPCE) en relación con una letra, que implica a un largo trazo de metales, encima del engobe que se queda hundido y estriado en el centro del surco.

La imagen E es el único caso de un surco que forma parte de una inscripción donde se ha encontrado un trazo estriado, que es claramente la evidencia del movimiento de una herramienta.

¿Pero el origen de estas partículas metálicas está en la herramienta de un supuesto falsificador o puede tener otro origen? La respuesta a esta pregunta se intenta analizar a continuación, comparando las imágenes de los restos de metal en los surcos de la falsificación controlada de laboratorio con los de los observados en los informes de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE.

Imagen 6. Se representan a la izquierda fotografías de los rastros de metales en surcos de las pruebas realizadas por Geomar y a la derecha las fotografías del segundo informe de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, para comparar la morfología y dimensiones de los restos metálicos (todas las fotografías han sido adaptadas a la misma escala).

En esta figura, donde todas las imágenes incluidas están representadas a la misma escala, se encuentran a la izquierda los restos de las “falsificaciones de laboratorio” (en adelante se denominan pruebas). Se observan importantes diferencias según el material de la herramienta. El clavo es el material menos duro y genera trazos lineales considerables de varios centenares de micrómetros, también el cuchillo deja rastros de entre 50 y 200 micrómetros, mientras que los del cúter son de alrededor de los 50 micrómetros.

En este sentido es relevante un comentario del Sr. Navarro (autor de los informes de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE) en relación con los largos trazos de las pruebas de la pieza “verdadera” 12799, aparentemente parecidos en tamaño con los del clavo:

“Dichos restos forman rastros bastante continuos y de gran longitud (decenas- cientos de micras) que pueden relacionarse con el empleo de una punta metálica ‘blanda’ en el dibujo del grafito (figuras 12799.2, 3 y 5). Estas dimensiones contrastan radicalmente con el tamaño de los restos metálicos que han sido identificados en otras piezas (partículas rara vez superiores a 5-10 micrómetros)”.

Efectivamente, eso es lo que se observa en la figura anterior. Limitando la comparación a las piezas del segundo informe de la Sección de Análisis de Materiales (piezas 10942, 12108 y 11392), se aprecia que los trazos de metal de más de 50 micrómetros se encuentran únicamente sobre el engobe de las piezas, mientras que dentro de los surcos solo se encuentran en algún caso partículas de más de 20 micrómetros.

Se han revisado todas las imágenes de las piezas de cerámica tipo terra sigillata, y solo éstas con el fin de analizar materiales comparables a los ensayados en laboratorio, de las cuales solamente 18 tenían suficiente información para analizar la cantidad necesaria de restos metálicos dentro de los surcos. Solo en dos piezas (11459 y 13370) se han encontrado trazos más largos de 50 micrómetros, en 10 casos son de más de 40 micrómetros, en 23 casos se encuentran entre 2 y 40 micrómetros, en 43 casos entre 10 y 20 micrómetros, y en 33 casos de menos de 5 micrómetros.

A partir de estos datos, se puede concluir con seguridad, que entre las observaciones representadas en los informes de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, en la gran mayoría de los casos no se encuentran fenómenos equivalentes a los observados en las “falsificaciones de laboratorio”.

Se deben evaluar varias hipótesis posibles para sacar conclusiones:

i- la cerámica de prueba tiene características que no tienen relación con las cerámicas de Iruña-Veleia.

ii- se ha hecho un exceso de fuerza con las herramientas encima de las cerámicas de pruebas.

iii- las herramientas de prueba son mucho más blandas que las utilizadas para grabar el surco.

iv- las diferencias entre las pruebas y los surcos de las piezas de Iruña-Veleia se deben a las diferencias en esfuerzo sobre la herramienta.

Efectivamente, no se han ejecutado las pruebas en condiciones de control de la fuerza ejercida, pero se han repetido 6 surcos de grabado (dos veces tres, cada X tiene dos surcos de grabado) con la misma herramienta, lo que garantiza que las observaciones se repiten suficientemente para ser concluyentes. En cuanto a la calidad de la cerámica, se debe observar la coincidencia en morfología de los surcos de prueba con algunos de los fotografiados por la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, lo que también garantiza las condiciones realistas de las pruebas. Evidentemente, el redactor de este informe ha probado a efectuar el grabado en estos materiales de prueba, y ha de observarse su gran resistencia. Grabar en estos materiales requiere realmente ejercer un esfuerzo considerable.

Las herramientas han sido seleccionadas para cubrir toda la gama de probables calidades en cuanto a dureza; el clavo, con una punta de hierro galvanizado de baja calidad; una hoja de cúter de alta dureza; y un cuchillo de cocina de acero inoxidable de alta gama. En el comportamiento de las tres herramientas de prueba se aprecian rasgos morfológicos comunes entre las partículas desprendidas del cuchillo de cocina y el clavo, con bastantes diferencias con respecto a las del cúter, el cual deja trazos más cortos, pero todavía más grandes que los observados en los surcos de las piezas de Iruña-Veleia.

Por otro lado, en los surcos de las piezas de Iruña-Veleia, los restos de metal se encuentran constituidos por la acumulación de numerosas partículas de metal, lo que excluye que el objeto o la herramienta que ha dado lugar a dichos restos sea de una dureza muy grande, además se encuentran en algunos casos, morfologías de surco muy parecidas a las de la prueba, particularmente en los arañazos. Todo esto indica que las pruebas han sido realizadas en condiciones comparables con a las de la selección de piezas de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, y que (i), (ii) y (iii) no se pueden considerar hipótesis probables.

Como última hipótesis, han de considerarse las diferencias cualitativas en el esfuerzo que se ha realizado sobre la herramienta para trazar el surco. Se puede suponer, por lógica elemental, que a más esfuerzo y más presión se ejerza sobre una herramienta más rastros metálicos dejará ésta en el surco y más largos serán estos. Como símil, se puede utilizar el ejemplo de un lápiz, a más fuerza ejercida más restos dejará, más anchos serán y más intenso será el rastro.

Tomando este criterio como válido, las evidencias indican que el origen de los restos de metal en los surcos de las piezas de Iruña-Veleia, en general, son el resultado de un esfuerzo mucho menor que el de los restos de metales que se encuentran en la “falsificación de laboratorio”. La conclusión que se puede extraer de esto, es que los restos de metal en las piezas de litigio, en general, no tienen relación con el proceso de grabar el surco. Se trata entonces de metales con otro origen distinto al del grabado del surco.

