Iruña-Veleia: un nuevo caso Altamira. ¿O algo peor?
Tengo un amigo que me para en la calle y siempre me hace la misma pregunta: “Cómo va eso?”. Ayer le invité a tomar un café. Ponte en la piel de Eliseo, le empecé diciendo, hizo un descubrimiento excepcional y mira el premio que ha recibido: lapidación mediática, deshonor, desempleo… Y por si eso fuera poco, está en peligro de ir a la cárcel y de cargar con una multa millonaria.
“Pero estáis seguros de que las piezas son auténticas?” Seguru-seguru, zeruan dagoen atsoa (‘segura del todo, la anciana que está en el cielo’), es un dicho antiguo. Pero tenemos poquísimas dudas. Llevamos siete años profundizando en el tema en sus diversos aspectos, y todos los que nos hemos acercado al asunto con mirada limpia hemos llegado a la misma conclusión: los grafitos no pueden ser falsos. Se han elaborado más de veinte informes que abogan por la autenticidad de los grafitos, y entre los autores se encuentran, por ejemplo, autoridades como Antonio Rodríguez Colmenero, catedrático de la Universidad de Santiago, o Edward Harris, director del Museo de las Bermudas, considerado como el padre de la metodología de la arqueología moderna. Es significativo que la mayoría de los expertos que se han mojado analizando el material y redactando informes sean de fuera del País Vasco. Los de Euskal Herria han preferido silbar y mirar para otro lado.
“Pero qué razones tenéis para considerarlos auténticos?” Por una parte, en los grafitos no existen ni anacronismos ni imposibilidades. Se aprecian diversas manos y épocas. Y diversos temas, lenguas, grafías y estilos de dibujo. Son coherentes con el contexto que proponen los descubridores. Además ellos los han extraído de la tierra. No hay que olvidar que hablamos de más de 400 piezas. Por otra ¿quién se va a poner a perpetrar una falsificación así? ¿Y para qué? El autor de uno de los informes decía que en el caso que se tratara de un engaño sería la falsificación más extraña, sofisticada y cara de la historia de la arqueología. No tiene ningún sentido.
“¿Pero qué intereses puede haber para declararlos falsos?”. En este desgraciado asunto se ha dado una confluencia de intereses nada ejemplares. Por un lado, intereses económicos y de poder (facultad de historia de la universidad, especialmente el actual director del yacimiento). 2) Intereses “académicos” (facultad de filología; al parecer algunos miembros de la misma vieron en peligro alguna teoría establecida al comprobar que el euskera de los grafitos no se ajustaba en algunos aspectos a lo que ellos se habían imaginado para la época). 3) La historiografía española más rancia también vio peligrar su cacareada teoría de “la vasconización tardía”. Si los grafitos se daban por buenos se caía el castillo de naipes construido con tanto esfuerzo. La cosa es que en este asunto han actuado todos agarraditos de la mano, con la bendición y protección de nuestros gobernantes.
“¿Estás sugiriendo una conspiración en toda regla?”. Yo he hablado de “confluencia de intereses”, que no es lo mismo. Pero tampoco descartaría una trama corrupta, un complot bien organizado. El tiempo dirá.
“Bueno, pero ahí están los partidos abertzales o vasquistas para parar esto”. Por desgracia, no. Los partidos abertzales o vasquistas, con alguna pequeña excepción, han sido los peores. Estaban ellos en el gobierno de la diputación, y por ignorancia, complejos o por lo que sea, se creyeron al pie de la letra la versión de los profesores de la universidad vasca y actuaron contra Eliseo Gil llevándole a los tribunales y señalándole como falsificador.
“Cómo está ahora la situación?” En un momento crítico. Los análisis del laboratorio del Ministerio de Cultura de Madrid han resultado ser un fiasco. No han querido analizar las piezas en hueso y ladrillo, las más fáciles de datar, por temor a que se certificase su autenticidad. Y el informe sobre las piezas de cerámica está lleno de prejuicios e interpretaciones sesgadas; es un informe “ad hoc”, realizado sobre el pedido del cliente.
“Te veo alterado”. Tú también lo estarías si conocieras el informe policial de la Ertzaintza. En vez de hacer una investigación imparcial han seguido fielmente el “guión” de la querella foral que ya sabemos tras quien va.
“No puede ser! Menudo panorama más negro”. Sí, pero hay razones para el optimismo. Por una parte, SOS Iruña-Veleia ha interpuesto una querella contra Julio Nuñez, actual director, por daños al patrimonio y obstrucción a la justicia, debido a los estropicios que ha cometido en el yacimiento. La querella ha sido admitida a trámite. Por otra, no han encontrado el más mínimo indicio de que Eliseo Gil haya falsificado las piezas; es más, no han encontrado ninguna evidencia de que las piezas hayan sido falsificadas. Por ello creemos que la cosa no irá a juicio y la querella contra Eliseo será archivada.
“Esto se parece cada vez más a lo de Altamira. Trataron de manera parecida al pobre Sautuola. Su gran descubrimiento no fue reconocido hasta después de su muerte”. Yo diría que esto es peor aún. A Sautuola no le pusieron ninguna querella. Y era el s. XIX, y nosotros estamos en el XXI. Un laboratorio especializado en arqueometría resolvería la cuestión en una mañana. Un sencillo análisis de Carbono14 a los grafitos en hueso dirimiría la cuestión. Si resultan ser de época romana, los grafitos son auténticos, ya que es materialmente imposible grabar en la actualidad sobre huesos antiguos, pues se romperían como el cristal.
“Y qué podemos hacer ante esto?”. Muchas cosas. Antes que nada está la vertiente humana. Tenemos una buena oportunidad para mostrar nuestro cariño y solidaridad a Eliseo Gil, también en el aspecto económico. Arrojado al desempleo, ni siquiera puede acceder a la famosa RGI, al seguir siendo titular de la empresa Lurmen. Y también, claro está, podemos denunciar la barbaridad que están cometiendo contra nuestro patrimonio. Desde enero de 2015 realizamos una concentración todos los jueves delante de la Diputación Foral. Se hacen y se pueden hacer muchas cosas más. Es fundamental que la gente preocupada con el caso se mueva.
“Es increíble el silencio que hay en torno a este asunto”. Sí, no tiene fácil explicación. Pero muchas veces el silencio suele ser cómplice de la injusticia. Sé que esto puede sonar a bufonada, pero por enésima vez decimos a cierta gente que los grafitos son auténticos y que se sitúen en ese escenario.
“Pero tú crees que esto se va a aclarar algún día?” La verdad se abrirá camino antes o después. Y la historia nos juzgará a todos, y seguramente antes de lo que muchos piensan.
Juan Martin Elexpuru