Hace casi un año, un segundo informe sobre el caso ‘Iruñ veleia’ del Institituto del Patrimonio Cultural de España fue entregado a las partes por parte del Tribunal nº1 de Vitoria. El documento de 90 páginas tiene como referencia:
Tomás Antelo, ‘Informe de examen por imagen’.
Informe del Archivo General del IPCE, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; Madrid, 2014.
Lo llamaremos a continuación informe Antelo (2014).
Como vemos en la portada lleva el nombre de 1 autor con 6 colaboradores de la investigación (entre los cuales no aparece Navarro).
La buena noticia de este informe es que aplicando diferentes tipos de radiación (luz, ultravioleta, infrarroja) se puede claramente distinguir entre pátina (llamado ‘rastro de impregnación’), costra y relleno. Entonces opinamos que tiene la clave para investigar la presencia de costras en los surcos.
No somos únicamente nosotros que compartimos este optimismo. En una reunión del 17/6/2013 entre la ertzaintza, el IPCE y el ESCRBC (‘Escuela de Restauración’), donde están presentes entre otros dos miembros del IPCE, José Vicente Navarro, autor del primer informe del IPCe de 28/10/2013 (fijarse en las fechas) se llega a la siguiente conclusión:
Conclusiones de la reunión del 17/06/2013 – Atestado del Ertzaintza 163A120028 |
Se concluyen en junio 2013 que es recomendable aplicar fotografía digital a las 39 piezas y así se comunica a la juez. La respuesta de la jueza es desconocida. Unas 4 meses más tarde Navarro entrega el 28 de octubre 2013 su informe ‘hiperconclusivo’ sin mencionar esta investigación recomendada (supuestamente por el mismo, visto la situación). No menciona resultados, o en caso que todavía no existía, no menciona la necesidad de reinterpretar sus resultados en función de los resultados de dicha fotografía digital. [A mi me parece un especie de engaño, aportar conclusiones definitivas antes de conocer los resultados de investigaciones adicionales muy relevantes.]
La naturaleza del informe Antelo (2014) es informativa, aunque se aventura también a un limitado número de observaciones. Aporta imágenes básicamente en luz visible (VIS; ‘fotos normales’) y de fluorescencia por ultravioleta (FUV; una técnica donde se irradia la pieza con rayos UV y se saca fotos en luz visible). La técnica FUV nos aporta información química muy detallada y admite de hacer micro-estratigrafía con todas las garantía. En una foto puede ser difícil de distinguir entre costras y rellenos, pero el efecto de la fluorescencia admite distinguir sin dudas. Muy importante para nosotros es que se aportan las imágenes de la pieza entera (no como en el informe Navarro, la parte que le apetece enseñar).
Nos vamos a centrar a continuación en la fluorescencia por UV.
Antelo afirma la utilidad de la técnica:
El material cerámico produce una fluorescencia que aun variando según el tipo de pasta cerámica y su acabado, permite que se destaque con razonable eficiencia la fluorescencia de . dos tipos principales de indicaciones correspondientes a restos cuya procedencia ha sido citada: rastros de impregnación y restos de encostramientos.
Se observa también un tercer tipo de fluorescencia que podemos ver rellenando surcos e irregularidades diversas, que comprende distintos tipos de detritos como’ limo y tierras con agregados que podrían incluir partículas orgánicas.
Se pueden entonces distinguir las pátinas, las costras y los rellenos con FUV.
Curiosamente a la ‘pátina’ llama ‘rastro de impregnación’, lo que nos parece otro indicio de diletantismo.
El autor afirma entonces que la técnica es muy potente y prometedora:
1. Rastros de impregnación
Como rastros de impregnación se consideran aquellos que han tenido lugar debido a la infiltración de sustancias aportadas básicamente por el terreno y originan la formación de una película o velo de variable contenido de las mismas. Estos restos se manifiestan con mayor o menor intensidad, en función de la porosidad de la superficie cerámica y su grado de lavado. Sobre ellos, se observan también suciedad y costras.
En las superficies vitrificadas, debido a la baja o nula porosidad de dicha superficie y al proceso de lavado, es probable que no se mantengan restos significativos, por lo que es poco factible su detección con este procedimiento. En cambio, en muchos casos, en los cantos de los fragmentos originados por rotura, se detecta gracias a la elevada porosidad de la pasta al descubierto. De haber sido cepillados estos espacios, la indicación de fluorescencia tendería a desaparecer.En pequeña cantidad pueden no percibirse en el rango visible, pero con FUV presentan tonalidad verdosa que suele destacarse del tono generalmente cálido de la pasta cerámica. (p. 8-9)
Por cierto observamos con alguna alegría otro aspecto. Contrastando con el informe Navarro 2013, el informe Antelo (214) sí menciona y contempla en varias ocasiones los procesos de lavado normal en una excavación:
Las piezas proceden de un enterramiento arqueológico, y han sido lavadas siguiendo los procedimientos al uso en este tipo de actuaciones. Bajo estas circunstancias, se considera que dependiendo de las condiciones del entorno en que han permanecido enterradas y las características específicas de las diferentes piezas, pueden permanecer en ellas aun después del lavado, una serie de restos principales como costras y otras materias, originalmente ajenas a la pieza. Se entienden, por tanto, estos restos como procedentes fundamentalmente del terreno en que han permanecido, así como los propios de un eventual aclarado insuficiente tras el lavado, en cualquier caso, con componentes comunes en todos ellos. (p. 7)
Podemos reconocer pátinas de antigüedad…
2. Restos de encostramientos
En ocasiones pueden estar cubiertos de cantidad irregular de suciedad. Pese a ello, se distinguen dos tipos:
a) Costras extensivas de contornos irregulares: En el ‘visible se observa una coloración grisácea. En FUV su coloración amarillo-verdoso adquiere tono verde más oscuro por la acumulación de suciedad.