Por otro lado, sí que se han encontrado rastros de metal en los surcos de las piezas bajo litigio que tienen una morfología parecida a las de las pruebas, y que indican un esfuerzo mayor, pero se trata en la mayoría de esos pocos casos, de fenómenos en la periferia de las letras. Solo se ha encontrado un caso en un surco (pieza 10714), con las estrías que se han ilustrado en la imagen 22, indicando que solo localmente quedan registrados esfuerzos de grabado más intensos.

De todo esto, se debe de concluir que solo localmente quedan evidencias de esfuerzos mayores del tipo de los que quedan registrados al grabar un surco, y que las evidencias de metales, en general, deben tener un origen distinto al de la grabación de surcos.

¿Cuál es entonces la procedencia de los metales? Como ya se ha observado antes, se debe subrayar la enorme precisión de detección de la técnica microscópica que ha utilizado la Sección de Análisis de Materiales del IPCE, con la cual se puede detectar hasta una única partícula de unas pocas milésimas de milímetro, lo que aporta una gran cantidad de metales de todo tipo. Se han contabilizado unos 28 metales diferentes en los informes de la Sección de Análisis de Materiales del IPCE. Contabilizar todos estos metales como anomalía y asociarlo a la falsificación, demuestra una predisposición hacia la falsedad, y una falta de “realismo arqueológico” a la hora de interpretar las evidencias.

El origen de las numerosas evidencias de metales no relacionadas con los surcos no supone ningún problema, y no tiene nada de anómalo. A lo largo de este informe, se han aportado numerosos ejemplos de contacto de las piezas con metales, además en un ambiente relativamente sucio, donde se trabaja con objetos llenos de barro que puede ser una fuente de pequeñas partículas de metales, sin olvidarnos del propio contexto arqueológico que está lleno de metales antiguos como plomo, zinc, plata, bronce.

La presencia de metales en los surcos y su origen no se no se ha podido resolver en este trabajo, lo único que se puede confirmar es que su tamaño y morfología apunta a un contacto limitado, no intenso en la gran mayoría de los casos. Quizás esto apunta a una limpieza donde han sido utilizadas herramientas de metal a mayor escala de lo que se ha admitido a la Ertzaintza. Es importante en este sentido la declaración delante de la Ertzaintza de Rebeka Ontoria que afirma haber visto entre otros a la responsable del “túnel de lavado” utilizar en varias ocasiones “paletinas metálicas”. Solo la aportación de más información de los allí presentes puede aclarar este asunto.

De todo esto concluimos:

–        Los surcos se han realizado, en la gran mayoría de los casos, con una herramienta de punta roma, no con un filo cortante.

–        Los metales modernos en los surcos no tienen un origen inequívocamente relacionado con la realización del surco.

Imagen 7. Informe ISabel Velázquez.Alfeizar del tercer piso del antiguo museo de arqueología de Vitoria.
Parece increíble encontrar una tal escena en el informe de la Directora de la Hispania Epigrafica

Imagen 8. Detalle de trabajadores en proceso de lavado de piezas en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia. El 12/08/2005. Se aprecia la suciedad que acumula el agua y la composición metálica de la mesa de trabajo. Una vez lavadas, las piezas se depositan en cribas de malla metálica.


Imagen 9. Detalle de trabajadores excavando en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia el 4/08/2005. Se aprecia abundante presencia de herramientas metálicas (carboneras, azadillas, espátulas, cuchillos).

Imagen 10. Detalle de trabajadores en proceso de lavado de piezas en el yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia el 12/08/2005. Se aprecia que una vez lavadas, las piezas se depositan en cribas de malla metálica. El lavado de las piezas se está efectuando por frotado con las manos o con cepillos de dientes. Nótese que la mesa de trabajo es metálica.

Imagen 11. (fuente: primer informe IPCE). Se pueden observar la presencia de 4 metales modernos diferentes. Modernos significan que están en un estado sin oxidar (‘en fresco’). Dos encontramos en los surcos, y dos en la superficie.

Lo qué podemos aprender sobre pátinas en la pieza 11423

La primera pieza que enseño el perito del IPCE en la Sala del juicio oral, el lunes 16 de febrero era la pieza 11423. Tanto perito Albisu como yo, nos habíamos fijado en que es esa pieza era muy pedagógica para demostrar lo que es una fluorescencia de pátina, y como es su ausencia, en caso de surcos recientes (o sobrelimpiados).

Utilizando esa pieza, el perito del IPCE implícitamente ha reconocido el valor de la fluorescencia para detectar la presencia de pátina o no; si su ausencia sirve para demostrar que zonas son contemporáneos, su presencia sirve para demostrar que zonas son antiguas.

Dejamos en el medio la autenticidad de la pieza – la verdad es que tiene unas pocas zonas de surcos que tienen una clara presencia de pátina, y vamos a estudiar los efectos de limpieza y la ausencia de pátina. Vamos a estudiar la cara B por ser más sencilla al tener menos surcos.

Superficie exterior: AQVILES (tras este nombre hay quizás otra letra, ¿M tumbada? o ¿símbolo indeterminable? ¿flecha+trazo sinuoso? ¿hoja de hiedra?) / HECTOR / HERC / VL / I. Superficie interior: ES.

Se observa una superficie con daños por sobrelimpieza con cepillo, y se observa que en muchas zonas la pátina ha quedado eliminado por la misma razón, aunque quedan algunas zonas donde la pátina sigue intacto. Es observar que se puede apreciar visualmente la pátina como zonas más oscuras que las zonas donde ha sido eliminado.
Imagen 11423-B IPCE Antelo 2014. La imagen ha sido sobresatuado para que se aprecie mejor la fluorescencia de la pátina. Se observa que en general no existe continuidad de pátina en los surcos, excepto en algunas zonas limitadas. Si hacemos omisión de esas zonas con pátina, la imagen es a nivel pedagógica un ejemplo de rotura de pátina.

Las pátinas en la pieza 17050

Este post sirve para aportar en condiciones las imagenes del Informe del IPCE de la pieza 17050. En este informe se designa a algo que en realidad es una pátina como ‘rastros de impregnación’. El informe demuestra que en un numero de piezas se puede claramente observar que superficies antiguas generan una fluorescencia particular, visto que no aparecen en roturas modernas. ¿Tenemos entonces un método de visualizar ‘las famosas pátinas’? ¡Indudablemente!

