(el titulo es inspirado en un comentario de Alicia Satué)

Eppur si muove o E pur si muove (y sin embargo se mueve, en español) es la hipotética frase en italiano que según la tradición Galileo Galilei habría pronunciado después de abjurar de la visión heliocéntrica del mundo ante el tribunal de la Santa Inquisición. (Wikipedia)

Si las afirmaciones representadas en el artículo de prensa son correctas, el Sr. Diputado General ha perdido una gran oportunidad de quedarse callado, y de informarse antes de opinar, y de pesar sus palabras.

1º La supuesta falsificación no es burda o una farsa, esto afirman numerosos científicos, entre ellos 4 ex-miembros de la Comisión (ver http://www.sos-irunaveleia.org/informes).

2º El debate científico es ajeno a cualquier interés, y no se debe moldear a los deseos de los políticos.

3º Como máximo dirigente de la institución que se ha querellado contra el ex-director abusa de poder en utilizar las plataformas que le corresponden por entremezclarse en un tema judicalizado.

4º Es de poco decorum una afirmación como «Sería bueno que Eliseo Gil también reconociera que las inscripciones son tan falsas como él cuando se disfrazaba de romano en aquellas representaciones que hacía en el yacimiento». ¿Y si Eliseo Gil no se queda callado, le van a quemar en la hoguera a fuego lento en la plaza?

5º El Diputado General miente cuando «se preguntó por qué Gil impidió a una profesora de la UPV/EHU intervenir en el acto ante los medios de comunicación donde valoró el informe del Ministerio de Cultura y respondió a la supuesta alteración de la cadena de custodia de los restos encontrados en el yacimiento alavés«. Eliseo Gil ni ha abierto la boca durante la intervención de la
profesora, ni se ha movido en su silla. La profesora ha podido hablar con total libertad como se ve parcialmente al final del vídeo de la rueda de prensa.

Cuando afirma sobre la cadena de custodia «Sí se rompió, pero no ocurrió en los laboratorios sino cuando él -en referencia al arqueólogo- tenía responsabilidad sobre ellos» se equivoca, porque p. ej. se realizaron analíticas secretas sobre algunas piezas, y la grafologa Ezkurra ha tenido acceso directo a las piezas, ambos después de la judialización del caso. Las piezas no han sido guardado en cajas precintadas a la hora de la judicialización.

(informe Navarro 2013)

También lo afirmó la ex-diputada de cultura Lorena López De Lacalle misma en una comparecencia
del 16 de Noviembre de 2010 en el Parlamento Vasco, ante una pregunta de Aralar sobre dónde estaban las piezas, reconoce la accesibilidad que tenía el material, afirmando:

“Las piezas sólo pueden estar donde marca la
Ley de Patrimonio que tienen que estar, que es en el Bibat, en el Museo Arqueológico, están depositadas, están en los archivos que tenemos allí, hay un protocolo especial para quien vaya a visitarlas, hay que dar el nombre y todo, están las piezas físicamente están todas ahí”. p. 48
KULTURAETA GAZTERIA BATZORDEAK 2010EKO AZAROAREN 16AN

Artículo de El Correo 

Álava considera «intolerable» que se diera una «falsificación tan burda» en Iruña-Veleia

De Andrés carga contra los descubridores tras conocer el informe del Ministerio de Cultura que concluye que los grafitos son contemporáneos

05.02.14 – 00:54 –

MARÍA REGO | VITORIA.

LAS CLAVES

Metales. Los restos encontrados por Cultura van desde el acero inoxidable (data de principios del siglo XX) y partículas de niquel o alpaca hasta nubes de oro atribuidas al roce de una alianza.
Costras. Están seccionadas por los surcos, lo que indica que estos son posteriores al periodo de enterramiento.
Los restos salidos del yacimiento romano de Iruña-Veleia y datados entre los siglos III y V que se presentaron en junio de 2006 con la etiqueta de revolución arqueológica por contener las primeras palabras en euskera -entre otras ‘joyas’ como jeroglíficos o la representación gráfica más antigua del calvario de Cristo- cargan hoy con el calificativo de «farsa». Así los catalogó ayer el propio diputado general, Javier de Andrés, tras repasar el informe pericial elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Cultura, que arroja serias dudas sobre la autenticidad de los hallazgos al haber encontrado «suficientes anomalías como para que los grafitos sean considerados contemporáneos». «Resulta intolerable que se haya producido una falsificación tan burda y que, además, se pretenda sostener en el tiempo», criticó el político conservador.
El ‘tira y afloja’ sobre la veracidad de los 450 restos de cerámicas, huesos y ladrillos localizados se formalizó hace ya un lustro en una causa abierta contra el arqueólogo Eliseo Gil y dos de sus colaboradores por la Diputación alavesa, propietario del yacimiento. El ente foral decidió denunciarlos por atentado contra el patrimonio y presunta estafa tras escuchar a un comité de expertos de la UPV/EHU que tachó de falsas unas 200 ‘óstracas’. Son muchos los capítulos que suma ya este ‘culebrón’ desde entonces aunque el último documento con la firma del Ministerio de Cultura, a petición de la juez responsable del caso, se revela como clave para su desenlace. Los técnicos han centrado esta vez su análisis en las huellas de las piezas y los restos de los instrumentos utilizados para hacer los surcos. Y en 35 de esos 39 elementos estudiados hay rastro de metales, algunos -como el acero inoxidable- que ni siquiera existían en la época romana.
Cadena de custodia
De Andrés, ante estas pruebas periciales, cree que ha llegado el momento de que los descubridores de los restos de Iruña-Veleia asuman la realidad. «Sería bueno que Eliseo Gil también reconociera que las inscripciones son tan falsas como él cuando se disfrazaba de romano en aquellas representaciones que hacía en el yacimiento», lanzó el diputado general con cierta ironía sobre las jornadas festivas y de divulgación que se organizaron en el recinto. Sin embargo, el arqueólogo se apresuró la pasada semana a dar su propia versión de las conclusiones del análisis realizado por el Instituto de Patrimonio Cultural. El material «ha sido alterado voluntaria e involuntariamente durante estos seis años», es decir, después de que Lurmen -firma de la que él era socio junto a Idoia Filloy- entregara las piezas al Museo de Arqueología de Vitoria. «No ha existido cadena de custodia» y, a juicio de los defensores de la autenticidad de los hallazgos, esto «es causa suficiente para cerrar el caso por indefensión».
El diputado general se preguntó por qué Gil impidió a una profesora de la UPV/EHU intervenir en el acto ante los medios de comunicación donde valoró el informe del Ministerio de Cultura y respondió a la supuesta alteración de la cadena de custodia de los restos encontrados en el yacimiento alavés. «Sí se rompió, pero no ocurrió en los laboratorios sino cuando él -en referencia al arqueólogo- tenía responsabilidad sobre ellos», lanzó el político popular preocupado por la posible repercusión de la falsedad de estos descubrimientos en la «credibilidad» del resto de las piezas encontradas en Iruña-Veleia.