En el país ha aparecido un artículo de Javier Sampedro denominado La lengua ancestral de los eurasiáticos donde menciona el trabajo realizado por los profesores de universidades del Reino Unido y Nueva Zeelanda Mar Pagel, Quentin Atkinson y compañeros suyos. En Terra Antiquae tambien ha aparecido un extenso antículo.
En base a la teoría desarrollada por dichos profesores, y siguiendo la forma de evolucionar de la biología, se pueden encontrar palabras que han permanecido hasta 15.000 años sin evolucionar y que nos permite reconstruir cómo a partir de una sola lengua creada en el mediterráneo se hayan desarrollado las actuales lenguas euroasiáticas, euskera y chino incluido.
Esta teoría puede estar relacionada con la que hace bastantes años propuso Imanol Agirre, en su libro “Vinculos de la lengua vasca con las lenguas de todo el mundo″, que después de estudiar infiidad de lenguas, sobre todos las lenguas siberianas, creía haber encontrado ese vínculo de unión entre el euskera y las lenguas asiáticas. Y también con el axioma propuesto por muchos investigadores de aquí: que el euskera ha guardado algunas raíces sin cambios o prácticamente sin cambios durante miles de años: aitz (aizkora, aitzurra…)….
En la web de Euskeraren Jatorria se recoge este tema.