Basta para observar esta fluorescencia para distinguir entre superficies antiguas (los que tienen fluorescencia) y nuevas (zonas que no muestran fluorescencia).

¿Así de simple? Primero hay que demostrar que efectivamente corresponde con la pátina, y que no es un rasgo del material mismo (por ejemplo porque el material tiene muchos carbonatos).
¿Como se demuestra que es una pátina? Primero, la pátina se observa en muchas ocasiones con el ojo desnudo, y si las zonas visuales corresponden con las zonas de fluorescencia está claro que la fluorescencia es por la pátina. Esto podemos observar en la pieza 17050. Se ve la diferencia entre zonas con pátina y sin pátina visualmente, pero mucho mejor con luz ultravioleta.

¿Que podemos hacer una vez que hemos demostrado que hay una pátina presente? Podemos determinar si la fluorescencia continúa en los surcos, la famosa continuidad de pátina.
¿Así de simple? ¡Si así de simple!

¿Qué significa si la pátina ‘continua’ en los surcos de las letras? Esto significa que la superficie y el surco son ‘coetánios’, o dicho de otra manera que ambos son antiguos.

¿Se pueden falsificar pátinas? Sí, pero hay otras evidencias como costras que pueden ayudar. Nadie nunca ha dicho o demostrado que las piezas de Veleia han sufrido alteraciones no normales.

¿Entonces en la práctica? Que los grabados de las piezas con pátinas en las letras son muy probablemente antiguos.

¿Con qué seguridad? Nada es absolutamente seguro, siempre se deben hacer verificaciones complementarias, por ejemplo para determinar si las pátinas son naturales.

¿Hay pátinas en la pieza 17050? Mis ojos ven indudablemente la misma fluorescencia de la superficie del soporte en los surcos, con ninguna excepción.

¿Qué significa? Que el IPCE ha tomado el pelo a la Juez. El perito del IPCE contestó a la pregunta del Letrado de Eliseo sobre la presencia de pátina en la Pieza 17050: «Lo he mirado, las letras no tienen fluorescencia«. Hace afirmaciones pero no lo demuestra con imagenes!

¿Y que observan tus ojos? [Haz click para tener fotos de suficiente tamaño]

Texto: Superficie interior: GIIVRII ATA / SVTAN SIIRA / ANA, SAN / TV Superficie exterior: ISAN BII / TI SIIVRII / ISIINA / IITOR

Observación: una rotura separa las dos piezas, y solo un trozo está inscrito en los dos lados. Me da la sensación que la rotura es reciente (por lo menos muestra desconchamientos recientes). La configuración del texto parece condicionado por la rotura, o por lo menos da la sensación. Esto indicaría que ya había un inicio de rotura en el momento de la inscripción, resulta ser algo extraño.

 

Anverso y reverso de la pieza 17050

Las flechas indican zonas SIN pátinas

El fenómeno de fluorescencia es común, por ejemplo la fluorescencia del hidroxiapatita de los dientes. Este mismo hidroxiapatita encontramos como costras en los surcos.También es conocido que productos de lavado para ropa llevan blanqueadores que son en realidad sustancias que generaran fluorescencia y así intensifican el aspecto visual de ropa blanca.

Qué podemos aprender sobre algunos grafitos de Veleia a través de los diferentes informes periciales sobre las evidencias físicas

En el futuro, después de la parte judicial habrá un post sobre «La contestación irregular del IPCE a la petición pericial de la Juez de Instrucción en el caso Veleia«, pero mientras que el caso está en manso de la justicia no vamos entrar en esta parte del asunto. No por miedo, simplemente porque no conviene. La historia es paciente, y nosotros también.

Empezaremos con unas consideraciones generales sobre los informes del IPCE, y para facilitarme la vida voy a copiar las que aporta Albisu, aunque yo tengo otras (más geoquímicas). Aunque se crítica de manera motivada los informes del IPCE hay que admitir que también han aportado información muy útil para nuestros fines. Creo que hay que aplaudir el trabajo fino que han realizado a la hora de producir imagenes interesantes, en contraste con Madariaga que apenas puede aportar información de interés. El punto de conflicto con el IPCE es la obsesión por los metales, y no cumplir con la petición de la Juez de Instrucción, hacer interpretaciones subjetivas y forzadas, y en general subjetividad, y no interpretar los resultados de las pátinas.

Después sacaremos una pequeña selección de evidencias que nos parecen muy relevante e ilustrativo, todos sacado del informe Albisu, visto que por el momento no tengo claro si el IPCE me puede prohibir de sacar extractos de sus informes.

 

Comparación de restos de metales de las pruebas de falsificaciones en terrasigillata de imitación encargado al laboratorio GEOMAR con los restos metálicos del último informe del IPCE, ambos representados en la misma escala

CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LOS INFORMES DEL IPCE (perito Albisu)
A partir de las valoraciones sobre los estudios e informes efectuados por el IPCE sobre las 39 piezas en cuestión se extraen las siguientes consideraciones:

 

  1. ·           Se debe considerar que los estudios solicitados al IPCE no son habituales y dadas las circunstancias del caso exigían una gran responsabilidad. Es un ámbito de trabajo donde apenas existe experiencia, el de hacer evaluaciones de autenticidad sobre grabados en este tipo de materiales domésticos, de hecho no se ha encontrado ningún estudio publicado en España y menos en una fase de Instrucción Judicial. El firmante de este documento pericial es consciente que los estudios del IPCE han sido llevados a cabo en un contexto lleno de dificultades e inseguridades, y en un plazo de tiempo quizá demasiado limitado para un trabajo como éste. De algunos comentarios, por ejemplo, la carta que acompaña al informe de la Sección de Estudios Físicos, se puede deducir que los investigadores han trabajado contra el reloj. Se tiene constancia también, que no han contado con documentación esencial a tener en cuenta en la investigación, hasta fechas demasiado tardías.
  2. ·           La catalogación sobre la antigüedad de los grafitos se basa principalmente en un criterio erróneo, es decir, la existencia de restos de metales modernos en los grafitos es indicio inequívoco de la ejecución reciente de los mismos, no habiéndose contemplado la hipótesis de que el origen de los rastros metálicos pueda deberse a contaminaciones posteriores a la excavación. A lo largo del estudio no se consigue mantener este criterio, cayendo en contradicción, de manera que se catalogan como grafitos originales o antiguos, grafitos con presencia de indicios de metales modernos. Pese a estas contradicciones, se han efectuado valoraciones sobre autenticidad/falsedad de los grafitos basadas en un criterio erróneo.De hecho, del análisis de las imágenes [

