He necesitado tres años para encontrar el tiempo de dedicarme a dar forma y editar el vídeo de una conferencia dirigida a los alumnos de Bachillerato que di en el instituto de Mutriku en el año 2013 con motivo de la celebración del día internacional del euskera, esto es, el 3 de diciembre. Por aquel entonces yo daba clases allí de latín y euskera, y también colaboraba dos horas a la semana con el área de Normalización del Euskera (Euskeraren Normalkuntza) ayudando a organizar diversas actividades destinadas -mayormente- a promover el interés y el amor por esta antiquísima y valiosísima -sin duda- misteriosa lengua.
Dentro de ese marco ha de entenderse la conferencia cuyo vídeo adjunto en este post tres años después (por no haber podido editarlo hasta ahora) en la víspera del 3 de diciembre, con la intención de celebrar de esta manera -mei generis- esta fecha. Considero que Ama Ata es el lugar idóneo donde hacerlo, ya que la conferencia versa sobre los grafitos de Iruña-Veleia datados entre los siglos II y V d. C. escritos en euskera, unos cincuenta, descubiertos en 2006 durante el curso de las excavaciones arqueológicas que la empresa Lurmen llevaba a cabo en el oppidum alavés hasta que su excepcional hallazgo -precisamente ello, al parecer- causó su desgraciado cese. De sobra conocida por los seguidores de Ama Ata es la historia de estos grafitos estigmatizados, pero tal vez desconocida y nueva para lectores que den con este post: por ello veo procedente unas pocas palabras introductorias.
Por otra parte, y también como introducción al vídeo concretamente, quiero advertir de tres cosas: primeramente, de que en la conferencia hablo -lógicamente, dado su porqué- en euskera, sintiéndolo por quien no comprenda esta lengua; en segundo lugar de que, en mi exposición, lejos de tratar de dar una traducción a los grafitos ni -ni mucho menos- una explicación lingüística, me limito a dar a conocer a mis alumnos esos primeros textos escritos en lengua vasca, acompañando mi discurso las fotografías en las que pueden verlos (traídas de la ostracabase de www.sos-irunaveleia.org) y los argumentos en virtud de los cuales fueron dados por falsos por una tal Comisión Científica en noviembre de 2008, cuando esos argumentos, aun sin haber sido consensuados formalmente por los miembros de la tal comisión, provocaron la destitución de Lurmen como responsable de las excavaciones arqueológicas en Iruña-Veleia, quedando a partir de ese momento imputado Eliseo Gil, el director de Lurmen, por falsificación y daños al patrimonio y no sé cuántas cosas más. Eliseo Galilei, Galileo Gil, quien aún aguarda, después de ocho años, el veredicto del tribunal como si de la espada de Damocles se tratara, pues aún no se ha aportado ni una sola prueba de que los grafitos sean efectivamente falsos (Eppur si muove!). Y es que -hay que decirlo- aquellos argumentos carecen totalmente de solidez y rozan el absurdo en no pocas ocasiones, como los alumnos de Bachillerato que asistieron a mi conferencia pudieron comprobar por ellos mismos, siendo que yo era tan sólo quien se los transmitía, sin pretender siquiera responderlos. Y ello porque -y ésta es mi tercera y última advertencia con respecto a la conferencia y al vídeo- no soy yo quién, por supuesto, para contraargumentar a la Comisión Científica en torno a los grafitos escritos en euskera, pues apenas sé nada sobre lingüística histórica vasca, y puesto que de eso se han encargado otros más aptos que yo para hacerlo, como los filólogos vascos Héctor Iglesias o Juan Martin Elexpuru, cuyos informes están descargables en la página citada más arriba en el enlace reservado para todos los informes (los que abogan por la falsedad de los grafitos y los que lo hacen por la autenticidad). Si me presté en aquella ocasión a dar una charla sobre los grafitos eusquéricos fue porque así me lo propuso amablemente para la fecha del 3 de diciembre mi compañero en el área de Euskararen Normalkuntza, movido por el deseo de organizar un evento interesante para nuestros alumnos pre-universitarios y por la curiosidad acerca de esta polémica, en la cual me sabía implicada al haber estudiado yo los grafitos escritos en lengua latina, por aquel entonces en un informe que redacté en 2013 para el juez en forma de prueba pericial a favor de la autenticidad (El latín de Iruña-Veleia), al cual ha seguido otro más profundo y sesudo finalizado tan sólo este año, en abril de 2016 (La declinación latina en el siglo III a la luz de los grafitos excepcionales de Iruña-Veleia). Habiendo aclarado esto último, pido disculpas si el contenido de la charla (puramente descriptiva) no fuera todo lo detallado que alguien deseara o no respondiese los interrogantes de quien la escuche.
Dicho todo lo cual, creo que no me queda nada más por añadir antes de adjuntar por fin el vídeo de la conferencia que «Feliz Día del Euskera» para todos aquellos que aman de verdad esta preciosa lengua y la Cultura y la Historia que la rodean (supongo que entre los destinatarios de este último mensaje no están los integrantes de la Comisión Científica aquella, pues si realmente amaran el Euskera y su Cultura y su Historia nunca habrían podido obrar como lo hicieron).
Ah, sí, una cosa más: tal vez debería haber redactado este post en euskera. No he querido escribirlo en euskera porque creo que le hago flaco favor a los grafitos vascos hablando sobre ellos en una lengua que es, sí, preciosa, pero que muchos de los lectores de Ama Ata (interesados, claro está, por la polémica en torno a ellos) no entienden. Que en el vídeo que enlazo hable en euskera puede parecer una incongruencia con lo que acabo de decir, pero supongo que al fin y al cabo el cometido principal que nos traemos entre manos quienes creemos en la autenticidad del material es airear continuamente y sin tirar la toalla la injusticia que se ha cometido contra él y contra su descubridor, y ello sí es congruente con preferir el castellano como medio de aireación. Además, el castellano y el euskera guardan estrecha relación, si se tiene en cuenta que la cuna del castellano, Castella Vetula, fue (¡por lo que parece! Eppur si muove!) tierra de habla vasca, por lo que no deja de ser bello -y en nada aberrante ni incongruente, por tanto- que un mensaje expresado en castellano airee los primeros textos escritos en euskera documentados hasta ahora (le duelan a quien le duelan, Eppur si muove!). Ahí queda la idea de esa belleza, o la belleza de esa idea, o ambas cosas, aunque eso es -me temo- Harina (que no Farina) de otro costal, y una buena historia para otra ocasión.
Alicia Satué,
Mutrikun, 2016ko Abenduaren 2an, 3aren bezperan.