b) Formaciones de aspecto Mar: Suelen aparecer aisladas (Lámina 5, piezal 3371), o también pueden verse sobre las costras extensivas (Lámina 5, pieza 15920). Destacan por.su morfología y elevada fluorescencia. Si están limpias, esta fluorescencia es similar ala de los restos de adhesivo presentes en algunas uniones. (p.10)
La técnica FUV admite reconocer costras en surcos… como vemos en la siguiente imagen:
Antelo (2014). Se ven en la imagen a la izquierda en algunas zonas de p. ej. la F la presencia de fluorescencia. |
Antelo concluye:
En cualquier caso, la imagen de fluorescencia es eficiente para discriminar la materia de relleno, de aquella debida a enoostramientos. Por lo general, también permite distinguir ambas materias de los restos de impregnación que se mantienen en los cantos de rotura.
A partir de estos apuntes, cualquier observador puede identificar las indicaciones aportadas mediante FUV que recoge el material gráfico de todo el lote de piezas que se adjunta.
Dentro de su alcance, estas indicaciones, que recordemos deben ser corroboradas en su caso por técnicas analíticas que caractericen con precisión, pueden servir de ayuda a! proceso deductivo tendente al esclarecimiento de la secuencia temporal de realización de los grafitos objeto de examen.(p. 13)
Durante 11 páginas aporta el autor una serie de observaciones, donde afirma encontrar únicamente clara fluorescencia de costras en los surcos de las piezas 11481, 10826 y 12799, y indicios de dicha fluorescencia de costras en una otra serie de piezas (11530, 12108, 11709, 11459, 104942 (SI), 11162, 11139, 11413, 11392, 12110, 11424. Afirma también algo sobre pátinas de 10765 que no entiendo sin ver las imágenes.
Sobre dichos indicios de fluorescencia afirma lo siguiente:
En el resto del repertorio examinado hay indicaciones en surcos de grafitos cuya fluorescencia señala como probables indicios a considerar. No obstante es difícil aventurar que pudiera tratarse de partículas de costra arrastradas en el cepillado, dado que su fluorescencia es semejante al de otros tipos de materia, como puede ser la orgánica. En las siguientes láminas se muestran exponentes de la diversidad y grado de entidad de este tipo de indicaciones. Entendemos que resultaría prolijo abundar en el detalle del total que pueden localizarse. (p.16)
El resto del informe consiste de únicamente en parejes de imágenes en VIS y FUV de las 39 piezas, sin ningún comentario o observación.
Hasta aquí las buenas noticias.
Desde hace casi un año (mayo 2015) la defensa intenta obtener desesperadamente una copia en color del informe. La copia recibida en blanco y negro no es interpretable…
(La defensa fue tampoco invitado el 25 de septiembre para la selección de las piezas a analizar…)
Conclusión
El segundo informe aporta una técnica sencilla para detectar desde fotos pátinas y costras que da en realidad la oportunidad a todo el mundo de verificar su presencia en los surcos. Lo que se agradece. Desafortunadamente no disponemos de una copia en condiciones…
El autor se atreve a unas pocas observaciones sin que se atreve a sacar conclusiones. En este sentido el informe no aporta nada científico; o se demuestra con fundamento, o no se habla, a medias y con la boca pequeña no se puede opinar como perito judicial, pero es lo que hace el informe en la parte de observaciones.
Tenemos la curiosa situación donde se presenta un informe pericial auxiliar después del informe pericial principal que ni es interpretado (lo deja al lector) y que no llega a conclusiones.
Más caos imposible.
PD.
Para darse una idea del nivel intelectual de las instituciones que han liderado la declaración de la falsedad y de la acusación del ex-director del yacimiento recordamos las palabras de la actual Diputada de Cultura sobre el informe Antelo:
Acta de la Comisión de Euskera, Cultura y Deporte de las JJGG de Álava del 3 de julio de 2014:
Sí le quiero decir que además de este informe, y en fecha reciente del 14 de mayo, el Juzgado mandó otro informe, no lo tengo yo aquí, pero era sobre aspecto químico. La Secretaría General no fue capaz de discernir qué es lo que ponía en ese informe, el Jefe del Servicio de Museos tampoco, y se pasó a la Universidad para que nos hagan un balance de qué es lo que significan todas esas palabras tan absolutamente técnicas que venían en ese informe. De momento no tenemos esa valoración pero sé que están ya ultimando alguna cosa al respecto, dentro de las personas que en su momento componían esta Junta, y bueno, yo creo que son personas adecuadas a la hora de hacer un diagnóstico de qué es lo que dice el informe. Insisto, en aspectos técnicos no ha habido en la Diputación nadie capaz de discernir eso.