    ver imagenes arriba del post] de nueve “falsificaciones de laboratorio” obtenidas a partir del estudio del laboratorio Geomar y su comparación con las imágenes de los informes de la Sección de Análisis de materiales del IPCE, se puede decir con seguridad que la herramienta utilizada para grabar los surcos en la mayoría de los casos no era un filo cortante, sino un objeto con una punta roma. Del tamaño y de la configuración de los restos de metal en los surcos, se puede concluir con seguridad, que los restos de la “falsificación” de laboratorio son de características distintas a la gran mayoría de los presentados en los informes de la Sección de Análisis de materiales del IPCE. Por lo que se llega a la conclusión de que la gran mayoría de las evidencias metálicas de los informes de la Sección de Análisis de materiales del IPCE no están relacionadas con el grabado del surco, sino con otro tipo de contaminaciones. Ante esto, se debe de considerar la explicación más sencilla, que consiste en que estas contaminaciones están relacionadas con el proceso de limpieza y la acumulación de contactos con materiales metálicos, tales como instrumentos de medición, superficies metálicas, materiales de oficina, etc.

  3. ·           En el informe de la Sección de Análisis de materiales del IPCE se establecen unos criterios de interpretación no acordes con la realidad arqueológica con respecto a los depósitos sedimentarios y costras, así como para el material de relleno de los grafitos. La interpretación realizada a partir de estos criterios incorrectos es utilizada a la hora de efectuar la catalogación de la antigüedad de los grafitos, por lo que tiene reflejo en su valoración final.
  4. ·           Cabe decir lo mismo sobre la utilización en la valoración de la antigüedad de los grafitos de elementos que quedan fuera del ámbito del estudio de materiales, como lo sería la existencia de supuestas correcciones ortográficas en los grafitos sin que se demuestre que su realización sea reciente.
  5. ·           No se ha cumplido con los estudios y analíticas tal y como se habían establecido en la propuesta del IPCE.
  6. ·           La realización de los estudios y su presentación en informes no se ha realizado de forma adecuada. Las técnicas microscópicas, debido a su escala de trabajo, no permiten analizar en su totalidad el trazado de los grafitos, con lo que pueden quedar sin analizar abundantes puntos en los que hubiera sido de interés hacerlo. Por esta razón, se considera que los estudios de la Sección de Estudios Físicos del IPCE, con su informe “Informe de examen por imagen”, se deberían haber efectuado en una primera fase, y posteriormente, a partir de sus resultados, proceder al estudio de detalle de la Sección de Análisis de materiales del IPCE. Sin embargo, los estudios se han realizado en un orden cronológico opuesto al adecuado. Como consecuencia, no se han conseguido complementar los resultados de ambos estudios para, de esta manera, emitir un informe con conclusiones finales sólidas.
  7. ·           El estudio de la Sección de Análisis de materiales del IPCE no tiene en cuenta en sus conclusiones todo el tratamiento posterior a la excavación de las piezas, lo que se considera como una grave irregularidad ya que influye en las valoraciones sobre la autenticidad o falsedad de los grafitos. 
  8. ·           La catalogación sobre la antigüedad de los grafitos no tiene en cuenta, que el tratamiento posterior a la excavación de las piezas grafitadas haya podido eliminar gran parte de las costras y depósitos existentes sobre los grafitos como en su interior. Por esta razón, la ausencia de costras o depósitos sobre los grafitos, o la presencia de costras seccionadas, no es indicio necesario de la ejecución reciente de los grafitos. Al contrario, la presencia de costras o depósitos sobre los grafitos sí es un claro indicio de antigüedad del grafito. En las imágenes que se presentan en los informes se encuentran numerosos indicios de costra sobre los grafitos que no se llegan a analizar en detalle y por lo tanto no se valoran a la hora de efectuar la catalogación sobre la antigüedad de los grafitos. El no haber valorado sistemáticamente estos indicios de costra sobre los grafitos implica que las valoraciones sobre autenticidad/falsedad de los grafitos están fundamentadas sobre observaciones incompletas.
  9. ·           El estudio de la Sección de Análisis de materiales del IPCE no analiza la presencia o la ausencia de pátina (o rastros de impregnación) dentro de los grafitos, en cambio la Sección de Estudios Físicos del IPCE sí los identifica (es verdad que sin señalarlos). Al igual que para las costras y depósitos, la presencia de pátina sobre los grafitos sí es un claro indicio de antigüedad del grafito. Ha de considerarse, por consiguiente, que al no haberse estudiado en detalle estos indicios no se han valorado al hacer la catalogación final sobre la antigüedad de los grafitos, por lo que se considera que la valoración sobre autenticidad/falsedad de los grafitos están fundamentadas sobre observaciones incompletas.
  10. ·           Considerando el número de indicios de presencia de costra y pátina sobre los surcos de los grafitos como en su interior, hecho que se aprecia tanto en fotografías en espectro visible como en imágenes FUV, el estudio de detalle parece más centrado en localizar lugares donde esta condición no se cumple. Se tiene constancia, gracias a los números de referencia de las imágenes del informe, que hay abundante documentación gráfica que no se incluye, parte de esta documentación gráfica pudiera ser relevante para el estudio. En el Anejo 1 se incluyen unos ejemplos con los que se corrobora esta afirmación. En este sentido hay que señalar que su Señoría, la Juez de Instrucción, no ha admitido el acceso a toda la documentación de las analíticas del IPCE al perito de la Defensa: Dicho informe puede ser contradicho por la defensa, sacando sus propias conclusiones del estudio y análisis de las piezas tal y como ha efectuado el Sr. Navarro. Por ello no se considera necesario ni útil la consulta solicitada, debiendo ser denegada en aras, asimismo a evitar dilaciones indebidas.” (Folio 12695). Esta medida ha obstaculizado la realización de un contrainforme visto que no se dispone de la misma información.
  11. ·           Al menos en una pieza, hay evidencias claras de presencia de huellas de organismos dentro de los surcos del grafito, siendo éste un claro indicio de antigüedad del grafito. Estas evidencias no se han valorado a la hora de realizar la catalogación de la antigüedad. El no haber valorado estas evidencias implica que la valoración sobre autenticidad/falsedad de los grafitos de esta pieza están fundamentadas sobre observaciones incompletas.
  12. ·           En el informe de la Sección de Análisis de materiales del IPCE se ha considerado un grafito por su indudable antigüedad como pieza de referencia. Sin embargo, no presenta resultados de analíticas de las costras y depósitos existentes, ni suficiente documentación gráfica (la que se presenta está en blanco y negro) para poder efectuar comparativas con el resto de las piezas seleccionadas. Se tiene constancia (ver la “Valoración del contenido y resultados del informe de la Sección de Análisis de materiales”) que se han omitido imágenes, lo que se debe considerar una grave irregularidad.
  13. La selección de piezas debiera haber contemplado (y dejar evidencia clara de ello en el informe) la utilización de piezas grafitadas cuya antigüedad no estuviese cuestionada.
  14. ·           Se tiene constancia (ver la “Valoración del contenido y resultados del informe de la Sección de Análisis de materiales”) que se han omitido imágenes de gran relevancia para una correcta realización del estudio, lo que se debe considerar una grave irregularidad.
  15. ·           No se presentan en los estudios pruebas experimentales que pudieran ayudar a la interpretación de los resultados obtenidos con las piezas reales, lo que se considera irregular en un estudio de carácter científico como éste.
  16. ·           El estudio de la Sección de Análisis de materiales del IPCE da muestra de la poca fiabilidad de sus criterios de interpretación en numerosas ocasiones, en algunos casos abiertamente. Esto, sin embargo, no le impide hacer la catalogación de la antigüedad de los grafitos, cuando lo correcto hubiese sido no hacerlo, dadas las incertidumbres con las que se encuentra.
  17. ·           En el informe de revisión y ampliación de la Sección de Análisis de materiales del IPCE, se estudian por segunda vez tres piezas, cambiando su catalogación sobre la antigüedad en dos de ellas. Lo correcto hubiera sido extender la revisión a la totalidad de las piezas. A la vista de esto surge una pregunta obvia, ¿Habría variado la catalogación de antigüedad del resto de los grafitos si se hubiese extendido la revisión también a ellas?
  18. ·           En el primer informe de la Sección de Análisis de materiales del IPCE, existe un comentario que denota un conocimiento mayor de lo deseable sobre la excepcionalidad de las piezas para una investigación objetiva. Se tiene constancia de que 26 de las piezas analizadas habían sido previamente estudiadas en un estudio grafológico de parte. El autor tenía constancia (tal como lo indica) de la existencia de estos estudios precedentes, y probablemente también sus resultados. Un perito judicial debería abstenerse de información previa no necesaria para ejecutar su peritaje, y si lo hubiera hecho debería haber indicado qué fuentes ha consultado y qué información ha recibido, algo que no hace en su informe. Se considera que estos hechos son un claro indicio de falta de objetividad en un estudio al que se le debiera exigir total imparcialidad.
  19. ·           La Escuela Superior de Conservación Restauración de Bienes Culturales (ESCRBC), en su informe “Informe sobre el grado de adecuación del tratamiento recibido por los grafitos del conjunto arqueológico de Iruña-Veleia (Álava), donde consta que consultó el primer informe de la Sección de Análisis de materiales del IPCE y el informe de la Sección de Estudios Físicos del IPCE, escribe “…que el tratamiento recibido no ha garantizado su integridad física en la medida necesaria para que los diferentes análisis sean concluyentes…”. Esta última afirmación no ha sido considerada en el proceso judicial.

