Artículo de prensa.
Eliseo Gil se defiende y dice que el informe policial sobre el fraude de Iruña-Veleia «carece de pruebas»
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El responsable del equipo de arqueólogos acusado de manipular restos romanos para construir un hallazgo que revolucionaba la Historia afirma que el documento de la Ertzaintza es «un ejercicio de imaginación»
El informe de conclusiones policiales realizado por la Ertzaintza sobre las actuaciones realizadas por el equipo de arqueólogos liderado por Eliseo Gil e Idoia Filloy en Iruña-Veleia, desvelado en exclusiva en los últimos días en EL CORREO, es, para los dos investigadores, «un ejercicio de imaginación, con hipótesis, posibilidades y argumentaciones válidas». Así lo afirmaron este viernes ante los medios de comunicación tras haber salido a la luz el documento a través de este diario. Después de lamentar que no se les ha dejado «ningún espacio para la presunción de inocencia», plantearon que el informe policial debería presentar «pruebas físicas para que las instancias judiciales armen su juicio y ulterior veredicto», pero que éstas «brillan por su más palmaria ausencia».
Gil citó textualmente el informe en el que se recoge «la hipótesis de la presunta falsedad de la mayor parte de los 400-500 grafitos excepcionales», lo que significa que «todavía estamos en la más absoluta falta de demotración científica de que esa hipótesis sea correcta». Para probar su inocencia, recordó que han intentado que las piezas «se analicen correctamente y con todas las garantías» para saber «si nos encontramos ante un delito o no», ya que ha su juicio no ha quedado probado.
El arqueólogo y Filloy, que estuvieron acompañados por el geoquímico Koenraad van der Driescche, afirmó que «nuestro único delito fue encontrarnos una serie de hallazgos que juzgamos como excepcionales y dar el paso de compartir con la sociedad el descubrimiento». Y añadió que «nos hemos visto involucrados en un proceso judicial inédito en el ejercicio de la arqueología mundial».
Sobre los restos metálicos aparecidos en la superficie de algunas piezas, Filloy explicó que «sólo se demuestra que ha habido una manipulación, en el sentido de que ha pasado por manos, que ha sido manejado». El geoquímico, por su parte, consideró que en el informe policial «falta un capítulo, el de por qué los metales están ahí». Asimismo, añadió que «como todo el mundo está convencido de la falsedad, los técnicos tienen la conclusión de antemano».
Los implicados en el caso considerado por la Ertzaintza como «la más grave falsificación de la arqueología mundial de los últimos años» están ahora «a la espera de los acontecimientos que decidan las instancias judiciales», entienden que «la instrucción está prácticamente terminada» y afirman que están «pasando una tortura».