Siendo conocedor del auto de la Jueza de Instrucción opino que se trata de un grave error judicial, y que se está acusando a arqueólogos de excavar cosas que no gustan a determinadas autoridades. Este es su único ‘crimen’.
Mis ojos ven costras en letras, que como geólogo con experiencia en geoquímica y mineralogía son pruebas muy relevantes a la hora de interpretar la antigüedad de los grafitos.
Se ha rebatido en gran medidala argumentación de la Comisión sin que la Juez de Instrucción lo haya tomado en cuenta, y entre las pruebas de falsedad que aporta el Auto, hay esta : ‘… una pieza cerámica [con] un dibujo de una máscara y la palabra teatro en una cara y las inscripciones «Seneca», «Virgilio» y «Descart» en la otra.»
Tengo la absoluta convicción de la inocencia de Eliseo. Además tengo la honesta convicción que las inscripciones son antiguas, e que es imposible que daten de la época de excavación, algo que además de ninguna manera ha sido demostrado.
Doy a Eliseo todo mi cariño y mi confianza. No mereces este calvario judicial, Eli!
Aunque nunca lo he deseado, creo que el juicio oral es el único camino para poner los puntitos sobre las ies (y las jotas…). Al hablar con Eliseo he observado que está tranquilo… pero creo que otros esta noche van a dormir mal.
Me temo que todo el juicio ha sido una caza de fantasmas en que persiguen a autores muertos desde hace más de mil quinientos años…
PS Los puntitos sobre los ies…
1. David Gónzales escribe en El Correo: «Los investigados son Eliseo Gil, director de Lurmen, la empresa que gestionaba el yacimiento alavés; y sus colaboradores Óscar Escribano (geólogo) y Rubén Cerdán, uno de los más estrechos lugartenientes de Gil.»
Lo que un arqueólogo que excava algo no esperado tiene que leer…
2. Cita del auto en el Diario Vasco: ««La trazabilidad de los fragmentos con grafitos no es demostrable y el tratamiento recibido no ha garantizado su integridad física necesaria para que los análisis sean concluyentes. Por motivos expuestos, los autores no pueden avalar la autenticidad de los grafitos»»
Su Señoría se ha equivocado en la lectura, aparentemente rápida y superficial, de los informes. Ningún informe afirma algo parecido.
3. Otra cita del auto en el Diario Vasco: «Y atribuye igualmente un interés y un modus operandi a GIl y sus colaboradores. «Los encausados (…), puestos de común acuerdo y con el ánimo de obtener no solo un beneficio económico sino también prestigio y reconocimiento profesional (…) procedieron a realizar con diversos instrumentos inscripciones, entre otras en euskera, aplicando posteriormente y de manera intencionada un material de relleno para cubrir los trazados de los grafitos efectuados por ellos mismos». Una vez falsificadas las piezas, agrega la magistrada, las colocaron «de manera que fueran descubiertas después del lavado de los materiales por parte de los empleados de Lurmen».
Su Señoria tiene realmente mucha imaginación.