Yo quiero añadir que bajo el fenomeno costra no únicamente caen las costras carbonáticas pero también las fosfáticas, algo que el perito del IPCE no quiere ver en su informe, pero si ha admetido en el Juzgado.

EVIDENCIAS DE AUTENTICIDAD (imagenes presentación y informe Albisu con comentarios míos en color o blanco)

Pieza 17050: Precencia de pátinas en los surcos

 

Se observa una clara fluorescencia que desaparece en las zonas de roturas recientes. Por eso concluimos que se trata de una pátina. Observar como la pátina de la superfice parece continuar en los surcos de las letras. El perito del IPCE lo contradice, pero mis ojos lo ven, Antelo lo parece sugerir, y los ojos de ustedes, qué ven?

Pieza 10942: costras carbonáticas/fosfáticos en los surcos de 3de las 4 letras

El perito del IPCE solo admite costras en la I y la mitad de la S, en realidad la fluorescencia nos señala la presencia de costras en 3 zonas más. Las afirmaciones sobre la presencia de costras por parte del IPCE no son nada fiables…

 

Se observa como el perito del IPCE delimita de manera equivoca la costra a una zona minúscula del surco, mientras que en realidad cubre todo el surco. Esto es un claro indicio de antigüedad y lo admite el perito del IPCE. Lo que realmente es sorprendente y lo encontramos en más ocasiones es la presencia de metales modernos encima de las costras. La única conclusión posible de los dos elementos a la vez, es que la presencia de metales modernos no es un buen indicio de que el surco es realizado recientemente. Entonces el criterio del IPCE relacionado con los metales modernos es equivocado.

PIEZA 15920: restos de costras de fosfatos en los surcos de la R y posibles costras encima de letras

Mis flechas en rojo indican zonas donde una costra fosfática puede estar encima de letras, a la derecha un detalle de la R de RIIBA, que tiene la parte inferior de la asta aparentemente tapada por costra. Vemos eso en detalle en la siguiente imagen.

 

Observamos en dos zonas restos de costras fosfáticas en los surcos (color verde). Con un 80% de seguridad diría que la asta de la R continúa debajo de la costra.

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Pátinas son fácil de reconocer cuando hay ‘rotura de pátina’, zonas oscuras sin fluorescencia como en la pieza 11423.
 Se observan que los surcos de las letras casi no tienen pátina (ver flecha blanca) aparte de dos pequeñas zonas ver flechas azules.
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Para no olvidarnos que estamos tratando testigos de vidas romanas reales este cortometraje…

Queda listo para sentencia… empieza el verdadero debate científico

Quiero aclarar que soy un investigador de los grafitos de Veleia, independiente de LURMEN (aunque he asistido a la defensa), y que si sigo investigando el asunto es porque desde mi capacidad académica he podido constatar que las evidencias físicas no han sido por nadie investigado con conocimiento ni intención de objetividad para que pueda acreditar algo con suficiente certeza.

Otros y otras investigadores desde su especialidad y desde sus investigaciones como Joaquín Baxarias, Antonio Rodríguez Colmenero, Alicia Satué, Juan Martin Elexpuru, Hector Iglesias, Ulrike Fritz y otros, ven cada uno en su campo, y plasmado en informes honestos, evidencias que contradicen claramente las burdas falsificaciones. El contenido de los hallazgos bajo litigio no es burda.

