¿Es cierto que en latín la Y solamente podía expresar /ü/?
Provincia: Lusitania Lugar: Tavira / Balsa (Faro, Portugal)
S DIP[3] / CAYO
Como se trata en más profundidad en el post llamado SAMVELEIDA II (http://www.amaata.com/2013/04/samveleida-ii-un-sacerdote-del-sol.html), la presencia de Mithra puede ser altamente significativa en el contexto religioso de Iruña-Veleia. Ahora interesa atender al detalle de la grafía de Mithra en esta pieza: MITRAII, en donde la T aparece sin aspiración y paralelamente el final II (-e) no tendría sentido en su contexto desde un punto de vista lingüístico, por lo que podríamos pensar que la intención del grabador fue la de escribir la H del extranjero nombre de Mithra y que al ser muda para él no supo dónde colocar, decidiendo hacerlo al final de la palabra, suposición que apoyaría a su vez la hipótesis de la falta de ortografía relativa a la colocación de la H en los nombres hebreos en los que su posición ha sorprendido a los expertos.
(RV 1.115.1, RV 6.51.1, RV 7.63.1., WYV 4.35, WYV 7.42, WYV 13.46, AV 13.2.35), mientras que en los escritos zoroástricos el Sol es descrito como “el ojo de Ahura Mazda” (recordemos que el zoroastrismo, el maniqueísmo, el mitraísmo y el catarismo están relacionados entre sí, y que las enseñanzas de Zoroastro dejaron su importante huella en la escatología, la soteriología, la angelología y la demonología del judaísmo). ¿Supondría esta hipótesis demasiado nivel de erudición para el grabador del grafito? Tal vez, pero la falta de ortografía lo humanizaría a su vez, o recordaría que en el siglo III las cosas se sabían más de oídas que por verlas escritas o escribirlas.
En esta pieza nº 13384, además, IAVVII presenta doble V y carece de la H muda, lo cual no hace sino reforzar nuestras sospechas de que la grafía para el innombrable dios judeocristiano era dificultosa para un veleyense. Podría entenderse que la grafía IAVVII es más puramente romana que la de YAVHII, que estaría influenciada por la lengua griega, hecho que se constata de modo especial en los textos de los grafitos del sondeo 32.
Volviendo a la yod hebrea del originario teónimo para el innombrable, en Wikipedia leemos:
י
Por motivos obvios, nos parece pertinente no perder más tiempo con un problema que no existe.
Remitimos al ya citado apartado sobre las mal llamadas comillas de Veleia en contestación a este párrafo.
Con respecto al nominativo FILI por filius, nos detendremos solamente para recordar que el nominativo incompleto FILI -comodín para filius, filia, filii, filiae– está perfectamente atestiguado en epigrafía latina.
“Otro tanto cabe decir de la pieza nº 13362 (sector 6, mortero), escrita por ambas caras. En la primera de ellas aparece una mezcla de latín y euskera, donde se lee: IN NOMINII PATE[R] /ATARII IZAN. Sin entrar a valorar las palabras en euskera, el error sintáctico de in nomine pater por in nomine patris es inadmisible. En la segunda cara de esta pieza o cara B, se lee: SAMVIILL, “YAVHII” FILI. Además de lo dicho antes sobre la grafía YAVHII, en este caso así escrito y entrecomillado, y FILI, hay que añadir la grafía aberrante de SAMVELL, ya que no se conserva en latín históricamente ninguna geminada lateral como –ll final ni fonética ni gráficamente.”
Más adelante (pág. 30) repite este argumento en contra de esta pieza:“En otro orden de cosas, hay en estos textos otras diversas grafías aberrantes, antietimológicas e injustificables como reflejo de un proceso de evolución de la lengua, como la ya mencionada de SAMVELL, con la ll geminada en posición final”
Pieza nº 13362 http://www.sos-irunaveleia.org/ostracabase:13362
A la profesora Velázquez le encanta, por lo que se ve, el adjetivo inadmisible.
En la página web del Ministerio de Educación del Gobierno de España, en el apartado de recursos para el latín y el griego, se lee: “Podemos afirmar que algunos hechos propios del latín vulgar están presentes en las inscripciones halladas en Pompeya en la segunda mitad del siglo I d.C., pero existe el consenso de que la extensión del conjunto de fenómenos que conocemos como latín vulgar se generalizó a partir del siglo III d.c. La fecha en que el latín pasó a ser romance es igualmente difícil de determinar. Es un hecho claro que la desaparición del Imperio de Occidente en 476 propició la fragmentación del latín en dialectos que quedaron aislados entre sí. Estos dialectos fueron alejándose progresivamente ya desde el Bajo Imperio y este proceso se profundizó durante la Alta Edad Media. Podemos afirmar que en torno al año 800 lo que se empleaba era ya una forma de romance.” (http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/cclasica/esc333ca3.php)
En este sentido pensamos que, de ser auténtico, este óstracon del siglo III d.C. encontrado en la domus ecclesia de Iruña-Veleia sería de indudable valor cronológico por ser un muy antiguo documento de las primeras manifestaciones de esos cambios fonéticos y morfosintácticos determinantes en el paso del latín vulgar al romance ocurrido en fecha imprecisa e ignota a ciencia cierta por los expertos y que suele darse por consumado bastante más andado el tiempo, allá por el año 800 d.C.
(Pierre Monteil, Elementos de fonética y morfología del latín, Univ. de Sevilla, 1992, pág.207)
En las piezas con los números 13374, 13379 y 15927 el antropónimo está incompleto, faltando la última sílaba: SAMV, por lo que no adjuntamos las fotografías al no servirnos para nuestros propósitos ahora. El número 13454 es dudoso, pues se ha atribuido al pater (¿o pather?) espiritual de Veleia Samuel, pero su texto sólo dice SMPT, siendo la T final en realidad una cruz. Añadimos, pues, las fotografías de los números 13369, 13380 y 13956, que son las piezas que presentan SAMVIIL -y SAMVEL- escrito con una sola L final -aparte del nº 13362 cuya fotografía ya se ha adjuntado-: