En un principio pensamos que el caso de Iruña Veleia, era un problema de índole científico.
Por alguna razón unos científicos críticos con los hallazgos se habían formado una opinión demasiada lanzada. Poniendo los argumentos razonables sobre la mesa, el debate científico se iba recomponer, y al final la ciencia iba triunfar, sea la dirección que sea.
Siempre he criticado opiniones lanzadas sobre la gran conspiración contra el euskera. Defendía que tenían que ser argumentos científicos que tenían que prevalecer, no las tripas. Con el tiempo he podido demonstrar a mi mismo, que el asunto muy poco tiene que ver con la ciencia, no mucho más allá de que el contenido de los hallazgos sea un tanto revolucionario, pero no imposible. Quizás que todo es sorprendente, y que entre especialistas puede generar escepticismo. Sin ninguna duda.
Pero yo veo costras en algunas letras de piezas en euskera. No creo que me equivoco.
Observo que nadie se atreve a investigarlas correctamente, y esto que formaban el núcleo de la petición analítica de la Defensa. Alguna razón tendrán para no investigar objetivamente las evidencias, o por lo menos no describir las observaciones con un lujo de detalles y material gráfica y analítica. No es normal que no no se mira donde duele, sino por el otro lado.
Tampoco es normal que una Comisión Científica comete una cadena de errores impresionante (únicamente profesores de la universidad al final beneficiada, censura de e-mail de Knörr y de la petición de más analítica, graves irregularidades en la presentación de las observaciones químicas – programa analítica sin terminar, conclusiones antes de la última reunión y antes de los informes, sin conclusiones formales, ni tiempo para estudiar los informes antes de abortar la comisión, presidencia y secretario de la Comisión son personas claves de la institución que pide asesoramiento – ‘separación de poderes/independencia, planes previas de pasar el yacimiento a la universidad que domina la Comisión – quítate, me pongo yo, informes raros y de baja calidad).
El telón de fondo de la historia es que la UPV ‘quería’ el yacimiento… para luego dejarlo más o menos abandonado cuando las subvenciones disminuyen.
La era post-comisión peca de lo mismo. Acusaciones a base de un informe no concluyente, luego completado con informes concluyentísimos de 36.000 euros IVA incluido, aunque no basados en los principios del gremio (vamos con un valor nulo).
Irregularidades judiciales: la parte querellante custodia las piezas sin que están selladas (por lo menos los grafologos tienen acceso), la Defensa no fue invitada a la selección de piezas, y la investigación a petición de la Defensa se derriba en únicamente buscar indicios de falsedad, interpretaciones torcidas, esconder evidencias desfavorables a la tesis de falsedad. Un segundo informe posterior de la misma institución sin conclusiones que da la sensación de ser una respuesta a las críticas, un informe policial que llega a conclusiones contundentes sin pruebas, un tiempo de espera judicial no normal…
En 2008 no conocía este aspecto de mi nueva patria, y critiqué a los conspiranoicos. Tenía un optimismo nórdico en la ciencia y en la justicia… muy ingenuo.
¿Todo el mundo conspira contra Iruña Veleia?
Dicen que en España hay de punta de vista antropológica una tendencia al tribalismo, y los casos de extrema corrupción lo afirman (http://www.publico.es/politica/juez-instructor-operacion-lezo-coloco.html, http://www.publico.es/politica/ministro-justicia-ignacio-gonzalez-mensaje.html). El objetivo es cuidar los intereses del tribu y no de la sociedad en general, lo que justifica la corrupción (luego avalada en las urnas). En esta actitud no existe ética alguna ni interés común, ni sentido de justicia, porque el tribu es al que hay que servir. Luego puede haber pactos taciturnos entre tribus cuando conviene por el objetivo de servir los intereses del propio tribu.
En esta constelación todo el mundo tiene miedo, aunque discrepa. Basta abrir la boca para sufrir el abandono del tribu con todo tipo de represalias, y se te hacen la vida imposible, de manera que es verdad que hay que tener miedo y no ir en contra de los intereses del tribu (http://www.publico.es/politica/avise-ignacio-gonzalez-2008-1.html).
Por otro lado hay en esta constelación tribal muchas personas valientes que sí creen en una sociedad justa, en el bien común y en la ética. Gracias a ellos el país sigue funcionando.
PS. Esto es mi punto de vista personal,desde mi gremio, la geología, y desde mi consciencia, numerosos otros expertos han hecho desde su gremio y su conciencia observaciones similares (ver la parte verde en http://www.sos-irunaveleia.org/informes).