Además desde mis propias investigaciones independientes observo numerosas razones para pensar que las piezas en general son verdaderas (no puedo saber si todas lo son). A mi me enseñaron juzgar por las evidencias que ven mis ojos, independiente de criterios de los demás (que evidentemente evalúo), sean académicos, periodísticos, judiciales o de donde sea. 

Mis ojos, y en las últimas semanas otros ojos cualificados, han visto numerosas evidencias. De todas las evidencias de falsedad que ha aportado el perito del IPCE, una única pieza que siempre he considerado por extremadamente pobre en evidencias hacia la autenticidad, me ha parecido convincente (sin que esto afirma su falsedad), todo el resto me parece no concluyente. Uno debe hacer un balance entre indicios en todas las direcciones, y informes que no lo hacen son subjetivas. Creo que un gran error de concepto tratar las piezas como de un conjunto «las excepcionales». Sí hay claramente relaciones entre algunas, pero en general el concepto ‘excepcional’ es una mera construcción mental de LURMEN que no necesariamente tiene un sentido físico. Quizás habrá que hablar de ‘no nominales’ en contraste de los habituales que son para indicar propiedad de un objeto, y sobre todo no hay que hecharlas todo encima de un mismo montón.

En la preparación para la defensa siempre he mantenido mi postura como científico, en ningún momento me he dejado seducir por «echar una mano» a los datos. Datos y evidencias son sagrados para mi. La defensa nunca ha utilizado elementos no existentes, y ha tratado los datos con una gran objetividad. Toda la información aportada es real, verificable y tangible. Sobre esto he vigilado yo. Nunca hubiese acceptado manipulaciones, implicaría el fin inmediato de mi colaboración, pero LURMEN ha mostrado una gran transparencia. Además es LURMEN quien ha pedido siempre analíticas:

 

2009/09/02: La defensa de LURMEN solicita pruebas sobre las evidencias físicas: concretamente una excavación controlada de zonas donde se encontraron hallazgos excepcionales y un estudio microscópico de las evidencias. (Folio 9514 y siguientes).

 


También es un grave concepto de error de que ‘un geologo’ que ha declarado no tener experiencia previa con el problema de grafitos en cerámicas, sin que haya podido demostrar que hizo pruebas experimentales (una cosa es decir de haberlo hecho, pero si no las aporta en su informe no existen a efectos prácticos) y que además parece discrepar con el criterio de sus compañeros del segundo informe «Informe de examen por imagen» podría emitir un dictamen definitivo. Su expresión «cada uno escribe lo que le parece» es en este sentido significante. La Defensa solicitó el acceso a todas las imagenes y espectros de su informe, lo que fue negado por la Jueza de Instrucción por argumentos un tanto absurdo: 


 

2014/06/12: La Defensa solicita el acceso a los datos en bruto del primer informe del IPCE: “Que interesa al derecho de esta parte solicitar del juzgado que se permita al perito designado por esta parte D. Koenraad Van den Driessche la consulta de todas las imágenes y espectros obtenidos por Navarro para la elaboración del informe del IPCE; esto es, no solo las seleccionadas por él para su redacción sino los datos en bruto” (Folio 12694).

 

2014/07/31: La Juez de Instrucción niega el acceso a ‘todas las fotos y espectros’:

 

Dicho informe puede ser contradicho por la defensa, sacando sus propias conclusiones del estudio y análisis de las piezas tal y como ha efectuado el Sr. Navarro. Por ello no se considera necesario ni útil la consulta solicitada, debiendo ser denegada en aras, asimismo a evitar dilaciones indebidas.” (Folio 12695)”.

 

Por todas esas razones opino que sigue vigente la necesidad de realizar una investigación independiente de las piezas por parte de investigadores de reconocido prestigio, y evidentemente independientes de los mundos académicas españolas que son contaminadas por la desinformación masiva, y por opiniones como la del Prof. Almagro que escribió el editorial del Correo el día 3 de febrero, primer día del juicio, casi como consigna por donde tenía que ir el juicio. Me ha parecido una gravísima intrusión en un juicio. Un juicio que se ha desarrollado con normalidad, con una Juez que ha garantizado que todas las partes podrían desarrollar sus argumentos. En momentos era un debate de alto nivel donde se ha podido aprender mucho, y es eso que poco a poco quiero desarrollar en una serie de posts. Estoy de acuerdo con el letrado de LURMEN que las acusaciones son «un cuento de niños sin ninguna prueba». Que queda claro que si no tuviese esa convicción total no dedicaría mi precioso tiempo a enredar más sobre este asunto. 

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La Juez se ha retirado para llegar a sabias conclusiones sobre las pruebas y las conclusiones finales del juicio oral. Hoy cada parte ha explicado durante 50 minutes sus conclusiones sobre las pruebas (testigos, periciales, documentales) efectuadas durante los 11 días que ha durado el juicio. A continuación una breves notas sobre las evendicias físicas en los alegatos de las PArtes

Primero la Fiscalía. El Ministerio Fiscal pide justicia, pero en esta ocasión me parece que pide otra cosa. Seguramente sus palabras serán ampliamente representadas en los medios de manera que no necesito representarlas.
Solo unos comentarios. Me llamo la atención la extrema defensa del perito del lunes del IPCE, de su honestidad, de su enorme pericia (en realidad ninguna en el tema de falsificación de grafitos, como ha declarado el perito), y el ataque al perito de LURMEN (que no aparece casi en ningún medium de comunicación, aunque fue citado correctamente en ETB y más o menos en Berria).

Aparentemente la Fiscalía tenía que ir ad hominem y no ad rem. La Fiscalía olvide que cualquier geólogo tiene una formación de varios centenares de horas en microscopia, y que un geólogo se caracteriza por ser especialista en relaciones temporales. Descalifica las pruebas por ser realizadas en terrasigillata de imitación moderna, pero si lo hubiese realizado en terrasigillata romana le hubiese denunciado como Fiscal de Patrimonio. Estoy seguro que técnicamente son comparables.

También utiliza el argumento de que el perito de LURMEN no es experto en manejar el microscopio electrónico, mientras que las fotos fueron realizadas por una empresa especialista en investigación geológica. Tampoco el perito de LURMEN ha hablado de cosas muy complicados, simplemente ha encargado unas pruebas a realizar por un laboratorio en buenas imitaciones de cerámica, y cualquier ojo puede observar que la forma y el tamaño de los rastros de los ‘falsos de laboratorio’ como los llama son muy distintos a los metales encontrados por el perito del IPCE. Según el perito los rastros muchos más largos y grandes de un clavo, cuchillo y un cutter en un grabado difieren de los pequeños rastros metálicos, y la conclusión lógica es que a más pequeño los rastros, menos esfuerzo se ha aplicado. Una prueba tan sencilla y evidente genera a la Fiscalía sospecha (claro porque contradice radicalmente su tesis), mientras que ninguna otra investigación la aportó.

Me ha quedado claro que las pruebas directas no gustan ni a la Fiscalía, ni a la Acusación. Las ven como aguafiestas. Y siempre cuando la Defensa de Lurmen las intentó aportar, había protestas («no es el momento procesal», «las pruebas son para liar la manta».

Quizás otro comentario visto que el Ministerio Fiscal debe pedir justicia. Se sigue acusando de la falsificación de 291 piezas excepcionales, pero si su sabia Señoría estima que las pruebas grafológicos no valen, se acusa de ‘comisión por omisión’ (entiendo que no se intervino a sabiendas que eran falsas). Ningún escape posible… acusación con saña, gimnasia jurídica. Se puede defender dos escenarios a la vez, por si falla una. Pruebas?

El alegato del letrado de la Acusación… «El lunes tuvimos un experimentado perito de un laboratorio del estado, y viene el Sr. Albisu». No es el momento procesal. Denuncia la actitud procesional de la Defensa, 11 años, y vienen en el último momento con periciales [la Juez lo admitió, y el Derecho lo permite…]…
Hizo su trabajo como abogado de la Parte Querellante… la Defensa del buena hacer de la Comisión incluido. Intentó defender la actuación del Director de Patrimonio como si fuese lógico sacar las conclusiones antes de la última reunión de la Comisión. Curiosamente no habló del buen hacer de la rama química…

El alegato de Javier Martinez de San Vicente Corres, me gustó mucho (evidentemente, hoy miro las cosas a través de mis emociones). Empezó con un breve esbozo del derecho penal, y cargó contra la absoluta falta de prueba para ningún delito (in dubio pro reo y la carga de la demostración tiene el que acusa). Relativo a lo que nos interesa en este post, las pruebas sobre evidencias físicas, afirmó que el perito de LURMEN hizo lo que ninguna parte había hecho, y lo que no parece interesar a nadie, estudiar las evidencias de una falsificación, y que parece que molesta. Afirmó:»Nosotros no creemos a Navarro cuando afirma que hizo tales pruebas» [lo lógico hubieses sido aportar estas pruebas en sus informes, igual que los estudios de grafitos verdaderos de otras épocas en Veleia].

Insistió en la incoherencia de que el IPCE aportó 3 informes. Un primero aparentemente final [el que todo el mundo cita], un segundo con las imagenes de fluorescencia que a parte de unos pocos elementos no fue interpretado de 6 autores, y un tercer informe donde se reevalúa 3 piezas y donde cambia de criterio relativo a metales no oxidados en el caso de hierro no aleado [y donde se observan en varias ocasiones metales entre costras, es decir evidencias recientes y antiguas mezcladas, lo que significa estratigraficamente que los surcos son antiguos!].

Etc…

Las últimas palabras dirigió Eliseo a la Jueza. Declaró que ha seguido el juicio desde el punto de vista científica, que confía completamente en su criterio y que se declara inocente de los crímenes que se atribuyen. La jueza cerró la cesión, tiempo para lagrimas y emociones, abrazos y buena suerte.

Para mi también tiempo para poner un punto final a la fase justicia, y ahora debe empezar la ciencia. Durante el juicio y por testimonios, pruebas y observaciones de peritos y testigos tengo la absoluta convicción que las piezas en general son verdaderas. Las observaciones desde fotos se confirman en las piezas, aunque allí dependo yo de las personas que han visto las piezas y con quien he hablado.

Para entender mejor el fenómeno de la evolución de los grafitos excepcionales es importante estudiar la evolución de los grafitos NO EXCEPCIONALES (que en ningún momento en el juicio estuvieron bajo sospecha). Para eso hacemos un tratamiento de los datos de la base de datos IGES (Inventario general de evidencias especiales) con 24.000 entradas que engloba 14 años de excavación de LURMEN en Iruña Veleia. Aportó aquí 3 imágenes que seguramente pueden ser el inicio de todo un debate. Fueron utilizado también durante el juicio. Los gráficos simplemente son producidos en Excel con ‘tablas dinámicas’ puramente a base del base de datos de LURMEN, IGES. Se aportá también 4 hallazgos excepcionales en Veleia de antes de los años 2005/2006. Alguien oí un miembro de la Comisión sobre que los primeros vestigios de cristianismo en el País Vasco son atestados en Veleia? Yo lo aprendí en mi curso de Vasconia, publicados por el Sr. Gil!

 

 

AMOR OMNIA VICIT. Las dos restauradoras de la DFA afirmaron la autenticidad de la inscripción. Paloma L de S: «Letras están afectadas por raíces…pátina de envejecimiento y restos de sedimientos. Isabel O. afirmó lo mismo.

 

VIILIIA GORI VIILIIA NOVA. Un ladrillo con un grabado en muy frágil estado fue restaurado por la restaurador Isabel O. En su declaración explicó municiosamente como fue la restauración: «Es un ladrillo romano, en estado delicado…para limpiarlo tenía que estabilizar la superficie… bajo binocular rebajo las concreciones… voy pelandolas y cada vez estabilizando. Yo vi que había una inscripción pero podía leerla…a base de mi conocimiento profesional diría que esta pieza tiene una inscripción antigua«. Se ve como existe una pátina encima de algunas líneas y letras
CV de Cerdán en la contraportada del libro editado por la Diputación:

Nuevas técnicas metalurgicas en Armas de la II Edad del Hierro. Arqueometalurgia y Conservacion Analitica en la Necropolis de La Hoya (Laguardia, Alava), 1999, 157 p., 35 ph. coul. –
https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=202050

 

Eliseo Gil ha sido acusado a base de estudios grafológicas que no tienen base científica

A primera hora han venido a testiguar dos expertos de la Ertzaintza en el juicio del caso Veleia, aparente especialistas a nivel europeo en caligrafia grafólogico, y han afirmado lo que ya constaba en la respuesta de la Jefa de Documentoscopia (ver post en AmaAta “Es imposible realizar estudiosgrafológicos con inscripciones en cerámica estudios”) a la Petición de la Juez de Instrucción del 19 de noviembre 2013. La petición de investigación era la siguiente:
Visto el estado de las actuaciones líbrese oficio a la Sección de Documentoscopia y Grafistica de la Unidad de Policía Científica de la Ertzantza al objeto de que nos informen sobre la posibilidad de emitir informe pericial de los grafitos hallados en el Yacimiento de Iruña Veleia y de la réplica de la letrina romana y visto su contenido se acordará
Los dos agentes fueron tajantes: “Por el momento no existen procedimientos para cotejar en este tipo de materiales duros, siendo los paneles lacados de la letrina, y las piezas de cerámica, las letrinas”. Explicaron que la petición de la Juez iba acompañado de dos informes periciales y fotografías de las letrinas y 400 fotografías de los grafitos dubitadas.
A petición de las preguntas de la Fiscalía aclararon que las inscripciones vienen en diferentes piezas de arcilla [cerámica] para las cuales no existe un método. Se sale del método porque no se registra la precisión de la motricidad.
El problema de este tipo de soportes es que se debe hacer tanto esfuerzo para escribir que las letras son el resultado de los esfuerzos necesarios, en dos soportes completamente diferentes.

A petición de la pregunta de la Parte Acusatoria de la Diputación si se puede realizar un informe grafológico, contestan que desarrollar un nuevo método costará 6 meses a un año de trabajo, y tiene que ser comprobado en números casos en la práctica para obtener validez. Citan el método de grafometría donde se miden diferentes aspectos de la escritura como distancias etc, y eso método resultó después de 10 años no fiable. No se puede basar en un solo aspecto, se deben cumplir varios aspectos a la vez, si no no es un método científico.
El problema también es el conocimiento de los alfabetos habituales en época romana, y citan el ejemplo del árabe que están estudiando. Formas de letras que para un no experto de este alfabeto pueden parecer particularidades personales son comunes entre todos los usuarios de esta grafía. Son formas muy típicas de una época que necesitan meses de estudio.
Afirman que nunca han visto estudios científicos en tales materiales y declaran conocer muy bien la evolución de los estudios en su campo. Citan en varias ocasiones a estudios de la FBI que parece ser el servicio de referencia [si lo he entendido bien].
Afirman que de todas formas el método debe pasar por la utilización de un ‘cuerpo de escritura’ en los mismos materiales para reproducir la situación concreta. Con esto quieren decir que se hubiese haber tenido que someter a el “””acusado”” a realizar pruebas caligráficas en cerámicas, y esto no ha sido el caso aquí, donde se ha intentado demostrar de manera indirecta a través de las letrinas, y una supuesta autoría a través de testigos.
“Llamamos las observaciones de los dos informes que aportó la Diputación muy simples, en este caso nosotros no llegaremos a conclusiones”. Afirman que el uso de dibujos sería un nuevo método científico, y a falta de haber demostrado la validez del método no son estudios grafisticas válidas. No existe un tal método, que quizás puede ser desarrollado dentro de 10 años, porque este campo evoluciona.

Ardua era la tarea de la siguiente perita grafóloga, después de un tal relato destructivo, para defender su buen hacer. No doy su nombre, como autónomo me siento solidario con ella, y ella tampoco cita el nombre del “””acusado”””. Ella recibe un encargo y la intenta realizar.
Ella admite que su estudio está ‘perjudicado’ por la ausencia de un método científico. Su informe ha sido el objeto de un estudio de Roslyn Frank, y no vamos a repetir las numerosas carencias que tiene. La verdad es que ya ha habido suficiente sufrimiento en este caso, y me abstengo de un linchamiento. En este sentido la Juez hoy la ha defendido: “No vamos a acusar la perita de la querella”, con que estoy de acuerdo. Solo voy a retomar un aspecto y es la pregunta de la Diputación sobre cuantas manos hay en las letrinas, y ha quedado patente que no lo tenía muy claro, aunque terminó afirmando una sola [y yo soy el Papa].
Si se me permita unas reflexiones.
Se puede intuir que hay personas en la cárcel por estos estudios grafológicos muy por encima que se desvían como han dejado bien claro los expertos de la Ertzaintza del método científico.
Siempre existen coincidencias sorprendentes, la pregunta es a partir de cuantas son significantes, y estos estudios no contestan a esa pregunta. Como ella ha reconocido no se toman en cuenta las igual de numerosas diferencias notables en un puñado de letras casi sin rasgos en mayúsculas. Que además intentan imitar… letras de época romana que ambos periciales de la Diputación claramente desconocen.
Creo que este asunto ha quedado claro, pero no, mañana seguimos con otro peritaje grafológico…y por eso he omitido algunos elementos.
Otro indicio de criminalidad menos para Agente quince mil y pico!

[juro que mi intención es dar un relato objetivo de lo ocurrido, aunque puede haber pequeños errores en transcripciones que no afectan a la esencia. No he aportado unas discusiones sobre parecidos entre Ds, Vs, Ms porque me ha parecido claro que son muy discutibles].

Se puede leer otra versión de la Sesión de hoy miércoles 12/02/2020 de la mano de Juan Martin, escrito con total independencia aquí. La verdad solo existe a través de varias aproximaciones…

¿Alguien puede descubrir una correspondencia entre letras, distancias entre letras y líneas, más allá que casualidades?

El tiempo deja a todo el mundo en su sitio, aunque puede durar 10 años. 10 años de calumnias miserables defendidos por profesores de epigrafía, periodistas….

Iruña Veleia y sus «revolucionarios» grafitos VIII: Más cerca de la autoría

Coordinación en la prensa…

Es completamente inprobabable que 3 artículos en 3 periódicos tan diversos como El Correo, Diario de Noticias de Álava y Berria tienen un titular casi idéntico y un contenido casi idéntico. Esto sugiere un contenido común (que no es la Sesión del 13/2/2020!)

«Además, ha asegurado que el tipo de latín no parecía similar al de la época, si bien se basó en datos del siglo V cuando el grueso de las piezas son del III, según ha explicado.»
https://www.eldiario.es/norte/euskadi/grafologicos-Eliseo-Gil-falsificaciones-Iruna-Veleia_0_994951218.html

Alfabeto romano utilizado en el primer informe grafológico, sin cita su fuente,  equivocándose 3 siglos.